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Arma blanca
Publicado en Aug 24, 2009
"perdoname Majo", de un graffiti en Carranza y Paraguay (Bs. Aires) Majo, perdóname: la sombra de una rosa no es la rosa. (Me voy retirando, Majo: en las inmediaciones de mi alma un pájaro devora su altura.) ¿En qué año nací, Majo? ¿Hace un año? ¿Acaso un mes? Soy un ciego en algún punto del paraíso. Contempla tú como nunca mi destino. Abárcame, hasta que se levante mi obscuridad y vuelva a ser el absurdo caminante que te esperaba, el corazón en mi pecho levemente en marcha: "bienvenida, Majo". No me compares con el aire ni con el final de un cuento nunca leído a la luz del sol en plena noche, porque aire y sol son partes del universo, y yo estoy -hace apenas dos minutos- más alla de todo cosmos, viendo con ojos de ciego los cuerpos untados con aceites chinos para huír del poderoso olor de la muerte. (Labio de la muerte, aléjate.) Así y todo, cuando apague este poema no sé qué quedará de tí. De mí, te dije que lloré sobre mis pies con mis ojos de viejo hace sólo dos minutos. La vida es ésto: un bodegón desierto donde hasta el vino es ausente, un gran tiempo que pasa entre caricias duras. El decapitado amor. Tú estuviste más allá, junto a los árboles que barrían mi montón de estigmas. Conoces la forma de decir adiós, un sábado en la pequeña tarde que llovía. Yo conozco la zeta, úlima letra con la que escribo zálvenme. Guillermo Capece que
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Descripción
Palabras Clave: desolacion amor muerte Categoría: Poesa Subcategoría: Poesa General Derechos de Autor: Direc. Nac. del Derecho de Autor (G.C.) |
Guillermo Capece
respetuosamente te digo y con sinceridad, que me descolocas con tantos elogios; no estoy acostumbrado a ellos... mas bien mi poesia y mis cuentos han pasado con cierta indiferencia, en terminos generales
Pero acepto con mucho agrado que te guste como escribo.
Un abrazazo desde Buenos Aires.
Guillermo Capece
que no es alli donde debemos poner el punto, sino en el silencio y en todo caso volver a leer el poema para satisfaccion nuestra.
Pero es cierto tmb. que el que publica en un blog espera una respuesta, cualquiera que fuera.
El autor debe devolver esa gratutud que recibio? Las normas sociales dicen que si.
Y a veces uno tiene ganas de agradecer, como en este caso: gracias Luna.
Arturo Palavicini
Probablemente ésta ha sido la expresión más bella que jamás he leído acerca de la muerte y de ese sendero por el que todos habremos de cruzar.
Te felicito de corazón.
Es un extraordinario poema.
Arturo Palavicini
LunaRoja