Tan fina como arena,
la vida se escapa de las manos;
querer sostenerla, atraparla
pero los designios son otros;
no poder contra ellos,
sólo ser una pieza
que se acomoda
a los embates del destino...
Escurridiza, la vida como la arena
no puede ser adueñada
con sólo cerrar el puño y apretarlo;
hay que aprender a contenerla,
sin que por ello perdamos nada...
Tan fina como la arena,
la vida no puede ser confinada...
jugar a perpetuarse es ilusorio;
la vida, como la arena ,escurridiza
no puede ser adueñada...
Jesus Eduardo Lopez Ortega