Tal vez no puedas siquiera imaginar lo que fuiste en mi vida, tal vez pienses que solo has pasado como un colibrí aleteando rápidamente... O como una página más en mi historia... Lo que fuiste... la inocencia representada en el verde de tus ojos, felicidad, amor puro sin merecerlo, el amor más puro, ese amor que nadie hasta ahora me ha demostrado...
Desde qué te conocí estuviste en cada momento y en cada espacio, el estar junto a ti significaba confianza, seguridad, complicidad, conexión inexplicable, interminables horas de conversaciones filosóficas, retos, discusiones, horas al telefono, abrazos, consejos, promesas, amistad incondicional... Eras de esas personas que poco a poco se vuelven indispensables... Irremplazables... 
Pero entonces...
Cuando pensaba que la vida pasaba sin más magia que la luna cuando es nueva y se esconde, llegaba tu infantil poesía a darme la más desconcertante de las sorpresas, sin esperarlo, sin al menos imaginarlo... La confesión... Y ese beso que se sintió como el primero, cálido, suave, reconfortante, pero al mismo tiempo de una pasión antes inadvertida y que despertaba mi curiosidad...
Pasó el tiempo, y entre cartas, abrazos, tomados de la mano y te amos, el adolescer de la edad y mi mente jugaron conmigo como suelen...  Ahora debes de comprender... Si la mujer que ahora conoces es confusa, difusa, ambigua e indecisa... La niña era eso y otras cosas más...
Entonces tome algunas malas decisiones y fue que me enfrenté al reto más duro de mi vida: perder lo indispensable... Lo irremplazable... Y peor aún, saber que lo perdía por mi culpa y sin remedio, o al menos eso creía... entonces te convertiste en el anhelo del pasado, de lo perdido, de lo extrañado... En el sufrimiento de saber que había lastimado a quien más amaba...
Tal vez no sepas lo que fuiste para mi... el tormento más dramático, mil lágrimas derramadas por años, la desesperación frustrante, los celos recalcitrantes, el coraje contenido, los sueños no cumplidos, la obsesión enloquecida, el grito ahogado... desesperado, el nudo en la garganta de tu orgullo, el dolor de tu rencor y la tristeza de tu olvido...
Mi peor castigo si algo hice mal en esta vida es mi memoria, recuerdo cada detalle de esos días como sí fuera ayer, amar a destiempo, buscarte en los ojos de todos, y no encontrarte en nadie, querer abrazarte como antes y no poder... Querer besarte y no poder... Pero sobre todas las cosas, los años sin mi mejor amigo junto a mi...
De nuevo el tiempo pasó y como ahora lo sabemos... Todo pasa... Hasta tu... y seguimos con nuestras vidas por caminos distintos, cambiamos en unos aspectos, maduramos en otros, conocí a nuevas personas, intente hacer amigos (cuestión difícil después de ti), me volví a enamorar, nos alejamos por largo tiempo... aunque no lo creas siempre te pensé, ya no con la obsesion de amarte, sino con la satisfaccion de haber amado de tal manera... Y siempre que vi la luna, ahí estabas... Me hiciste tanta falta, hubiera querido compartirte mi vida, alegrías, tristezas, desilusiones, victorias, derrotas, extrañé la complicidad y la conexión inexplicable... La amistad incondicional... Pero a pesar de todo... Siempre estabas.
De nuevo a pasado el tiempo, y creo que después de tantos años aún no sabes lo que eres en mi vida...
Ahora eres un hombre del que me siento muy orgullosa, el ver en lo que te has convertido y de pronto voltear a ver a ese niño que fuiste, me causa una sensacion placentera inexplicable... En este tiempo hemos triunfado, hemos logrado el éxito que soñamos, y estamos dispuestos a comernos al mundo, ahora el tiempo y la vida se han encargado de reunirnos otra vez, las pláticas por horas ya por otros medios, la filosofía hasta altas horas de la noche, el cine, las sesiones psicológicas gratuitas, las cenas improvisadas, los regaños, las borracheras épicas, las canciones, los libros que nunca leo, los consejos que nunca sigues, las discusiones en donde siempre ganas, la comprensión, los abrazos anhelados, la amistad incondicional como sí no hubiera pasado el tiempo... Ahora espero que al fin sepas lo que eres para mi...
Porque siempre fuiste indispensable, porque eres irremplazable... porque el amor tiene muchas caras, porque el amor no se crea ni se destruye... Sólo se transforma...