Retorno a la razn.
Publicado en Mar 23, 2013
Una voz me sigue en todo momento, está ahí fuera de sí – ¡ignórala!, llévala al desprecio de los irritables y fecundos instintos de tu alma negrísima y ¡despiadada!- ¡No!, no escucho tus palabrejas de odio, mírame aquí bajo la luz de esa vela, insípida y frágil. Debería de salir y hacer algo de mi vida – ¿tu? ¿Vida?, si por lo menos tuvieras alma y un poco de trato humano, pero mí querido Nicolás ¡no lo tienes! Eres un intento de hombre en decadencia. Pobre joven atormentado por tu reflejo. Manchas el nombre de la hermosura con tus pálidos rasgos imperfectos y tu cabello crespo y negro. Y tus ojos, ojos negros de tormenta.- Calla! Espíritu de odio, de error., de locura, deja ya de ¡atormentarme!, me agobias y me tiras al sucio camino de la demencia.
-Es tu sueño truncado Bouvier?, dime que no! Aspiras a vivir , en tu castillo negro, viejo y sucio? Leyendo libros como respiras y devorando recuerdos atormentados. Dime ¿Quién mato a tu alma?, ¿acaso fue tu propia existencia?. Olvidarte, a ti y a los días que cargan mi penar. Esa voz sigue ahí escondida en un lugar donde ni el más hermoso sonido puede hacerlo retirarse de mi. Las palabras son cartas de oídos irritantes, voces de angustia ¡pervierten mis instintos!, el odio es mío, fuerte y tiende a crecer en la hiedra del bosque en mis sonrisas, sonrisas inexistentes de mis sueños. Bueno o malo la verdad es como la noche, deja abierta las miradas secas, las caricias vacías y lejanas angustias desvanecen al dormir. Pero al terminar su negrura existencia se despiertan todos los miedos humanos, y no queda mas que luchar como un guerrero contra ellas. –Te desvaneces Nicolás Bouvier con todo lo que habitas, este castillo gris, y solo, y esa vieja pluma agotada por su uso, ¿Cómo podrías entrar en una luz de paz, si tu no tienes luz en tu interno ser de locura? Amo la sensación de imaginarme amando el momento de mirar las blancas rosas con la misma serenidad de un bello sentimiento, pero no es posible que me vuelva a enamorar de la vida, si nunca la he amando en sí y en su esplendor. //continuará//
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