ANTES DE QUE VUELVAN
Publicado en Mar 30, 2013
Tranquilo negrito, ya todo se termina, ahora no tiene importancia echarnos la culpa el uno al otro, de todas formas tu y yo sabíamos que tarde o temprano acabaríamos así, juntos. Pero mira que empute saber que caímos como changos carajo, como dos giles que no saben nada y vos sabes que no es así negrito, los dos somos los mejores que había y míranos ahora aquí, juntos en lo último que nos toca ver de este mundo, pero no te aflijas negro y más bien trata de descansar un poco, total el dolor que uno siente es pasajero y la muerte es eterna. Pero que da gusto recordar, da gusto hermano, si de todas formas nadie nos quita lo bailado, yo me quedo tranquilo sabiendo que ya varias veces nos burlamos del destino y por poco, ¡CARAJO!, si era bien lindo cuando nos encontrábamos en los calditos de la Villarroel, tu siempre llegabas tarde y el frio, ¡mierda que hacia frio a esa hora negrito!, pero que rico le metíamos el caldito con cerveza negra no?, vos dale que dale a la marraqueta, si la señora se enojaba porque siempre le pedias más pancito diciendo, y te acuerdas de la Carmencita? Eras tan cobarde que ni de su kiosco querías comprarle, pero bien que la veías todo el tiempo no?, mírate ahora, ¿acaso no era mejor que le hubieras hablado siquiera?, pero ya de que nos sirve lamentarnos negro, ya no importa nada, solo quisiera poder dormir un poco, pero este frio no me deja y para lo peor el dolor de mi rodilla es bien fuerte, me punza como si una aguja quisiera salir desde adentro rompiéndome la piel y el hueso no la deja, no me importa el dolor ni que hoy me vaya pal otro lado, la que me da pena es mi viejita, como va a sufrir ella cuando se entere, pobre viejita carajo, como no hubiera querido darle todo lo que ella quería, pero como vez negro ya no se puede hacer nada y que te digo de lo mal que la va a pasar cuando ya no me encuentre, si no es poca desgracia ya que me encuentre aquí contigo. En mi viejita nomás pienso ahora y ¿sabes? Desde siempre ella sabía que yo no era firme, ¿acaso no crees que no se preguntaba de donde nomás tenia plata? Si no me conocía ningún trabajo, nunca me vio salir con horario de la casa, más bien muchas veces ella me curaba mi heridas y golpes y solo me decía…”tienes que cuidarte hijo, no andes así, mira haber como te han dejado..” y yo la miraba nomás en silencio, las primeras veces que llegaba mal a la casa le decía que había tenido problemas con un cojudo al que le debía plata o que en la cancha me había peleado con cuanto gil me jodia, luego ya ella no me preguntaba y yo tampoco le contaba ninguna mentira, esta por demás sabido no era necesario contarnos mentiras, creo que ella me lo aceptaba porque sino no era yo quien más podría traer dinero a la casa?. ¿Te acuerdas de la vez que llegamos a las 5 de la mañana los dos a la casa y ella se despertó para hacernos un arrocito con asado?, ese día éramos los reyes del mundo negrito, ¡Que golpe carajo! ¡Que golpe!, doce mil dólares y otro tanto en joyas, y nada de susto ni peligro, ¿te acuerdas negro?, claro que te acuerdas. Tú te metiste primero y me diste la señal para que yo saltara, adentro no había nadie, era como si tú supieras desde antes donde estaba la plata, fuiste directo a ese cuarto y no tardaste nada, yo te miraba la espalda y no vi que dudaras o buscaras nada, luego me miraste y me dijiste “Ya esta, vámonos rápido, apúrate que estos vuelven cualquier rato y no quiero joda”, cuando salimos yo te preguntaba cuanto había y tu no me decías nada, no querías hablar negro, si hasta ya me estaba emputando, creía que querías hacerte al gil y hacerme la maldad, pensé que querías enguillartelo la plata y darme poco o nada, pero cuando subimos al auto sacaste la cajita de tu chamarra y me dijiste que lo contara, si era para no creer negro, hasta ese día nunca nos había tocado tanto, si hasta yo pensaba ya en que hacer con mi parte, quería que amaneciera rápido para ir a la Eloy Salmón y comprárselo para mi vieja un mini componente de los últimos, si alcanzaba para eso y mucho más, nos fuimos donde las negras y pedíamos por tapados, uno tras otro y el trago parecía agua de lo rápido que se terminaba, todas querían estar con los dos negrito y tu te dabas los lujos carajo, los lujos, si alguien nos miraba raro tu le tapabas la boca poniéndole una botella de tapado en su mesa y no cualquier tapado, puro fino, puro trago fino negrito… Cuando ya te ponías alegre, te daba por cantar gritando negro, y yo era tan feliz esa noche, si para que decirte no había persona más contenta que yo, pensaba que esa plata duraría para siempre negro, pero como ya sabes eso no dura mucho, al final es como si quisiéramos que se termine lo más rápido posible, uno de los changos me dijo que esa era plata mala y que te quema las manos y que por ese fuego uno lo quiere hacer arder rápido, ni mierda negro, tu y yo sabemos que la plata se gasta porque quieres gastarla, que plata mala ni que diablos, lo que pasa es que sabíamos que como esa lograríamos ganar mucho más y no nos preocupaba guardar o quizá también sabíamos desde entonces que un día la plata no se terminaría pero nosotros sí y ya luego de esto negro ni tiempo para gastar plata ni tiempo para vivir. Luego, me acuerdo de la fiesta en Pucarani, cuando era fiesta era lindo negro, si se comía y bebía a gusto y de la costilla, y los giles no faltan y ganarles sus cosas es bien fácil, pero claro… Uno que otro susto había negrito. En esa fiesta por tu borrachera casi nos pillan y salimos rajando como padre y señor mío de ese local, al final fue susto nomás, vos si que eras una mierda de borracho negro, pero como dije no sirve de nada echarnos la culpa entre nosotros ahora, no trates de sentarte negro, allí echado nomás quedate ya no hay nada que hacer, más bien escúchame y trata de recordar conmigo, en otro pueblo era, no me acuerdo como se llamaba, pero lo que me acuerdo bien era esa cholita que te levantaste negro, carajo que se toman hasta las patas en esas fiestas y luego no saben como carajo les quitaron todo, quisiera acordarme de todo negrito pero la memoria me falla, quizá por tanto golpe que hemos recibido negro. Te acuerdas la primera vez que caímos en cana?, antes nos habían sacado la mierda bien sacada y por poquito nos salvamos negro, yo estaba hecho bolsa y ya no quería saber de nada, recuerdo cuando los tombos nos bajaron de la patrulla en la Pando y antes de entrar a la celda recibí un toletazo en la nuca que casi me desmaya, al entrar vi como te lanzaban al piso y caíste a mi lado negrito, si tu nariz parecía pila, tu ojo era una bola verde negro, me daba pena verte y no pensaba que yo estaba igual o quizá peor que tú, pero lo que no me olvido negrito es que cuando me miraste no estabas mal, me sonreíste negro, te reíste y no me quito esa imagen negro, tus dientes casi ni se notaban de tanta sangre y yo estaba adormecido de los golpes y tu solo me sonreías. Negro carajo, esa vez salvamos por poco, al final igual nomas salimos y más bien ya teníamos contacto adentro. Salimos como graduados, alguna vez nos tenia que pasar me dijiste, luego nos cuidamos por un tiempo, fue cuando me dijiste de irnos a Cocha por un tiempo, hasta que se olvide lo del caso, en Cocha fue otra cosa negro, allí si que era otra cosa, lo único que me daba pena a cachos era mi viejita, yo le llamaba cada noche, tu me puteabas porque no querías que le llame tanto, al final era nomás tu envidia negro, porque tu no llamabas a nadie, porque siempre que te quería pasar el teléfono para que le saludes a la viejita siempre me hacías señales de fuera de la cabina para que me apure y al final nunca le saludabas, ella siempre me preguntaba por voz, ella decía que tu eras bueno, solo que un poco renegón nomás, negrito carajo, tu te hacías querer bien rápido. En cocha duramos poco nomás, luego que en sacaba decidiste unirte con otros muchachos de la coronilla y meterte a lo de la gasolinera de la Blanco Galindo, yo no quería saber nada de eso, hasta te había dicho que quería volver nomás a La Paz y tu me obligaste y me dijiste… “Esta más y volvemos maricón, tenemos que volver con plata, sino que vamos a hacer…”. Tenías razón en eso, pero yo desde el principio sabía que eso era para mal, cuando llegamos y bajamos del auto yo vi como el paco nos había chapado desde antes de bajar y ya corría a su caseta, los dos cochalos eran bien entradores y me acuerdo que uno le apuntó directamente al policía y el otro se acerco y le dio un golpe con la culata y le abrió la frente, lo dejo en el piso y le quito su fierro, el otro y tu ya habían reducido a los dos que atendían, la oficina estaba cerrada y gritaste que vaya con uno de los cochalos a ver la caja que seguro estaba en la oficina, ese fue el error negro, si nos conformábamos con lo de las tres bombas ya había buena plata, y cuando menos pensaba ya estaba adentro abriendo la puerta con la pata de cabra, allí perdimos varios minutos negro, el tiempo que necesitaron los otros tres pacos en llegar, ya teníamos la maletita del dinero y rajamos las escaleras de la oficina y ustedes aun estaban apuntando al paco del piso y los dos empleados, ni bien entramos al auto los otros tombos que llegaron nos dispararon y rajamos de una por no se que calle hacia la Víctor Ustariz, porque por allí podíamos escapar a otro lugar, al final el problema no fue escapar de los tombos, luego al día siguiente cuando quedamos para dividirnos la plata fue el problema, los cochalos se avivaron y no querían darnos nuestra parte completa y nos hicieron pagar derecho de piso, allí fue que te rayaste negrito y quien como voz para pelearte por plata, por mi ya estaba conforme, al final era nomás buena platita para volver negro, pero tu no peleaste por el dinero, sino porque simplemente no te gusta que te mamen un mango, allí fue que te dejaron ese premio en tu cara, esa tu medalla que hasta ahora la veo y me acuerdo de cocha negrito. De nada sirvió que te dejaras la barba igual nomas se te notaba negrito. Pero ni modo negro, para heridas la mía, negrito, me dejaron tullido buen tiempo cuando me puntearon en el muslo, pero esa es otra mierda, por ir a ese local del carajo, cuando hay copas las puntas se afilan negrito y en una de esas peleas me toco nomás recibir mi permio, por esa herida no trabajamos como dos meses negro, mi viejita todas las noches me curaba con mentisan y luego para la cicatriz me ponía la tela del huevo, hay mi viejita si yo siempre fue necio para ir a la posta o al hospital, me daba miedo, incluso allí ella no quizó preguntar como me habían herido, me miraba nomás y no me decía nada más que…”Tienes que cuidarte hijo, mira lo que te haces hacer…”, al poco tiempo se curo nomás la pierna y volvimos a lo nuestro, cuantas lagrimas en nuestro haber no negrito? Cuanta gileada nos hemos dormido, luego la conociste a tu tormento, te enamoraste negrito y yo estaba contento por ti, quería que estés feliz, pero como siempre la terminaste fregando negro, no te duraba nada, otra vez volvías al mal humor y renegabas y dale que dale al trago, como si o te subiera, secabas el vaso de un solo golpe. Luego volvimos a lo nuestro, otra vez en los calditos de la Villarroel, quien diría que para el último viaje junto negro, ahora hechate nomás negrito, hechate y descansa, estás hecho bolsa negro, casi ni te reconozco la cara, tú te llevaste la peor parte negrito, pero no te preocupes hermano, el dolor es pasajero, ya casi todo termina negrito, hechate nomas hermano y quédate tranquilo que no voy a dejar que te agarren de nuevo, ya has sufrido lo que te tocaba negro, yo te alcanzo después, ahora hechate y no me mires, es lo único que te pido, no me mires, porque se que tu harías lo mismo, no me mires negrito, es mejor que te vayas ahora antes que vuelvan y abran el candado, dicen que estos carajos aquí te queman vivo, de mi no me importa si es el final que me merezco pero tu negrito no vas a sufrir eso, hechate que yo te alivio escuchas que ya vienen y están más borrachos, escuchas los gritos negro?, ya ves? Yo te alcanzo ahorita negrito, a mi que me maten como quieran pero tu ya nos vas a sufrir más negro, es mejor que te duermas antes que vuelvan, ahora solo te pido… no me mires negrito…
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