Su personalidad semejab el amanecer, 
dadora de esperanza, ilusiones y alegría.
De animosa fé, aún a punto de desfallecer,
pregonándonos que "ya llegará un nuevo día".
 
Su personalidad se semejaba a la tarde;
acumulando la experiencia de todo el día,
portadora de sabiduría sin alarde,
que como el sol su calor y su luz nos irradia.
 
Su personalidad era la noche en remanso.
Sabía aprovechar del día cada momento.
Dándose sólo el tiempo justo de su descanso.
 
Ante la pena lograba imbuir el contento.
Luchadora incansbla hasta su eterno descanso.
Su fuerza de voluntad era todo un portento.
 
 
Charcas de Aldape, S. L. P.
Septiembre de 2005.