Histeria
Publicado en Mar 25, 2013
Las personas con un centavo en sus manos, logran hacer castillos, una nube construida a base de ladrillos, un momento ante sus indignos y manipulados nervios otorgados de visión minúscula y pobre. Las personas, buscan felicidad en sus errores .Son ingenuos. Considerando que piensan, han modificado el corazón por el venenoso y lánguido respeto de los oyentes, una criada que pasea por los pasillos limpiando el desperdicio de otro. Una miseria embaucada en los íntimos mamotretos que acompañan al indigente. Son repugnantes, tambaleando su carne junto con su áspera y diáfana credulidad, ese extracto de oscuro y repulsivo olor.
Han buscado la rosa en la guerrilla, y unos cuantos harapos para vestir esos desnudos y deformes cuerpos, atiborrados de máscaras y aceite hirviendo, expulsando pus por medio de sus erupciones abismales. No se miran porque no saben que ver, no se tocan porque la noche llega pronto y saben que es más peligroso lo grotesco que lo falso. En estos momentos he perdido noción de la realidad, he inventado una relación entre espacio y tiempo, bebo, y como, abro los transversales y respiro para sobrevivir, no logro comprender el ruido monótono de la urbe, ni mucho menos los murmullos de las paredes de concreto, que por cierto cada vez quieren acercarse al grandísimo con sus inusuales adaptaciones. Las personas y yo, no somos tan distintas. Ambos despertamos con una máquina y ambos terminamos el día a son de ella. En efecto, no soy humano, ni tampoco soy alguien, supongo que las personas y yo nos parecemos más de lo que creía. He llegado a creer que soy un solitario, sí, un hombre que disfruta del silencio y bebiendo, leyendo y vomitando lo más pueril de lo que llamamos civilización. Ahora me pregunto qué puedo preguntar y cómo puedo responder al lector que soy yo y las personas, supongo que estoy desvariando y debo ir a dormir, morir en paz en un reflujo constante de incoherencias infantiles y etapas no superadas, un cableado telefónico con su insoportable y a veces increíble imaginación.
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