¿Por qué ambicionar y acumular? ¿Para qué criticar y acusar?
Dime, si día a día buscar tener más, creerte más a costa de lo acumulas, dime si tu vas solo  por ahí cargándote de todo lo que puedes, dime para que lo quieres si siempre tundras paranoias de que alguien pudiera arrebatarte, y ni tiempo tienes de compartirlo?
Para que dime, te empeñas en ver los errores de los demás para señalarlos, si ni tú eres perfecto.
Dime, no es mejor sonreír, no es mejor compartir lo que tienes como comparte el sol su calor con cada ser vivo sobre el planeta, porque no propagar la felicidad con una sonrisa como el viento nos envuelve con su frescura, llenar de vida con risas  como se llenan los pulmones con el aire, ¿para qué respirar amarguras?
Porque no caminar  de la mano, para así sentir que  juntos, puedes volar que teniendo la mano de un amigo entre tus dedos aquella carga de plomo de preocupaciones y problemas no tiene más cabida entre tus manos... Y puedes volar corriendo de su mano...
Dime, porque agradeces virtudes como el agua irriga todo un cultivo, y empequeñeces los errores y no solo los aceptas, los amas como a esas lloviznas repentinas que aun siendo inoportunas, siempre caen bien y vienen con ellas la vida y la gracia.
Dime, porque no solo perdonas y caminamos de la mano, porque no solo vamos como el rio que no retrocede, porque no vamos con los ciclos sin aferrarnos a él como el día precede a la noche y la noche al día, dime tu, porque no solo amamos?