Tras las huellas de un crimen
Publicado en Mar 24, 2013
El investigador judicial está en riesgo de perder su vida las 24 horas al día, porque las sentencias de muerte las pueden cumplir los miembros de la guerrilla o los paramilitares y hasta los delincuentes comunes. Algunos hasta viven en constante delirio de persecución y con la presión para que su trabajo no ponga en riesgo a sus familias.
Pedro (nombre cambiando), es un investigador judicial que actualmente trabaja en casos de homicidios y otros delitos en Boyacá, y ha ejercido su labor en el departamento por más de diez años de servicio. Comportamiento criminal Pedro, durante sus años de servicio ha aprendido descifrar el comportamiento de los delincuentes y por las evidencias que ha hallado en escenas del crimen, puede reconstruir el perfil sicológico de un asesino despiadado, también cómo piensa y actúa un expendedor de drogas. "Nuestro trabajo es el de un analista, tenemos que saber cómo es la persona que cometió un delito y para saberlo vamos siguiendo las pistas que va dejando y en las evidencias de las escenas del crimen", enfatizó el investigador, añadiendo que "los miembros de los grupos organizados como la guerrilla y los paramilitares, cuando cometen asesinatos, no dejan evidencias ni testigos, y para lograr judicializarlos por estos hechos se trabaja durante muchos años". La muerte En el trabajo de recolección de evidencias y material probatorio para que un homicida sea llamado a un juicio es una rutina para el investigador Judicial manipular cadáveres. "Manipular a un cadáver es impresionante, es ver la muerte de cerca, le recuerda a uno la fragilidad del ser humano y que también le puede suceder en cualquier momento", explica Pedro. "Cuando se llega a las escenas del crimen es desgarrador empezar a armar un cuerpo que ha sido desmembrado, reunir cada parte del cuerpo es una tarea dispendiosa y que se hace bajo mucha presión por el tragedia que representa" señaló el detective. El horror de la guerra Pedro empezó sus trabajos de investigación cuando la violencia de los paramilitares y de la guerrilla se desató en Boyacá y Casanare por el control de los territorios. "Recibíamos los testimonios de integrantes de los grupos paramilitares que actuaron en los sectores que limitaban entre estos dos departamentos" agregó. "Entre todos los testimonios que más me impresionaron, fueron de unos jóvenes reclutados por las autodefensas de Casanare, ellos tenían que probar su ingreso al grupo asesinando personas que consideraban auxiliadoras de la guerrilla", dijo. Según el investigador, "las amarraban a un palo de pies y manos y con un cuchillo tenían que partirlos a la mitad el tiempo que tuvieran que durar. Los jóvenes que se desmayaban haciendo este acto cruel, sus jefes los eliminaban porque no servían para ser paramilitares". La familia La familia para un investigador es el vínculo más sagrado con la vida, es el soporte que le da las fuerzas para seguir arriesgando la vida. Gerson Javier Flórez Valderrama
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|