Querer definir el yo con un todo de imitación colectiva.
Limitar el vasto espectro de instancias humanas.
Una devoción superficial que pareciera ser real.
Siempre debe existir un otro.
Para que mi fanatismo sea funcional.
Para poder decir que lo que yo creo es mejor.
Nuestras diferencias no nos hacen diferentes.
Te hacen inferior. 
Nunca consideraré tus opiniones.
No son válidas.
Jamás intentaré comprender tus argumentos.
No son lógicos.
Mi verdad es absoluta. Única. Perfecta.
Entonces yo soy perfecto.
Ya no necesito nada de nadie.