el fantasma hambriento
Publicado en Aug 24, 2009
La nada, acaparando lo vertical, fue suavizando mis huesos, volviéndome nube, lágrima de ser querido. En éste sueño que es mi Juicio, descubrí al centauro de sólo un corazón que se debatió desde siempre, en una dialéctica de virtudes y pasiones, tesis y antítesis de coraje y de congoja, de oro y de sangre, de santidad y de agachadas. Descubrí que el viejo Dios vuelve a no hablar a los más vivos, porque el viejo Dios, jamás habla, ni a diestra ni a siniestra. Descubrí que así como zarpamos en un viaje que no elegimos, tampoco tenemos derecho a concluirlo a voluntad, aunque creamos, por sobrados motivos que nos da el dolor, que la nave somos nosotros. Descubrí que aquel sólo corazón, como todo, tampoco me pertenecía, aunque latiese y muy a mi pesar, siendo la maquinaria que impulsaba los sueños de la nave de mi Yo, al que descubrí mero atuendo, el Yo que debía llegar hasta el final de la odisea. Debí intentarlo. Sólo así podría volverme tierra, larva, raíz, flor, ave, nube.
Quizá así tuviese el reflejo de mis recuerdos y no fuese este maldito fantasma hambriento. Es el infierno.
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miguel cabeza
Besos
Ricardo diaz
Te atrapa a cada instante
Porfavor lee mi nuevo texto: maldito homicida
Y dame tu opinion gracias
Escribes muy bien
Me gustaria escribir asi :-)
inocencio rex
tenemos derecho a todo, hasta de bancarnos la condena.
Gabriel F. Degraaff
inocencio rex
te recomiendo en textale a arturo palavicini, un mexicano que es realmente bueno.
gracias de nuevo y saludos.
julieta fernandez
por suerte existe el arte,( la pintura y la literatura), q ayuda de algun modo a quitarle un poco el peso a esta realidad tan cruda.
saludos!!