. “Las Batallas en el desierto”, es una novela digna de llamarse magnánima; por su complejidad tanto en la trama con la que se expone, su sencilla e infantil redacción asemejándose a la de un niño grosero nada diestro en esta área; pero sobre todo por la peculiar perspectiva del Distrito Federal de los 50s, pues José Emilio Pacheco la presenta a pesar del progreso, como una perdida de la ética, moralidad y el mexicanismo, abriéndole paso al monopolio económico, social y cultural estadounidense.
 
José Emilio Pacheco es uno de los más grandes escritores mexicanos de todos los tiempos, con dificultad alguien podrá secundar sus pasos y superarle, ha profundizado en la poesía, el cuento, ensayo, introducción y la novela, fue profesor de la UNAM y la Universidad de Essex. Ha sido galardonado con premios: El Cervantes (2009), El Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2009), El Octavio Paz (2003) y El Xavier Villaurrutia (1973). Pertenece a El Colegio Nacional y es miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua.
 
Esta obra se centra en el México de los 50s, presentando todos sus problemas y beneficios desde la mira de un adolescente cuya edad osa en los 11 o 12 años de nombre Carlos, tomando el texto el carácter de un diario o más bien de “unas memorias”(así se le llama al texto donde un hombre plasma sus recuerdos “mis memorias”), la estirpe de este que experimenta la dura, cruel pero dulce travesía de la niñez a la adultez es de una familia acomodada venida amenos, de hay que Carlos siempre saque a flote los problemas que esta Ciudad agringada genera; en especial a su papá (dueño de una fabrica de jabones), puesto que la entrada al comercio de marcas como “ACE” perjudica a tal grado de oscilar en la ruina.
 
El adolescente expresa sus nuevos intereses, su despertar en la compleja vida y relación del humano para con él y su semejante, describe sus interrogantes, respuestas, aseveraciones acerca del “todo” que comprende un definido tema, tomando un papel subjetivo, sin embargo razonable de su entorno tanto de “hecho” como psicológico, e incluso me aventuro a decir-verídico e irrefutable-. Con sutileza, pero con un toque de excitación y perversión besa y aspira los dulces, apasionantes, densos misterios del sexo y la autoexploración, teniendo como inspiración sublime, bella y frágil la imagen y esencia de una dama; partiendo desde el acto (apareamiento), complementación de dos seres en uno solo (amor) y la depravación (violaciones, sexo masoquista, relaciones degeneradas y sucias).
 
Carlos resalta la fragilidad del hombre sobre todo la del joven al caer perdidamente enamorado de la mamá de uno de sus amigos (mujer joven y hermosa), siendo este sus primer amor, es un poco estúpido pensar que alguno de 11 años que sigue mas  en la niñez que en la madurez tanto psicológica como fisiológicamente hablando, pudiera encontrar el “amor” en primer punto porque ese tesoro solo se encuentra con la experiencia, edad y personalidad y en segunda encontrarlo en una persona que le redobla la edad; pero como dice la BIBLIA “Nada es imposible” y he hay.
 
Ya no puedo dar mas detalles, por que de ser lo contrario la magia, misterio, y el alma de la obra sé esfumarían como la carencia de perejil y jitomate en una sopa de pasta desbrida.
 
En conclusión esta novela no puede faltar en sus bibliotecas pero más importante en sus corazón y mentes, quiero destacar que esta lectura no es para ignorantes, pues los ignorantes juzgan sin razón alguna, no comprenden y por ello lo atacan como un can le ladra a un globo por miedo y por  “el no saber”, estas personas confunden el arte con lo grotesco por ejemplo ofenden al autor por emplear tal léxico por que lo consideran inapropiado, o por el tema tratado por tocar cuestiones de sexo como las obras de Márquez de Sade  pero no se dan cuenta de que el arte es expresar las cosas como son sin ningún fin ni lucrativo ni de maldad. Por ello yo invito a que todo aquel que posee un raciocinio  se empape de estas paginas pues les aseguro que la lectura será un milagro para ustedes.
atte:philosophus