Suicidio perfecto (historias mentales)
Publicado en Mar 26, 2013
Al momento de dejar de barrer esa calle se fijó en el filo de un vidrio roto en el piso, observo detenidamente que un insecto había sido aplastado por este, que ya estaba muerto.
No le tomo más importancia y siguió su simple labor de aseo, era su trabajo del mes y solo pensaba en el poco salario que ganaría y como se mantendría vivo con eso, es más, su supervivencia. tras avanzar unos metros vio una pequeña rata muerta, le pareció extraño ver ese animal en ese lugar pero supuso que era por las alcantarillas cercanas y prosiguió barriendo y dejando de lado lo visto, su mente vaga y desinteresada por lo demás le dejo divisar algo más extraño todavía, a los lejos se veía algo tirado en el pastizal, se acercó con su escoba y carro de basura, observo detenidamente…. ¡era un ave muerta¡… no le sorprendió pero pensó … por qué tantos animales muertos. su mente no se detenía, pensaba que no era común, algo más estaba haciendo eso, su inconsciente no le dejaba ser el normal Marcelo de siempre, vagaba por las calles hasta que termino su labor diaria, en el camino hacia su casa, su inconsciente le hizo llegar a un acuerdo a lo visto en ese extraño día, la conclusión era: Que al morir el insecto se alteró un poco la trama trófica de animales, cambiando el ciclo y la naturaleza en un acto reflejo asesino a la rana, pero a hacer esto debió seguir haciendo arreglos hasta que como lo indicaba el ciclo el ave debía, es decir que si algo de la cadena se altera el que siga en un eslabón más alto morirá. Eso le inquieto todo el cuerpo y en esa misma noche tuvo escalofríos, sudor y una fiebre producida por sus mismos miedos, sin contar que soñó su muerte de miles de maneras, no concilio relajar su vago cuerpo y al llegar el amanecer todo le parecía diferente. no se alimentó con pan ya que puede ser el alimento de otro ser como una rata y si esta muere puede que altere toda una cadena mayor llegando a producir que no vuelva a ver este producto hecho de harina en toda su vida y sin más solo dejo el pan en el estante, luego seguiría su rutina de baño pero prefirió hacer sus necesidades y no bañarse ya que el hacerlo conllevaba a que el agua malgastada en su cuerpo no fuera aprovechada por alguna especie bajo de él, al llegar a la puerta se detuvo inquietante, vio una araña muerta en la manecilla de su puerta. Se alteró, sus ojos de par en par no entendían lo sucedido pero comprendían lo que pasaría, su cuerpo se entumeció corrió a su cama se cubrió con lo que encontró, sudorosas sus manos pellizcaban su cuerpo y sentía que su corazón iba a estallar, la sangre iba veloz a su medula y el sin más decía a sí mismo: - ¡Porque, por que!, hice todo bien, no la mate yo… fue otro, pero que pasara si… yo soy el siguiente…. ¡Demonios! Su mente se llenó de la idea más alocada en su pequeña humanidad, la idea de un ciclo que cuando es alterado muchos factores cambian y tanto fue la obsesión que luego de unos días solo dormía. No comía, necesitaba comer pero su mente fue modificando su proceso corporal llegando al punto que respiraba a un paso tan lento que su corazón siquiera se sentía latir, su aspecto daba repugnancia, ya que de su boca salía un olor fétido, su cuerpo no botaba nada, era más que un cuerpo en proceso de descomposición en vida, era un muerto en vida que se marchita como las hojas de un gran árbol en otoño. Al llegar la semana abrió los ojos y observo detenidamente su exterior y logro apreciar que no tenía hambre, necesidad de líquido, estaba bien según su punto de vista, se levantó lentamente que fue casi una eternidad para observar su demacrada y extraña apariencia con no más que huesos y una gran cabeza sostenida por esta, la impresión fue tal que cayó de espalda, el golpe consiguió desmayarlo por el shock de verse así pero su cuerpo no sintió dolor. Pasaron dos semanas para que despertara del susto que se dio a si mismo. Al volver a verse se dio cuenta que ya no era nada humano, su pequeña figura con un gran cráneo y un par de pequeñas canicas sobresaliente en vez de ojos cubiertas por papel de arroz como si estas fueran parpados, el agua por su cuerpo no fluía, la sangre que estaba en su cuerpo no era más que un fluido grueso, y su corazón con suerte daba unos pequeños latidos por minutos, al reaccionar sintió que podía hacer lo que quisiera, se paró con poco esfuerzo, su cuerpo no le pesaba nada, siguió su destino hacia la ventana y miro el paisaje, un gorrión en el tendido eléctrico, insectos pegados al vidrio, gente caminando por la calle, autos pasando… Estupefacto de tanto movimiento, su mente susurro: -qué asco me dais, estúpidas personas, creen ser felices, pero su despreocupación llamara su muerte y no tendrán nada que hacer… ¡Nada que hacer¡ Imperfectos humanos jajajaja Comenzó una risa forzada terminando en unas carcajadas agudas, molestas, chillidos eran como si de un fierro raspando otro metal fueran, alaridos de un animal a momentos. Un golpe en la puerta detuvo la risa y otro golpe le advirtió que alguien lo La policía siguió golpeando esperando que abrieran la puerta, los vecinos le habían dado aviso que Marcelo el vecino de esa casa no aparecía hace unos días, por lo que tuvo que ir para verificar la información. Un sujeto abrió la puerta, y ella con solo verle y sentir el olor proveniente del interior, se movió un paso hacia atrás y vomito hacia un costado. El hombre la tomo del cuello y levanto para decir unas simples palabras: Tu imperfección es demasiada, no puedes seguir viviendo por mucho, pero mi trabajo no es acortarla, estoy más que bien, vete y si vuelves no te ira como esta vez. El hombre si es que se le puede decir, dejo caer a la oficial casi en estado de shock, por lo visto cerró la puerta, no se notó nada más por fuera. La chica en el suelo había olvidado su rol como policía y que debía hacer en ese lugar y corrió al vehículo en que iba. Al respirar unos momentos pensó en lo que le habían dicho y tuvo tanto miedo que simplemente se fue de ahí. Sencillamente dio aviso que el vecino estaba bien, por lo que no debían preocuparse, las marcas en su cuello inquietaron a los vecinos y policías de la agencia, pero no parecían más que pequeños moretones de una mano insignificante y delgada por lo que solo lo vieron a lo lejos como un percance menor. al entrar a su habitación logro sentir una gran necesidad de salir y aniquilar todo lo que no era perfecto, es decir, a los humanos pero un sentimiento de humanidad le detuvo en seco por lo que simplemente cambio su pensamiento a que si él era más perfecto aun, compensaría lo de los demás. Pasaron aproximadamente dos meses cuando el volvió a ponerse en pie, fue la motivación que le hacia su mente, sabía que su cerebro le permitía cosas mayores que a todos, tomo sus manos y salió de la casa en plena madrugada, pensó en tocar el cielo. Su cuerpo estaba levitando pero el solo lo había pensado, luego miro un foco y pensó en que sería mejor si se quemaba y el alumbrado de toda la calle exploto, su asombro fue demasiado, opto por volar más alto y probar su poder, llego a tal altura que vio cómo su respiración dejaba de ser necesaria, miro el pequeño espacio que cubría la ciudad e intento dibujar algo en las nubes, sorpresivamente tomaron la forma deseada, asustado y sin creer lo que había presenciado, dejo su cuerpo caer por unos instantes, sintió el viento en su rostro, pero no como cuando iba en autobús, o en la vieja moto de su difunto padre, sintió su humanidad grande pero insignificante en todo el universo, y opto por volver a su pequeña habitación. La sensación placentera de estar en equilibrio con su entorno lo hacía tan feliz pero entonces pasaron 2 días hasta que se dio cuenta de todo lo que era capaz. no lo deseaba, el solo quería no hacer daño pero se dio cuenta que si alguien como el tenía ese poder algunos seres vivos no podrán alimentarse de él cuándo lo entierren, que no servirá en el ciclo, por lo que opto por el camino más corto, tomo una cuerda de su pieza, abrió un agujero por el techo, la puso en su cuello y pensó, desearía que mi cuerpo solo deje de existir, mi mente, mi ser, sea útil para lo que es el ciclo de la vida y muerte. En menos de dos segundos sucedió algo raro, sin titubeo el ambiente cambio hubo algo muy parecido a lo que es una implosión, pero fue interna, un cuerpo colgado del cuello, la soga apretó fuertemente el pequeño cuello pero ni siquiera se movió y una pequeña vertebra separándose de la medula se dejó caer. Al pasar los minutos miles de insectos, ratas, y aves carroñeras llegaron, la puerta abierta dejo entrar a más que un curioso perro y la visión era horrenda, miles de insectos y animales comiendo todo lo que quedaba de un simple cuerpo en descomposición. La perfección culmina con el mejor show.
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