Sabes, cada objeto que se interpone entre tú y yo, es una barrera que nos separa y distrae nuestras mentes, nos da sensación de protección a uno frente a otro, pero dificulta la comunicación. Y no sólo todo objeto físico que capte nuestro cerebro, cualquier creencia preestablecida o prejuicio que tengamos será un sólido muro entre nosotros. Esto es así, por todo lo que no sabemos el uno del otro, lo que buscamos o esperamos del otro. Cada color, cada objeto por pequeño que sea, quitemos este boli de enmedio. Siempre habrá una barrera, la cual halla su límite en la conciencia, o mejor dicho, en el inconsciente. Para demostrártelo, yo voy a ir más allá, voy a pasar de quitar de enmedio la mesa que nos separa a desnudarte por completo, te abrazaré y en el extremo de nuestras emociones seguiremos estando muy lejos el uno del otro, sin poder atravesar nuestra parte física, sin poder estar más cerca, sentiremos cada pulgada de aquello que llaman esencia, al calor de nuestros cuerpos.