La gota sobre la rosa...
Publicado en Mar 30, 2013
…en eso de caminar sin prisa, y mirar sin ver, así como si nada importara; como si las cosas solas tomar su propio rumbo, así me preparo para comenzar un nuevo día. Y la verdad es que en esto de improvisar que, como, donde y con quien hacerlo, es algo nuevo para mi; no soy lo que se dice una mina que tooodo lo planifica…ja tampoco que todo lo medita, niiii mucho menos que nada le importa, pero sucede que ha llegado el tiempo de tomarme mi propio tiempo. Establecer mi propio ritmo, sin mirar a los costados, como lo venia haciendo. No es que no me importe o que todo me chupa un huevo, lo que sucede es que encontré la excusa perfecta para hacerlo: YO Yo soy importante. Primero Yo. Ahora Yo. ...pensaba en el nombre de este trabajo?...mejor, apunte de lo que pienso. Digo y siento. Recordaba que en una oportunidad, muy afligida llegue a casa de mi hermana Greco, la neblina que cubría con su manto de tristeza, melancolía y hasta desesperación, la mañana gris y opaca, me impidió observar que en el jardín nacía una rosa tan bonita, con ese color tan particular entre apasionado, agresivo y tierno rojo-morado…me acerque a verla detenidamente y me sorprendió verla cubierta de una suave capa de rocío; no, llovió?...que se yo. Era agua y punto. Pero la cubría de tal manera que quedé observándola por tanto tiempo que toda mi vida sucedió en ese instante! Admirada tomé todas las fotos que pude, pero ninguna lograba captar lo que realmente veía. Pensé si realmente estaba viendo lo que miraba, o simplemente estaba ante mi propia imagen: una rosa de color indefinido, pero rosa al fin, cubierta de agua, rocío o lágrimas tal vez. Hubiese sido un sacrilegio darle una sacudida y que todo ese peso que la pobre tenia encima cayera, y pensé por que no?...no va a dejar de ser una rosa por eso! Como quien no esta seguro de lo que va a hacer, la tomé del tallo, y la agité; ahí descubrí que esa belleza tenia vida y que me lo hacia ver clavándome sus espinas!...la bella rosa y las pesadas gotas de agua después de todo se llevaban bien y no necesitaban de ninguna ingenua y tonta vengadora … Adnaloy
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Marcos Coll Font
Romero-Chiniquini, Yolanda Mercedes