MITOTE: BASURA EMOCIONAL  
La sabiduría tolteca nos dejó un legado: Todo nuestro sistema de creencias está configurado a fuerza de veneno emocional. A menudo, juzgamos a las personas tomando en cuenta solo nuestra manera de disertar, y olvidamos que cada cual viene preconcebido por una serie de prejuicios infundados desde la filiación familiar, pasando por la escuela hasta llegar al simiente religioso. Lo más atroz, es que ya venimos golpeados por incontables experiencias, y creemos que lo que hemos vivido, nos da pié para sentenciar a trocha y mocha a los individuos. 
 
Mitote, considerado por los sabios toltecas, como el conjunto de voces que corretean por los senderos de la mente. Ese otro yo, que busca llamar la atención para ser aceptados y venerados por las reglas del sueño ajeno. De tal forma, que si por ejemplo, nuestro hijo, está canturreando algún tema que escucho por la tele, lo increpamos y le mandamos a callar porque esa vocecita es inclemente y jamás llegará a nada. Así es como el sistema de educarnos, va inculcando el miedo a ser espontáneos. 
 Hay 4 acuerdos que nos ayudará a minimizar estas premisas, y limpiar nuestro aparato cognitivo de la basura emocional, conculcada por años de domesticación, pero que, no es imposible de contrarrestar para en fin  alcanzar algo de libertad personal. 
 El primero es: "sé impecable con tus palabras", para evitar destruir la iniciativa del prójimo; asunto pragmático en estos tiempos en que los Estados Sureños, poseen un lenguaje similar al de un portero de burdel. 
 El segundo acuerdo dicta: "No te tomes nada personalmente". Recuerda que quien habla es el responsable de lo que dice, dando a entender que eso que sale de su boca, reafirma lo que es la persona. 
 El tercer acuerdo afirma: "No hagas suposiciones". Este acuerdo me parece el más importante, debido a que el funcionamiento de la mente Humana es muy complejo, ya que busca traducir todo lo que acontece en nuestro entorno. Un ejemplo recurrente, es en las relaciones de parejas; el hombre llega hastiado del trabajo, entonces, ve que su mujer está con cara de cañón, y, ahí empiezan ambos a suponer un sin fin de fantasías, porque "Se supone" que, como llevan tiempo juntos, el otro sabe bien lo que pasa por la mente. Allí viene el desparpajo, empero, no supongas, mejor vale preguntar. 
 El cuarto y último acuerdo sentencia: "Has siempre lo mejor que puedas". Aunque estés en un ambiente cargado de arrogancia y prepotencia, hay que esforzarse en dar el máximo de las capacidades personales, sin caer en el juego de las ironías verborréicas de congéneres capaces de cualquier arbitrariedad. Si te caes empieza desde el principio, y recuerda que comenzar desde cero, es una vergüenza abundante. 
 
                           Fuente: los 4 acuerdos de Don Miguel Ruiz
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José A. Morales