Los grandes escritores de la Literatura antigua clásica latina:               La literatura antigua o clásica latina, data en  sus comienzos hacia finales de la República, al inicio de lo que se le ha conocido como “la llegada del Imperio romano” y se mantiene tras la caída de éste, en el Occidente. Siguiendo así su producción a través de toda la Edad Media             ¿Cómo se desarrolla la literatura en Roma? Surge en Roma. Sus escritos en prosa y la preocupación será con un fin especialmente práctico  por la necesidad de establecer y regularizar las relaciones con los dioses y con los hombres. Para establecer la relación con los dioses surgen las plegarias, saturadas de pragmatismo, en las que se implora defensa contra las cosechas, sobre la familia etc. Las relaciones con los hombres se regulan y crean mediante los tratados y leyes.               Según la leyenda Roma fue fundada en el año 753 a.C. por Rómulo y Remo fundadores de la ciudad de Roma. Los hermanos gemelos hijos de una virgen vestal  ( quienes eran consideradas como sacerdotisas que guardaban el fuego de Roma). Rómulo y Remo fueron dejados para que se ahogaran a orillas del río Tíber. allí los encontró una loba y según la leyenda los amamantó. Ya adultos los hermanos regresaron al lugar donde habían sido abandonados y fundaron la ciudad de Roma               La aparición de la literatura romana no puede establecerse hasta bien entrado el siglo III a.C. Esta tuvo como modelo a la literatura griega , la cual sirvió a su vez como referencia básica, especialmente a partir del Renacimiento y se reflejará en la literatura posterior. Los escritores latinos honraron las cualidades específicas de la cultura romana y lo que es más importante cada un de los escritores romanos contribuyó a la misión civilizadora del mundo.             Entre los logros más importantes de la literatura latina podemos citar la poesía épica y la lírica. En la retórica el drama histórico y la sátira, géneros literarios que los romanos inventaron. Las primeras manifestaciones de la literatura latina, proceden del siglo III a.C. Luego fue evolucionando y transformándose a través de distintos géneros y formas.             En Roma se desarrolló la literatura latina a través de cuatro etapas: La primera se vio influenciada de los griegos y fue llamada época Arcaica, en esta etapa la situación literaria era mínima y estaba ligada a los dioses. Se inicia con Livio Andrónico, uno de los escritores más antiguos que llegó a Roma siendo un esclavo de habla griega, el cual le enseñó a los romanos su cultura y tradujo la Odisea.             Tiempo después uno de los escritores más importantes fue Quinto Ennio, quien también era griego y escribió tragedias inspiradas en Eurípides. Durante esta misma época el primer dramaturgo importante fue Plauto, cuyas obras sirvieron de modelos a la comedia europea posterior y han sido representadas hasta hoy. El fue un imitador del gran Aristófanes y escribió; El anfitrión y Los cautivos               Terencio es otro autor importante en esta literatura clásica. Fue un escritor africano que escribió comedias entre ellas La suegra, El enemigo de si mismo y el eunuco. Aunque sus obras son quizás menos divertidas, pero más conmovedoras que las de sus antecesores.   La Época de Oro en la literatura romana.               La edad de oro de la literatura romana correspondió a la prosa, época en la que las producciones se vuelven más originales y logran el inigualable sello romano. El autor más destacado fue Cicerón, quien fuera un político y orador romano cuya retórica se convirtió en un modelo para la retórica posterior. Cicerón destacó con su obra en prosa de un estilo más relajado, Tratados sobre retórica y filosofía, tales como los famosos textos sobre la amistad y los tiempos pasados. De él, se conservan una extensa correspondencia.              Por otro lado, igualmente destacado fue su contemporáneo Julio Cesar. Sus comentarios claros sobre la guerra civil, sus cometarios sobre La guerra de las Galias, también se convirtieron en importantes modelos a seguir. Además, destaca el historiador romano Tito Livio, quien escribiera La larga historia de Roma también conocida como Decadas, de la que solo se conserva tres cuartas partes, pero continua siendo importante en la literatura que corresponde a este periodo. A Tito Livio se le encargó la educación del Emperador Claudio.   A la Edad de Oro le continua la Edad de Plata de la literatura latina. En el siglo I  D.C. durante este periodo se produce un conjunto de obras muy importantes. La principal de ellas fue La Eneida de Virgilio, la cual le permitió alcanzar la perfección del género épico, que cabe apuntar, que los poetas posteriores tuvieron más dificultad que beneficios por su ejemplo. Es decir, Églogas y epodos. Beatus Iles es su obra maestra.             Además de escribir La Eneida, un poema épico que narra como el héroe troyano viajó a Italia para encontrar el asentamiento donde se fundaría Roma, inspirado en la obra de Homero. También escribió Las Bucólicas y Las Geórgicas.        Otra figura importante de la Edad de Plata fue Séneca,  quien expuso las doctrinas de la filosofía estoica, escribió varias tragedias que exploraron el tema del mal y sus consecuencias. Entre sus obras se encuentran: De la ira y y Hércules Dentro de esta época además se produce un gran interés en varios estilos satíricos, el esclavo Fedro, quien se convirtió en un hombre libre, con el emperador Augusto. Escribió en versos versiones latinas de las importantes fabulas y dijo que, en estas, las fabulas fueron inventadas porque los esclavos temerosos del castigo enmascararon  sus ideas en forma de fábulas, para evitar el enojo de sus señores.             El escritor tal vez más importante de esta época fue el escritor Petronio, cuya sorprendente novela llamada El Satiricón, es una inmensa obra en prosa entretenida de la que solo se conserva una de sus partes, la cual describe los excesos humanos. La sátira en verso está representada por  el áspero y complejo Persio y el amargo pero entretenido Juvenal             Alrededor del siglo I d. C., la prosa escrita incluye una gran cantidad de escritores didácticos notables, entre ellos el retórico Quintiliano, quien escribe la institución amatoria, donde se dan los pasos para ser un buen orador y es también un estudio importante dedicado a la teoría y práctica de la  oratoria. Varios oradores tambien escribieron para este periodo , uno de ellos es Cornelio Tácito, que relató los acontecimientos de su época y las que escribió en su obra Historias y Anales. Otras de sus obras son Diálogos entre oradores.             Por último ,alguien que también debemos mencionar es al amigo de Virgilio, Horacio. Pues se convirtió en el maestro de la Oda adaptando con habilidad los metros griegos al latín. De su mejor poesía se desprende un elegante  sentido del humor, pues fue gran innovador de la poesía latina. Cultiva la sátira, las Odas, las Epístolas y el Arte poético.             La gestión literaria para esta fase culminó con la obra de Ovidio quien cultivo el género de una manera festiva, ya que fue un prolífico poeta quien es conocido por su obra El arte de amar, y por su obra más importante La metamorfosis. Un largo poema que constituye  la recuperación de gran parte de los mitos antiguos. Continuemos con la época de decadencia, durante los siglos siguientes se agota la producción artística y política. La literatura romana declinó a la par con la política  del Imperio, No obstante, destacaron unas cuantas figuras. El asno de oro de  Lucio Apuleyo, es una narración en prosa, entretenida que incluye la historia elegantemente relatada de Cupido y Psique, También escribe sobre Platón y su doctrina.             El gran maestro de la sátira fue Cayo Lucilio, que introdujo el uso de palabras burlonas, que ridiculizan despiadadamente una gran cantidad de locuras humanas, tanto en el terreno privado como en el público. Sus sátiras son de tres grupos; autobiográficas, polemicas políticas y en ella Cayo condena los vicios humanos. Lamentablemente solo se conservan fragmentos de su obra.             Actualmente debemos gran parte de la literatura que tenemos  a los romanos. Unas de ellas fueron las lenguas romances, producto de la desintegración del Imperio romano. La literatura latina continuó desarrollándose durante la Edad Media cuando el latín era la lengua oficial de la Iglesia Católica.             Otras de las aportaciones que le debemos a Roma es la República, establecidas alrededor del mundo, así como la organización de estas instituciones,  y el derecho romano que hoy en día es practicado                 Poesía de Catulo, Relatos de los turbulentos amores del poeta con Cloadia Metelo. En los cursos de cultura y civilización no podemos dejar de estudiar los poemas de Catulo. Se hace necesario presentar como marco conceptual de su estudio, un prolijo relato de los turbulentos amores del poeta  con Cloadia Metelo, cuyas alternativas  aparecen reflejadas en las Carminas con sugestiva  precisión. Esto. Sin duda, no es el producto de una simple lectura comprensiva sino el fruto de un estudio particularizado de la bibliografía crítica, de uso corriente en programas de la asignatura  que establece la identidad Cloadia- Lesbia en sentido más o menos lato y construye el relato aproximadamente así: Catulo es un joven provinciano de familia acaudalada, que llega a Roma y en vez de ingresar en un recomendable cursus honorum, se deja arrastrar por sus conocidos de la Roma bene a una vida social de fiestas, paseos nocturnos, amantes  y placeres del intelecto lo fue  la poesía, ya que en este ambiente juvenil no hay mucho espacio para la severidad de los filósofos.             En una de esas salidas, Catulo conoce a Clodia, una dama liberal y seductora, señora culta y disipada a quien poéticamente rebautiza Lesbia- según un uso difundido en la poesía amatoria- para homenajearla en los versos de Safo, que se re-presentan con la intensión de celebrar este primer y deslumbrante encuentro de amor. Aquí Catulo tiene una premonición: será destruido por el mismo otium( el otium que testimonia la poesía de Catulo y que retomaran luego los poetas elegíacos, remite a la remantización de los conceptos que se produce en la juventud cesariana por tratarse de un tiempo dedicado a las voluptas, y se aparta del tradicional sentido del otium filosófico, austero y mediativo que elogia Cicerón ).  El ostium de Catulo tiene premonición, será destruido por el mismo ostium que alimenta su pasión y sus versos. En el ciclo de Lesbia, esto se confirma al cabo , confiriendo a la historia un tono de tragedia sentimental que ha deleitado a los lectores posteriores.             Lesbia, por su lado, es una mujer patricia casada, que engaña a su marido con fingimiento y que, en una casa prestada, se reúne con su amante , quien no ha cesado de cantarle su amor impulsándola a la transgresión. Sin embargo, ella no parece necesitar el aliento del vivamus atque amemus  para gozar, pues es frívola , promiscua e inconstante, y cambia rápidamente de amantes. Catulo la ama verderamente, con una pasión auténtica que no disminuye ante engaños y desdenes de la mujer, sino que se acrecienta por la fuerza aniquiladora del deseo.  Mucho menos consigue resignarse de  su perdida.  Para completar el cuadro de desgracias, muere el hermano lejos de Roma. Así Catulo cae en la desesperación y la enfermedad del alma. Por lo que recurre a los dioses para su alivio, exhausto ya de tantos padecimientos del corazón.  Comprende  finalmente, que aquella que cantara como diosa es una procaz buscona que se pervierte en los callejones de la ciudad. Generalmente se considera que el periplo sentimental termina entre los poemas 68 y 11 presenta lo que se entiende como despedida definitiva , en los pauca sed non bona dicta que adoptan la forma de un epitafio amatorio:   Pocas- no buenas – palabras llevad a mi amada:   que goce de la vida con sus adúlteros amantes a los que tiene abrazados de a trescientos  sin amar verderamente a ninguno, pero sin descanso haciéndoles reventar sus vientres   y no atienda, como antes, mi amor, que por su culpa cayó, como una flor en el extremo del prado, despues que ha sido aplastada por el arado que pasa. Catulo diseña su historia volviendo al gusto por Safo y elige, para sí y para su amor,   Fragmento del Catulo.   Selecciones de Virgilio . La Eneida La Eneida es un extenso poema épico escrito por Virgilio ente los años 29 y10 a.C             Su tema central  es el largo viaje de Eneas , junto a algunos troyanos , realizó desde su ciudad destruida por los griegos hasta las tierras de Italia, donde terminaron de instalarse  luego de haber sostenido una guerra violenta  contra los pueblos  del lugar.             A propósito de esta narración el poeta presenta distintos momentos de la historia de Roma, para terminar, relacionando todo lo anterior con aquello que sucede en sus días , marcados por el fin de las guerras  civiles  que tanto afectaron  al Imperio  romano durante el siglo I a. C., así como también asignados por la llegada de Augusto al cargo de emperador, figura en la que Virgilio confía para el establecimiento de una paz duradera.             El autor fue  el poeta Virgilio , nacido en el año 70 a. C., quien había vivido  la mayor parte de su vida adulta en un imperio sumergido en el conflicto de las guerras internas y la consiguiente inseguridad  para sus habitantes. El mismo  había experimentado los efectos  de estas cuando le fue confiscado su propiedad agrícola en las Galias, situación sobre la cual nos informa indirectamente en las Bucolicas. Como tantos de sus contemporáneos adhirió a Augusto, el vencedor  en la batalla de Acio del año 31 a.C., y escribió a favor de las nuevas condiciones  que se inauguraban . Su postura como la de la mayoría  de los poetas de este periodo  descanza en el rechazo de la violencia y confusión que se habían dado durante ese tiempo.             Virgilio presenta a uno de los grandes héroes troyanos: Eneas. Tras la guerra y destrucción de Troya, Eneas busca alejarse de su ciudad natal cargando con él a la mayoría de su familia y otros troyanos para buscar nuevas tierras donde establecerse, sin embargo, este héroe al igual que la mayoría de los guerreros tiene la aprobación y protección de una diosa: Venus, empero la enemistad de la reina del Olimpo: Juno, gracias a la desaprobación por parte de la esposa de Júpiter, Eneas se ve obligado a vagar sin rumbo fijo y con un destino incierto. En ese viaje sin rumbo Eneas llega a Cartago donde encuentra a la reina Dido quien queda prendada de él a causa de las intervenciones de Cupido. La reina le ofreció un trato hospitalario tanto que los troyanos deseaban establecerse en esas tierras. Sin embargo, Eneas se niega a permanecer en aquella nación puesto que él sabe que su destino se dirige hacia otros caminos. El héroe emprende su viaje dejando a Dido en la más profunda desolación lo cual la llevaría a suicidarse en una pira con la espada de Eneas maldiciendo a éste y haciendo jurar al pueblo realizar venganza en contra del pueblo de su amado. Ello es referenciado para justificar la eterna guerra entre Roma y Cartago. Eneas realiza un viaje al inframundo donde encuentra a su padre quien es el encargado de revelarle su destino, forjar una nueva nación, fundar un imperio floreciente: Roma    

   Cuídate del desierto que llevas dentrocomo un vaso vacío de fulgores,sin esperanzas…  no sigas siendo la sombra de tu propia sombraNo te duermas,porque todo esto no es más que el frío de la muerte, la Parca , el viaje al Hados… Que pagará más tarde el viento con su letanía de inviernos fatulos atrasadoslo pagará la lluvia en mayo… y el trueno de los inmortales dioses del Olimpo   

 Y me pregunto en este instante...¿Para quién es este canto triste y entonado? Me he convertido en lo que nunca pensé llegar a ser en mi vida...una oficiadora de ritos sin memorias,de figuras obsoletas que ya no sienten,los que la vida le es indiferente.Como las sombras de aquellas imágenes perpetuadas en Comala,las que deambulaban con sus faldasy sus mantos negroslevantando el polvo del pueblo en el ruedos de sus faldas.Sí, como aquellas que deambulaban taciturnasentre las vigas de las casas abandonadasentre las sombras de un pueblo funestoy en el pasar del tiempo y sus historias.14¡Ah Rulfo!¡que gran imaginación la que engendraste!, para contar relatos fantasmalessobre Dolorita y Juan Preciado.

Pero tú…. Envuelto en esa apatía que te arropa la cabeza desde el quizás … con la última palabra goteadora de silencios que tras imágenes sensuales se regodean, inútilmente hacia la muerte lenta… que nos espera bailando con su lúdico lenguaje en la conciencia . Queriendo adherirte a los recuerdos gratos para refrescar tal vez esa insoportable levedad a la que te condenas falsamente, porque sí… cuando sin asideros marchan las horas hacia la nada. luego se vuelve ligero el aire en esa apatía balsámica que huele a almizcle… Entonces … los juramentos conmueven a los árboles y se agachan las sombras , que se retuercen bajo sus pies buscando con torpeza resguardarse quien sabe de que... Pero los sentidos se desgastan , hasta perderse en un collage de palabras que pierden su lucidez… más allá de esa ilusión a la que llaman miedo donde se cuece un paraíso sin alas ni sueños inducidos… Cuando el alba se desvive sin encontrar atisbos, con el cuerpo y los pensamientos agrietados. Entonces el jubilo se congela… en las orgias de las horas delirantes y tenebrosas … y se levanta el sol con sus pies descalzos colmado de tristeza, vacío y soledad… tal vez, para morir en un fulgor de cenizas…

   Aire mágico de vidrio evaporado, tierno coloquio de besos, temblores infinitos baten las arpas de mi ensueño, en abrazadas noches entre impulsos telúricos celestes, rendida a tu mirada. Cómplices espejos donde el mundo se recoge, en el oscuro apetito de la bruma arroyos pálidos donde las caricias mueren y se ensalzan paganos los impulsos. Agudo es tu silencio como mástil, en el dolor sin llanto de las azules aguas, donde camina descalza la mirada, perdida en ella va en tu sombra melancólica la ilusión se deshilvana, cual blanda enredadera, deshojando su amor sobre mi cuerpo hasta la transparencia del vacío. Doris Melo  

  Desplegaste aquella tarde de abril Un abanico de fraganciasy toda la ternura la que se desprende de tus noches de luna tus alas se abrieron para volar con los ojos cerrados quebrando el viento y más… Llueve en silencio sobre el mar como aguacero interminable , y el mar regando mis penas se deshace. Resbalando la sal sobre tu cabellera de libido despeinándo todo este dolor de siglos y del ensueño a la hoguera de los fantasmas del pasado… como aguacero interminable para aplacar esta conciencia que no cesa. Al despertar, ese olor de la hojarasca , en un aspirar desierto y solitario vaga la soledad con su candil encendido corriendo hacia su destino …La Nada Doris Melo 

 Mientras el sol bosteza sus últimos rayos, tiñendo el horizonte con su espejo de luces, evoco tu presencia ahogada en mi añoranza, en un fluir de nadas dentro de un todo.   Así lentamente  muriente, con el alma descosida y los huesos enlutados. Entre mis sábanas cansadas por la espera. Ese cadáver cubierto de soledades... impúdicas y libertinas, que hoy reclama un espacio entre paraísos inciertos. Como si se tratara de una sola sombra pálida.   Perdida entre los vientos vagabundos, entre los vitrales de mis mundos internos, patinando en esta insoportable levedad, En un limbo de fantasías inacabadas en donde vivo enajenada bebiéndome una copa de vino tinto...   Mientras fluye la música de un jazz o quizás un blue. Otreras las voces de Bille Holiday o Louis Armstrong... tratando de abolir el jamás en contra del tiempo. Doris Melo

  Rescátame de toda esta oscuridad que me contempla… Has moldeado la espera desde lo intangible ¡Dime algo siquiera… Que calme en mí este dolor de siglos! Cuando te pienso cerca y tu olor… ese olor que solo destila el sándalo y sus vicios ¿Dime si es tuyo todo este silencio que me mira Y que no entiendo? ¿Si no es … que son entonces? ¿Serán quizás los engranajes de mi cuerpo? O simplemente soy las grietas de esta carne lacerada? Lo que queda de todos los siglos vividos en este mundo impío y desalmado, que me ilumina pocas veces ¿Por qué esta ambivalencia, esta soledad a la que me condenas  Doris Melo Mendoza. En: Rapsodia demorada en el tiempo.

  ¿Entonces, somos amantes de papel? Somos amantes platónicos por economía o por circunstancias imprevistas, pues el amor llegó tocando a nuestras puertas cuando todo estaba repartido. Somos ese fatídico motivo para una novela trágica. Es, después de todo… una extraña forma de amar la nuestra, en la distancia y por señales de humo. El parque frente a mi casa se despeina de verdes todas las mañanas con todos sus sentidos, sus pájaros soñadores sus pitirres con sus cuitas soliviantando el ambiente Gritos de cundeamores y enredaderas de flores abandonadas a la sombra de un jardín en ruinas incomodándote el alma, tratando de liberar tu redención, tu insoportable dejadez… Desde este fuerte sino de amor callado y ese dulzor de lavanda, el profundo beso que me prometiste un día mirándome los labios cuando al unisono me temblaba hasta el alma y te faltó valor… dejándome entre líneas muchas cosas que decir.. porque me quedé esperando como gaviota alborotada… Otea el parque se despierta en mis pupilas sin ataduras abandonadas, con un deje de vigilia que conmueve.