el gran cofre de la generosidad
Publicado en Apr 03, 2013
El gran cofre de la generosidad
Hace mucho tiempo, se decía que un rey muy rico y generoso. Había dejado en una tierra alejada un gran cofre de tesoros. Para que el niño más generoso lo hallara y done todo lo que contenía el cofre a todas aquellas personas que lo necesiten. Sin embargo no había pistas de quien lo hallaría, solo se sabía que este debía ser según lo que se decía un niño pequeño curioso pero muy generoso y solidario. Una tarde, un niño generoso, cuyo nombre era Esteban. Estaba de campamento en las afueras de salta, con su familia, cuando decidió salir a conocer el lugar. Sin saber lo que hallaría, ya que mientras transitaba un camino de altos y bellos arboles observó que a lo lejos había algo que le llamaba poderosamente la atención, pero que era esto, porque lo había hallado él. Se pregunto el niño, quien se sorprendió al ver algo tan brillante y que no fuese un simple vegetal, luego de observarlo unos minutos. Se percató que este estaba semienterrado y era apenas visible, por lo que una insaciable curiosidad por que era y porque se encontraba allí lo invadió. Cuando la curiosidad lo supero, decidió acercarse más a este y así averiguar que era. Por esto comenzó a transitar un camino poblado de aguaribayes y otros bellos vegetales, que le agradaban profundamente. Momentos después arribo a un valle de altas montañas, en donde él había visto ese objeto tan curioso y misterioso. Al acercarse más a una pequeña piedra, observó que al lado de esta había un pequeño pero hermoso cofre semienterrado de color verde azulado. Al observarlo dos preguntas, cuyas respuestas le provocaba una fuerte intriga, se apoderó de su mente, que había allí, además quien lo había dejado allí. Sin que él lo advirtiera. El cofre comenzó a despedir una voz de hombre muy grave, pero agradable al mismo tiempo que se apodero de aquel paisaje tan lindo. La cual hizo que el niño se quedara mirando el cofre atentamente. con el objetivo de no perderse nada de lo que esta decía. Soy el rey generoquin, Este es mi cofre, y lo he dejado aquí para que el niño más generoso sobre la tierra lo halle. Y doné todo su contenido, porque solo el ser más generoso donaría el contenido. Porque cualquier otro se quedaría con él por no tener la generosidad y solidaridad suficiente. Además este cofre tiene un poder especial que realza su generosidad, haciendo que decida no quedarse con nada dándoselo a quien lo más lo necesita. Estoy orgulloso de la persona que lo encuentre, por tener una de las virtudes más hermosas que se pueden tener, felicitaciones. Cuando la voz pronuncio la última palabra, desapareció con una pequeña sacudida del cofre. Y Esteban feliz de haberlo hallado, se acercó más a este y con ambas manos lo desenterró con el objetivo de abrirlo, y de esta forma cumplir con su cometido, pero como abriría el cofre, si este estaba sellado y padecía que nada lo abriría. Esa pregunta surco la mente del niño, quien miraba el recipiente en busca de la respuesta a esa pregunta tan interesante. Como padecía que nada le sacaría esa duda, decidió tocarlo con ambas manos, para ver si allí lograba abrirlo al hacer esto una cosquilla breve pero muy agradable se apodero de su pecho y corazón. Para sorpresa de él, con una pequeña pero ensordecedora explosión el cofre se abrío, haciendo volar grandes cantidades de joyas y fajos de dinero por los aires de ese bellísimo paisaje. Un hombre de estatura alta vestido con una túnica corta con extrañas imágenes apareció a unos metros de él, pero quién era ese hombre, acaso era el rey que le había hablado desde el interior del cofre. Esa sospecha se apodero de la mente del niño, quien no podía dejar de mirar ese misterioso pero curioso hombre. El que mirándolo a los ojos le dijo - Soy el rey que te ha hablado, desde el interior del gran cofre de la generosidad. He venido para decirte que te ayudaré a donar todo lo que se hallaba en el cofre. Porque sé que lo donarás, sino no lo hubieras encontrado. Porque este recipiente tan especial, ha sido dejado aquí para que alguien con el don de la generosidad lo encontrara y así poner a prueba su gran virtud. - Claro que sí, no pienso quedarme con nada de lo que el cofre contenía. Porque sé que hay gente que lo necesita, y yo tengo todo lo que necesito y más. Respondió el niño mirando al rey con ojos llorosos por la fuerte emoción que su corazón sintió al decir aquellas tan hermosas palabras. Las cuales no pensaba decir, pero que aquella tan hermosa circunstancia le hizo decir, dicho esto el rey abrió su túnica y guardo cada uno de los objetos lujosos y todo el dinero que el cofre contenía. El niño llevado por el rey se dirigió a donde Vivian las personas más necesitadas del mundo. Al llegar a este triste lugar Esteban, demostrando la gran generosidad que lo caracterizaba entrego todo lo encontrado en ese asombroso cofre. Cuya aparición lo había tomado por sorpresa, y emprendió el regreso pocas horas después a su hogar. Con una lección en su pequeña pero sorprendida mente, siempre habrá sorprendentes circunstancias que podan a prueba nuestra generosidad. Además la generosidad y la solidaridad son virtudes que cualquier persona debe tener, ya que nos hacen mejores personas.
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