¿POR QUÉ COÑO NO SER CRISTIANO?
Desde hace más de dos mil años, la historia y las ciencias escolásticas se han atrincherado en que esos decenios ya pasados, son atribuibles a una cruz y sus malamañosas espinas. Entiendo por religioso y no por religión, aquel individuo inmerso en una cultura específica, quien trata de creer y tener fe en una imagen nacional o extranjera como arenga espiritual. Eso es aceptable porque no se puede andar por allí cual nihilista-marxólogo pateando todo lo que a uno le venga en gana, confiscando hasta el aire. Los estamentos trascendentales requieren en una sociedad, la fiabilidad de un dios colectivo que sea la esperanza que ilumine el río de añoranzas que colman nuestra esencia humana, en su mayor parte tendientes al romanticismo y la ilusión. Es lo más humanamente aceptable. Pero debe venir de la cultura y la imaginación, no del Estado y sus hombres que se hacen pasar por héroes salvadores. 
 Lo que de humano no parece, es cultivar en el día la enseñanza del hebreo crucificado, y en la noche portar un fusil en su nombre cuando ese no fue su mandato. Piedad y compasión me parecen términos de olvidada vigencia. Religioso es aquel acto en que miramos al prójimo, no para sacarle los cobres en nombre del cielo, el juicio final y la reencarnación de remordimientos, si no, para sanar las yagas que en el curso de la vida vamos agarrando. Se ha denominado al cristianismo desde antaño, como la religión de la compasión. Lo que hoy sabemos, que es una máscara de hipocresías conculcadas para así seguir sosteniendo ese mamotreto de ideario judeosemita. Trata de observar a uno de esos siervos que dicen ser cristianos a trocha y mocha...no hallaras en sus actos más que un cúmulo de felonías echadas bajo el regazo de la mampara cristiana. (Maldito el día en que Eleazar López Contreras en venezuela dejó algún acuerdo, prioridades para que la peste Judía entrara sabroso en nuestra nación).
 
Dice Cioran, que Roma no se cayó, si no que se derrumbó al momento que dejaron de ser egoístas y empezaron a complacer. Momento en que el cristianismo empezó a irrumpir con su dios alicaído por su tendencia solitaria. No es menos criticable cuando hasta el vértigo es la religión de la propaganda para sufrir. Los funerales diurnos son un insulto contra la luz. Habrán pensado los césares, al ver al jesuitismo, embebido en su traca virulenta de echarle mal de ojo a lo que es natural, desacralizando la propia cultura nacional para meter bajo las fauces de última moda un dios de fabricación reciente. Los conceptos ramplones, ya los conocemos: -El juicio final, remordimiento de conciencia, el dios de la contradicción, los libros que revelan algo improbable, y hasta podemos pensar que no se trata más que de un severo plagio cuando Moisés en medio de la sociedad Egipcia, copiando de la mitología Faraónica como le vino en gana, las agüitas que se abrieron por la mitad y las echó al sacrosanto valor cristiano, cultivador de la figura de "SALVACIÓN". Y ahora, cargamos con ese lastre, necesitando un salvador para todo. El culto a ese hombre que viene a salvarnos, desde la televisión, el deporte, las novelitas, el cine, la religión y por supuesto, en la política,  peldaños que no escapan al manejo de una fulana redención tan solo con la figura de un héroe.  
 
La polivalencia, el politeísmo, me parecen son algo más aceptables que el melodrama del monoteísmo. Aquí en Venezuela, contamos con incontables Ángeles y Dioses que son símbolo de nuestro sincretismo cultural. José Gregorio Hernández  María Lionza, y muchos más que no recuerdo, son la esencia de cuño religioso quien se ve por siempre escamoteado por la desidia visceral del dios crucificado. Apoderarse de todo haber, echándole mal de ojo a lo autóctono,  es la fórmula que ha adoptado el régimen Cristiano para adentrarse en los pueblos al estilo Romano y meternos como dé lugar esa apestosa religión extranjera.
De que Jesús fue un hombre versado en la oratoria, en la cábala y conocimientos gnósticos, metafísicos o paralelos a lo que comúnmente nos muestra la televisión y sus papas, no tengo dudas. Suspicacia me genera, la forma cómo lo han vendido desde hace miles de años. -El hijo de dios-, el redentor de los pobres, el recoge mendigos-, motes que dieron nombradía al hijo del Carpintero de Arimatea, quien tuvo siete hermanos, cuyo abuelo antirreligioso y demás personas, lo miraban con ojos de extrañeza y asombro. Prueba que da a entender que no fue concebido por el vientre celestial de María, al tener tantos hermanos, era un hombre como tú o como yo, quien con la otra María, se iba a sigilo por las montañas, quien sabe si a rezar las plegarias lúbricas. Joaquín Trincado en su obra: -Jesús hombre y no dios, detalla el asunto-. 
 
 El monoteísmo, por su contrario, ha sido la plaga de mayor vergüenza al doblegar el alma humana a inmolarse por Alá, por Mahavira a ojos abiertos y cerrados, y muchos dioses, que solo saben de invectiva para tenderle un cerco al libre albedrío. Preferible crecer bajo el cielo de varios dioses, a crecer bajo las sombras de un dios loco y sátrapa. (Musulmanes, Islamistas, Hinduistas, Cristianos, Cuba, Birmania, Corea, Camboya), países que prosperan en un estilo monoteísta de deidades salvadoras con un truculento estilo embaucador. Todo esto, muchos ya lo saben, y puede que se estén ideando un gobierno Mundial. Pero, ya se han observado que le empiezan a zumbar mal de ojo con motes del -Tercer Anti Cristo-.
 
¡Comed y bebed en la mesa! ¡Creced y reproducirnos! Mandamientos semitas que a cada diciembre lo evocamos. Pero, son meras insidias apostólicas que al transcurrir el año no se cumplen. Familias divididas por tendencias políticas o religiosas, hermanos que en su hermandad se follan a sus mujeres, amigos enemistados por chimbas posturas políticas, amores que se separan por amor, crímenes que se cometen por piedad según la religión o tendencia política; barbaridades que con el pasar de los siglos hemos heredado y que todavía veo distante el día para desextricar estas leproserías compartidas.
 Comed y bebed en alguna mesa junto a tus suegros, verás las condiciones gestuales que siempre invitan al desprecio, porque uno paga la luz y el otro el agua, y el que falta es un mala paga que uno de los hermanos desea verlo hundido y hasta pagar por su cabeza. -¿Cuánto vale tu cabeza?- Oí decir en una cena navideña a un hombre quien aferrado en su idolatría política retaba a uno de sus hermanos.
Cuantas naciones no se oponen al aborto para seguir engendrando criaturas malignas en sus relamidas creencias. Sería deseable preservar de la especie humana, solo algunos ejemplares dotados de una sensibilidad especial para reinventar su propia raza. ¿Qué hacemos reproduciendo más plaga? Desidia triunfal que tamizan destinos difuntos al nacer. Nacer es comenzar a padecer alguna infección que la puta religión cristiana tiene por misión prolongar. ¿Qué carajo es lo que ha curado el cristianismo?   
 -Preguntas notables que ya debes haberte planteado-.
 ¡Hasta una nueva oportunidad y recuerda que tú y la vida misma son los mejores dioses para hallar tu propia senda!
 
José Morales- Vautrin
www.paradeima.blogspot.com
                                                                                                                  epicuro1981@gmail.com