Jaulas
Publicado en Apr 22, 2013
Con el tiempo nos creamos nuestras propias jaulas. Vemos la vida pasar a través de las pesadas barras imaginarias que nos creamos, estando la celda abierta. Dejamos que le gente nos vea a través de esos barrotes, y adornamos con el tiempo esa jaula para que no nos vean tan mal los otros presos.
De cuando en cuando pasan personas, libres y sin cadenas, frente a nosotros. De por sí, "nosotros" etimológicamente significa "Yo y otros más", separando constantemente nuestro yo de otros con sólo mencionarnos. En mi caso, mis barrotes fueron adornados con sutileza. Una sutileza que no conocía que existía en mi familia. No se confundan. No es sabiduría. Los barrotes de mi compañero del frente se fueron convirtiendo en cigarrillos, mal humor, depresión, exaltación... lo que sea necesario para llamar la atención de los enjaulados. A partir de cierta edad uno se pregunta... ¿quién es el dueño de esta cárcel? y prefiere quedarse con la duda, antes de vociferar: "¡Quiero hablar con el alcaide! ¡¡Exijo una explicación para esta ambigüedad de vida!!" No nos damos cuenta que en cuanto vociferamos, nuestras rejas se abren de golpe y nos dice una voz pacífica "Siga las luces en el piso si quiere saber", al momento que se forma un camino en medio de las jaulas. Si uno tiene el valor incluso ese momento de seguir las luces, saliendo de su jaula y su protección adornada, deberá conseguir más para abrir la enorme puerta con un cartel enorme sobre ella, que dice "ALCAIDE"... sólo para encontrarse con un espejo al otro lado. El resto... ya depende de uno...
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Elvia Gonzalez