Ciudad de muchos balcones.
Ciudad de incontables luces borrosas.
Un cigarrillo a medio fumar se consume solo.
Como nuestras vidas.
A paso lento y seguro.
 
 
Fugaces y efímeras son las ideas que cruzan mi camino.
Consistentes como el metal en su instante de existencia.
Claras como el agua cada una a su vez.
Todas al mismo tiempo.
Incomprensibles luego. 
 
 
Misterioso charco de pintura
Lo que yo no digo que veo.
Deseo estar en algún otro lugar
Un lugar en que los colores sin definirse,
Fundiéndose juntos.
Hagan de la comprensión posible. 
No inalcanzable. 
 

Reposar mis cansados huesos.
Cerrar mis pesados párpados.
Dulce suavidad de almohada.
Sueño que no es más que una vigilia.
Leves ronquidos lejanos,
Hacen al ambiente taciturno de mi soledad.
Mis duermevelas.