Los residuos de la lluvia
Publicado en Aug 23, 2009
Llueve, sin frío, ha de ser porque me encuentro en mi cama, estufa al lado y mi pijama de polar.
Lluvia, invierno en su máxima expresión, lluvia que destruye lo bello que deja el verano, pero que, sin embargo, construye paisajes que son agradable a mis ojos, sensaciones que son extrañas para mi olfato y ruidos que me hacen pensar; ese olor a tierra mojada que tanto me recuerda a mi casa, esa sensación “después de lluvia” que existe en la calle, la gente abrigada a más no poder...salir y ver paraguas que el viento y la lluvia se encargaron de destruir y ahora están tirados por la ciudad, el pueblo, la calle, la sensación del ambiente puro, la renovación del aire, los perritos vagabundos tomando agua de los charcos que se produjeron, las gotas cayendo de la copa de los árboles, lo verde que se ve la naturaleza con el agua encima...cielo blanco, Gente...simplemente gente caminando por todos lados luego de que la lluvia cesó , seguramente a hacer todas aquellas cosas que el agua impedía hacer... caminar, simplemente caminar, adoro caminar y observar lo que ocurre en cada paso que doy... sin destino, con destino, quizá simplemente caminar y observar los residuos de la lluvia. Sensación de soledad en el ambiente (para mí), ver esas parejas que caminan abrazados a causa del frío que trae consigo la post lluvia, personas tomando café en la calle, casacas grandes, guantes de boxeadores, el señor del carrito de la esquina en su momento máximo de ventas...sopaipillas a $100, café a $200, típica cultura de pueblo, ciudad, “picada” de los estudiantes...sigo caminando... huelo el frío en el camino...veo humo saliendo de las chimeneas que, gracias a Dios, aún se pueden prender en muchos lugares de chile; imaginarme lo que ocurre dentro de esas casitas con el fuego candente, lo acogedora que se siente y se ve una casa en invierno, todos los integrantes de la familia en torno al fuego, nada más maravilloso que cuando se corta la luz y todos se reúnen en medio de la casa... el típico hijo que sabe tocar guitarra, las velas, las historias de terror, las cartas y las conversaciones profundas que tengo con mi hermano cuando la tecnología se apaga, las risas que se producen por las miles de historias que comienzan a surgir a causa de la larga espera de la electricidad, pero que, en el fondo, lo único que deseo es que no vuelva...adoro esa instancia del invierno, me gustan las cartas escritas con puño y letra, me gusta el campo en invierno, me gusta caminar, me gusta la comida preparada y no la lista para el microondas, me gusta la no-tecnología que permitía conocer a las personas no por emoticons ni nicks de msn, me gusta despertar y sentir ladrar a mi perro, me gusta el sonido del agua, el sonido del charango, el sonido de la quena, el sonido de la guitarra, el sonido de mi papá preparando el desayuno en la mañana, el sonido de mi mamá preparando el almuerzo, el sonido de las llaves en puerta de la casa cuando llega mi hermano los fines de semana, me gusta el tono en que mi mamá pronuncia mi nombre, me gusta acordarme de las personas y que suene mi celular...wow! un pinchazo...creo en el poder de la mente, en las energías, confío en la medicina, me asusta el sonido del viento fuerte fuerte de invierno, me asusta asustarme, le temo a la soledad pero me gusta estar sola, odio la ironía pero soy irónica...nunca he roto un corazón, pero el mío estuvo por completo roto...ya se arregló ... Jajaja me fui del tema del invierno, lo siento, no puede evitarlo...”Corriente de la conciencia”... Dónde quedé? Aaa sí...la luz aún no vuelve...pero eso dejémoslo dentro de las casas...ahora, sigo caminando, al contrario de las chimeneas y las casas acogedoras veo gente sin techo, mojados pidiendo, siento pena...siento rabia...siento impotencia...es la parte no-bonita de la vida... gente que sólo tienen lo que visten, sólo tienen su aliento diario y la esperanza que mañana será mejor; acompañados por los mismos perritos vagabundos que antes tomaban agua de los charcos...quisiera llevármelos, pero ni siquiera cuido bien de Martín (mi perro)...no soy “La buena ama en persona”, pero me encantan los animales... sigo caminando y olores de diferentes tipos se vienen a mí, cae una gota nuevamente, vuelve la nube, las gotas se unen en grupos y comienzan a mojarme, la gente comienza a desaparecer otra vez y yo sólo quiero estar en casa de nuevo, sacarme la chaqueta y agradecer a Dios por la fortuna de estar en la parte de “la familia con chimenea”, porque se corte la luz en invierno y por darme los sentidos para apreciar cada detalle de ésta época
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