EL CREYENTE INCRDULO
Publicado en Apr 20, 2013
DINÁMICA DEL CREYENTE INCRÉDULO En casi dos mil quinientos años han acaecido no menos de tres mil guerras; algunas de ellas amparadas bajo la fe religiosa (Las cruzadas); por ende, miremos un momento las ideologías tira piedras que encierran al hombre en sectarismos opuestos al desarrollo humano: (Israel, Palestina y otros mas llevan años matándose en nombre de sus dioses) No me creas No tienes por qué creerme a mí ni a todo el mundo, hay que pensar en nuestra propia elección. Yo puedo decir lo que me plazca porque me siento bien con mi verdad; soy responsable de ella, pero, lo que no es de mi incumbencia es el cómo tú lo comprendas. Si mi afirmación en cuando a la inmortalidad te agrada, bien por ello, y si te desagrada me importa un pito. La creencia es un gran veneno. Indagar es difícil y creer es lo más fácil. No te creas a ti mismo Todos fuimos programados para creer en un sistema de defensas. Al nacer, ni siquiera elegimos nuestro propio nombre, nos pusieron uno que guardara semejanza con nuestra prole. Así, muchas vanas conjeturas fueron almacenadas en la mente, presumiendo que así llegamos a la senda de la felicidad…mentiras y mas mentiras, aturdimientos enraizados que solo nos hacen sufrir en silencio, por las enseñanzas ya insuficientes ante la demanda de una nueva educación que nos aleje del mal llamado colectivismo, que nos roba nuestra condición de indagar por cuenta propia. No creas en la voz interior cuando te grita que eres un asno, que no eres lo bastante bueno, que solo eres un desdichado; el éxito y el fracaso son vías que nos llevan a pensar que estamos en la cumbre o en el hueco, cuando lo cierto es que el mundo circular es un eterno retorno de veleidades aunadas por el carácter que llevamos en nuestra esencia. Voces que andan incinerando la conciencia y que, por momentos te hacen creer y pensar que eres un bueno para nada; pero, es mejor que no te sigas creyendo cualquier cosa que te haga sufrir. No te juzgues sin tiempo…decía Benedetti. No creas que tu vecina es una ramera porque lleva su tercer noviazgo, eso seguro lo afirmó tu papá puesto que en tiempos de maría castaña se encontró con una sierva decorosa de tal compostura. No creas en lo que te digan que creas, cree en lo que tú quieras creer por experiencia propia. Ni siquiera creas en esto; la verdad de cada quien es una búsqueda, no una fe. En la india, cuentan la breve historia sobre un grupo de diez ciegos que se proponen cruzar un rio. Al llegar a la otra orilla, tienen la duda de si están completos. El que hizo el cateo afirmaba que le faltaba uno; fueron varios que hicieron lo mismo y seguía faltando alguien del grupo. Rompieron en llanto creyendo que se lo había llevado la corriente; pero, un hombre que los contemplaba desde una piedra soltó las carcajadas. Los ciegos, llenos de nostalgia le preguntaron qué podía resultar tan risible en ese momento. El forastero los puso en fila y les dijo: - cuando toque al primero va a decir uno, al tocar al segundo dirá dos, y así sucesivamente hasta el último. Cuando terminó de contar el décimo, no podían entender qué fue lo que pasó. Es un antiguo misterio, dijo en una lacónica sentencia. ¿Cuál es el misterio? Replicó un ciego. Lo que ocurre, es que siempre contamos a los demás, los definimos, los ponemos de primero y nos olvidamos de nosotros mismos. Uno tiende a olvidarse de uno mismo y eso es lo peor que podemos hacer. No creas en nadie Acéptate a ti mismo para que te acepten los demás. Deja de creer en todos simplemente para caerle bien terceros que utilizan tus creencias para manipularte como un timorato. No creas en la mujer que dice venir a redimir el mundo y a la sociedad porque es la más pura según ella. Esas son las peores, y hasta terminan ejerciendo el titulado de bomberas cuando terminan apagando las candelas de toda una comunidad. Cuando no crees en todo lo que la rancia y defenestrada escolaridad imparte, estarás libre para conocer tu verdadera esencia que es lo que tú quieres ser por decisión propia sin complacer a nadie. No se trata de egoísmo, se trata de liberación individual para posteriormente ingresar a la sociedad tan llena de basura, que a veces le llaman cultura y saberes comunes. La vida es una sucesión de hechos irreparables. Lo que debemos hacer, es reflexionar hasta qué punto debemos creer en algo para no padecer de auto flagelos por los aullidos escatológicos que gruñen en lo profundo para juzgarte por siempre. Lo bueno y lo malo debes tenerlo tú mismo según las sendas que has recorrido. José A. Morales www.paradeima.blogspot.com
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