Sus ojos brillaban, a pesar de estar en medio de una profunda oscuridad podía ver esos hermosos ojos brillar, “debe de haber pasado por cosas horribles” pensaba mientras admiraba el resplandor de su mirada, “creo que puedo verlo, dicen que los ojos son la ventana del alma, talvez no sea tan tonto como pensaba, porque, al verle, siento un dolor profundo, familiar… ya entiendo… ella es igual a mi… también esconde cosas terribles bajo esa sonrisa… necesito ayudarle…” –¿Cómo es que puedes ser tan optimista?, el sistema que nos controla no quiere gente feliz, este mundo no está hecho para ti, yo no estoy hecha para ti, somos totalmente opuestos– dijo ella tan de repente. Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro al oír eso. –No es como si me gustará seguir las reglas que alguien más impuso, no me conviene seguirlo, no me conviene ver el lado malo de las cosas, no me conviene estar triste, no me conviene para nada, por eso soy así– –Somos completamente opuestos, tu tan alegre y optimista, y yo tan triste y pesimista, esto no funcionara para nada…– Tome su mano con delicadeza, entonces me le quede viendo directo a los ojos. –Se nota que no conoces el taoísmo– le conteste, su rostro denotaba confusión. –¿Y eso a qué viene?– –El taoísmo es la creencia del yin y el yang, ambos son cosas totalmente opuestas, más sin embargo indispensables, sin uno no existe el otro, ambos se complementan, "un aspecto yin, un aspecto yang, eso es el tao".– –Entonces… ¿quieres ser el yang que le hace falta a mi yin? ¿Quieres formar tao conmigo?– Vi en su cara un linda sonrisa, al verla no pude evitar hacer lo mismo. –Creo que ya respondí a esa pregunta “yin” mio–