La elfina de las almas solitarias
         Una noche, un niño que se le habían muerto los padres, y tenía pocos amigos, estaba durmiendo en su habitación. Cuando fue testigo de la aparición de un ser extraordinario y completamente mágico, tres rayos de luz de distintos colores se unieron en el aire y se convirtieron en un ser volador poco común de alas azules, que irradiaba luces de distintos colores. Emitía un sonido muy particular, una música alegre y poco común lo despertó y mientras este se acercaba a su cuerpo. Varios interrogantes invadieron esa solitaria y triste alma, quien era ese personaje tan especial y que hacía allí, para que hubiera ido hasta allí.
        El ser volador aleteando rápidamente, y mirándolo con sus bellos ojos verdes que podían enamorar a cualquier ser que la mirara. Una sonrisa se le acerco a pocos centímetros de su rostro y mientras daba vueltas por su cama y el niño la seguía con su mirada le dijo
-          soy solalmita, la elfina de las almas solitarias. He venido desde un planeta muy lejano, donde la soledad ni ningún sentimiento que entristezca y haga infeliz a los seres que la habitan existe, he venido a hacerte compañía. Porque sé que lamentablemente nadie te acompaña en tu vida. Así que de ahora en más la soledad desaparecerá de tu vida.
-          ¿Qué?, lo que me decís es completamente asombroso e imposible. Décime que esto es un sueño, que no está pasando, por favor porque en la realidad esto no existe. Solo en los libros seres como vos existen o se hacen presentes. Comento el niño mirando sorprendido ese ser que nunca había pensado ver en su corta vida.
-           No, no soy ni un sueño ni una ilusión óptica. Soy tan real como vos y cualquier otro ser que habite este planeta tan lindo por la cantidad de seres vivos maravillosos que la habitan. Respondió la elfina.
Dicho esto la elfina se acercó a sus mejillas y lo beso apasionadamente. Luego con una gran alegría en el tono de su voz, le susurro acercándosele a los oídos
-          Todas las noches me reuniré con vos y dormiremos juntos. Para que la tristeza que la soledad te causa desaparezca de tu vida, dormiré debajo de tus sabanas entre tus brazos, donde estaré calentita y ocuparé ese espacio vacío que tiene tu alma. Además quería decirte que me he enamorado de ti, porque tu tristeza me ha llegado al corazón. Eso me provoco una gran pena y ternura hacia esa alma tan pequeña pero solitaria, Finalizo ese ser tan noble.
-          Bueno gracias tu belleza y tu nobleza han hecho que me haya enamorado de ti. Nunca he visto a un ser tan especial como vos. Comento el joven mirándola a sus bellos ojos verdes, pero una interesante pregunta surgió de pronto de lo más profundo de su mente, por lo cuál mirándola a los ojos le susurro
-          Y durante el día si no estás haciéndome compañía que harás donde te ocultarás, porque no puedes acompañarme durante todo el día.
-          Ah, qué buena pregunta mi amor, te explicare algo que creo que aclarará tus dudas. Las elfinas no podemos ver la luz del sol, nuestro cuerpo no lo tolera, podríamos enfermar gravemente y morir, somos seres nocturnos por naturaleza, pero por eso no te preocupes. En solo unos segundos aparecerá alguien que me sustituirá durante el día. Haciendo unos movimientos muy extraños pero agradables con las alas. hizo aparecer a otro ser similar a ella, que para sorpresa del niño no era volador, sino que era similar a un simio, pero de cabeza grande y manos pequeñas. Solalmita al observar la aparición de su mejor amigo lo presentó diciendo
-          El es almitu, el monigote que te acompañará cuando yo no lo puedo hacer. Él se subirá a tu hombro e irá con vos a todos lados. Dicho esto el monigote se le acerco por las  sabanas y coloco sus peludas pero suaves patas sobre sus hombros. Y lo saludo levantando sus manos, el niño encantado lo saludo sacando su mano derecha y tomando su par izquierda.
         Dicho esto  Manuel, ese era el nombre del solitario niño. Abrazo como pudo a estos fantásticos seres que lo había visitado esa noche. Los invito a que ingresaran debajo de su sabana, y les paso su brazo derecho por sus cuerpos cariñosamente.
Posterior a esto una lección muy importante se grabo en su inteligente pero pequeña mente. Siempre existirá alguien real o fantástico que nos acompañe en nuestra vida y puede ocurrir en el momento menos pensado, aunque no parezca algo posible.  Tratando de no lastimar a ese personaje hermoso que se había preocupado por él y del cual se había enamorado, se acomodo y sus ojos se cerraron dando inicio a un largo sueño. Sin poder olvidar nunca más lo que había ocurrido esa noche tan especial.