Su novio le habia dicho que una amiga suya vendria a casa para tomar café. Ya hacia mucho tiempo que no la via y Ursula no la conocia. Se cansó de escuchar a su novio, siempre diciendo lo guapa que era, la más guapa del pueblo. Una chiquilla de 22 años. Ursula la habia visto en las fotos que pusó ella en su perfil en una red social qualquiera. Facebook seria? No importa, era preciosa.Se pusó en la habitacion maquillandose. Nada muy gritante, algo suave, que favorecese su belleza y que no la hiciera parecer una zorra. Escuchó el timbre y era ella. Escuchó su voz de niña tonta en el pasillo. "Joder" pensó. Salió al salón, su novio la presentó y se dibujó una sonrisa sinceramente cínica en sus lábios; "hola" dijó Ursula. "Quieres café?" "Si, si, porfa".Se fué a la cocina y escuchó silencio durante un rato. "Seguro que estará hablando algo de mi y bajito para que no me entere yo".Puso la leche a calentar. Cuando ya estava lista, echó el café soluble de una marca cutre de un supermercado cutre y 2 cucharadas de azúcar. Y institivamente su boca armazenó saliva suficiente para que el azúcar no se sentiera solo.Escupió en el café.Nada de demasiado grotesco. Afinal Ursula no era una persona mala, solamente insegura y las personas inseguras no escupen nada de demasiado feo, solo lo suficiente para que la "chiquilla zorrita" se trague un poco de su desdén. Si fuera una chica mala escupiria algo de aspecto espumoso y algo marrón que, a lo mejor, haria que la "chiquilla zorrita" se atragantase y ayuentase toda su belleza a espasmos. Lo que, en la cabeza de Ursula, no era tan malo. Pero le faltava maldad para escupir un monstrito atragantador.Asi que removió el café con la cucharita y lo llevó al salón. Lo dió a la "chiquilla zorrita" y la observó enquanto lo bebia."Si quieres le puedo echar un poco más de azúcar.""No, gracias, está muy bueno."