Se repetirá hasta el infinito.
Voy buscando rastros en las estrellas, en los límites distantes del cosmos,
donde nada de lo que sucede se pierde jamás.
Donde todo regresa, por azar o por cálculo, en el mismo cuerpo viene a rebotar.
Entonces vuelvo a ver cosas cotidianas, derrumbes de ropa sobre un acolchado, derrames de postres y de almas también.
Me fallan las sumas y restas de mi corta vida, pero al mismo instante ya vuelvo a existir.
Y entonces veo por segunda vez detalles de ahogados en piscinas raras, en fondos lejanos,
tan lejos quizá, que surco el horizonte, me voy por las ramas, pero esos retazos regresan igual.
Y la vez tercera que vislumbro cosas ya no se si veo con tanta nitidez, 
quizá la nostalgia de algunas vivencias me retuerza el cuerpo, me afloje la piel.
Sin embargo veo los cuartos a obscuras, las cortinas flojas del amanecer,
y entre incoherencias otra vez asoman los pequeños roces, instantes ilusos, de las meras cosas
que hubo una vez.
No se como no se deshacen, es verdad, no lo entiendo, deberían ser la nada misma,
chocando con fuerza en el universo.
Una cuarta parte se vuelve otra vez, te miro, me esquivas, me miro los pies.