La Cagada
Publicado en Apr 02, 2013
Eran las seis de la tarde
de un día banal. Cayó como diariamente cae la mediocridad, reflejada en la tristeza de un día más de existencia, al lado de la imbecilidad. Somos muchas personas entre tristes e infelices, policías e indefensos, malditos y masoquistas, jefes y empleados. Como había dicho, éramos muchas personas, íntimamente deconocidas, dispersas por el mundo al antojo del creador. Y a pesar de todo, sin embargo, la paloma tenía que cagarme en la cabeza.
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Guille Capece
Guillermo
Paulo