Abundan las tristezas cuando el sol no brilla...
  Cuando tu no estás, no sigas permitiendo que en tiempos como estos... faltes, el cielo se hace inalcanzable, cuando permaneces de espalda, el cielo está totalmente oscuro, cuando no te dejas brillar, estoy conduciendo rápido, sin importar lo que deje detrás, estoy dejando mi hogar, el hogar que construimos llenos de sueños, los que tapizamos con esfuerzo y esmero, se han deslizado como telarañas en olvido, todo se ha convertido en un juego en el que hemos perdido, sigo soñando con el aroma que emana tu piel, el que permanecia en mi nariz al despertar, entralazar tu largo cabello con mi frágil dedo, ¿como he de olvidar cada detalle? si no he vivido desde entonces, solo tuve la oportunidad de hacerlo, cuando me encontré contigo.
 
  El vacío crece y estoy aburrida de sentirme tan loca, de mirar fotagrafías que se destiñen, que siguen culpandome, todo sigue tan latente encargandose de que me vuelva adicta a este dolor, pero no lo quiero, te quiero junto a mi. Las paredes me hablan y aparentemente la cordura se esfumó cuando cerraste la puerta de la habitación, como quisiera aplastar ese "adiós", cada letra pronunciada de tu boca, ha dado como dardo en mi pecho, oh ¡No imaginas como han de ser las noches en que no estás! el insomnio me visita, me lleva a lugares haciendome presa del miedo, te necesito... que sostengas mi mano y me hagas ser fuerte, solo sonríe y todo estará bien, solo un destello de su dulce rostro y entre toda esta tormenta el sol brillará.
 
Sueñame feliz... sueñame corriendo por campos llenos de mariposas, que estas vuelen conmigo, dame tu mano y baila conmigo, haré sonidos, haré miles de canciones, pero no me dejes.