La joven elegida
Publicado en Apr 03, 2013
Esa tarde donde se escuchaban a lo lejos lagrimas silenciosas, frente a aquel ambiente pacifico.
-¿Escuchas?. Dijo Julieta -Si amiga mía, alguien llora. Le respondió Jessica -Guerrero predilecto porque lloras. Dijo Julieta -¿Por qué llora ella? Respondió el guerrero predilecto Parece que mis protegidas estaban inquietas por alguna razón y yo también, sentía como me dolía el corazón, pero sabia que no era por mi, y sentí una energía, aunque algo débil se podía presenciar decidí ir a observar. Logre captar una pelea, se trataba de un hombre de vestimenta casual a la época, una camisa roja con loro de aeropostal, pantalones de mezclilla, cabello peinado de picos hacia arriba y tes blanca, luchando con una niña de cabello largo, oscuro y planchado, tes blanca y estatura normal para la edad que aparentaba. Ese hombre extendió su mano y de ella emano energía parecía fuego oscuro y lo lanzo directamente hacia ella, no lo soportara, dijo Julieta. Salte rápidamente frente a ella c con la mano desnuda desvanecí ese fuego oscuro, le pregunte a aquel hombre. ¿Quién eres?, ¿Por qué quieres lastimarla? El me respondió. Mi nombre no te interesa, y es nuestro asunto jajájajá esa entupida creyó que podría conmigo, ya le enseñare, se lo demostrare, romperé su corazón, me quedare con su alma. Yo le dije, No lo permitiré que aunque ni siquiera sepa quien es siento su dolor, me lo llevare en mi espalda, no la dejare sufrir. Estaba a punto de desvainar mi espada cuando ella llego a mi lado y me dijo. No Saúl, déjame a mí, es mi dolor, quiero vencerlo yo por favor. Me sorprendió el que conociera mi nombre y le permití luchar, Ella desvaino una espada larga de un filo y el doble de gruesa que una normal, e empezó a agitarla contra el, se veía realmente furiosa, pero el parecía tranquilo con una sonrisa macabra en su rostro no parecía tener dificultad al pelear, en cambio ella parecía no poder mas, sus lagrimas salían demasiado mis protegidas me decía, constantemente, No podrá ganar, decía Julieta, es cierto perderá hehe, dijo Jessica, ¿no aras nada?, me pregunto génesis. Me quede en silencio observando la batalla pero era muy evidente que ella perdería. En un momento el la golpeo en el estomago, ella se aferro a su espada pero callo al suelo, entonces el se puso encima de ella y grito con gran fuerza. -Jajajajaj te dije que no podrías, te dije que serias MIA ahora tu corazón me pertenecerá. En ese momento su mano se puso negra en llamas del mismo color, y como si fuese tangible atravesó su pecho y parecía estar presionando su corazón, -Jajajajaja como se siente el dolor, ella empezó a derramar lagrimas y a escupir sangre y en el momento que soltó su espada decidí entrar. -Basta, le dije agarrándolo del brazo y lanzándolo a un lado, -Jajajaja quien te crees tu ya veras te mostrare el dolor, es mas por entrometerte te enseñare mi mas grande técnica. Su espada se rodeo de llamas negras como las de su mano, se acerco a mí y alzo su espada, directo a mi cuello esa espada iba, alce mi mano y con las yemas de mis dedos la detuve, las llamas se avían extinguidas y le dije. Esta técnica parece la de un niño, te mostrare el verdadero dolor. Alce mi dedo índice y lo volví a bajar tocando su espada, el esfuerzo por sostenerla estreso todos sus músculos desgarrándolos, para que no fuera mortal el viento que cree al tocar su espada al igual que el sonido lo utilice para abrir heridas en su cuerpo para que no sufriera un derrame interno y muriera. -Solo te dejare vivo para que a su tiempo ella te mate. El se levanto y huyo rápidamente me acerque a aquella chica y le pregunte. -¿Cómo te llamas? Y en medio de lagrimas me respondió. -Soy Lorena. -Ese nombre me suena familiar, Lorena si así lo deseas te extiendo mi mano para que camines junto a mí y mis protegidas, no te prometo que apartar el dolor de ti, al contrario sufrirás mas, conocerás el verdadero dolor, pero te prometo que conocerás el mundo y aun mejor a ti misma, te aras lo suficientemente fuerte para vencer a aquel tipo y tendrás enemigos aun mas fuertes, pero no estarás sola, ¿Qué dices?
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Eduardo Cle Vicente
Un abrazo, me gusta.