Muchos conocen mi nombre. No es necesario repetirlo...
 
El Espacio, La Ultima Frontera. Con su ferocidad camina en mi piel con certeros aguijonazos de estrella.
Voy rapido a la sala de mandos. Atravieso sensores, muerdo con los ojos, vibraciones en flotantes sonidos.
La embriagante y aturdidora fragancia de las maquinas me envuelve... afuera, meteoros desafian la fuerza de mi nave...
 
Luego, en la sala medica me encuentro mirando el techo(quien soy despues de todo? soy un hombre o una maquina?
o un compuesto de fibras inestables que rugen bajo el sol?)por mi mente extraños dromedarios se pasean. Beduinos pelmazos. Tormentas de arena y de acido(Beso serpientes, llego a la cueva de la muerte donde la navaja se desliza sobre mi lengua...Dios! en que momento perdi el orden en mi vida! navegar por el espacio no es de gente normal! navegar sin rumbo fijo, sin coordenadas, lejos de la certeza de un satelite, con hambre en el alma y desatado temperamento errante!)
 
Teddy... el oso que tanto querias ahora duerme sobrecogido atado con babas a mi cuerpo... Tengo frio, debo admitirlo.
Tengo el frio, el dolor y el miedo de un niño de 5  años. Creo que hasta estoy mojando mis pantalones. La temperatura de la aeronave ahora tiene garras y colmillos y puedo sentir el aroma de carne desmejorada desde la zona de alimentacion.
 
Muerdo mis uñas para ver si encuentro a Dios pero es ineficaz. Es doloroso. Mi vida en la tierra es como el dorso de un lagarto muerto. Hace años que olvide los espejos. Me asustaba lo que encontraba alli.
 
Una curva horrorosa poco a poco se desliza debajo del cuarto. El aire acondicionado es asfixia. Sal y ardores me provocan
nausea. Quiero aferrarme al ultimo muelle de mi vida donde las palabras no eran sangre sino oxigeno. Te amo, desesperadamente. Te amo maria... el hecho de que seas  virgen todavia no ha sacado de paseo tu belleza...
 
Gondolas de poblaciones muertas tejen su musica desenfrenada alrededor de mi nave. Sinfonias salvajes por los caudillos
luego de largos combates en otras regiones de la galaxia.
Coros de naves con sombra negra y seres con los cuellos descoyuntados exhibiendo sus fibras tempestuosas de hirvientes
y lechosos tentaculos...
 
Es la feroz muerte mi querida, la muerte que navega y cruza con su guadaña todos los confines del universo.
solo los primordiales pueden hablar de eternidad: la sagrada inmortalidad. desde sus lechos y sus arrecifes, desde sus penumbras de hierba enrojecida Ellos pueden ver al hombre y su infamia y sin enrojecerse masticar lentamente sus densos y apergaminados labios esperando que los hombres se destrocen entre ellos, que se desafien al combate...
 
Me dejo ir.
Entre tus plegarias una cancion de leche llega a mis encias moribundas. 
En algun puerto estelar me encontraran...me encontraran sin fuerzas ya...
 
Falk. El costo de estar demasiado vivo.010