All apologies
Publicado en May 11, 2013
No podría haber nada más aburrido que el rostro humano. Dos ojos, una nariz y una boca....dos ojos, una nariz y una boca. 'No quiero ver rostros humanos nunca más' - un hombre diría - un hombre en medio de la muchedumbre diría, a menos que sea un rostro ensangrentado -me tiene sin cuidado-. Lo que quiero (lo que quiere) es un trozo de carne desgarrado al que alguien, cualquiera, pueda identificar como restos de lo que pudo ser un corazón. Entonces ese hombre cerraría por un momento los ojos y así reproducir un film, un corto, un documental de la triste existencia del trocito putrefacto y abandonado de carne molída que un día: 'nunca bueno', fue parte también de un rostro. Más caras, pero caras que tienen atorado siempre algo en la garganta. Así no se respira pues. Semejannte a un dios Azteca a punto de sacrificar a su primogénito, no se respira. Apenas si se exhala el humo de un pulmón ahogado porque no se entiende que dios es dios y tú nada, nada aparte de espacio en blanco, quiza y con suerte el centro de este espacio en blanco para sentirnos un poquito mejor.
El hombre en la multitud no se tragó el cuento de la felicidad que poseyó a estos estúpidos corazones. Y siendo tan pocos los afortunados, muñones salpicados, también yo le dí la razón. El hombre sin rostro ahora está listo para partir en tercera persona porque él es astuto como la conciencia 'que es la puta barata que se acuesta con todos' y te deja una venérea en la mesita de noche. Un hombre bueno, finalmente diría: 'Fuck you all'.
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Josep Mumbr C
Es el manejo completo, dentro de uno, de las imágenes que piensa poner en letra sobre el papel. Esta texto está escrito exactamente como ha querido su autora: No se la ha ido ni un milímetro más allá, ni quedóse corto. Un ejercicio de doma que admiro porque pienso que es la esencia del relato.
Además la historia, claro, tiene valor en si misma: entre la masa no todos son grises, seres sin dibujar. Incuso no lo son algunos que parecen serlo.
Maribel
pero, ya ves lo que pasa con los que
prometen mucho...
un bien día desaparecen y nunca más
los ves...
Saludos cordiales, no me gustó