Mi Musa
Publicado en Apr 03, 2013
Sola estaba con mi pena
regocijada en mi dolor embriagada de tristeza turbada por la desazón. Tendida sobre la cama, casi por llegar al llanto que brota desde el alma… ¡Y el corazón dio un salto! Mi nombre fue dicho dulcemente pronunciado en cadencioso ritmo a punto de ser cantado. La voz aterciopelada. Suspirosas consonantes, esas aes prolongadas como no había oído antes. La oscuridad ocultaba alguna forma, alguna imagen, que tal vez se transmutaba hacia lo que ellas hacen. Otra vez la dulce voz… Fluctuando entre las sombras desde la mente al corazón serenamente, me nombra. Levantándome la frente, olvidándome la pena, musitando lentamente las palabras de un poema. Y soltando todo el llanto que ya me sofocaba comprendí después de tanto sentirme desalentada, que esa voz no era mi voz, y que mi musa no es a medias: ella extrae con pasión poesía de mis arterias.
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LAPIZ ESCRIBE
Carolina Esguerra