Los momentos más felices de nuestra vida pasan volando, como una estela imposible de perseguir, destelleando en nuestra memoria sobre los días grises y monótonos que llenan los años.Una sonrisa en el momento justo, un apretón de manos, una mirada que creías imposible, una palabra que te roza el alma, un abrazo,una simple tarde rodeado de tus amigos charlando, jugando, cantando o bailando.Carcajadas que retumban en un lugar, que se contagian, que nos poseen, que nos hacen olvidar los problemas, que nos devuelven al presente y nos hacen conscientes de lo que realmente importa. Recuerdos… al fin de cuentas es todo lo que nos queda, todo lo que tendremos.Porque cuando seamos ancianos y nuestro cuerpo ya no dé para más, nos refugiaremos en la gloria del pasado y beberemos del néctar de las memorias felices.Y créeme amigo, yo quiero mirar atrás y sonreír.