• Elvia Gonzalez
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  • País: Argentina
 
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Incendiaria
Autor: Silvana Pressacco  900 Lecturas
Siempre he tenido miedo a la muerte, desde que puedo recordar. Solía evitar los lugares oscuros y solitarios, y sobre todo nunca andaba de noche por ningún lugar. Teniendo en cuenta todas las noticias que me llegaban a diario de asaltos, secuestros y homicidios siempre tenía a consideración andar entre multitudes a plena luz del día. Por esto también trabajaba únicamente a media jornada, si bien no me alcanzaba mucho el dinero por lo menos me mantenía vivo. También era muy riguroso al cuidar mi salud, cocinaba mis alimentos más de la cuenta y lavaba rigurosamente la comida tres o cuatro veces hasta que estuviera totalmente libre de algún toxico. Así también mantenía pulcro mi pequeño departamento de manera tal que si uno lo desease podría comer incluso en el baño y no contraer ningún germen. Realmente no recuerdo que jugada del destino me llevo a estar en esa calle aquella noche; no recuerdo si fue culpa del embotellamiento usual de la autopista, o si impulsado por una locura me aventura en la penetrante oscuridad. Sin embargo recuerdo completamente haber estado allí caminando por el frio asfalto, temeroso mirando a cada rincón a la espera de algun sorpresivo ataque, de algo que amenazara mi vida. La calle se encontraba en completo silencio y ningún alma merodeaba por aquel lugar, la luna brillaba alta en el cielo despejado reflejando su brillo en el frio asfalto casi como iluminándome el camino. A pasos lentos caminaba el sendero que la luna me trazaba, cauteloso prestando atención a cada sonido, el crujir de las hojas cuando las pisaba, el mecer de las ramas de los arboles al viento. A cada paso que daba sentía como se me aligeraban los hombros, a cada paso que daba estaba mas cerca de mi hogar, y mas lejos de aquel lugar, tan espeluznante que tanto miedo me daba… Y de repente llegaron, más silenciosos que el viento. Eran cinco, todos altos y fornidos y todos armados. No puedo recordar que es lo que querían, si querían robarme o llevarme a algún lugar para pedir dinero por mi o simplemente movidos por su mas bajo instinto, por la cruel naturaleza humana buscaban hacerme daño, mancillar y mutilar mi cuerpo… Si recuerdo el dolor, los golpes en mi torso, en mi rostro; los puños que me rompían los dientes y el crujir de mis costillas al quebrarse. Sentí también los cortes en la piel, que me producían sus armas, la sangre caliente recorrer cada centímetro de mi cuerpo. El dolor punzante del frio acero cuando perforaba la carne, y el dolor asfixiante de no poder respirar, lo recuerdo todo. Tan silenciosos como llegaron ellos desaparecieron dejándome allí ante mi inminente destino, a un pútrido saco de carne que una vez había sido yo. Me encontraron llegando al alba, cuando mis últimos alientos podrían haber sido contados con los dedos de las manos. La ambulancia no tardó en llegar y según los médicos salve mi vida por muy poco. Ahora yazco en una camilla en el hospital, sin poder mover mis músculos ni respirar con mi propio cuerpo conectado a máquinas para poder vivir. Siempre tuve miedo a la muerte, desde que puedo recordar. Siempre tuve resguardos para evitarla y a pesar de verla cara a cara en aquella ocasión aun así pude evadirla. Es irónico pensar en eso ahora, ya que ahora a cada momento que despierto tengo miedo de seguir vivo.
Miedo
Autor: Franco  701 Lecturas
El Sueño La conocí una mañana soleada bajo la sombra de un viejo limonero que pertenecía a mi familia. La niña muy audazmente robaba la fruta, y en cuanto me acerque a reprocharle me miro picara y desafiante. _Estos son de todos_ dijo mientras lanzaba en el aire uno de los limones, acto seguido me lo lanzo a la cara_ Pero este es tuyo si quieres. Con mucho enojo respondí al ataque, y esa tarde pasamos guerreando con limones y llamándonos con cada insulto que dos niños pudieran concebir. Sin embargo, al anochecer ambos volvimos riendo a nuestras casas. Y al día siguiente nos volvimos a encontrar en ese lugar, y al otro día también y al siguiente, y así durante casi diez años. Tarde bastante en darme cuenta que aquello era amor, sin embargo ella me espero, y cuando finalmente conseguí el valor de decírselo ella tal cual el primer día que nos vimos se burló de mí y sin embargo correspondió a mis sentimientos con un beso apasionado. Fueron años felices, nunca lo voy a olvidar, estaba a punto de pedirle matrimonio cuando recibimos la noticia. Después de semanas con fiebre alta, finalmente los estudios médicos revelaron que padecía una enfermedad terminal de la que no se conocía cura alguna. Fueron meses de tristeza, sin embargo ella nunca dejaba caer los brazos, finalmente nos casamos una mañana soleada de abril, ante unos pocos amigos y familiares. Un mes después ella falleció. Es realmente indescriptible el dolor que sentí, que aun siento. Nunca me pude recuperar del todo de aquello fue como si una parte de mi muriera aquel día. Sin embargo, me decidí a avanzar, bajo insistencia de mis padres conocí otra mujer, de la cual me enamore y con ella me case y tuve hijos. Envejecí junto a ella y vi a mis niños crecer y transformarse en hombres. Y ahora, me encuentro en una cama postrado, tal como ella había estado hace ya casi medio siglo, la enfermedad me consume y no hay nada que se pueda hacer para evitarlo, o al menos eso dijeron los médicos. Mi esposa se encarga de mí, de mi comida, de mis necesidades y sobretodo de hacerme compañía, mis hijos también vienen cada vez que pueden. Sin embargo, nunca me he sentido tan solo… es como si cada día me alejara más de ellos y me uniera a aquellos que ya han partido. Hoy es un día como cualquier otro, estoy tendido en la cama del hospital conectado a los armatostes que me mantienen con vida. Mi esposa estuvo conmigo un tiempo, ahora se fue a casa a traer algunas cosas, y dicho sea de paso a descansar un poco. Los enfermeros van y vienen, trayéndome comida a veces, otras sabanas y colchas para que no pase frio. El día pasa lento casi sin ningún cambio, y ahora ya es casi de noche y los ojos me pesan. Sueño con aquel viejo árbol que tantos recuerdos guarda, a pesar de que han pasado tantos años el sigue ahí fuerte y robusto tal cual como estuvo en aquel primer encuentro que tuve con ella. Y hablando de ella… esta ahí mismo bajo la sombra del limonero simplemente observando las hojas mecerse al viento. Es tal cual y como la recuerdo, alta y con una hermosa melena castaña, su porte es bastante elegante. Me mira con aquella hermosa sonrisa suya de labios curvos y sugerentes, y sus ojos brillan a la luz del sol cautivándome. _Que envidia siento, te ves tan joven_ es lo primero que alcanzo a decirle. _ ¿Pero de que hablas? Vos no te ves mal_ me dice observándome de arriba abajo. Ahora, después de que ella me ha dicho esas palabras, es cuando lo noto. Mi cuerpo no es mi cuerpo viejo, sino más bien aquel de antes, en este momento no me debo ver de mas de treinta años de edad. Paseo un poco alrededor del pequeño campo, y me deleito la visión con tal hermoso paisaje, el limonero, el atardecer y ella… _Te extrañe tanto _Bueno ya no será más así_ me dice mientras se le dibuja una sonrisa pícara en el rostro. _ Entonces, ¿puedo estar con vos de ahora en más?_ digo forzando una sonrisa. _Si es que vos lo queres Me hundo en su mirada, y me siento feliz y a la vez triste. Feliz porque finalmente vuelvo a estar con ella y triste porque pronto he de decirle adiós, pronto tendré que despertar. _Esto es un sueño_ le digo, no preguntándole sino afirmándolo. _Es tu decisión_ ella me dice respondiéndome la pregunta que no hice. Pienso en el limonero, en el primer encuentro, y el primer beso, en los años de felicidad, en la enfermedad y en su muerte. Pienso también en mi esposa a la que amo y en mis hijos, en mi trabajo, en mi casa y en el hospital y la cama y los aparatos a los que estoy condenado… _Creo que vos sabes que voy a elegir_ le digo decidido_ después de todo, tuve una buena vida_ y no vuelvo a abrir los ojos.
El Sueño
Autor: Franco  742 Lecturas
Nostalgia de pensar Tus ojos para otro Este relato se va haciendo y yo voy con él. Algunas veces las palabras me parecen inútiles, frágiles, carentes de sentidos, no bastan,  no alcanzan para decir todo el dolor de estas circunstancias  y mostrar  el desarraigo de tus ojos idos,  insobornables para mí.  Mi pecho adicto va comprobando la valides de sus añoranzas, te busco como una forma de crear  un antídoto contra la angustia, contra esa necesidad urgente de decir nosotros…solo  para volver desnudo a mi propio desconcierto, a esta melancolía propensa al pesimismo, que va así  avanzando por el lado malo sobre el recuerdo hostil a mi propia libertad.
Tu recuerdo me defiende, el silencio me condena Corazón muerto: ¡Que agonía de sueños en el silencio! Es agonizar irremediablemente en uno.        
En la luz crepuscularque precede a la salida del solo a su ocaso por la tardehe vivido incertidumbres secretas. No era noche, no era día; la claridad indecisadel inicio o fin de amor mantenía la esperanza  de conseguir a la amaday, después, de no perderla. Luz incierta, indefinida;no era noche, no era día,el corazón mantenía su inquietuden vilo de amor y de espera.                                                         Enrique González Matas 
En el trayecto de tu ojo, cándido y lloroso, encontré un lugar para sentir Henchido de placeres que tornan la piel rugosa Creí desaparecer engullido por las fauces del mar Inserto desde siempre en el cielo límpido de tus albas madrugadoras Confiado de brumas e impresiones confusas   Descubrí que juntos éramos menos sinceros que despiertos Aun cuando evocábamos marginales veredas sin nosotros Por ello, desmantelados los sentimientos, he comprendido mi cabeza vacía, sin afectos Vuelta una alimaña carente de obligadas tareas   Y así, propuesto a recuperarme, te he dibujado con sangre, Con el verso exprimido de enjuagues infinitos Para desvariar en cuentos de ensueño, despojados de aceras sin linde Fusionando nuestros vientres en la rosaleda multicolor Que destila labios con sabor a primavera,   Tú y yo, caricia pretenciosa y gratitud baldía Sol negruzco y azabache divino Dos tallos sin cortar, prestos a olvidarse 
POEMA
Autor: javier castillo esteban  434 Lecturas
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BREVE POEMA 248
Autor: JORGE AMADO  324 Lecturas
Has negado de mis labios tus besos Te finges atractiva fecundidad          Y de mi sueño alucinado quedo. En vano sigo tus pasos, inútil  pierdo mi sudor en seguirte, al oído sordo  lanzo mis versos, al abismo de la ignorancia mis quejas. Té has renegado de mi pecho y mis abrazos y has negado de mis labios tus besos. Me sobran penas para cantar, lo mucho que te deseo.
 Ustedes pensaran que es lo más normal del mundo, pero siempre me ha costado hablar con la gente. Y es que no es un problema de confianza porque nunca he tenido la oportunidad de confiar en alguien, porque nunca he podido realmente hablar con nadie y no recuerdo haber tenido conversación alguna que durara mas de un par de líneas. No es que no sea interesante, o eso es lo que me gusta creer, ni tampoco es que sea timido simplemente me cuesta hablar con la gente, las palabras no me salen e incluso a veces prefiero que asi sea. Mi único gran amigo es mi reflejo, a veces incluso paso horas junto a él, y lo uso para practicar, y recrear aquellas charlas que no puedo tener con otros, ni con ella tampoco. Con el sí puedo hablar, puesto que no es persona, sino que es objeto, es cosa, no está vivo y es como yo. Sobre todo con ella , nunca había podido hablar, y es que con ella si era muy tímido; con ella se me cruzaban las palabras y mi lengua se trababa en un nudo. Y es que ella siempre fue tan hermosa, de pelo negro que llegaba a su cintura y un rostro de rasgos finos, una cintura de avispa que se movía al ritmo de mis ojos y una boca de labios gruesos que a gritos pedía un beso. Un dia tras pasar horas hablando con mi reflejo, finalmente me decidi a dar el gran paso. Tome una gran bocanada de aire y salí afuera, y la espere allí. Como todas las noches ella llegaba agotada del trabajo, paseaba meneando su hermosa cintura y me saludaba con una dulce sonrisa de aquellos labios rojos y gruesos. Pero aquella vez no me limite a mirarla, sino que me acerque con mi mano levantada y en mi cabeza repasaba mentalmente todas las líneas que previamente había elaborado conmigo mismo. Ella levanto su mano también para estrecharla con la mía y de aquellos hermosos labios salió un alegre saludo. Y fue ahí cuando mi mente volvió a trabarse, las palabras se me entrecruzaron y todas las líneas desaparecieron de mi cabeza. Trate de sonreír pero al parecer no pude lograrlo porque su sonrisa se transformó en una mueca de miedo. Inmediatamente solto mi mano y camino rápido pasando de mi. Estaba desesperado, todo había salido mal. Tenia que explicarle todo, no quería que me tuviera miedo y en un intento desesperado por hacerlo agarre su brazo antes que se alejara. El chillido de miedo fue como un cuchillo que traspasaba mi corazón, pero no podía dejar que gritara, tenia que explicarle, tenia que hacerle entender. Con fuerza tape su boca con mi mano y la lleve adentro de mi casa. Yo sabia que ella entendería si yo le explicaba pero ¿Por qué tenia que forcejear tanto? Yo solo quería explicarle que no podía hablar con ella, que me costaba. Senti sus dientes morder la carne de mi mano y el rápido movimiento que hizo para librarse de mi agarre. Hecho a correr hacia la puerta, pero yo no podría dejar que se fuera , ella no sabia que yo todos los días en secreto la admiraba, seguramente si lo supiera, si lo entendiera dejaría de correr y de gritar pero primero para que me escuchara tenia que hacer que se callara, tenia que parar sus gritos… Han pasado ya varios días desde aquel incidente y como siempre no puedo hablar con ninguna persona salvo con mi reflejo puesto que no lo es, y también con ella. Ahora siempre hablo con ella, todos los días mantenemos largas conversaciones y hacemos otras cosas. Ella siempre esta en mi casa puesto que no puede moverse; ahora puedo hablar con ella, al igual que puedo hablar con mi reflejo que no es persona, y ella tampoco lo es ya que es cadáver y ahora puedo hablar con ella todo el tiempo.
Ella (Cuento)
Autor: Franco  721 Lecturas
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ESCRIBIR. . .
Autor: Marìa Vallejo D.-  1684 Lecturas
 Estoy parado en la cima del edificio mas alto de la ciudad, tal y como suponía no hay nadie aquí y es que tampoco esperaba a nadie ¿acaso uno espera espectadores al momento de morir? Precisamente eso es lo que estoy haciendo en este lugar, me preparo para partir de este mundo, de todas sus desgracias y angustias y sobretodo de mi maldita mala suerte. Porque yo realmente no recuerdo haber hecho las cosas mal, fui educado bajo el régimen de una familia cristiana y se me formo en altos valores asi como también en el trabajo; nunca tuve malas notas en el colegio, no bebi ni fume ni cultive vicio alguno. El único error que considero haber tenido es casarme realmente joven, pero estaba perdidamente enamorado ¿acaso es algo malo si lo hice por amor? ¿Cómo se supone que yo iba a saber que ella se iria con otro infeliz y me dejaría en bancarrota?Y es por eso que estoy en este lugar frio, balanceándome al borde del techo preguntándome si realmente la caída me matara o si, producto otra vez de mi infortunio, seguire con vida tras haberme lanzado. Atrás mio escucho ruidos y es cuando me percato de que no estoy solo, porque estoy seguro que aquello fue mas una risa que el ulular de una paloma o el ruido de un ratón. Me doy vuelta y veo frente mi a un viejo, tapado con harapos grises que se camuflan con el suelo y con su larga barba también del mismo sucio color._ Tengo algo para vos_ me dice mostrando, o por lo menos los pocos que le quedaban, unos dientes amarillentos_ no tenes porque morir, podes corregir todo.A pesar de que estoy en los últimos minutos de mi vida, me intriga lo que me ha dicho el viejo. Me acerco con pasos cautelosos y de sus harapos el viejo saca una especie de artefacto, parecido a los nuevos teléfonos celulares de hoy en dia pero notablemente mas antiguo como si hubiera estado guardado durante mucho tiempo._¿Qué es?_ le pregunto intrigado sosteniendo el aparato en mis manos_Es para volver atrás_ me dice aun sonriendo_ es para corregir, solo tenes que tocar la pantalla.Toco la pantalla sin esperar que algo suceda, solo lo he hecho por mera curiosidad y tal como había esperado nada sucede. Entonces el viejo empieza a reírse, burlonamente como si supiera que nada iba a suceder.“Maldito viejo” pienso para mis adentros “pedazo de broma me ha gastado”De repente todo se vuelve confuso, el paisaje entorno mio se empieza a desdibujar y ni el techo ni la noche ni el viejo vuelven a verse bien, tan solo manchas en una escala grisácea y de a poco aparecen mas colores y de fondo escucho las sonoras carcajadas del viejo, una risa burlona como si todo aquello fuera una gran broma.Finalmente tan rápido como sucedió todo, me encuentro parado en un parque mientras la llovizna cae despacio empapando el verde césped. Recuerdo aquel lugar, era la plazoleta cerca del colegio al que asistía ya hace mucho tiempo, y también recuerdo al joven alto que camina solitario bajo la lluvia, seguramente pensando en aquella muchacha que acababa de conocer aquel día.“¡Funciono!” pienso victorioso para mis adentros “ y el maldito viejo se reia de mi, me gustaría ver su cara”Eufórico corro hacia dónde está mi yo pasado y grito mi nombre pero ningún sonido sale de mi boca y en cuanto me acerco al muchacho paso a través de el como si mi cuerpo estuviera hecho de humo. Nuevamente intento tocarlo pero es en vano, grito mi nombre pero el único sonido es el de las gotas de lluvia que cada vez son más gruesas. Me alejo del lugar corriendo y trato de hablar con cada persona que me cruzo, de tocarlas, de hacer que noten mi presencia pero es totalmente en vano.(…..)Los segundos se convierten en horas, las horas en días y los días en años; ya he perdido rastro de donde mi yo pasado se encuentra y ahora tan solo me dedico a vagar por la ciudad como el vulgar fantasma que soy. A pesar de que parece ser que no existo, el tiempo aun pasa para mi y mis manos se han agrietado y les han salido arrugas, mi piel se pega a mis huesos y mis ropas se han convertido en horribles harapos; sin embargo aun no he podido ver mi rostro y es que al ser un fantasma, o mas bien al no existir no puedo verme reflejado en los espejos, o en los charchos que se forman en el suelo después de una tormenta.Con el pasar de los años me he dado cuenta que no necesito dormir, puesto que no siento cansancio sin embargo a veces lo necesito y con tremendo esfuerzo lo logre. Especialmente hoy necesito dormir, volver a aquellos días felices de la juventud y los pocos que siguieron después ya en la adultez. A veces pienso que extraño a mi familia, a mi esposa e incluso al infeliz con el que se acostaba o tal vez será que extraño enormemente el contacto humano. Camino sin rumbo entre los edificios y subo hasta el último piso de uno excepcionalmente alto, busco algún rincón solitario donde poder descansar y me esfuerzo por conciliar el sueño. Sin embargo no puedo hacerlo, y las horas pasan, o tal vez los días, puesto que es difícil para mí ya saber de tiempo.En mi soledad no me percato de la aparición del hombre, que camina alrededor al parecer buscando a alguien pero luego se resigna y camina hasta el borde del techo como si estuviera a punto de saltar. Al igual que hace mucho tiempo, cuando aún intentaba hacer contacto con alguien, empiezo a llamarlo y a reír, y tal como sospechaba esta vez funciona. El hombre me mira entre asustado y asombrado.“¿Qué le digo ahora?” pienso para mis adentros “¿Qué no salte? ¿Qué la vida vale la pena? Si el hombre acaba de quedar sin mujer y en bancarrota” sin embargo si no digo algo el hombre saltara y si digo otra cosa el hombre terminara igual que yo.“Tengo que convencerlo de que no salte” pienso entusiasmado “Le diré que siempre se puede seguir, que no todo esta perdido. ¡Eso es! Por lo menos le debo esto”Me dispongo a hablar con el hombre pero cuando abro la boca no salen las palabras que yo hubiera querido._ Tengo algo para vos_ involuntariamente mi boca se abre en una sonrisa_ no tenes porque morir, podes corregir todo.El hombre se acerca a mí y de mis ropas saco aquel dispositivo que una vez me había dado aquel viejo, aquel vagabundo que tiempo después me daría cuenta que era yo. Toma el aparato mientras mi boca se mueve sola articulando las indicaciones para usarlo. El hombre me mira extrañado cuando el aparto no funciona y sin poder evitarlo estallo en carcajadas que esta vez si se escuchan, que inundan la noche oscura.“Que joven mas idiota” pienso yo mientras veo como en su semblante se nota cierta extrañeza pero a la vez placer, cuando se prepara para viajar “ que engreído con esa mirada soberbia pensando que puede controlar al monstruo indomable que es el tiempo”
Bucle (cuento)
Autor: Franco  820 Lecturas
En una ocasion, un señor muy humilde, pero conversador y hospitalario como nadie; nos invitó a su casa para disfrutar con él, de un suculento café. Con profundo agrado aceptamos aquella generosa invitación. Seguros de que nos sentiríamos de lo mejor, junto a su bella persona.Era una linda tarde de junio. Y el sol obligaba, con su calidez, a buscar refugio bajo las frondosas ramas de los arboles del patio....De repente, una leve llovizna, nos obligó a penetrar a su sencilla vivienda; ya dentro, no pude obviar la presencia de una botella de protos gran reserva del 1985 que, como de seguro saben todos ustedes, es elaborado con las famosas uvas tempranillo, que tan valoradas son por los amantes de la cultura vinicola en todo el mundo.No puedo negar que sentí cierta curiosidad y quise indagar acerca de la procedencia de aquella valiosa "joya" embotellada. Asi que tan solo le pregunté por ella.-No ombe mi hijo- me contestó con rapidez,mi amigo- eso fueron dos botellas que me regaló una amigo en el hotel y cuando la probamos a nadie aquí nos gustó,asi que la otra se ha quedado ahí, cogiendo polvo.-Mi don -le dije yo- ¿sabia usted que, una botella de esas,cuesta alrededor de $ 12,000.00.-¡No, hijo mio!- me contestó él, sin disimular su sorpresa- ¡Oigan señores, cuanto dice el amigo que cuesta la botella que me regaló el francés -Gritó a sus hijos y a su mujer que nos preparaba el café en la cocina.La noticia provocó una gran algarabía en aquella familia que, por meses, relegó a un rincón del desvencijado estante, a aquella costosa bebida; ignorando que, con ella.tenían en su poder, una pequeña fortuna.Asi la vida,algunas veces, un dato desconocido,cambia todo el panorama en torno a las cosas.Marino Santana
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Encuentro
Autor: ONDINA  442 Lecturas
El amor nace de un detalle, un pequeño detalle que se logra colar entredos  corazones. De nada sirve querer a una persona si olvidamos la sutileza, podemos estar muy molestos pero cuándo vemos a esa persona que amamos, el piso se nos mueve, el aire se enturbia y las estrellas se precipitan en nuestro interior. Increíblemente hasta el ambiente cambia, sentiremos frío, calor y cualquier... cantidad de fenómenos incluso los que nunca habíamos sentido. Por lo tanto, si no existen los detalles, pues no existe el amor. Por eso afirmo que el amor es un detalle, que nace de una fuerza de interacción que une a los corazones enamorados. Si eres una de esas personas que ha disfrutado de un detalle, pues considérate afortunado porque cada día se van perdiendo y tal vez llegará el momento que nadie conozca, ni reconozca, cuándo le están dando un detalle y solo lo conocerán como algo que se enterró en la historia del amor
UN DETALLE
Autor: luna austral  363 Lecturas
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El amor...
Autor: Nahir  846 Lecturas
Ella  -La soledad antecede en tu mirada. Él    -Si tuviera tiempo sacaría el polvo seco a algunos sentimientos y con ganas me los        pondría. Ella  –No pongas esas frases tristes. El verso seco suena cruel. Él     -Es mejor esta soledad con sus áridos mutismo que un amor con sus sagrados    silencios. Ella  -Entiendo, entiendo el amor quedó estancado, pero un día va estar como el primer día. Él    -¿Cómo lo sabes? Ella -¿Te sientes solo amándome? ÉL  -Es cuando quedó mudo el amor. Ella  -¿El amor? ¿Dónde? ¿En el beso? Que complicado es el amor breve. ÉL  -Breve en tu risa, en tu mirada breve… A mí me gusta el amor largo y sencillo. Ella  -No te entiendo, ni me entiendo. ¡Cómo pude abrazar la locura y besar la ignorancia! Él   -Quizás no es hoy, no es mañana, pero tiene que llegar un día en que entiendas. Ella  -¿Cuál es tu problema? Él     -El problema es cuando el corazón comienza a recordar en vez de latir, añorando a como eras antes… nunca se acepta la ausencia de lo que se lleva en el corazón y si se lo acepta es para decir adiós. Me hubiera gustado que estuvieras más aquí, pero ya me habitué a tus ausencias. Ella   -No todo es tan así… Él      -Pedirle más tiempo al amor de tu vida y te diga: ¡No me presiones!  De tanto en tanto me expulsas de tu olvido y de a ratos te acuerdas y me das de lo que te queda. Ella  -Te prometo que ahora será diferente. Él     -No prometas cerca lo que estás lejos de cumplir. Ella  -Se aprende tarde pero se aprende. ÉL –No me gusta ese trueque, lo que quieres ya no será, ya no me queda tiempo. Ella  -No seas tonto, siempre podrás tener todo, como yo tengo lo tuyo, te enseñaran mis caricias a olvidarte de todo… Él  -Mi razón se bate entre quedarse y una honrosa retirada. Te juro lo intento y lo olvido y al rato me acuerdo de nuevo y  no, no me puedo olvidar. Me recuerdo: Yo y mis  intentos sin poderme llegar a tu boca, salvo al despeñadero de tu mirada que hacen del hambriento harto. Ella De mi buena voluntad, con que más y mejor en mi fe te prometo sabré cumplir tu deseo, esta vez será diferente… Él  -La cuña vale si es de buena madera. ¿Crees que con cuatro puntadas de hilo son poderosas para que no se descubran las hilachas? Una mirada y dos promesas enamoradas ¿serán suficientes? Con los años uno va perdiendo crédito que no hay verdad que dure cien años ni boca que lo sostenga. Ella – No te reconozco. ¿Qué antes endulzabas la lengua? Para que ahora largaras verdades más ajenas que propias ¿Perdiste el último prejuicio qué ahora te lanzas a maldecir? Yo me invento una ilusión…  pero tu alma de Pared templada abrumante le pone un freno a mi razón. Él -¿Por qué te ofende lo que digo? Como ahora ya no estoy en actitud de espera, librándome de esa incómoda sensación de dependencia emocional, marcada por esa irremediable distancia emocional tengo libertad para la queja, la duda, el rencor…pero bueno esto es así; cuando el amor se va, escondida es la calidad del espíritu humano. Hay que aceptar la verdad para no vivir la mentira.
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Humedades
Autor: Liaazhny  761 Lecturas
Mi tiempo de espera, aun no ha zozobrado, y erguido en el mojo de tu ausencia, es un faro que me guía esperanzado, dándole fuerza a mi actitud y demostrándole confianza, amanece en lealtad, tu angélico amor en mi añoranza.   Palabras de mi Alma de: JORGE AMADO SERRANO SUARDI – SANTA FE - ARGENTINA
BREVE POEMA 250
Autor: JORGE AMADO  442 Lecturas
Hay que admirar la belleza de la luna Así como lo segundos que pasan Hay que valorar las cosas buenas Que se nos ponen en el trayecto.   Como la luna Las estrellas, que brillan Como las luciérnagas en la noche Que caminan en los árboles.   Así como hacen los animales. Que disfrutan de la belleza de la obra de Dios. Que aunque no lo sepamos Saben valorar lo que tienen.   Saben apreciar la verdadera belleza Y esa naturaleza fabulosa. Cosa que lo seres humanos. No sabemos apreciar ni valorar.   Ni sabemos valorar Lo que está a nuestro alrededor. Y deberíamos valorarlo de verdad. Porque aunque estamos vivos. La muerte nos puede enfrentar en cualquier momento.   Cosa que sabemos. Pero no le prestamos atención. Y por esa misma razón hay que valorar las cosas bonitas de la vida. Como el agua , las flores, los animales, el aire, el mar, las montañas. Y todas esas cosas que hacen latir nuestro corazón a mil por hora.  
 “¿Se atreve usted a preguntarme si mate a mi hijo, oficial?” digo totalmente frustrado ante la mirada juzgante del hombre de azul que se sienta frente a mí “Le he dicho mil veces que no he sido yo.” “Sin embargo” prosigo con mi relato “tengo total conciencia de todos los hechos que acontecieron en mi hogar, y que llevaron a la muerte prematura de mi primogénito.” El hombre me mira totalmente extrañado, mientras su compañero silencioso detrás de él toma notas rápidas en una libreta. Con un gesto silencioso el hombre me alienta a seguir, seguramente curioso ante estas nuevas declaraciones de las que hasta ahora no se tenía constancia alguna. “Vera, como seguramente sabrán yo soy un escritor de cierto reconocimiento en esta ciudad, sin embargo últimamente las ventas de mis libros habían decaído considerablemente, y mi familia no pasaba por una buena situación económica. Fue hace un par de meses en la oficina de mi editor, que la inspiración acudió a mí. Empecé a escribir las líneas para una novela y mi editor quedo totalmente fascinado con la idea. La historia era sobre este personaje, que he de admitir que estaba levemente basado en mi, un hombre que debía lidiar con una realidad que lo agobiaba, deudas familiares, una esposa ausente y un hijo al que no sabía qué futuro dar. He de admitir que la creación de esta novela se apodero gradualmente de mí vida, no comía, no dormía, pasaba los días encerrado en mi estudio. Sobre todo me obsesione con el personaje, podía pasar horas y horas describiéndolo, su aspecto físico, sus actitudes, su propio punto de vista sobre la vida, sobre la muerte, sobre el amor...realmente estaba obsesionado. Mi esposa continuamente me reclamaba mi falta de atención, me reclamaba que no estaba ahí para nuestro hijo, que solía continuamente desconectarme del mundo. Lo que ella seguramente no sabía es que yo lo hacía todo por nuestra familia, aquella obra mía seria lo que nos salvaría seguramente del malestar económico que estábamos pasando. Habrían pasado unas dos semanas desde que hubiera empezado la novela cuando ya estaba en el punto culmine de la misma. No me extenderé en detalles oficial, simplemente diré que mi personaje se encontraba en un punto crítico, debía decidir algo muy importante; pero yo tenía un problema, no podía encontrar el final de aquella situación, el final de mi obra. Nuevamente me desconecte del mundo pasando horas en mi estudio, revolviéndome la mente en busca de aquel final que tanto necesitaba. Probé distintos métodos para inspirarme, pasaba horas caminando alrededor de la ciudad en busca de algo que despertara en mi la chispa a escribir aquellas letras que yo buscaba; me sumergí en la bebida para aclarar mi mente y sumergirme en aquel mundo más allá del nuestro que solo los placeres prohibidos nos brindan. Fue un dia, no hace mucho tiempo (ayer o hace una semana, un mes, no lo recuerdo realmente) cuando finalmente me llego la inspiración que tanto esperaba. Cansada ya de mi constante ausencia de la realidad y mi falta de atención hacia ellos, mi esposa se presentó en mi estudio con mi hijo en brazos diciéndome que me abandonaba. Casi no la escuche, tan solo me concentre en el rostro de mi hijo que me miraba extrañado casi sin reconocerme. Lo tome en brazos ignorando los gritos y farfullidos de mi esposa y le sonríe por primera vez en meses. En mi mente ya estaba claro el final; por supuesto que el personaje no era capaz de escapar a la realidad de este mundo cruel, él estaba ahí como un salvador, el debía volverse tan cruel y perverso como el mundo a fin de salvar del mismo a aquellos que amaba; esa era la decisión que el debía tomar. Moviendo brazos que no eran míos, aparte a mi esposa con un empujón tan fuerte que la hizo caer al suelo y golpearse provocando así su desmayo. Camine sin quererlo a través del estudio cruzando el salón y llegue al cuarto de baño. Alli contra mi voluntad abri el grifo y deje correr el agua llenando la bañera en la que mi hijo se bañaba todos los días. Lo levante nuevamente, aun sonriéndole y suavemente, casi con ternura, lo puse dentro de la bañera. Acaricie su cabellera mientras veía en sus pequeños ojos reflejado el miedo. Con fuerza meti su cabeza dentro del agua, con aquellas manos que ya no eran mias. El niño se agito tratando de resistir pero nada podía hacer. Senti eternos sus pataleos y manotazos, pero finalmente se detuvieron. Habia tomado la decisión correcta, pensé, había alejado al niño de este mundo, había evitado que aquella alma inmaculada se pudriera, sea carcomida por la maldita realidad en la que vivimos” Termino asi mi relato y el hombre me sigue mirando extrañado, casi confuso se podría decir. “Usted dijo que no fue quien mato al niño” me dice el hombre mirándome en parte asqueado y en parte confundido “ y sin embargo usted mismo en su relato ha confirmado que de hecho ha sido usted el responsable del crimen” “Es usted un idiota ¿Qué acaso no lo ve?” le digo exaltado “¿No ve que no he sido yo? Que ha sido aquel otro hombre, el personaje de mi obra; aquel ser perverso que tan solo mato al niño en busca de su final perfecto”
El Final (cuento)
Autor: Franco  928 Lecturas
HOY QUIERO SER NIÑO. Autor: Raymundo Reynoso Cama Niño que necesitas cuidado y protección, que tienes mente  y alma  llena de ilusión, no te amilanes ante el embate de la vida, muy pronto será, tu problema,  cosa ya ida.   Niño que tienes tu existencia indefensa, que del adulto necesitas en forma intensa su apoyo, su comprensión con premura, yo necesito de ti tu inocencia, tu ternura.   Niño que te falta fuerza y experiencia, que todavía no tienes historia  ni ciencia, necesito de tì que me regales  tu cariño, soy adulto, pero hoy quisiera ser un niño.  
HOY QUIERO SER NIÑO.
Autor: raymundo  453 Lecturas
  Mis labios enmudecen cuando mi sino atiende  inquieto, retozando frente a vuestra tez presto a la venganza de no evocarte en su desnudez desaliñadaacude frágil y decidido a tu visitadespreocupadamente bella  La pericia he ido perdiendo, de no escribir quizá,sumido en intrincadas cuestionesque no hallarán veredamas soy recalcitrante, letárgico intérprete de certezasafincado bajo el relente donde el grillo escucha cantar a la noche,y en cuyo silencio inspirador he vuelto a vislumbrarte  Cómo, sin saberlo, de ausencia he despertado  cavilando la forma de cosernossobre cada tarde fría y lluviosa hemos prevalecido ante los anhelos pues ya es verdad que te sientoarrebujada contra mi, encogido por tu aliento.   
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Payasos
Autor: Maritza Talavera Lazo  284 Lecturas
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LA BELLEZA
Autor: Sandraprbz  937 Lecturas
estaba tan lejos de donde estabas tu, no tenia noción del tiempo, nunca pude ver el sol reflejado en tus ojos, la luna que se esconde para sufrir en silencio las estrellas que mueren al escuchar tu nombre, el aire ya no trae buenos recuerdos y no puedo seguir respirando si no te puedo tener cerca de mis labios, tener tu retrato en cada parte de mi vida porque la distancia entre las estrellas solo es el reflejo de la soledad, el silencio calló solo para escuchar tu llanto y poder prenderle fuego a nuestros recuerdos antes de vernos..
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Tú brotas de mi...
Autor: MAVAL  870 Lecturas
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Escribo letras...
Autor: MAVAL  544 Lecturas
Despertó la luz del almae iluminó sus células pensantes.Descubrió que era un ser independiente.Supo del bien y del mal hacercon el gozo y el arrepentimiento.Advirtió que una espada afilada pendía sobre la decisión de sus actos.Aprendió que el camino hacia el bienes dificil, estrecho y, a veces, amargo.Comprobó que las pasiones nublanla claridad de la verdad.Averiguó que la rectitud y la mentiranunca, nunca irían juntas,y supo que solo hallaría la dichacuando estuviera en paz con su conciencia.                                            E.G.M. (publicado) 
El dolor recorre mi cuerpo fuerte al recibir el golpe de mi padre. -Y que ni se te ocurra volver a faltarme el respeto- me dice totalmente furioso, acto seguido recorre la pequeña cocina y abre una caja de vino de la que bebe copiosamente, sumergiendose en ella. Aun me duele el golpe de recien, sin embargo ya se que no he de protestar sino me ganare algo mucho peor. Tendria que haber supuesto que me pegaria pero sin embargo no pude evitarlo, no podia evitar que tratara asi a mi hermano pequeño. Habiamos estado fuera recorriendo plazas y calles pidiendo como todos los dias limosnas a los transeuntes, sin embargo ese dia no hubo mucho movimiento en las calles y la poca gente que transitaba no fue precisamente generosa por lo que mi hermano no pudo cumplir con la cuota del dia que nos exigia mi padre y por ello se habia ganado la reprimenda. Si yo no hubiera intervenido, el se habria ganado una buena paliza. Mi madre nos insta a volver a nuestra habitacion, mientras mi padre ya emborrachado empieza a gritar improperios. Las lagrimas corren por el rostro de ella mientras me acaricia la mejilla, ahi en el lugar donde el puño de mi padre golpeo. -No tenes que hacerlo enojar hijo- dice mi madre sollozante - responder a tu papa es pecado, y cuando uno peca se va al infierno. "El unico infierno que conozco es este" pienso mientras asiento a las palabras vacias de mi madre "pero no por mucho mas" el solo pensamiento me alegra la mente, dentro de un par de años sere lo suficientemente grande como para irme de casa y llevarme tanto a mi hermano como a mi madre. Con estos doce años que tengo no puedo hacer mucho, pero un par de años mas y podre irme... Aun con esa idea en la cabeza, me acuesto en la cama que comparto con mi hermano y sin darme cuenta caigo profundamente dormido. Sueño con el infierno, no con el infierno habitual de mi casa sino con aquel del que habla mi madre. Las paredes son de fuego y hace un calor de muerte. Camino por el suelo cubierto de cenizas, y por todos los lados veo cuerpos ennegrecidos por el fuego, en alguno aun se puede apreciar la carne chamuscadas mientras que otros son huesos negros, ya calcinados. Y el diablo esta sentado en su trono, me mira con sus ojos ardientes mientras bebe de su caliz. En cuanto nuestros ojos se encuentran, rompe en carcajadas burlonas y su risa me llena de furia, recorre todo mi cuerpo con ganas de eliminar a aquel ser. Mientras este pensamiento recorre mi mente, me percato de que en mi mano llevo un cuchillo. Sin titubear enarbolo el arma, y la clavo en el torso de aquella abominacion quien no se defiende para nada sino que sigue con aquella risa tan irritante. La sangre negra, borbotea humeante de su cuerpo y extrañamente me recuerda al vino que mi padre toma cada noche antes de caer desmayado sobre la mesa... El chillido de mi madre me saca de mi sueño. Me levanto de la cama totalmente exaltado y corro hacia el lugar de donde proviene le grito. Mi madre se encuentra en el suelo de la cocina en estado de shock y mi hermano a su lado no puede contener las lagrimas y llora a pleno pulmon. Mi padre yace totalmente inmovil en el suelo mientras el charco de sangre se empieza a formar alrededor de su cuerpo. Un escalofrio recorre mi cuerpo al ver las heridas del cuchillo mientras alli en el suelo el diablo se desangra hasta morirse.
Infierno (Cuento)
Autor: Franco  788 Lecturas
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Tanto de Ti y de Mi.
Autor: C.S Marfull  718 Lecturas
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Rostro perdido
Autor: Lorena Mercedes  1495 Lecturas
                NIÑO NO LLORES. Autor:  Raymundo Reynoso Cama. PERÙ.   Niño que iluminas tu pensamiento con tu fantasía alzada al viento para volar airosa en el silencio, acariciando el alma, asì lo siento.   Niño que sonríes a la inocencia, dame alegría con tu presencia, mis anhelos te rinden reverencia, tu alegría lo necesito con urgencia.   Niño o niña,  nunca quiero verte llorar esas penas siempre debes desterrar, son pasajeras, no te deben aterrar, Dios nunca te va abandonar.
NIÑO NO LLORES.
Autor: raymundo  751 Lecturas

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