La mujer excedida de amor
Publicado en Apr 15, 2013
Las pisadas
primero y los golpes de puño luego, lo hicieron percatarse que recibían visitas, cuando ya estaba en el cuarto, presto para dormirse a las doce y veintitrés de un día jovencito del invierno. -¿Quién puede ser a estas horas? ?se sobresaltó la esposa que rezaba uno de los cuatro padresnuestros de cada jornada. El hombre, vestido con su pijama azul, se calzó sus pantuflas y, a paso cansino, salió dispuesto a saber quién era el que osaba molestar a esas deshoras. Al abrir se halló con la figura de un gendarme, escoltado por otros dos, al parecer de menor jerarquía. -¿Buenas noches, qué desea usted? ?en tono bonachón. - Buenas noches, caballero, me permite pasar si es tan amable, hace bastante frío aquí a la intemperie y le explico por qué lo molestamos a esta hora. - Sí, como no, pasen ustedes. Los gendarmes se ubicaron los tres juntos en el sofá del living. El hombre arrimó una silla. -¿Tendría una taza de café caliente? Usted sabe, el frío es mucho y uno anda toda la noche, por más que nuestro trabajo es muy eficiente al punto que hemos bajado el índice de delincuencia no podemos darnos el lujo de cesar nuestra labor. La gente es buena, pero si se la vigila es mejor decía un jefe mío. - Sí, como no. Ya mismo les preparo. La mujer, oído atento, desde el dormitorio, comprendió el motivo de esta intempestiva irrupción policial. Más atinado sería definir que temió que el motivo fuera ella misma. Trató de tranquilizar y pensar de modo positivo. No debía sentirse perseguida. De cualquier modo, se detuvo como fulminada por un rayo en detrás de la puerta del cuarto y puso la oreja para escuchar lo más que pudiera. Su rostro, por más que fuera mala señal, era de pavor. - Bueno, usted comprenderá ?comenzó el de mayor rango y único que articuló palabra, como era regla. Al tiempo, que ponía una agenda negra sobre la mesa ratona que enfrentaban. El dueño de casa, tono amistoso, no entendía demasiado. - Usted comprenderá ?encauzó- como está difícil la vida? y uno lleva una tarea dura. La de controlar que todo esté de acuerdo a como manda la ley. Porque para eso están las leyes y los códigos para que se respeten, caso contrario esto sería un caos. Ya demasiados dolores de cabeza nos dieron esas ideas de libertad que supimos desterrar después de mucha lucha. Abrió la agenda, buscó una página determinada de entre sus páginas y se repantigó en el sofá, mientras sorbía un trago largo del caliente café. El dueño de casa, tuvo una sensación de intranquilidad. - Vea, mire aquí esta tabla comparativa... puede ver ?entregándole las hojas. Entonces el hombre comprendió por qué era la visita. Recordó en ese instante que a los Galdames los habían retirado de su casa en mitad de la medianoche una vez que se habían excedido de los parámetros exigidos por las planillas de control ciudadana. - Debe haber una equivocación ?musitó. Vea yo soy un hombre responsable y decente. Sé muy bien cuáles son mis deberes de ciudadano y necesito que vengan a darme una lección de cómo debo comportarme. Sé que todavía quedan algunos degenerados que se entregan a los excesos, pero le aseguro que no es mi caso. - En todo caso, tendrían que ir mañana a primera hora a nuestra oficina para someterse al examen. A propósito ¿su esposa duerme ya? Por allí ella podría darnos alguna explicación, no sería tan amable de llamarla un momento. No la vamos a demorar mucho más que lo que dura en tiempo la formulación de unas pocas preguntas. Con escasas ganas, el hombre aceptó: - Está bien, voy por ella. - De más está decirle que si se comprueba el ilícito es una pena grave, porque no estamos hablando de un simple hecho delictivo. Sino del más grave de todos, porque sabemos bien que el del amor es un bien no renovable, y que si se abusa de él en unos pocos años vamos a terminar todos muriéndonos de angustia y desamor y el planeta se va a convertir en un sitio inhabitable. Y hay gente inescrupulosa que se pasea derrochando lo más campante sonrisas, besos, abrazos, carcajadas como si se tratara de la nada misma. Se ríen y nos toman el cabello, por eso las penas pueden llegar hasta la muerte misma, el miedo para ellos es un buen consejero. Todos recuerdan todavía con las tripas revueltas la noche que quemamos a esos tres mil tipos que ya no tenían cura y llevaban por el mal camino al resto de la sociedad. Bien sabemos que los jóvenes son el sector más vulnerable. Y no podemos permitir eso bajo ninguna circunstancia. Estaba con su mirada clavada en una foto de un niño montado en un caballo, unos veinte años atrás, con un hermoso césped verde como escenario. - Sí, sí, ya sé todo eso, pero le repito que debe haber una equivocación? En el cuarto, la señora practicó una breve y rápida carrera hacia su cama. Tapándose por completo con sus frazadas al tiempo que el hombre ingresó con paso decidido y cara contrariada. Enseguida, sin mediar palabra, puso las planillas en las manos de la esposa y entonces si mencionó: - ¿Vos acaso podés explicar esto? Escrutó fríamente la señora, para luego: - No entiendo nada? ¿y vos? - Vestite y vení a decirle vos misma al oficial que no sabés nada y que debe ser un error de alguien. Sin esperar respuesta, el hombre salió diligente. - Ve, mire bien, ahí, la familia 59. GASTO DE CARIÑO SECTOR IIX (DATOS MES DE ABRIL) Nº casa Familia Hijo Total Mes Permitido Diferencia 53 Martínez S? 2.375 2.500 125 54 Acevedo NO 1.040 1500 460 55 Edwards SI 2.125 2.500 375 56 Figueredo SI 1.880 2.500 620 57 Boneth SI 2.350 2.500 150 58 Vera NO 1.440 1.500 60 59 Benavídez NO 1550 1.500 +50 Solícito y servicial, el oficial le señalaba a la esposa que recién llegada de la habitación fingía no estar al corriente. -Pues, ya le dije a mi marido que no entiendo por qué tenemos esas cifras. Debe haber una confusión. ¿Vos podés explicarlo? Su marido, expresión compungida, solamente meneó la cabeza de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. El policía los observó esperando hallar una seña que los delatara. Al no tener éxito, solo atinó a lo siguiente: -Bueno, yo les voy a hacer ahora mismo una notita de citación para que vayan mañana a primera hora, a ver la oficina abre a las siete y media de la mañana, así que ustedes deberán estar ahí en nuestra oficina central? El que parecía ser el jefe de los policías era el único que hablaba, pues los otros dos hacían las veces de guardaespaldas y se mantenían firmes y circunspectos. -Y ahora mismo voy a avisar que se disponga todo para el examen. Serían tan amables de mostrarnos la última ?boleta de amor?, la del mes pasado? -Sí, como no, permítame que la busque? -nervioso el hombre encontró con su mirada a la esposa, que era la encargada de guardar esas boletas que eximían o condenaban. La señora enseguida apareció en la sala con una carpeta, de donde extrajo la última boleta. Se la entregó al policía. Éste la escrutó pausadamente. El tiempo parecía ir en cámara lenta. -Humm, a ver qué tenemos acá? Pero ustedes estuvieron al límite el mes pasado. -Sí ?se excusó la mujer- fue porque cumplimos tres años de casados? usted sabe? -No, yo no sé. ?tajante el oficial-. Llevo cuatro años y tres meses de casado y jamás se me pasó por la cabeza cometer este tipo de imprudencia. Ahora creo que no hay ningún tipo de equivocación con ustedes, me parece que ya sé con qué clase de gente estoy hablando. De cualquier manera mañana deberán presentarse y hacerse cargo de lo que sea, el examen no admite discusión ustedes eso lo saben bien. Se fue apurado, casi sin saludar, dejando en la mesa la última boleta del amor: TOTAL DE AMOR EXPRESADO FAMILIA BENAVIDEZ DESDE 01-04 A 30-04 Miembro Especificación Cantidad Intensidad Total Parcial Esposo Abrazo 10 Media 150 Esposo Abrazo 2 Baja 20 Esposo Beso Mejilla 11 Baja 110 Esposo Beso boca 2 Media 70 Esposo Beso boca 1 Baja 25 Esposo Relación sexual 1 Alta 80 Esposo Relación sexual 1 Media 60 Esposa Abrazo 20 Media 300 Esposa Abrazo 10 Baja 100 Esposa Beso Mejilla 10 Media 150 Esposa Beso Mejilla 11 Baja 110 Esposa Sueños 5 Platónicos 100 Esposa Besos boca 3 Media 105 Esposa Relación sexual 1 Media 60 Esposa Relación sexual 1 Baja 40 TOTAL MES DE ABRIL: 1.480------- La oficina abrió sus puertas puntualmente a las siete y treinta. A esa hora, la pareja esperaba desde hacía dos minutos y medio. En el escritorio de recepción se anunció el marido: - Familia Benavídez, nos están esperando. El empleado comprobó en su computadora. - Ah, sí ustedes son los de la junta. Esperen un momento que ya los van a atender. Los especialistas ya han llegado. Tomaron asiento en un sofá y aguardaron. La mujer comenzó la charla: - Mirá si llega a ser verdad. ¡Qué vergüenza! Como nos vamos a presentar en sociedad los domingos en el templo. Mirá si llega a ser verdad? - Tranquila querida, no hay motivos por qué tener miedo, no va a pasar nada. - ¿Y sí pasa? El hombre comprendió entonces que eran culpables. Que por más que los estudios denunciaran una situación anómala, ya eso era algo accesorio. La verdad la estaba exponiendo su señora con sus preguntas de cómo soportar el dedo acusador de los conocidos. Ellos sabían como, hasta incluso ellos mismos, se comportaba la gente en asuntos como estos. No estaba bien visto que aquellos que caían en la tentación amorosa fueran aceptados como un crimen corriente, al contrario era el peor de los pecados el dejarse llevar por la sensualidad. Algunas caricias de más, besos repartidos indiscretamente, relaciones sexuales demasiado intensas y toda la maldad que conlleva ese tipo de comportamiento corruptor del alma. Enseguida le vino a la mente el recuerdo de su vecino Áchaval que se tuvo que ir a vivir a la lejana ciudad de los pecadores sexuales una vez que cumplió su condena de 6 años por haberse excedido por 100 puntos del límite permitido por la ley. Después de atravesar un pasillo angosto, los condujeron a una pequeña sala. Los hicieron desvestir completamente. Una secretaria los ubicó en sendas camillas, acostados boca abajo. La habitación estaba vidriada completamente. Se acercó un médico jefe con un aparato en la mano. - Buen día señores. Es un trámite sencillo. Solo les pondré unos segundos el láser sobre el chip de cada uno de ustedes. Y con eso nomás ya tenemos los datos que necesitamos. El hombre quiso incorporarse, la mano firme del médico lo detuvo. - ¿Y cuándo tendremos los resultados? - En un momento nada más, es rápido nomás. Llevo el láser con la información almacenada y la junta determinará qué decidir. - ¿Y si nos excedimos? - Sobre eso no puedo emitir opinión. Nosotros solo hacemos el trabajo de llevar el láser y ahí los especialistas miran los resultados y dicen cuál es la condena que deberían cumplir. Antes de partir de la sala, tuvo tiempo para sugerir. - Ustedes por ahí no saben pero para evitar estas tristes desgracias nosotros estamos experimentando con un método que ya está bastante avanzado para controlar los impulsos. Estamos todavía en etapa de experimentación pero viendo cómo ustedes son unos pobres pecadores irresponsables les voy a dejar mi tarjeta para que me llamen desde la cárcel así los ayudo a ser equilibrados en sus sentimientos. Después de realizada la inspección de los chips los hicieron vestirse y les sirvieron una taza de café que fueron a tomarse a una sala contigua, donde se veía a empleados metidas sus narices en gruesas carpetas y sin conversar entre sí. Estuvieron un cuarto de hora viendo ese paisaje hasta que se acercó la secretaria que los llevó atendió en el consultorio y los hizo recorrer unos treinta metros hasta detenerse frente a una puerta similar a todas, donde golpeó dos veces con los nudillos de la mano derecha. Sin aguardar respuesta, a los cuatro segundos, franqueó la entrada asomándose cautelosa y luego sí hizo gesto cordial para que la pareja réproba ingresara. Se trataba de un salón blanco. Blancas eran las paredes y blanco el piso. La gran mesa ovalada y las sillas que la circundaban. Seis personas circunspectas completaban el escenario. Cinco individuos del sexo masculino. Todos ellos de una edad no inferior a los sesenta años. La mujer, de rasgos de singular belleza, parecía como de cuarenta y su figura cuidada contrastaba con los voluminosos cuerpos de los jueces. El que estaba a la cabecera de a mesa, un gordo de barba blanca y ojos curiosos y penetrantes sus miradas, los invitó a acomodarse en el extremo opuesto. _ Señor y señora Benavídez. Pueden sentarse ustedes allí? Después de las gracias. El juez de mayor rango continuó: _ Bueno, a ver. Comencemos. Le cuento que hemos inspeccionado con esta magna junta compuesta por los notables aquí presentes, los resultados de la inspección a los chips que realizó el benemérito doctor Martinatti a través de su poderoso láser. Los acusados permanecían mudos. El obseso reubicó sus anteojos. Luego buscó en unos papeles ordenados y puso a consideración la siguiente tabla: El jefe de la junta los trajo de nuevo a la realidad. _ Ustedes saben que mentir y la mala intención son elementos que van a ser determinantes en nuestro veredicto. De cualquier manera, señorita acérquese ?a la secretaria que los había conducido hasta allí. _ Llame a la policía que cuando ellos estén aquí empezamos con este caso. Y que se separen, total aquí no hay demasiado para debatir. Va a ser cuestión de unos pocos minutos. La secretaria caminó presta. El juez, volviendo la mirada hacia la pareja en tono amable: _ ¿Desean un vaso con agua mineral? Esperaremos tres minutos. Sin mirar a los demás se puso a hojear la causa. La acción fue repetida casi instantáneamente por los otros integrantes. Dos golpes de nudillos y a la brevedad, la secretaria escoltada por los mismos policías de la noche anterior. Los oficiales se deshicieron en reverencias hacia la junta y sobre todo para el presidente. Ni siquiera dedicaron un hola de buena educación para los acusados. Entonces el juez principal dio sentencia luego de una sucinta presentación del caso que medida por reloj duró 2 minutos con 46 segundos. _ Señores, aquí está la tabla. Este es el elevadísimo gesto de cariño que ustedes han despilfarrado imperdonablemente. De más creo está decir que hemos tenido que traerlos a este justo juicio debido a que ustedes no tienen derecho a gastar indiscriminadamente y sin control bienes no renovables como besos, caricias, abrazos y relaciones sexuales. Ya saben bien que es patrimonio de la humanidad y ustedes saben cuánta cantidad pueden utilizar. Para eso tienen el chip inserto en sus testas. Para eso nuestros científicos se han quemado sus pestañas y gastado sus sesos para crear este sistema infalible que controla el amor. Para que después no haya recriminaciones ni malos entendidos. Ustedes al cumplir los 13 años firman el contrato que les permite vivir en la buena sociedad donde se comprometen a llevar una buena vida, sin excesos ni vicios. Y saben que si se salen de los parámetros permitidos deben pagar por ello. Y también sabían que si no se avenían a firmar el contrato podían vivir en la mala sociedad y allí no hay límites? por eso las elecciones son buenas, a nadie se le obliga a hacer algo que no le gusta. Por suerte los buenos podemos elegir vivir todos juntos y los malos están agrupados también todos juntos para que revienten en sus cochinadas? Así que señores con el láser sale todo, al láser no se le puede engañar y además por si hiciera falta podemos recurrir a las filmaciones? pero también pensamos que podía tratarse de un error administrativo, hecho no tan probable pero si posible, alguna vez nos ha tocado y no hemos tenido empacho en rectificarnos con todas las de la ley, incluso dando a la pareja afectada un viaje a Mar del Plata. Tenemos la falibilidad como una característica humana, a la que cada vez le vamos quitando margen y quizá en un futuro no tengamos más errores? pero ese es otro asunto. _ Los resultados fueron contundentes y no admiten de ningún modo apelación. Ustedes han venido llevando un tipo de vida deleznable y que no es buen ejemplo para las nuevas generaciones. Un tipo de vida que debemos combatir con nuestras armas más feroces. Porque no se trata solamente de la familia Benavídez, ni tampoco de cuestiones tocantes al interés público de nuestra población y ni siquiera del país o región que nos tocó vivir sino que se trata del futuro de la humanidad. Eso es lo que está en juego? por más que a los ojos de la gente rasa pueda parecer descabellado, pero si juntamos varios Benavídez esto ya después no tendría vuelta atrás? nos habría ganado el caos y el descontrol y por más que la escuela y la iglesia instruyeran con los más sanos preceptos los niños nos mirarían con recelo. Y pensarían que la jarana y los vicios y los placeres son objetivos más fáciles de cumplir? y que no hay que hacer mucho para conseguirlos. _ Lo de ustedes no es que se trate de una cantidad ínfima ni que se trate de un caso aislado ya en los meses anteriores estuvieron al límite de lo permitido. Sobretodo usted señora qué necesidad tiene de sentir tanto! Lo suyo es grave por eso la vamos a derivar a la cárcel-hospital, donde quedará alojada por el término de un año y dos meses. Mientras que su marido va a tener que cumplir una condena común de tres meses. Si usted señora tiene buenos progresos saldrá en menos tiempo porque están obligados a engendrar un hijo, para lo que se les dará un plazo de 1 año y medio a partir de la salida de la cárcel de la señora. En caso que ese tiempo no les resulte suficiente saben ustedes que deberán abandonar la buena sociedad y los recibirán en la mala sociedad, donde allí la gente no está obligada a casarse ni a tener hijos. - ¿Tienen ustedes alguna última pregunta? El culpable observó de soslayo a la mujer. La culpable no tuvo el atrevimiento de levantar la cabeza. Al menos juntó decencia para no llorar.
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alia elvira galeano c
Hugo Nelson Martn Hernndez
celma llamas
Hugo Nelson Martn Hernndez
Marcela Isabel Montes Silva
Felicitaciones y grata de aceptar tu solicitud de amistad.
Atenciosamente, Marcela.
Hugo Nelson Martn Hernndez
Zulema
Hugo Nelson Martn Hernndez
silvana press
Sin ser sancionados estamos pareciéndonos a tus personajes, midiendo el amor.
Me gustó tu historia, no muy extraña en este mundo.
Gracias por tu creación tan original. Cariños
Hugo Nelson Martn Hernndez
Elvia Gonzalez
Hugo Nelson Martn Hernndez