Mi cuerpo...deseoso está de sentir tus brazos a mi rededor,
de sentir tu respiración profunda sobre mi cabeza,
echarme en tu pecho y escuchar los latidos de tu corazón,
y que tu piel ardiente me abrigue en las noches de frío.

Enredar mis piernas con las tuyas,
que se adhiera la sábana húmeda de sudor en nuestros cuerpos,
sentir tu aliento cuando me dices palabras bellas, 
y un "Te quiero" en mis oídos me provoque un cosquilleo en mi espalda.

Acariciarte y llegar a tu ombligo dibujando un corazón por alrededor,
y la flecha que la cruza llegue hasta el universo,
sentir un temblor en tu vientre excitado,
complementado con gemidos de placer.

Percibir tu aroma viril que me enloquece de pasión,
recorrer tu espalda hasta llegar a las montañas,
me provoca una picardía,
y escuchar tu risa enamorada me complace.

Tu boca exquisita saboreando la mía, 
roce de lenguas juguetonas que se divierten,
mientras los dedos buscan los escondites placenteros,
escapando a ratos los cantos del amor.

Y la agradable sensación de tenerte unido, una y otra vez,
al ritmo de las suaves notas musicales de una romántica canción,
los ojos cerrados no necesito verte sólo sentirte,
revolcándonos en la cama hasta el cansancio.

Tenerte toda la noche junto a mi,
que nada ni nadie nos separe,
que las horas se detengan 
y que el sol no se asome.

Palabras de amor que sellan nuestro idilio,
"Te Ame, te amo y te amaré", 
son suficientes para alimentarnos
después de una noche de intensa pasión.
Luisa