"Nosotros somos los culpables"
Publicado en Mar 23, 2013
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- La tragedia de la Guardería ABC -
Obra de teatro-documental basada en el libro homónimo de Diego Enrique Osorno, con algunos poemas de los 49 Globos de Juan Carlos Mijangos Noh
Dramaturgia: Humberto Robles
 
Copyleft: Esta obra está registrados bajo licencia Creative Commons. Se otorga la libertad de llevar a escena esta obra de teatro siempre y cuando el texto se conserve íntegramente y se dé crédito a todos los autores, en todos los impresos y en todo tipo de difusión, así como la dirección de la página web del Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio: www.movimiento5dejunio.org (Para mayor información al respecto favor de comunicarse a hrobles@hotmail.com)
Esta obra no puede ser usada para fines de ningún partido político.
Por el montaje de esta obra el autor no percibe cobro por concepto de “derechos de autor”; si existe algún ingreso por su representación, un mínimo del 10% de las ganancias debe ser depositado a:
Bancomer - Número de cuenta: 2691976826 - Nombre: Patricia Duarte Franco, María Estela Báez Gill, y Martha Guadalupe García - Clave de transferencia interbancaria (CLABE): 012760026919768266 

Nosotros somos los culpables

Personajes: 4 hombres y 4 mujeres
Esta obra puede representarse en un espacio abierto o cerrado.

Advertencia: Este texto no debe ser interpretado de forma melodramática, ni buscando conmover al público con gestos, llantos, gritos o actitudes cursis o sensibleras, ya que los padres de los 49 bebés nunca se han comportado de esa forma. A ellos los mueve la rabia, el dolor, la sed de justicia, el firme propósito de acabar con la impunidad, una dignidad pocas veces vista… no la sensiblería melodramática. Los testimonios son tan elocuentes y cargados de emociones que deben expresarse por sí mismos, y de esta forma concientizar, informar y conmover a los espectadores sin recursos fútiles, ni que desvirtúen el carácter de los valientes y admirables padres del Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio.

Ficha técnica: Esta obra se estrenó en 2011 en el Foro Ana María Hernández, en el marco del segundo aniversario de la tragedia de la Guardería ABC, con las actuaciones de Juan Carlos Bonet, Michelle Solano, Edgar Álvarez Estrada, Marcela Morett, Irineo Álvarez, Sandra Sánchez Cantú, Carlos Macías y Claudia Aguirre, con música original compuesta e interpretada por Jean Angelus Pichardo. Posteriormente inauguró el Ciclo de Teatro Útil del Foro Shakespeare. También se montó con un elenco regional en Hermosillo, Sonora, en el Teatro Emiliana de Zubeldía y en la Plaza Emiliana de Zubeldía. Todo esto fue posible gracias al impulso y el apoyo de Daniel Gershenson y los padres del Movimiento por la Justicia 5 de Junio. Asimismo fue montada en Jalisco.

Publicaciones digitales: El texto de la obra está publicado en la página web Cambalache, sitio que promueve la "cultura libre" como una opción real de creación y promoción, en la sección Escénicas, con le objeto de que cualquiera pueda leerla, descargarla y representarla: http://cambalache.ws; también puede descargarse de la página web Dramaturgia Mexicana: www.dramaturgiamexicana.com

Sobre los Autores

Diego Enrique Osorno. Es reportero del Grupo Milenio desde 2000. Nació en Monterrey, Nuevo León, México, EN 1980. Estudió periodismo en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y ha hecho cursos de información y guerra en la Universidad Complutense de Madrid. Sus crónicas y reportajes sobre asuntos sociales, políticos y del crimen organizado han aparecido en Gatopardo, Indymedia, Nexos, Chilango, Letras Libres, Rebelión, Replicante y Narco News. Escribe la columna “Esquirla” en Milenio Semanal y publica Historias de Nadie, el blog más leído de www.milenio.com. Tiene dos libros de poesía, es coautor de Venezuela dijo no, editado por el Instituto del Libro Cubano, y escribió Oaxaca sitiada (Grijalbo, 2007), El cártel de Sinaloa (Grijalbo, 2009) y Nosotros somos los culpables (Grijalbo, 2010). Como reportero ha viajado y escrito sobre situaciones de conflicto en Bolivia, Venezuela, Ecuador, Colombia, Argentina, Honduras, Perú, Haití, País Vasco, Siria, Líbano y China, además de dar seguimiento en México a la cuestionada guerra contra el narcotráfico lanzada por el gobierno de Felipe Calderón.

Humberto Robles. Es dramaturgo y guionista independiente; paralelamente colabora con varias organizaciones de derechos humanos. Es autor de las obras de teatro Frida Kahlo: Viva la Vida, El Ornitorrinco, Leonardo y la máquina de volar, El Arca de Noelia, Ni Princesas ni Esclavas, entre otras, y ha escrito varias obras de teatro-documental entre las que destacan el espectáculo multidisciplinario Mujeres sin Miedo, Las Flores de Atenco, Nosotros somos los culpables y Mujeres de Arena, que es la obra sobre los feminicidios en Ciudad Juárez más montada en el mundo y una de las obras contemporáneas más representadas en la actualidad, contando con más de 90 montajes en tres continentes. Como dramaturgo ha recibido cuatro premios y sus obras han sido montadas en 24 países de América, Europa y Oceanía. Fue coordinador del Ciclo de Teatro Útil del Foro Shakespeare. Ha publicado diversos artículos sobre teatro y sobre derechos humanos en revistas de Argentina, Cuba, España y México. Es considerado el dramaturgo mexicano vivo más representado en el mundo actualmente. www.humbertorobles.com
Esta obra está dedicada a los padres y madres del Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio y a tod@s aquell@s que se han solidarizado con esta causa y luchan por la justicia.
Personajes: 4 hombres y 4 mujeres (puede ser interpretada por más actores y redistribuir los textos entre todos los participantes)
Esta obra puede representarse en un espacio abierto o cerrado.
- ACTO ÚNICO -
Escena 1: 5 de junio
Escuchamos música infantil o una cajita de música. Tras unos instantes, poco a poco, van entrando todos los actores. Cuando ya están todos los actores distribuidos en el escenario, las voces y música van desapareciendo gradualmente.
HOMBRE 1: Aquel 5 de junio de 2009 nunca debió existir.
MUJER 1: En esa fecha ocurrió lo inimaginable…
HOMBRE 2: El más horrendo de los crímenes en la historia de este país.
MUJER 2: No se trató de una tragedia, porque éstas corresponden a caprichos terribles de la naturaleza […] o a fallas técnicas o humanas que provocan muertos y heridos.
HOMBRE 3: Aquí hay un crimen colectivo de larga data, que comenzó mucho antes del día del incendio y que todavía no termina.
MUJER 3: Detrás del suceso hay muchos años de corrupción en los que una obligación del Estado se convirtió en franquicia para favorecer a unos cuantos.
HOMBRE 4: Todo se perpetró con la envoltura de la subrogación, un esquema perverso en la habilitación de las guarderías para los jodidos, es decir, los trabajadores, ellos y ellas…
MUJER 4: Entre menos gasten los dueños, mayores son sus ganancias[1].
HOMBRE 1: 49 bebés, niños y niñas menores de 3 años, murieron calcinados… y 70 bebés más padecen las secuelas de este incendio.
TODOS (ad libitum): ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes? ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes son? ¿Quiénes son los culpables?
MUJER 1: Desde aquel 5 de junio hay una voz que no deja de escucharse…
TODOS (in crescendo): Justicia… Justicia… Justicia… ¡Justicia!
Volvemos a escuchar música infantil; luego desaparece.
MUJER 3: 5 de junio de 2009. Hermosillo, Sonora. Guardería ABC.
HOMBRE 2: El 5 de junio iba a ser un día especial. Los niños de la guardería iban a ver películas, por lo tanto, en la mañana, mi esposa estaba acicalando y vistiendo a Yeyé, nuestro hijo […] Iba guapísimo […] Ese día se quedó muy contento cuando nos despedimos[2].
MUJER 2: Todos los que tenemos bebés en guarderías es porque necesitamos trabajar[3].
HOMBRE 4: Antes el almacén y la guardería eran una misma bodega donde había una maquiladora[4].
MUJER 4: Una vez le pregunté al guardia de seguridad de la bodega estatal: “¿Qué pasaría si todo esto explotara?”, pero no me respondió[5].
HOMBRE 3: Ese día, cuando íbamos de camino a la guardería […] dejamos a mi bebé… se paró y dijo: “Adiós mamá”… […] Nunca pensamos que sería el último adiós[6].
Los Hombres dan unos pasos hacia atrás y quedan las Mujeres al frente.
MUJER 3: A las dos de la tarde empezamos a acostar a los niños en las colchonetas de la sala, ya que es la hora de la siesta. Comencé a acomodarlos cabeza con cabeza, piecito con piecito para que durmieran y no se golpearan[7].
MUJER 2: Los niños estaban en la hora del sueño, es decir durmiendo, y nosotras las asistentes estábamos sentadas en el piso meciendo a los niños de los portabebés. Cuando sonó la alarma nos levantamos[8].
MUJER 4: Escuché un sonido raro, algo extraño, arriba del techo, […] del cielo, y me quedé estática, tratando de  buscar de dónde provenía. Cuando bajé la vista comenzó a entrar humo […] un humo claro, cafecito…  […] los gritos que escuché fueron “Alarma” y “fuego”, y enseguida sonó la alerta de seguridad[9].
TODAS (ad libitum, en voz baja, como un murmullo lejano): ¡Alarma! ¡Fuego!
MUJER 1: Empecé a gritar mucho a los niños para que se despertaran y se levantaran… […] La sala se llenó de humo negro y lo que hice fue agarrar como a tres niños… […] A muchos no logramos despertarlos. Se quedaron dormidos. Cuando íbamos en el pasillo empezaron a caer pedazos de lona hirviendo[10].
MUJER 3: ¡Se está quemando la guardería, saquen a los niños!
MUJER 2: Había lumbre en el techo y al aplastar la alarma todo se apagó[11].
MUJER 1: Yo sola logré sacar como a 20 niños… pero había más bebés… […] Luego se llenó todo de humo y me dijeron que se había caído el techo de la guardería y ya no me dejaron entrar[12].
MUJER 4: Recuerdo que tumbaban algunos muros o paredes para poder sacar a los niños que faltaban[13].
MUJER 3: Como pude, ahogándome por el humo, seguí avanzando con los bebés hasta que salí a la calle[14].
MUJER 1: Agarré a cuatro, los que pude. Se oyeron tres explosiones. Alcancé a llegar a la puerta principal, entregué a los niños que traía para que los sacaran, pero cuando iba a regresarme por mi hijo ya no pude. Empezaron a quebrarse todos los vidrios, empezó a tronar todo, todo se puso negro, no se veía nada y no pude sacar a mi niño[15].
MUJER 2: El humo y el fuego salían del techo, el cual comenzó a caer como si lloviera fuego[16].
MUJER 3: Sacamos como a 30 niños, pero no vi uno vivo; todos iban negritos, sus brazos sin fuerzas[17].
MUJER 4: Lo que hice fue empezar a jalar niños arriba de las colchonetas, pero no se despertaban[18].
MUJER 3: El cuarto niño que saqué me partió el alma; iba todo descarapelado […] en la bata del uniforme se me quedó la carne cocida del niño. Lloraba, respiraba forzado, le iba diciendo que aguantara, que ya íbamos a llegar al hospital[19].
MUJER 2: Para mí es muy difícil decir esto porque siento impotencia de no haber logrado salvar más vidas[20].
MUJER 1: Había mucho humo espeso, empecé a tentar, tenté carnita, la agarré, cuando pude vi que era una niña, estaba toda quemada, no hacía nada; no lloraba, tenía los ojos grises. Nomás se me quedó viendo, nada más abría la boca y la cerraba, como los peces[21].
MUJER 4: Se oía un caos, oía llorar a muchos niños […] sus llantos como de dolor y desesperación […] Pensamos que iba a explotar todo, ya que […] hay una gasolinera enfrente de la guardería[22].
Las Mujeres retroceden y los Hombres avanzan.
HOMBRE 2: Ese día nos encontrábamos aquí por el arroyo, debajo de un árbol, cuando de repente comenzamos a ver un humaredón que se soltó hacia la gasolinera[23]...
HOMBRE 1: Pensamos que era la llantera […] Corrimos todos y ya cuando llegamos, […] vamos viendo que era la guardería[24]
HOMBRE 4: Yo lo que hice fue meterme sin pensarla… Íbamos como tres morros[25]
HOMBRE 3: Yo había dejado a mi niño en la Guardería ABC… me dijo adiós y me fui a trabajar. Al rato, cuando salgo de la planta Ford donde trabajo, vi una torre de humo, y le dije a un compañero: “Fíjate, ¿qué se estará quemando por allá?”[26].
Todos retroceden, sólo queda el Hombre 4 al frente.
Escena 2: Globo 7 y Globo 41
HOMBRE 4: Luis Denzel Durazo López.
TODOS: ¡No debió morir!
Música que acompaña al poema.
HOMBRE 4: Más caras que el dinero son:
Justicia plena,
Verdad preciada,
Razón fecunda,
Hermanas mayores
De una vida de paz llena.
Caros son
Al alma pura,
Al padre bueno,
A la madre abatida
Los abrazos de esta rabia compartida
Patria adentro de la luna llena
De asco por gobiernos que perjuran.
Luis nos sueña en la marea de sus juegos
En la órbita de la esfera donde gira
La belleza simple de su amor cenceño.
El ardiente corazón con que nos mira
Alimenta la derrota de mandones legos.
Termina la música.
Escena 3: Las tragedias duran un instante pero sus secuelas son eternas
Se pueden ver luces de torretas y escuchar sonidos de sirenas, que desaparecen gradualmente.
HOMBRE 3: Viendo fotografías descubrimos el rostro de nuestro hijo y pasamos a reconocerlo… Entramos en un estado de shock que no nos permitió expresarnos […] El arzobispo estaba ahí… […] yo lo veía distante, tan fuera de lugar, tan impersonal, no transmitía absolutamente nada[27].
HOMBRE 4: Fuimos a varios hospitales a buscar a mi hijo y nada… […] Luego fuimos al Semefo y cuando llegamos nos mostraron unas fotos: ahí estaba en una de las fotos… era él[28].
HOMBRE 3: Al otro día […] nos entregaron su cuerpecito […] Lo velamos a partir de las 11 de la mañana […] Mantuvimos el ataúd cerrado, no porque el niño estuviera lastimado, el niño murió por asfixia, por intoxicación, sin embargo, preferimos que toda la gente lo recordara sonriendo, jugando[29].
MUJER 1: A algunos de los niños que sobrevivieron el primer día se los llevan a Guadalajara… Allá empezó mi pesadilla […] Fuimos al hospital del Seguro Social. No, no era una clínica de quemados, era un hospital normal […] No nos dejaron pasar porque iban a tener una visita, que era la primera dama; para mí la primera dama y todos los de mejor posición son seres humanos como nosotros […] Todos somos seres humanos, no valemos ni menos ni más que nadie[30].
HOMBRE 2: Señor Jesús y padre nuestro, sabemos que existes. Tú que eres tan poderoso atiende nuestras súplicas que te hacemos desde lo más profundo de nuestros corazones. Ponemos en tus manos benditas a todos esos angelitos que están luchando por sobrevivir[31].
MUJER 2: Muchos niños llegaron con la piel derretida […] La clínica no se daba abasto[32] […] A las enfermeras les advirtieron que no podían hablar de nada de lo que había pasado.
HOMBRE 3: Después de que vimos la foto de Santiago, pasamos inmediatamente a una oficina donde estaba el arzobispo y el procurador […] Entonces el arzobispo toma la mano de Martha y le empieza a decir: “No, mira…” Le empieza a dar su choro… Le dije: “No diga nada…” “Es que, hijo…” “No, no, no diga nada, quédese callado, cállese”[33].
MUJER 1: ¿Por qué se llevaron a mi Juanito a Guadalajara, si lo estaban esperando en Sacramento? ¿Por qué hizo eso el Seguro Social? ¿Por qué? […] El gobierno se cree dios[34].
HOMBRE 2: Lo sepultamos en un panteón […] el más distante de aquí a la ciudad de Hermosillo. Es el único niño que está sepultado ahí. Nos da cierta tranquilidad el saber que al niño lo visita muchísima gente que no lo conoce, que no lo conoció […] Recibe muchas visitas, le dejan regalos, le dejan flores […] A lo mejor es un consuelo, un consuelo que te hace cerrar los ojos a la realidad[35].
Se escuchan campanadas. Todos sacan cruces, zapatitos de niños y flores que van colocando en el escenario como en un altar.
HOMBRE 1: Ningún padre debería velar a su hijo, es la tradición.
MUJER 4: Funerarias, iglesias y cementerios de Hermosillo se convirtieron durante los días siguientes en los lugares de referencia de la ciudad.
HOMBRE 4: Apenas unas horas después del incendio […] los tres niveles de gobierno dejaron ver lo que sería la manera de abordar la situación durante los días, semanas y meses siguientes: la manipulación y el cinismo.
MUJER 1: Funcionarios municipales, estatales y federales responsables de vigilar la operación de la guardería ABC, inicialmente le echaron la culpa de la tragedia a un aparato de aire lavado que en Sonora se le llama coloquialmente cooler
HOMBRE 3: Luego pasaron a la acusación mutua, mientras que los beneficiarios de la subrogación, todos ellos ligados a personajes poderosos del PRI y del PAN, ni siquiera dieron el pésame en persona a los deudos.
MUJER 2: Para mitigar el dolor, la ciudad alabó a héroes ciudadanos que participaron con valentía en los rescates, como Francisco Manuel López, un joven vecino que usó su vieja camioneta pick up para abrir un boquete en la guardería en llamas e improvisar una salida de emergencia que le faltaba a la estancia infantil.
HOMBRE 2: Para los papás de los 49 niños fallecidos esa tarde y para los familiares de los otros pequeños que tuvieron consecuencias físicas y psicológicas, el significado de la palabra vivir cambia para siempre.
MUJER 3: Las tragedias duran un instante pero sus secuelas son eternas.
TODOS (ad libitum): ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes? ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes son? ¿Quiénes son los culpables?
Todos dan un paso hacia atrás. Sólo queda la Mujer 4 al frente.
Escena 4: Globo 2 y Globo 1
MUJER 4: Andrea Nicole Figueroa.
TODOS: ¡No debió morir!
Música que acompaña al poema.
MUJER 4: Ricitos de cobre, sonrisa alada, manitas que hablan,
ojos que pintan la vida en colores.
Mejillas doblando la curva del mundo,
el otro, el más bueno, el gentil y dulce,
el que no nos duele porque tú lo alegras
con tu risa pura, con tu voz que nace,
con tu amor que nutre.
Tú no lo sabías,
pero ya en tu nombre tu destino estaba:
la que guía al pueblo, la que da palabras,
la que fortalece para la victoria,
esa que logramos cuando nos recuerdas
que somos los hijos que heredan la tierra,
que somos  heraldos de tus esperanzas,
que somos semilla,
que somos un alma.
La Mujer 4 da un paso hacia atrás y el Hombre 3 avanza.
HOMBRE 3: Santiago de Jesús Zavala Lemas.
TODOS: ¡No debió morir!
HOMBRE 3: Santiago, camino de estrellas
Agüita y leche que riega el cielo
Nube risueña que vio el desierto.
Tierna ternura, di qué te hicieron
Isla de risas, ¿qué respondemos
A los bramidos de este dolor?
Guía estos pasos, pasos ya ciegos,
Olas que encrespan nuestro clamor.
Termina la música.
Escena 5: Las irregularidades
HOMBRE 1: El caso de la guardería ABC está repleto de irregularidades.
MUJER 1: Todas las maestras lo podemos decir abiertamente porque lo vimos. Tenían más de 10 días soldando dentro de la bodega pegadita a la guardería. Es mentira que fue un cooler. Lo que pasó es que estaban soldando, y como ahí guardaban papeles, placas, tambos de gasolina y diesel todo se quemó[36].
HOMBRE 1: Según un acta dirigida a los socios de la Guardería ABC en 2005, se les informaba que debían instalar una puerta en el acceso principal, tipo abatible en doble hoja…
MUJER 3: Así como: Instalar puertas de seguridad con barra de empuje abatible hacia el exterior…
HOMBRE 1: Y sustituir los plafones existentes con material no combustible, debido a que actualmente tienen instalado un plafón a base de lona plástica tipo carpa y es un material altamente combustible…
MUJER 3: Pero los dueños de la guardería hicieron caso omiso y nada de esto se hizo.
HOMBRE 4: ¿Una bodega puede ser habilitada como guardería, de acuerdo con la normatividad…?
HOMBRE 2: “No lo sé”, respondió el delegado del IMSS en Sonora.
HOMBRE 3: ¿Una bodega puede ser utilizada como guardería…?
MUJER 4: “Si presentan el proyecto arquitectónico y cumple con los requisitos, sí”, respondió la coordinadora de guarderías del IMSS.
HOMBRE 4: De acuerdo con la normatividad, ¿una bodega puede ser habilitada como guardería?
MUJER 2: “Me reservo el derecho a contestar”… así respondió el subdelegado del IMSS.
Pueden sacar fotografías grandes de Eduardo Bours, Juan Molinar Horcasitas, Daniel Karam, Carla Rochín, Felipe Calderón, Margarita Zavala y de los dueños de la Guardería.
MUJER 3: ¿Y qué declaró el que era gobernador de Sonora durante la tragedia, Eduardo Bours?
HOMBRE 4: Me subo a hacer ejercicio y digo “A ver si me caigo”. Me han de ver muy cateado, pero no, sigo haciendo la hora de ejercicio y me bajo bien y todo. Por supuesto que me siento bien. ¿Cuánta gente puede decir abiertamente “Me he mantenido en mis principios y en mis ideales”? Duermo como bebito, como niño[37].
MUJER 3: Los sueños del gobernador Eduardo Bours son la pesadilla de los niños de Sonora.
HOMBRE 2: Ante reclamos de los deudos, Bours llamó “inmorales” a los padres de la guardería ABC.
MUJER 1: Y el ex secretario del IMSS, Juan Molinar Horcasitas, respondió así cuando le preguntaron si tenía la conciencia tranquila:
HOMBRE 3: “Sí. A lo largo de mi carrera, y en particular como director del IMSS, siempre guié mis acciones bajo criterios de legalidad, honestidad y transparencia”.
MUJER 1: Cuatro años antes de la tragedia existía un expediente que señalaba de manera fehaciente los cambios que debían realizar los dueños en la guardería ABC […] pero los propietarios nunca hicieron las modificaciones solicitadas. A pesar de ello, Juan Molinar Horcasitas renovó el contrato de subrogación […] ¿No es esta una prueba contundente de la culpabilidad de las autoridades y los propietarios?
MUJER 2: La comisión de magistrados que investigó la tragedia consideró que sí existió una violación grave de las garantías individuales en el caso y señaló como autoridades involucradas a un grupo de 16 funcionarios […] entre los que destacaron el ex director general del IMSS, Molinar Horcasitas, y el ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours.
HOMBRE 2: Y así mintió Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, cuando se le preguntó si tenía algún parentesco con una de las dueñas de la guardería.
MUJER 4: “Efectivamente hay un parentesco con Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, aunque yo no la conozco personalmente. Tengo entendido que tenemos un bisabuelo en común”[38].
HOMBRE 2: Sin embargo, en una nota de sociales de una fiesta privada en la ciudad de México, además de Felipe Calderón, estaba su esposa y dicha socia de la guardería celebrando el cumpleaños de Margarita Zavala. ¿No que no se conocían? La primera dama mintió.
MUJER 3: Felipe Calderón aseguró en junio de 2009 que la investigación llegaría a fondo, “caiga quien caiga, tope con quien tope”… A más de 34 meses[39] de la tragedia, el caso permanece en absoluta impunidad.
HOMBRE 1: La coordinadora nacional de Guarderías en el gobierno de Felipe Calderón, antes de ostentar ese puesto, era la gerente de un restaurante en Guanajuato, Carla Rochín Nieto, amiga de Margarita Zavala. Después de la tragedia, fue cesada de su cargo, pero nunca fue procesada por permitir que una guardería funcionara sin las más mínimas medidas de seguridad.
MUJER 4: Socios de la guardería ABC comparecieron en agosto de 2009, pero se retiraron por contar con un amparo […] En abril de 2010 cubrieron la fianza millonaria para enfrentar en libertad el proceso penal que se les sigue por el incendio […] A la fecha continúan en libertad porque los delitos que se les imputan no son considerados graves… Y ahora muchos de ellos se pasean tranquilamente por las calles de Hermosillo.
HOMBRE 4: Cuidar niños de padres y madres trabajadoras asegurados, nada más en Sonora […], significa un movimiento de más de 27 millones de pesos. […] Los dueños de la ABC, donde había registrados por lo menos 196 niños, recibían cada mes más de 470 mil pesos.
MUJER 2: Entrevistaron a uno de los dueños y dijo que ellos eran las víctimas. Ríanse de eso: ¡Ahora ellos son las víctimas! ¿Él es una víctima más? ¿Y nosotros qué somos entonces? Que los metan a la cárcel, ahí es donde los quiero ver, no en la televisión[40].
HOMBRE 3: Irónicamente, el último golpe contra la justicia lo asestó justamente el máximo tribunal de justicia, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual, después de atraer el caso, determinó que Daniel Karam, Juan Molinar Horcasitas, y Eduardo Bours, no estuvieron involucrados en violaciones graves a garantías individuales por el incendio de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora.  La Corte determinó que sólo tienen responsabilidad funcionarios menores del IMSS, del Gobierno de Sonora y del Ayuntamiento de Hermosillo.
TODOS (ad libitum): ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes? ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes son? ¿Quiénes son los culpables?
Todos retroceden, la Mujer 4 sale; sólo queda el Hombre 2 al frente.
Escena 6: Globo 26 y Globo 9
HOMBRE 2: Axel Abraham Angulo Cázares.
TODOS: ¡No debió morir!
Música que acompaña al poema.
HOMBRE 2: Entre los dedos de la hermandad
Se tejen lazos con besos,
Calladas respuestas,
Ausencias padecidas.
Sobre fraternas palmas
Se extienden imágenes, sombras,
Recuerdos y flores de leyenda que corre
Como las lágrimas y las noticias de que estás
De que nunca te fuiste,
Y el hacha de tu ingenio enamorado
Sigue esculpiendo los entornos de los días.
El Hombre 2 retrocede y avanza la Mujer 3.
MUJER 3: Ruth Nahomi Madrid Pacheco.
TODOS: ¡No debió morir!
MUJER 3: He aquí que en los días en que sicarios gobiernan calles y palacios,
Tú nos animas con sed de justicia.
En las noches en las que se esconden los corruptos,
Tú nos alertas la vista con tu aliento.
Bajo la sombra ominosa del olvido,
Tú nos recuerdas la causa cuando nos amparas en la soledad,
Y nos dices que tu Dios, tu pueblo, tu camino y tu muerte son nuestros,
Como nuestra es la alegría de la resurrección inmortal de tu memoria
Que nos cura del amargo pan de la ignominia.
Termina la música.
Escena 7: La subrogación
Entra la Mujer 4 vestida con una túnica, una venda en los ojos y una balanza, representando a la Justicia.
HOMBRE 4: En el gobierno de Ernesto Zedillo, con el tramposo Esquema Levy, el cuidado de los hijos de los trabajadores se convirtió en una mina de oro para cierta élite ligada con el gobierno […] Era la subrogación […] Y la fama de las guarderías subrogadas como gran negocio recorrió los pasillos del poder.
MUJER 3: En este país es posible que el hijo de un trabajador vaya a una guardería cedida por el gobierno a particulares que no saben lo que significa cuidar niños.
HOMBRE 1: Los contratos de subrogación, en los sexenios de Fox y Calderón, fueron otorgados por el IMSS sin licitación alguna de por medio. […] La subrogación es el Caballo de Troya de la privatización.
MUJER 2: El 5 de junio de 2009 quedó al descubierto una larga cadena de tráfico de influencias e impunidad. Se supo que cerca de 200 niños pasaban sus días en un bodegón improvisado como guardería que de ninguna manera cumplía con las medidas de seguridad adecuadas.
HOMBRE 3: El incendio de la guardería ABC fue causado por el quebrantamiento generalizado del Estado de derecho. El contubernio entre autoridades y particulares es tan evidente que no le pide nada a la definición de delincuencia organizada.
MUJER 1: Ninguno de los propietarios de la guardería dio el pésame en persona a los padres de los niños fallecidos. Al contrario, tres días después se declararon “víctimas” del siniestro, e incluso uno de los socios se atrevió a poner una denuncia penal contra quien resultara responsable por “daños materiales ocasionados por el incendio”.
HOMBRE 2: Cruces blancas, calzado infantil y fotografías sacadas de álbumes familiares están acomodados en una esquina de la plaza Emiliana de Zubeldía en Hermosillo, Sonora. Nadie sabe a bien la historia de cómo fue construido este improvisado espacio, donde se recuerda a los 49 niños fallecidos. Lo único que está claro es que ninguna autoridad tuvo que ver con la transformación de este espacio.
MUJER 4: A los 49 niños de la guardería ABC les fue negada la más básica de las garantías individuales consagradas en la Constitución: el derecho a la vida… Después del 5 de junio de 2009, vale la pena preguntarse, ¿qué pasaría si mañana subrogáramos el IMSS? ¿Qué pasaría si mañana subrogáramos México?
Escena 8: Globo 3
Todos retroceden, sale la Mujer 4, sólo quedan al frente la Mujer 1 Y 2.
MUJER 1: Emilia Fraijo Navarro.
TODOS: ¡No debió morir!
Música que acompaña al poema.
MUJER 1: Por tus felices ojos acaso sepamos
que es mentira que el miedo nazca de lo oscuro.
El miedo, pequeña Emilia,
nace de días escritos con fuego por la incuria
y descritos desde lejos y por siempre
por una mujer que comparte contigo el nombre
y, ahora, los besos del tiempo que nunca termina.
Dijo Emily Brontë de un día que fue 5 de junio:
MUJER 2: “Las flores quedaron ocultas… las alondras enmudecieron, y las hojas tempranas de los árboles se ennegrecieron, como si hubieran sido heridas de muerte”.
MUJER 1: Sin embargo, o por eso, Emilia,
en la brillante oscuridad de tu mirada,
en la noche de tu pelo
y en la mañana de tus recuerdos brota:
MUJER 2: “… La eternidad. Allí donde la vida no tiene límite en su duración, ni el amor en sus transportes, ni la felicidad en su plenitud”.
MUJER 1: Lo sabía Emily Brontë,
lo sabes tú que su nombre llevas.
Urge a muchos corazones quebrantados
que vuelen las dos para enseñarnos.
Termina la música. Regresa la Mujer 4 con su ropa habitual.
Escena 9: Nosotros somos los culpables
MUJER 2: Entonces, ¿quiénes son los culpables?
HOMBRE 1: Los dueños dijeron que ellos no lo fueron.
MUJER 3: El ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours, dijo que no era culpable... Y el actual gobernador, Guillermo Padrés, no ha hecho nada para que a los 49 niños y a sus padres se les haga justicia.
HOMBRE 4: Daniel Karam, Molinar Horcasitas y otras autoridades del IMSS dijeron que tampoco tenían responsabilidad en los hechos.
MUJER 4: Entonces, ¿quiénes son los culpables?
TODOS (ad libitum): ¿Quiénes? ¿Quiénes son? ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes? ¿Quiénes son?
Todos salen de escena menos la Mujer 1 y el Hombre 3.
MUJER 1: La respuesta la dio Roberto Zavala, padre de Santiago de Jesús, frente al palacio de gobierno de Sonora. Era el primer acto de protesta en la vida de un ciudadano que solía votar por el PRI, al cual no le gustaban las marchas y que creía que siempre era verdad lo que decían los noticieros de la televisión. (Sale del escenario)
HOMBRE 3: Entre el IMSS, los socios de la guardería y la persona que rentaba la bodega a Hacienda, ninguno ha aceptado su parte de culpa, pero hay un responsable que sí está aceptando su culpa y la lleva en las espaldas: ese soy yo. Yo soy el principal responsable, por ser una persona honrada que tiene un empleo, por tener que cumplir con un horario de trabajo, por tener la Seguridad Social que me dio la oportunidad, y me dio la elección de que entrara mi hijo a esa guardería donde me dijeron que contaban con todas las mediadas de seguridad. Yo tengo la culpa por confiar, tengo la culpa por pagar mis impuestos, yo tengo la culpa por ir a votar. ¡Yo soy el responsable de la muerte de mi hijo! Señor Gobernador, ¡aquí está uno de los responsables que está buscando! ¡Venga por mí! ¡Aquí lo estoy esperando! ¡Venga por mí! ¡Estoy harto! ¡Es demasiado que se estén burlando de todos nosotros! Que nos digan que todo está bien, cuando sabemos que México es una basura. Todo en las noticias: corrupción, narcotráfico. ¡Ellos se burlan de nosotros! ¡Yo soy el culpable por dejarlos! Yo buscaré al responsable de esto, a todos los culpables. Si no hay justicia por parte de las autoridades, habrá venganza por parte del pueblo[41].
Todos regresan al escenario tocando tambores, como en las marchas de Hermosillo; si es posible traen camisetas con las fotos impresas de los bebés. Otros pueden traer carteles y pancartas como “Justicia ABC”, “Ellos en el cielo… ¿y la justicia?”, “IMSS asume tu responsabilidad”, “Por los 49 ángeles, justicia”, “Asesinos de niños”, etc. Como si se recreara una de las marchas.
MUJER 2: El Movimiento Ciudadano 5 de Junio nació días después, a contragolpe y luto… Una veintena de padres empezaron a conocerse y organizarse para evitar que su tragedia quedara impune.
HOMBRE 1: Otros familiares de las víctimas, maestros, empresarios, abogados, viejos activistas, jóvenes universitarios, periodistas, amas de casa y una amplia gama de ciudadanos se fueron sumando a la lucha de los padres.
MUJER 3: De la tragedia y la impunidad, surgió un movimiento… La Marcha por la Justicia, que encabezaron los padres de los niños muertos, reunió a más de 20 mil participantes y estremeció las calles de Hermosillo…
HOMBRE 3: A esta le siguieron muchas marchas más, y no sólo ahí, sino en muchas partes del país…
MUJER 4: Luego, a finales de 2009 y principios de 2010, integrantes del Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio terminaron una huelga de hambre, después de 17 días de ayuno…
HOMBRE 4: Y las voces de padres y madres siguieron escuchándose… todas unidas en una sola voz…
TODOS (in crescendo): Justicia. Justicia. Justicia.
Todos dejan los tambores y pancartas, y se ponen cartulinas con cinta al cuello, con las fotos de los bebés que se indican. Es como si se recreara uno de los mítines.
MUJER 3: El papá de Emilia, los papás de Andrés, el papá de Xiunelth, la mamá de Luis Denzel, la mamá de Germán Paul, los papás de Bryan, el papá y la mamá de Yeyé, los papás de Santiago de Jesús… y muchos más…
HOMBRE 4 (con la foto de Emilia): Ya no es solamente mi hija; ya no es solamente la gente de la Guardería ABC. Ahora se trata de una responsabilidad como ser humano de cambiar lo que está sucediendo en el país. Si dejamos que suceda esto, que no pase nada, como humanos y como país […] estamos jodidos. ¿Qué más necesitamos para pedir que el gobierno haga su trabajo? ¿Qué más necesitamos? Si la muerte de 49 niños no es suficiente, no entiendo qué puede ser. ¿Qué más necesitamos?[42]
MUJER 2 (con la foto de Andrés): Mi hijo se llama Andrés Alonso García. Él era la razón de mi vida. El día 5 de junio fue el más difícil para mí, es un día que jamás voy a olvidar en todo lo que me resta de vida […] No voy a permitir que esto quede así. No. Por esos 49 niños, pero no nada más por ellos, sino por todos los niños que sus mamás dejan confiadamente en las guarderías […] Ustedes deben defender también una lucha para que se haga justicia […] Como ciudadanos tenemos un deber, un deber cívico. Tenemos que hacer que esto cambie[43].
HOMBRE 1 (con la foto de Bryan): Cuando Margarita Zavala fue a visitarme a la casa yo casi no hablé. Nomás hubo un momento en que la miré a los ojos y le dije: “Señora, los culpables de lo que pasó son los dueños y el IMSS, nomás quiero decirle eso”[44].
MUJER 4 (con la foto de German Paul): Nuestro único hijo, German Paul, era todo para nosotros […] Era nuestro orgullo, muy constantemente sentía miedo de perderlo, me imaginaba no tenerlo […] Ahora que no lo tengo, es imposible explicar lo que siento, lo que sí puedo decir es que desde ese 5 de junio, lo que me atormenta es pensar en lo que pasó mi hijo adentro de la guardería, lo que sufrió, lo que gritó, lo que lloró y cómo me gritó; porque sé que me gritaba: “¡Mami, mami”! Desde el 6 de junio que él falleció ya no tengo miedo a morir, porque sé que estaré con él, esa será mi dicha, estar con él pronto[45].
HOMBRE 3 (con la foto de Santiago): Yo, antes de lo que pasó, era de los que decían: “Ya, pinche gente, cómo la hacen de pedo […] Así estamos en México, no se puede arreglar nada, así vamos a seguir siempre, jodidos. Pinche país de mierda, la clase política siempre va a ser igual, siempre va a ser ese cáncer”. Pero […] el día que murió Santiago también murió el miedo a alguna represalia, o a ser reprimido […] Cuando fueron enviados de Bours a la casa los pusimos pintos mi esposa y yo. Nos dijeron que si necesitábamos trabajo, no sé, algo, cosas. Les dijimos que se fueran: “En la vida he necesitado algo de ustedes y mucho menos ahora. No necesito nada del pinche gobierno ese, nada, nada”[46].
MUJER 1 (con la foto de Luis Denzel): Les pido que nos unamos, no ahorita, sino siempre, para salir adelante y que esto no se quede así. Todos se están escondiendo, todos […] Pero no fueran, lo voy a decir, ¡que no fueran los hijos de las dueñas de la guardería![47]
HOMBRE 2: Vamos a ir hasta las últimas consecuencias[48].
MUJER 3 (con la foto de Santiago): Conózcanlo, véanlo, vean su cara. Él es Santiago. Jamás voy a volver a despertar con él, jamás voy a volver a tener una navidad con él […] Véanlo, véanlo. Y todavía dice el socio de la guardería que él es una víctima. Dice que tiene una familia honesta; ¿cuál familia honesta si son una bola de cabrones, rateros, delincuentes?[49]
HOMBRE 2: Busco que la muerte de mi hijo no sea un absurdo más de los que ocurren diariamente en este país[50]… Yeyé: tú estás en el cielo… ¿y la justicia dónde está?
MUJER 2: Andrés era mi único hijo. Un hijo planeado muy deseado, y me lo quitaron. Me lo mataron el 5 de junio. ¿Quién me lo mató? La impunidad y la corrupción que predominan en este maldito país. Eso me lo mató. Ahora, ¿qué hago sin mi hijo? Mi corazón está lleno, muy lleno de amor por él; mi cerebro está lleno de recuerdos hermosos, pero mis brazos están vacíos. ¿Qué hago sin él? Quiero darle sentido a la muerte de mi hijo y a la muerte de estos niños. Quiero que, en medio de esta desgracia, salga algo bueno para los demás niños, para los que están con nosotros y por los que vienen […] Necesito –para que mi corazón esté en paz- que la muerte de estos niños tenga sentido[51].
HOMBRE 4: La única forma de no pensar en mi hija es tener la cabeza cien por ciento en el movimiento ciudadano. Al momento en que entro a casa no hay consuelo, no hay nada, hay un vacío grandísimo, y nadie lo va a poder llenar[52].
MUJER 4: ¿Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas?[53] ¿Cuántas?
HOMBRE 1 (con la foto de Xiunelth): Estamos convencidos de que la muerte de nuestros hijos tiene que ser un parteaguas, un antes y un después, para que la sociedad mexicana despierte del letargo que la envuelve, y que permite que el gobierno y los empresarios voraces dejen de lado la seguridad y el bienestar de la niñez de nuestra nación[54].
MUJER 4: Por los 49 ángeles exigimos justicia […] Luchamos por un alto inmediato a la impunidad, la ilegalidad, la corrupción y el abuso de poder económico y político, venga de donde venga[55].
HOMBRE 4: A toda nuestra gente le agradecemos infinitamente su valiosa participación. Le pedimos que no desistamos de la lucha, que no olvidemos que al igual que las familias afectadas, estamos  de luto[56].
MUJERES (ad libitum): ¿Usted qué haría se le mataran a su hijo? ¿Usted que haría? ¿Qué haría si le mataran a su hijo? ¿Qué haría?
HOMBRE 2: Yo era de las personas que criticaban a los luchadores sociales. Decía yo: “¿Por qué no ocupan su tiempo en trabajar?” Es algo increíble, ahora me arrepiento de haberlo dicho, de haber pensado alguna vez eso. A los que cierran las calles, es porque no les queda de otra para que el gobierno los atienda, porque el gobierno, la única forma de que atienda al pueblo, es bajo presión. Eso es histórico y es bien conocido[57].
MUJER 1: Le propongo al gobernador Eduardo Bours que me dé a uno de sus hijos a cambio de un millón 400 mil pesos, que es lo que él ofrece como indemnización a cambio de no demandar al estado[58].
HOMBRE 2: Los dueños de la guardería tienen que pagar con la cárcel. Tiene que ser un castigo ejemplar para que lo piensen bien los funcionarios y no caigan en lo que es tan común: corrupción, tráfico de influencias y negligencia. Tenemos que hacerles ver a ellos que esto no va a volver a pasar. Nosotros queremos encargarnos de ello[59].
MUJER 3: Sí, deberíamos ir a quemarle la casa a los dueños, tal vez, pero no somos igual de inhumanos que ellos[60].
HOMBRE 3: Yo cambiaría el estarme quemando toda la eternidad, con tal de que mi hijo Santiago estuviera vivo[61].
MUJER 2: Aunque no sean padres de familia de estos niños ni pertenezcan a su familias, como ciudadanos tenemos un deber: hacer que esto cambie. No necesitar de otra desgracia para que esto cambie. Hay que hacer que venga un cambio radical, para que valga la pena, por lo menos un poco, todo lo que pasó[62].
HOMBRE 4: Si no llega la justicia, yo no tengo nada qué perder. Ellos me quitaron todo […] Queremos que las muertes de nuestros hijos no sean en vano. Hacemos esto para llegar a la conciencia de la gente buena[63].
MUJER 1: Nuestros niños y niñas fueron sacrificados en el altar del neoliberalismo. La sed desmesurada de ganancias, la descomposición moral de los gobernantes, de sus familiares y socios ha sido la causa[64].
HOMBRE 3: El actual gobierno puede pasar a la historia por la calcinación de 49 niños […] La Tragedia de la Guardería ABC habrá de escribirse con mayúscula, título del episodio convertido en prototipo de una época de México[65].
MUJER 4: ¿Dónde está hoy la justicia en nuestro país? ¿Por qué aún no se han fincado responsabilidades penales por el incendio? […] ¿Por qué el IMSS no ha asumido su responsabilidad?[66]
HOMBRE 2: La gente que tiene la culpa es gente que tiene dinero. ¿Y cómo quiere arreglar el gobierno lo que pasó? Con dinero. Eso no es lo que nosotros queremos. Nosotros queremos justicia, esa es nuestra demanda central[67].
MUJER 2: A Felipe Calderón le pedimos aquí y ahora que decida si quiere pasar a la historia como el presidente que acabó con la impunidad de un grupo de asesinos […] o como el gobernante que solapó y cobijó a quienes mataron y lesionaron a nuestros hijos[68].
Hacen sonar los tambores varias veces; luego todos retroceden unos pasos, queda al frente el Hombre 1.
Escena 10: Globo 24 y Globo 43
HOMBRE 1: Ian Isaac Martínez Valle.
TODOS: ¡No debió morir!
Música que acompaña al poema.
HOMBRE 1: Ustedes, dueños de la avaricia,
Que nos echaron a las llamas;
Ustedes, perpetradores de la negligencia,
Que nos puso en manos de la desgracia;
Ustedes, nefastos que el poder detentan,
Que ocultan la maldad bajo sus talares vestiduras:
¿Por qué vienen con arras de arrepentimiento?
¿Por qué no con señas de penitencia?
Su presencia ante nosotros no es motivo de festejo,
Es agravio que se suma a la herida piel,
Al alma de nuestro cuerpo herido.
Desanden el camino que los trajo,
Echen sobre su cabeza y rostro
Las cenizas de infancias que abrasaron,
Rasguen sus atuendos idolátricos
Y sólo regresen
Cuando traigan por presente el don de la justicia.
Avanzan todos al frente.
MUJER 2: Jonathan Jesús de los Reyes Luna.
TODOS: ¡No debió morir!
MUJER 2: Y a ustedes, ciudadanos, cuarenta y nueve niños os hacen saber:
Que en México la justicia recuperó la vista,
Pero sólo mira con el ojo derecho y en sesgada forma.
HOMBRE 3: Que en este país la tal señora es manca como Venus de Milo,
Pero no es bella sino esperpéntica.
MUJER 4: Que en razón de los defectos antedichos,
La balanza que sostenía la fulana se arrastra y es del lodo.
HOMBRE 2: Que los sentimientos que vieron nacer la nación mexicana
No viven más bajo la toga de esa doña justicia
Escrita aquí con intencional minúscula.
MUJER 1: Por eso, mexicanos, este alado escuadrón os convoca:
A levantar el palacio de la Justicia con las propias manos,
Con el propio amor y con la verdad indefectible.
HOMBRE 4: A romper las tapias que los sátrapas cometen
Para segar nuestros, ojos, corazón y bocas.
HOMBRE 1: A luchar hasta que el último aliento nos alcance
Y se convierta en el primero de un país
Que sea digno paisaje de la paz que nos ganamos.
Termina la música.
Escena 11: Juicio ciudadano
HOMBRE 1: Entonces, ¿quiénes son los culpables de una tragedia que nunca debió suceder?
TODOS (ad libitum): ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes? ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes son? ¿Quiénes son los culpables? ¿Ustedes qué opinan? ¿Inocentes? ¿Culpables?
MUJER 1: Los dueños de la guardería ABC, ¿inocentes o culpables?
TODOS: ¡Culpables!
HOMBRE 2: El ex gobernador Eduardo Bours, ¿inocente o culpable?
TODOS: ¡Culpable!
MUJER 2: Daniel Karam y Juan Molinar Horcasitas, ¿inocentes o culpables?
TODOS: ¡Culpables!
HOMBRE 3: Felipe Calderón, ¿inocente o culpable?
TODOS: ¡Culpable!
MUJER 3: La Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¿inocente o culpable?
TODOS: ¡Culpable!
HOMBRE 4: Y la prensa que dejó de dar informar sobre la tragedia, ¿inocente o culpable?
TODOS: ¡Culpable!
MUJER 4: Y el grueso de la sociedad que no ha levantado su voz para exigir elemental justicia, ¿inocente o culpable?
TODOS: ¡Culpable!
HOMBRE 1: ¿Y aquellos que no han hecho nada para que no vuelva a repetirse un crimen así?
TODOS: ¡Culpables…! ¡Nosotros somos los culpables!
Sacan y colocan una manta con dibujos de angelitos y que dice: “ABC: ¡NUNCA MÁS!”.
MUJER 1: Hoy recordamos que queremos justicia por 49 bebés que no debieron morir.
HOMBRE 2: Exigimos cárcel a todos y cada uno de los responsables directos e indirectos, de la muerte de nuestros hijos e hijas, y de causar lesiones a más de 70 niños, que los han dejado marcados de por vida
MUJER 2: Así mismo, que los funcionarios o servidores públicos que no los alcancen las sanciones penales, sean sancionados administrativamente y queden inhabilitados de por vida para ocupar puesto público alguno.
HOMBRE 3: Que se impulse la expedición de una Ley General de Estancias Infantiles, que regule cuidadosamente el funcionamiento y operación, los cuidados, la educación, la higiene, la alimentación y la protección de los niños y niñas en las estancias infantiles
MUJER 3: Y mantener permanentemente la memoria de los niños y las niñas que resultaron fallecidos, lesionados o afectados en alguna forma en el siniestro mencionado, promoviendo que se erija un memorial que mantenga actualizado el recuerdo de esos infantes afectados, e impulsando la institución del cinco de junio de cada año como día luctuoso nacional.
Tras una pausa. Fragmento de “Los Enemigos” de Pablo Neruda.
HOMBRE 4: Para los que de sangre salpicaron la patria… ¡Pido castigo!
MUJER 4: Para el verdugo que mandó esta muerte… ¡Pido castigo!
HOMBRE 1: Para el traidor que ascendió sobre el crimen… ¡Pido castigo!
MUJER 1: Para el que dio la orden de agonía… ¡Pido castigo!
HOMBRE 2: Para los que defendieron este crimen… ¡Pido castigo!
MUJER 2: No quiero que me den la mano
empapada con nuestra sangre. ¡Pido castigo!
HOMBRE 3: No los quiero de embajadores,
tampoco en su casa tranquilos…
MUJER 3: Los quiero ver aquí juzgados
en esta plaza, en este sitio. ¡Quiero castigo!
Escena 12: In Memoriam
Escuchamos la música para niños o una cajita de música. Si la obra se representa en un espacio cerrado (o abierto pero de noche) todos van encendiendo velas, hasta llegar a 49 velas al frente del escenario y al final sueltan los 49 globos. Si se representa en un lugar abierto y de día, sólo toman 49 globos blancos que, al final de esta escena, deben ser soltados al aire.
HOMBRES: “Recuerdo, recordamos… hasta que la justicia se siente entre nosotros”[69].
HOMBRE 1: En este crimen sin castigo más de 70 bebés resultaron heridos… y 49 bebés murieron.
MUJERES: “Recuerdo, recordamos… hasta que la justicia se siente entre nosotros”.
Pase de lista. Después del nombre de cada niño, todos deben decir: “¡No debió morir!” y un golpe de tambor.
MUJER 3: Ana Paula Acosta Jiménez.
HOMBRE 4: Andrés Alonso García Duarte.
MUJER 1: Andrea Nicole Figueroa.
HOMBRE 2: Aquiles Dreneth Hernández Márquez.
MUJER 4: Ariadna Aragón Valenzuela.
HOMBRE 3: Axel Abraham Angulo Cazares.
MUJER 2: Bryan Alexander Méndez García
HOMBRE 1: Camila Fuentes Cervera.
MUJER 3: Carlos Alán Santos Martínez.
HOMBRE 4: Dafne Yesenia Blanco Losoya.
MUJER 1: Daher Omar Valenzuela Contreras.
HOMBRE 2: Daniel Alberto Goyzueta Cabanillas.
MUJER 4: Daniel Rafael Navarro Valenzuela.
HOMBRE 3: Daniela Guadalupe Reyes Carreta.
MUJER 2: Denisse Alejandra Figueroa Ortiz.
HOMBRE 1: Emilia Fraijo Navarro.
MUJER 3: Emily Guadalupe Cevallos Badilla.
HOMBRE 4: Fátima Sofía Moreno Escalante.
MUJER 1: Germán Paúl León Vázquez.
HOMBRE 2: Ian Isaac Martínez Valle.
MUJER 4: Javier Ángel Merancio Valdez.
HOMBRE 3: Jesús Antonio Chambert López.
MUJER 2: Jesús Julián Valdez Rivera.
HOMBRE 1: Jonatan Jesús de Los Reyes Luna.
MUJER 3: Jorge Sebastián Carrillo González.
HOMBRE 4: Juan Israel Fernández Lara.
MUJER 1: Juan Carlos Rascón Holguín.
HOMBRE 2: Juan Carlos Rodríguez Othón.
MUJER 4: Julio César Márquez Báez.
HOMBRE 3: Lucia Guadalupe Carrillo Campos.
MUJER 2: Luis Denzel Durazo López.
HOMBRE 1: María Magdalena Millán García.
MUJER 3: María Fernanda Miranda Huges.
HOMBRE 4: Marian Ximena Hugues Mendoza.
MUJER 1: Martín Raymundo de La Cruz Armenta.
HOMBRE 2: Monserrat Granados Pérez.
MUJER 4: Nayeli Estefanía González Daniel.
HOMBRE 3: Pauleth Daniela Coronado Padilla.
MUJER 4: Ruth Nahomi Madrid Pacheco.
HOMBRE 1: Santiago Corona Carranza.
MUJER 3: Santiago de Jesús Zavala Lemas.
HOMBRE 1: Sofía Martínez Robles.
MUJER 1: Valeria Muñoz Ramos.
HOMBRE 2: Ximena Álvarez Cota.
MUJER 4: Ximena Yánez Madrid.
HOMBRE 3: Xiunelth Emmanuel Rodríguez García.
MUJER 2: Jazmín Pamela Tapia Ruíz.
HOMBRE 1: Yeceli Nahomi Bacelis Meza.
MUJER 3: Yoselín Valentina Tamayo Trujillo.
TODOS: ¡No debió morir!
MUJERES: “Recuerdo, recordamos…”
HOMBRES: “Hasta que la justicia se siente entre nosotros”.
MUJERES: ¡Ni perdón ni olvido!
HOMBRES: ¡No más impunidad!
TODOS: ¡Justicia!
Si se representa en un espacio cerrado o en exterior de noche, se apagan las luces y quedan las 49 velas encendidas. Si es en un espacio abierto y de día, todos sueltan los 49 globos al cielo.
- FIN -
 
 

 

[1] Ricardo Rocha, del prólogo del libro
[2] Julio César Márquez, papá de Yeyé
[3] Martha Milagros Méndez Galindo, tía de Juanito Fernández
[4] Ignacio Alduenda Salazar, empleado de la Agencia Fiscal del Estado
[5] Alma Dinorah Lucero, asistente educativa de la Guardería ABC
[6] José Cruz Álvarez, padre de Bryan
[7] Ana Sughey Hernández, asistente educativa de la Guardería ABC
[8] Maribel Hernández, educadora de la Guardería ABC
[9] Araceli Valencia Gracia, auxiliar de salud de la Guardería ABC
[10] Araceli Moroyoqui Contreras, asistente educativa de la Guardería ABC
[11] Yolanda García Villalba, intendente de la Guardería ABC
[12] Elia Guadalupe González, intendente de la Guardería ABC
[13] Íbid
[14] Jazmín Miranda Burciaga, intendente de la Guardería ABC
[15] Daniza López, maestra de la Guardería y madre de Luis Daniel
[16] Luz Esthela Castillo Gurrola, jefa de Pedagogía de la Guardería y madre de Luis Carlos, niño sobreviviente
[17] Anónimo
[18] Araceli Moroyoqui Contreras
[19] Anónimo
[20] María Guadalupe Castillo Acuña, asistente educativa de la Guardería ABC
[21] Anónimo
[22] Yolanda García Villalba
[23] Juan López Trujillo, el Cayetano, vecino
[24] Íbid
[25] Íbid
[26] Roberto Zavala, padre de Santiago de Jesús
[27] Julio César Márquez, papá de Yeyé
[28] Roberto Zavala, papá de Santiago de Jesús
[29] Julio César Márquez
[30] Martha Milagros Méndez Galindo, tía de Juanito Fernández, fallecido una semana después en un hospital de Guadalajara
[31] Oración publicada en periódicos por Raúl Álvarez, padre de Ximena, quien murió 17 días después de la tragedia
[32] Enfermera del Hospital CIMA
[33] Roberto Zavala
[34] Martha Milagros Méndez Galindo
[35] Julio César Márquez
[36] Daniza López
[37] Eduardo Bours
[38] Margarita Zavala, primera dama espuria
[39] Conforme pase el tiempo se debe ir actualizando el recuento de los meses
[40] Marta Lemas, madre de Santiago
[41] Roberto Zavala
[42] Abraham Fraijo
[43] Patricia Duarte, mamá de Andrés
[44] José Cruz Álvarez, papá de Bryan
[45] Ofelia Vázquez, mamá de German Paul
[46] Roberto Zavala
[47] Daniza López, maestra de la guardería ABC y mamá de Luis Denzel
[48] Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio, primer manifiesto
[49] Marta Lemas
[50] Julio César Márquez
[51] Patricia Duarte
[52] Abraham Fraijo
[53] Cartel en la plaza Emiliana de Zubeldía
[54] Manuel Rodríguez Amaya, papá de Xiunelth
[55] Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio, comunicado del 13 de junio de 2009
[56] Abraham Fraijo
[57] Julio César Márquez
[58] Cristina García, mamá de Bryam
[59] Julio César Márquez
[60] Marta Lemas
[61] Roberto Zavala
[62] Patricia Duarte
[63] Abraham Fraijo
[64] Catalina Soto, maestra universitaria
[65] Jacobo Zabludovsky, comentario radiofónico
[66] Sandra Lorenzano, El Universal
[67] Julio César Márquez
[68] Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio
[69] Rosario Castellanos, Memorial de Tlatelolco

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Copyleft. Teatro-documental basado en el libro homnimo de Diego Enrique Osorno La tragedia de la guardera ABC En apoyo y solidaridad con el Movimiento Ciudadano 5 de Junio.

Palabras Clave: nosotros somos los culpables guardera ABC teatro diego enrique osorno

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: Humberto Robles

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