Encaro las constelaciones
Publicado en Aug 25, 2009
Encaro las constelaciones
desde unas piedras silenciosas: Son piedras atlánticas traídas del báltico y del adriático. Los hilos del viento traen sabor a salitre. El mar roza al cielo en sus urgencias. El horizonte es curvo y recóndito y allí se perdía la imaginación de los marineros. Hay estrellas con credos diferentes y multitudinarios asteroides desconocidos. Quedamente, oigo algo de la jerga del universo, pero no soy nadie para interpretar sus códigos. Es como la manifestación de un murmullo espontáneo: Un gorgeo entre astros y planetas. Trato de mirar las distantes galaxias o ver la negación de algún agujero negro... Pero eso es osadía, nada más osadía... Se que hay un dejo inmortal que las caracteriza: Hay una imagen oculta en el fondo de su fondo y algunos alegan que es la Cara de Dios. Las estrellas, marchan y danzan en rutinas perfectas. Son participativas, atentas y armoniosas. Son espectáculo de explosiva estética. Tienen una ética esencial que no alcanzo a percibir. Las veo virar en lo colectivo y dispersarse en un vaho místico: Tal vez alguna lleve mi nombre y yo no lo sepa. Se menguan con la madrugada para luego volver. Sé que soy ambicioso, duro poco y soy efímero. Sé que el tiempo altanero me llevará sin concesiones a un lugar anterior a mis andanzas. Pero desde este auditorio primitivo desde estás piedras en una playa desértica, piedras bañadas totalmente por el musgo. Mis ojos no dejan de buscar claves en las alturas y quieren entender el pasaje del cosmos aunque esto sea humanamente incomprensible.
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Richard Albacete
doris melo
Richard Albacete
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