• Elvia Gonzalez
elvia
-
-
  • País: Argentina
 
Imagen
TRANSPARENCIA
Autor: Carlos Campos Serna  558 Lecturas
En aquel lugar, nadie me tomaba en cuenta. Por más que insistiera, la atención era lo que más se negaba. Había una abundancia de todo, mas ese todo hacía que las cosas desaparecieran en frente de sus caras. Todos, sin importar cuándo, cómo, dónde y porqué, estaban demasiado ocupados consigo mismos. Y nadie prestaba atención. Nadie prestaba nada. Decidí acercarme al maestro. Un hombre muy alto, muy delgado, muy despeinado, muy barbudo, muy inteligente, muy talentoso, muy alegre, apasionado, demandante, determinante, amante. El hombre era, bajo todo aspecto, un extremo. El maestro daba una cátedra como nunca ví, ni antes, ni después. Su cara era de una concentración indescriptible, sus movimientos, apasionados. Cuando hablaba, su voz era dulce como la música que tocaba en su piano, pero tan varonil como la del hombre más viril que vi en mi vida. Su pelo se movía con el movimiento, constante, de su cuerpo. Sus manos eran batutas. Sus dedos, pinceles. La escena era victoriana. En medio de la habitación, justo en frente de la cama, había un gran piano de cola, sobre una alfombra de colores y diseños exóticos. Al lado un lienzo, blanco aún, sobre su atril. Un poco más allá, detrás del piano, un libro en blanco, sobre un escritorio, con su correspondiente pluma y tinta. Más allá de las vallas instaladas al rededor del maestro y sus instrumentos, había un chico, con un pergamino en la mano. En éste, escritas palabras aparentemente aleatorias que, a medida que se le decían, el maestro las transformaba en melodías en su piano, en escritos en su libro, en pinturas en su lienzo. Siempre el maestro parecía reconocer, recordar, revivir lo que el chico decía. Y luego, a veces por solo unos cuantos segundos, se abalnzaba sobre su piano a tocar las melodías más hermosas que escuché. Luego de eso hablaba. Hablaba con una pasión hipnotizante, con una convicción sobrecogedora. Con una verdad innegable. Y luego se arrojaba al libro. Y en el libro se entregaba por completo. Muchas veces hablaba mientras escribía. Otras, escribía mientras hablaba. Sus tópicos eran la vida misma. De eso era esta cátedra. Ningún tema era irrelevante. Y todos pasaban, de alguna u otra forma, por sus instrumentos. A través de sus intrumentos, hacia nosostros. Y nosotros entendíamos. Veíamos, escuchábamos, leíamos. Porque estábamos despiertos, porque queríamos ver. Porque queríamos aprender ese arte de la vida, que es el más difícil, el más lejano, el más inalcanzable y el más importante. Y a través del arte de vida del maestro, aprendimos. Su entrega, su pasión, su muerte en sus instrumentos, en sus enseñanzas, el resucitar de su voz y manos y mente y espíritu a través de este arte, le hizo eterno. Eterno en nuestros propios discípulos, en nuestro propio ser. Gracias a dicha cátedra yo, al fin, aprendí a hablar. Y ya nunca más fui ignorado.  
La cátedra
Autor: Carlo Biondi  559 Lecturas
Cuando paso por ahí Nos puedo ver sentados en la banca No sé dónde estará tu corazón, pero el mio aún sigue ahí Buscándote. Te persigue por el parque intentando aferrarse a ti Aún si no te encuentra Tu te fuiste hace mucho tiempo...Hay oasis en todas partes espejismos dolorosos hirientes, malignos. me hacen sangrar nuevamente como si la herida estubiese recién hecha. Por encontrarte sería capaz de vender mi inocencia contaminar mi pureza... quemarme completamente solo por tener una vez más tu atención tu cuidado, tu dolor... Si pudiera escoger nuevamente, Viviría tal cual hasta que te conocí desde ahí mordería todas tus manzanas perdería cualquier paraiso para ganar el tuyo... Cualquier pecado sería poco si de eso depende tenerte porque no existe alguno peor Que ser quien no mereces y perderte... Como pecador mi alma vive en pena y deambula por mi cuerpo Aunque aún no pueda encontrarla quizá te la llevaste también. Mi búsqueda continua, y por la ciudad no dejo de verte. en cada esquina, a cada paso. Llego a odiarte, por la maldita conciencia de saber que no he de encontrarte, que me abandonaste a mi suerte, a mi desdicha e infortunio. que ya no existo y desaparecí. Quizá siga tus pasos y me abandone igualmente cuando el dolor sea más grande que el don máximo cuando la indiferencia pueda más que el deseo cuando te encuentre en mi o cuando me pierda dentro. Cuando no quiera odiarte más Cuando mi amor se extinga... Por ahora seguiré caminando Sin tocarte... Sintiendo en cada fibra de mi cuerpo el calor abrazador del amor y del deseo, del dolor más profundo, de la felicidad más abrumadora, de la necesidad implacable. Y desde aquí te agradezco Por darme la vida Por que el único motivo para mantenerla Es que podré volver a verte. Algún día...
Verte desde aquí
Autor: Carlo Biondi  501 Lecturas
Hubo un tiempo pasado en que no estaba ni mal visto ni prohibido por la ley eso de toquetear los alimentos antes de comprarlos en los mercadillos. Recuerdo, de una manera muy especial, el de Cuenca capital. Estaba situado en la Plaza de los Carros y allí los vendedores y las vendedoras levantaban sus voces.  - ¡Patatas sanas! ¡Tengo las patatas más sanas de toda la provincia! ¡Sin gusanos! ¡Sin mohos! ¡Tengo las patatas más buenas de toda la comarca! Y las mujeres, para comprobarlo, toqueteaban y toqueteaban todas las patatas antes de elegir solamente un par de ellas. En cuanto a las barras de pan las tocaban tanto que las achurreaban por completo. Aquello del toqueteo se volvía surrealista al llegar los carros de las frutas.  - ¿A cómo están sus peras?- ¡A dos céntimos cada una, señora! Y la señora comenzaba a toquetear y toquetear las peras que entraban en el espacio óptico de su mirada para, al final de todo el proceso, irse sin comprar ninguna dejándolas ya prácticamente convertidas en zumos.  - ¡Fresas! ¡Fresas de California más dulces que los labios de Paloma!- ¿A cómo las vende usted?- ¡Se las regalo todas antes de que venga el Emilín y se las coma sin ninguna clase de permiso! ¡No voy a estar regándolas todo el año para que luego él se las coma en un par de segundos y sin pagarme ni medio celemín por ellas y no darme ni las gracias de lo gracioso que es que es tan gracioso que se las come a puñados! - ¡Pues muchas gracias, tío!- ¡De nada, tía! Luego llegaban los pollinos con burros inclusive. - ¡Tengo una pollita en muy buen estado! ¿Quién quiere mi pollita?- ¡Melones con polvos! ¡A los ricos melones con polvos! Pero lo más gracioso, y al mismo tiempo lo más chistoso, era cuando llegaba el tío de los huevos que, normalmente, siempre tenía mu mal genio.  - ¡Tío Benito! ¿Tiene usted sus huevos frescos?- ¡Yo tengo siempre mis huevos frescos, señora; y para servirle a usted!- ¡Me gustaría comprobarlo por mí misma! Y la señora comenzaba a toquetear y toquetear los huevos del tío Benito sin decidirse por ninguno de ellos.  - ¿Puede ya dejar de tocarme los huevos? La señora, muy enfadada, le lanzaba un par de bolsazos al tío Benito que le dejaban hecho polvo del todo!   - ¡Maleducado! ¡Grosero! ¡Tío mugroso! ¡Pero si resulta que tiene usted los huevos más chuchufríos de toda la región!  Se armaba entonces tal follón que el tío de los huevos y la señora que toqueteaba los huevos del tío terminaban en Comisaría tras ser detenidos por el tío Luis, guardia municipal por aquellos tiempos, que luego me lo contaba todo estandos los dos alrededor de la mesa camilla y al calor del brasero después de una buenísima cena. - ¿Qué te parece?- ¡Muy bueno!- ¡Pero odo! ¡Claro que es muy bueno!  ¡Qué tiempos aquellos en que todos y todas toqueteaban los tubérculos sin coger nunca jamás la tuberculosis. ¿No le parece una bonita historia con un buen final, tío Benito? ¿Y a usted qué le parece esta historia, don Emiliano? Lo digo por lo de la tuberculosis que, por supuesto, era una mentira. Ya ven ustedes lo que es la realidad. ¿Cuántos pichones se han comido ya este año? ¡Deseo que les sean de mucho provecho para su salud! ¡Paloma, palomita, palomera! ¡Quién te vio y quien te viera! Sólo sonrío una vez más porque ¿para qué enfadarse con la pileta de la fuente si el agua no tiene la culpa de que haya tanto listo haciéndose el tonto mientras las varillas van y vienen y vienen y van de feria en feria y de lugar en lugar? A mí, la verdad sea dicha, me gusta otra clase de humor no tan chabacano. Lo digo por poner un ejemplo nada más. Y nada más. Cierro mi diario y nada más.      
Imagen
La ciudad del miedo
Autor: Daih  978 Lecturas
Imagen
ausencias
Autor: maria del ...  1251 Lecturas
Imagen
LL U E V E. . .
Autor: Marìa Vallejo D.-  1605 Lecturas
Abiertos están los caminospara poder elegir tu senda,y, aunque limitados por milcircunstancias adversas,siempre quedará un horizonteposible con el que soñar. Es cierto que elegir es privilegiode los que gozan de libertady que las alas del deseonecesitan un amplio cielopara poder volar. Pero siempre queda un aire,un paisaje extensoen los espacios del alma para salir de la cárcelque aprisiona los sueños,porque siempre es nuestroel reino sagrado de la libertaddonde nadie, nadiepuede encadenar los pensamientos.                                                          E.G.M.  
Plagio era ver su espalda a través de una cerradura, colmarse de deleite encumbrando la cima de sus piernas infinitas. Sin embargo, adivinar su intimidad sin haberla manoseado ni esculpido en demenciales propósitos, era morir de enfermedad despiadada, hablar de algo tan prosaico como remoto. Plagio, seguro y obstinado, quiso pintar sus ojos sin las pistas de sus constreñidas cejas, arrebatar sus ignotos encantos dando por hecho que flotaban sobre la superficie de lo cierto. Plagio no conocía la verdad de un cuerpo virgen y desprendido de miradas, pues era él la nota común y quebradiza que emplean algunos hombres que sufren de torpeza para obtener la belleza inalcanzable. La mujer sintió en ese momento un escalofrío. La crisis y los celos que la escudriñaban se ocultaron tras el rostro del silencio perturbador. Trémula toda, igual que el trofeo de oro tambaleante que está punto de estallar en mil pedazos, soltó una estruendosa risotada, casi inhumana.     La cortina empapada de sangre seca se movía sin hacer ningún ruido. Afuera las luces de la noche y el revoloteo de algún pájaro agazapado eran los únicos testigos de un crimen que no se iba a resolver. El cuerpo grácil y tranquilo yacía con las manos sobre su sexo. Cuando llegaron, el inspector y el forense, encontraron idénticas pruebas a los casos previos. Tres horas después el viento crecía en intensidad y mecía la ventana con violencia. El frenético balanceo convirtió las ventanas en trocitos de cristal, que se esparcieron por la habitación. Cada uno de estos fragmentos reverberaba de manera distinta, pues los intentos desesperados de la luna por demostrar su inocencia se habían esfumado.
MARGINAL
Autor: javier castillo esteban  458 Lecturas
Una botella cubre la cabeza hasta el cuello, lugar donde discurre junto a otro cuello. Cada parte sólida se halla paralela y tiene el mismo apellido aunque prácticamente no compartan más que el espacio inmediato. Se cuestiona que lo inmediato es difuso, e incluso puede equipararse a los esfuerzos de la propiedad por lindar con otra errática edificación con el fin de parecer más suntuosa.   Naia y Andrea sobreviven así, intentando ser algo más que ellas mismas cuando se tocan. Llaman relación a vivir sin molestar, a pesar de que el vínculo proceda del infierno. No se me ocurre otra acepción para los irrepetibles casos que desentraño al pasear, ya sea de día o de noche. Pero, en seguida, puedo uno percatarse de que  el término “relación” ensucia la instantánea. y que el anhelo individual sirve tan solo de fantasía o quimera. Naia murió a manos de Andrea. Ésta la respetaba, incluso a veces la quería, sin embargo el respeto dividido no es algo aceptable para nosotros, y menos el amor. Digamos que este sentimiento, nacido en apariencia apacible, puede coexistir desdoblándose, a costa de perder veracidad. Puedes fingir con la misma intensidad que se fluye, siempre y cuando conserves la careta alicatada y no se desprenda su herrumbroso interior, mas en el momento que has perdido el objeto sincero de tus actuaciones, también pierdes juventud. Por esto motivo, no es de extrañar que Andrea cortara por la mitad a su compañera de “sentimiento” cuando descubrió la infidelidad.   El hecho de dejarse arrullar por las emociones más superficiales es por igual miserable y humano, nuestro cuchillo afilado que degolla inmisericorde. De todos modos, la razón invita a pensar en capas ineludibles, sin las cuales exhibiríamos con descaro nuestro viscoso gusano, de aspecto sumamente horripilante y guardián del camino que conduce a otro paradero. A este punto final y sin retorno debieron llegar las amantes. Lugar frío que recoge los miedos y el vórtice oscuro al que debían enfrentarse solas.
Imagen
Rosa seca
Autor: Maritza Talavera Lazo  368 Lecturas
SE HA IDO     El viento se ha escabullido Blandiéndole a él Recreándose en vaticinar su destino Del color de que derrama la miel   Igual de juntos transitan Creyéndose infalible y ella queriéndose llevar Sus manos casi se alían Aun con las dudas de si llegar   Yo los miro sin pensar en otra cosa Pues son la fuerza de un arroyo embriagador Nubes que pesan como una losa Mejillas rojas de candor   El viento alardea formando ráfagas Blandiéndole a ella, Mientras el tallo cimbrea y la luz se apaga Se ha borrado su huella
SE HA IDO
Autor: javier castillo esteban  387 Lecturas
  Se fue mirando de reojo…  Cientos de pájaros rebosantes de color desenfundaron su onírica vestimenta a fin de constituirse en la quiebra de las lustrosas plumas, en el abandono reiterado e ineludible. La tormenta había pasado, y aunque la humedad traspasó los huesos y la razón, acordó, con las prematuras hojas caídas, las últimas condiciones del otoño. Estaba cansado, derrotado, sumido en la habitual desazón de los desenlaces. La expectativa de la noche anterior se tornó en  un cielo indeterminado, encalado en nubes y espacios diáfanos que conforman  cualquier día en las postrimerías del verano. La oscuridad con su efecto igual de embriagador que pernicioso me cautivó hasta los confines que delimitan lo real de lo ficticio. Era grande en el sueño, poderoso,  incluso cruel. Hoy, sin embargo, me siento igual de vulnerable que la hortaliza, zarandeada por dos manos vulgares y desgastadas, exorbitantes garras que me sujetan contra el filo de un cuchillo alborozado La piel tostada se desprendió, también, de varias capas ofreciendo al mundo la desnudez de nuestra alma, la auténtica experiencia vital y descarnada que habita en nosotros con pleno derecho y sin reparos. Se esfumó Epicuro, y en la nube de polvo arrastró consigo los placeres infatigables, la depravación recalcitrante que precede al tedio y a las buenas maneras, al decoro indecoroso. Antes de ahogarnos, en el borde de un río rumoroso y constante, se cristalizó nuestro reflejo en el agua, allá donde nuestro ego quedó varado eternamente y aguarda codicioso la llegada de la nueva estación, la más pérfida y maldita, la más propicia para escapar, a través de hechiceras imágenes, hacia la inefable voluptuosidad de lo arrinconado. 
Me cansé de tu falta de interés. Tristes noches de insomnioHey.Deja de dispararme con tus dosis de desamor.Ya lo he entendido. ¿No crees que tus pies me han pisado demasiado ya? Tan llena y tan vacía.El café se enfría afligidamente. ¿Será hora de preparar otro?  https://www.facebook.com/Snookii-Thomson-Literata-420597621435090
Me cansé
Autor: Snookii  640 Lecturas
Imagen
OTRA VEZ
Autor: Carlos Campos Serna  530 Lecturas
Imagen
Agua en mis pulmones.
Autor: Kali Lakshmi  697 Lecturas
TE HE VISTO PASAR AUTOR: RAYMUNDO REYNOSO CAMA. Anoche, en sueños, te pude encontrar, hoy lo primero que hice es verte pasar. No sè si mi alma, por eso, se deba alegrar o, por haberte perdido, se ponga a llorar. No sè si nos quisimos bastante o sòlo fue ilusión de un instante. El corazón se muestra arrogante, la indiferencia està por delante Pregunto... si habrá reconciliación. Quien debe tomar esa decisión es quien se fue sin condición, hiriendo a su propio corazón.
TE HE VISTO PASAR.
Autor: raymundo  472 Lecturas
Como cualquier otro hombrehe nacido en un pueblo y en el mundo.Como cualquier otro hombrehablo, siento, pienso: existo.Nada singular, y, sin embargo, hombre:tiempo y eternidaden la inquietud que perdura y en el latido que muere. Soy un sentir lleno de anhelos,un pensar de ahora y de siglos,y un saber que no he aprendido solo.Soy llamarada, noche,alegría y tristeza,vacío y plenitud en un instante,algo indescifrableque se oculta bajo nombresque no dicen lo que soy. Pero soy,lo he sabido muchas vecescuando a solas he escuchadoel latir de este reloj,que al conjuro de la vida,va marcando en lo ignoto de mi mentesu dictamen responsable. Dormido o alertala sangre regando mi espacio concreto de cuerpo,mis sensaciones tramando en secretoun mundo hirviente de ideas,y esta mínima esencia de ser y de vidaalentando deseos de paz o de guerra. Sería una lástimaque esta realidad conscientese perdiera en la aparienciade un sueño fugaztejido en la mente de un condenadoa Muerte.                                                                    Enrique González Matas    
  LA DIVINA PROVIDENCIA PROTEJA A LOS HERMANOS DEL PAÌS VECINO DE CHILE QUE HAN SUFRIDO LA FURIA DE LA NATURALEZA. DIOS, EL HOMBRE Y LA NATURALEZA. AUTOR: RAYMUNDO REYNOSO CAMA. Dios en su infinita misericordia nunca castiga, siempre premia. El hombre con sus virtudes y defectos a veces odia, a veces otorga afectos. La naruraleza nos da de todo, sin embargo, de algùn modo, con sismos, lluvias e inundaciones, destruye casas, vidas e ilusiones. Por eso digo sin equivocarme: Dios perdona siempre, el hombre a veces, la naturaleza nunca..
Una taza de CAFE debe ser: negra como el demoniocaliente como el infiernopura como un ángely dulce como el amor.
UNA TAZA DE CAFE.
Autor: NELMAR  895 Lecturas
+++++
Que pecado tan dulce el saborear tus labios y quemarme en ellos, perder la noción del tiempo y encontrar deseos y pensamientos dentro de una mirada que invita a prenderle fuego a la noche donde cada estrella cuidara de tu alma
Imagen
BREVE POEMA 283
Autor: JORGE AMADO  405 Lecturas
Imagen
BREVE POEMA 284
Autor: JORGE AMADO  361 Lecturas
Imagen
BREVE POEMA 285
Autor: JORGE AMADO  422 Lecturas
Ayer   ¿Qué ha sido del viejo que tarareaba en el parque? ¡Qué solo iba siempre el muy condenado, hablando consigo mismo sin más compañía que sus palabras flotantes y su perro ciego! No se oyen ya sus pisadas ni sus estertores con sabor a muerte, pero en vez de alivio siento vacío. No es lo que quiero, me niego a apiadarme de un ser cuyo propósito se había tornado en pasear, sin embargo... Si lo volviese a ver, por algún desatendido pálpito acudiría a conversar con su voz, pues no la he oído sino rimando vetustas canciones…   Anteayer   Miraba el lago con demasiados caprichos innombrables atravesando mi mente. La paz de aquella desconocida charca era irrepetible, así como las visitas furtivas que eran testigo de la incipiente sequía. A las 19h, como cada tarde, pasaba el viejo con su perro cagándose en cualquier rincón. Él lo llamaba empecinadamente, pero era incapaz de reclamar su atención, entonces fingía, golpeándose la frente con la palma de la mano, no haberse acordado de las bolsas de excrementos, y se volvía a su paseo maldiciendo y retomando su tedioso canto con más fuerza.  En más de una ocasión, pensé en recoger yo mismo las maravillas de su perro sobre un fino papel de sarcasmo y hacer que se enfrentara cara a cara con la horripilante verdad de su compañero. Odiaba la vida cuando me detenía a cavilar en la decrepitud de la carne deambulando eternamente…   Hoy   No puede ser él, ¿! Qué hace tirado en el suelo!? Su perro estaba suelto y gemía, con más rabia que pena. –Levántese- le he dicho tendiéndole mi mano. Sus ojos me miraban, no a mí, sino quizá a algo dentro de mí. Ha bajado la cabeza y ha comenzado a arrancar la hierba de cuajo, masticándola igual que un burro. Algo no iba bien, pero he dejado que el viejo continuara con su grotesca labor. Finalmente se ha levantado y se ha dirigido hacia mí con una sonrisa cándida. -¿Cómo estás? ¿Quieres acariciarme?- No tenía respuesta. En ese momento ha cogido mi brazo y, sin freno, me ha recitado: “¿Me habrás, quizá, olvidado? Platero, dime: ¿Te acuerdas aún de mí?” He fingido no llorar.
ahaztearen gainean/ DESTIERRO     18/09/2015     Algunos, con mayor o menor sentido que otros, aparecen diseminados por la loma. Son  pequeños archipiélagos de piedra que han clavado sus raíces hace tiempo para no moverse. Quizá porque tengan miedo a la culebra de brea que circunda su badajo y observa sin pestañear. Solo mediante angostas veredas y trochas más escuetas se accede a estas creaciones huérfanas, crecidas en soledad y que hablan un idioma ininteligible. Son años erigidos sobre la historia de las montañas y por debajo del sempiterno color verdoso que esboza el paisaje.   Se farfulla, en los pueblos menos remotos, acerca de los fantasmagóricos moradores que ocasionalmente descienden para comprar leche y alquilar reses. Tienen el rostro macilento y las mejillas sonrosadas, pero más allá de su aspecto, las terribles historias brotan desbocadas y salvajes del pico de sus creadores. Así, el mito o la verdad, circulan afanosos, impulsados por la creciente curiosidad de los vecinos de abajo, alimentando con un cupo de miedo las horas vencidas y las que restan por vencer   A las 17.00 el crepitar de ramas sin secar anuncia su llegada, pero rara vez  se los ve caminar. Segundos después, el umbral queda igual de mundo que el montón de guijarros depositados en el fondo del río. Los hay que, arrebujados en mantas para soportar el frío y tapados hasta los ojos, aguardan el paso de los extraños. Sin embargo, no se alude al aviso sino a la improvisación, pues cuando perciben ojos desconocidos su imagen se evapora y recogen sus aperos.
Imagen
Hola Mamá
Autor: Eli  2034 Lecturas
++
                  CONFESIÒN PATERNAL                       AUTOR: RAYMUNDO REYNOSO CAMA. Sentado en el parque vi unos niños correr,de inmediato recordè el pasado sin querer.Hacìa un tiempo mis hijos,varòn y mujer,eran tan pequeños, alegraban todo mi ser. Recordè que miraba jugar a mi hijo varòn,como solìa divertirse con tanta ilusiòn,mientras su hermana ponìa mucha atenciònpara imitarle y jugar en igual condiciòn.  Me hacìan muy feliz las ocurencias de los dos, ambos eran una verdadera bendiciòn de Dios. Mi hijo, un sìmbolo sin ninguna comparaciòn,mi hija convertida en la reyna de mi corazòn. Escuchaba, en ellos, la voz de la inocencia,por ninguno de los cuales tenìa preferencia.Nunca tuve alguna inclinaciòn espiritual,he querido y quiero a los dos por igual. En ese reencuntro con el pasado recordèla acciòn sobreprotectora que adoptècomo corolario del temor que fue influìdopor los diversos diarios que habìa leìdo. Corrìan las noticia de los muchos secuestrosque ponìan en alerta a los padres y maestros de las distintas escuelas de la ciudad,ya que los raptores mataban sin piedad. Imagìnense, còmo no iba a preocuparmesi habìa y sigue habiendo tanta violencia.Tenìa, entonces, motivo para asustarme,siendo urgente cuidar de nuestra existencia. Entonces me esmeraba en darles instrucciiones para que ellos tomen las debidas precauciones,como por ejemplo, venir por el camino correctoy de màs afluencia para encontrarnos en el trayecto Que grande fue mi sorpresa. cuando fui al encuentro,no les encontrè en el camino ni en su Centro.Cuàntas imaginaciones pasaron por mi mente, preguntando una por una a toda la gente. ¿No han visto de su escuela a mis hijos salir?Por favor me avisan si alguien les vieran veni.Que cosas espantosas se cruzaban por mi mente,esperando una mala noticia de repente. Muy desconsolado me regresè a la casa,cabizbajo, como toda persona que fracasa.Abrì la puerta, allì estaban mis dos pequeños,era como despertar de muchos horribles sueños. Se habìan regresado por distinto camino,por caminar con amigos del barrio vecino.Habìa confusiòn en mi mente, querìa llorarpero finalmente sòlo me puse a renegar. Algo debìa hacer para que no se repita.Entonces todabìa con la mente ofuscada,dos correazos por el muzlo les cruzaba,tanto al mayorcito como a la pequeñita. Sus ojitos asustados miraban con extrañeza,no comprendìan mi actitud con tanta vileza.Para ellos yo era un total desconocidopor mi acciòn que no debiò haberse cometido.  Cada uno se fue, raudo, a su cuarto a llorarla decepciòn que les causè por no saber controlarlos dictados de la ira y de la impotencia, no comprendiendo los impulsos de la inocencia. Tambièn fui a mi cuarto a pensar profundamenterespecto a mi actitud que fue muy sorprendente para todos mis familiares y para mì mismo,concluyendo que fue producto de mi nerviosismo. Sufrì por sentirme el hombre màs cruel de la tierra,hasta hoy el sentimiento de culpa me aterra.Yo, que les cuidaba mucho del maltrato fìsicoque les pudiera dar algùn depravado psìquico.  Yo mismo maltratè brutalmente a mis niñosque tanto protegìa y mimaba con cariño.Merecìa que me despreciaran por inconsciente,que me aborrecieran, ellos y toda mi gente. En compensaciòn quise abrazarles y pedirlesperdòn de rodillas. Ante nuestro altar decirlesque nunca màs aquello volverìa a suceder por que yo jamàs les habìa dejado de querer.  No lo hice..fui un imbècil, orgulloso, cobardey miserable. Todabìa en mi pecho ardela herida que yo mismo me hice en el almay cuando asoma el recuerdo pierdo la calma. Hoy mis hijos crecieron, y son PERSONAS DE BIEN ante la sociedad. NO CREAN QUE FUE EL CASTIGO,factor decisivo para que se hayan convertidoen paradigmas de las buenas costumbres tambièn.   SE EQUIVOCAN..el maltrato sòlo ocasiona severos traumas en la formaciòn de la persona, convirtièndoles en lastres, rebeldes o tìmidos,en muchos casos, en verdaderos perdidos. Es fàcil traer al mundo a una inocente criatura,pero que difìcil es ser buen padre, se lo juraeste mortal que por sus dos hijos se sacrificòy les pide perdòn por algùn error que cometiò.  Sè que los hijos, tarde o temprano, se alejaràn,un nuevo hogar con sus seres queridos formaràn,no se apenen por que a mì me pasa lo mismo,ley de la vida. Sòlo hay que actuar sin egoìsmo.                                  
CONFESIÒN PATERNAL
Autor: raymundo  551 Lecturas
Imagen
Serpiente
Autor: Daih  864 Lecturas
Esa dama. Ella se cree linda, dueña de la verdad. No deja hablar y si lo hace es para contradecir. Sin embargo, sus ideas imponen un toque de humor que dispersa toda discusión. Pero, ¿Quién es ella? Ella es Luciana Núñez de Campos, debe tener 60 años, es fea, muy fea. Se mandó hacer cirugía de nariz y quedó peor, "que importa", ella se cree linda. Estudió en un colegio mixto, en el que era considerada como alumna metida en todo, siempre estaba lista a lo que pasara. Vivía en una humilde casa, "que importa" si se creía millonaria. Estudió matemáticas puras en la universidad nacional de Colombia y, cuando terminó su estudio se casó con un economista. No tuvieron hijos. No se puede negar que ella es inteligente,  alocada, talvez por aquello de las matemáticas puras. Domina totalmente a su esposo Federico Campos. Si ella le pide que se disfrace de payaso, de mujer, de sacerdote, él obedece, sin que se deteriore su trabajo de economista.  Ella fue profesora de matemáticas, sus alumnos la admiraban y también se burlaban, por creerse una  cantante importante. Cuando menos se pensaba resultaba cantando desafinada y en falsete. En las fiestas tomaba whisky, se atrevía a bailar encima de las mesas, decía ser gran bailarina, también, gran deportista. Poco a poco se hizo millonaria ¿Cómo?, comprando apartamentos en remate, que después, vende a buen precio, reinvierte las utilidades y, hoy día es millonaria, dueña de muchos apartamentos, bella finca, carro último modelo. Viaja al exterior tres veces al año. Se ha convertido en personaje importante en los círculos sociales. A nadie ayuda económicamente, pero la buscan y le rinden pleitesía sus amigas, que se sienten orgullosas de tener su amistad  Cuando se le pregunta ¿a qué se debe su fortuna? responde con diferentes frases de buen humor. “Se debe a mi hada madrina”  a mis sapos, a los políticos, a la virgen de Guadalupe, a mis éxitos en el arte y el deporte. Además siempre se me aparece la virgen. Uno de sus ex alumnos cuenta que ella concursa en talentos artísticos y en deportes y que usa bien las matemáticas para lograr que su puntaje artístico y deportivo sea el más alto y, así logra ganar premios. A Luciana le gusta subir a escenarios a cantar horrible, hacer muchas venias y solicitar aplausos. Ella y Federico son invitados a muchas fiestas; matrimonios, grados, aniversarios, estrenos... Cierto día, ellos regresaban de una invitación en la ciudad de Ibagué y viniendo por carretera a Bogotá, olvidaron que el carro solo tenía la reserva de gasolina y quedaron varados a dos kilómetros de una estación de servicio. Ellos, elegantemente vestidos caminaron hasta la Estación de Servicios BRÍO, y como bien dice Luciana, "se le apareció la virgen"; dos soldados se ofrecieron a empujar el auto hasta la estación. Uno de los soldados entregó su fusil a Luciana, le pidió que extendiera sus brazos, para colocar su fusil, mientras empujaba el auto, y, ella, que toda la vida ha sentido mucho miedo a las armas, olvidó el miedo y aceptó. Fue algo chistoso, ella se puso en firme, recibió semejante fusil tan largo y pesado. El soldado le dio la orden de quedar inmóvil en el mismo sitio hasta su regreso. Luciana con voz fuerte dijo al soldado: “Como ordene mi cabo” y obedeció la orden. Cuando regresó el soldado, ella le devolvió el fusil, se puso en firme como lo hacen los soldados ante sus superiores y dijo: “Sin novedades mi cabo” quedó feliz, pensando que ella prestó servicio militar. Ha contado esa misma historia más de cincuenta veces. Siempre que pasa por esa Estación de Servicio dice: “Aquí presté mi servicio militar” Pero lamenta que no le hayan tomado foto cargando el fusil. También lamenta no saber lo qué pensaría la gente que la vio tan elegante en firme, cargando el fusil en la Estación de Servicio BRÍO.Era increíble esa historia, porque Luciana convierte sus sueños en historias mentirosas, pero su esposo Federico, que jamás miente, confirma la verdad de esa historia. Además, los empleados de la Estación de Servicios pregonan la historia, como anécdota inolvidable. Luciana cuenta a sus amigas vivencias fantásticas, increíbles. Pero la felicidad no es a toda hora, le ha llegado una tremenda enfermedad que le impide caminar. Tiene que usar silla de ruedas y ya no permanece con las mismas amistades, ahora se trata con aquellas que jamás invitó a su casa. Ahor piensa que la gente pobre es útil, solidaria y buena. No se equivoca, en verdad, son esas personas las que ayudan a rodar la silla con Luciana y la acompañan a los consultorios médicos.  Por su parte Federico ha cambiado, anda en coqueteos con una amiga y se desentiende de su esposa, dice que se siente libre., ya no se deja dominar. Luciana, ya no vive feliz.    
Esa dama
Autor: Lucy Reyes  1398 Lecturas
Entró por la ventana del aula,aleteando alegre, una mariposa blanca. Había un total silencioporque estaban los alumnosrealizando el examende final de curso. Pero la mariposa blanca,festiva y despreocupada,se paseaba tranquilaentre las bancas y los alumnospromoviendo tan solosonrisas de saludo. Sobre el ejede su blanco cuerpo plegaba y extendíacon armonía sus alas, bailando,bailando la danza de la primavera. Estuvo unos minutos por el espacio rectangulardel aula de examencomo leyendo los foliosque escribían los alumnosy, después de dejarcon su imprevista visitauna ligera distracción amable, se marchó por una ventanahacia el espacio abiertocon su blanco aleteoy silencioso adiós. ¿Qué mensaje, qué ignorado augurio,qué señal o signotraía su presencia,sería, acaso, la visitade algún espíritu ausenteque quiso estar con nosotrosen aquel preciso momento?                                             (15 de junio, 2004. De mi libro "Primavera en las aulas")                            
LA MARIPOSA
Autor: Enrique González Matas  1312 Lecturas
Imagen
La Esencia de la naturaleza
Autor: Daih  690 Lecturas
Imagen
Te recordaré
Autor: MAVAL  958 Lecturas
            INHIBICIÒN AUTOR: RAYMUNDO REYNOSO CAMA    Quiero hablar con el pensamiento, en silencio decir: creo que te amo. Es que a cada instante te reclamo, para luego callar lo que siento.   Eres alegría, también lamento, calor y frìo, luz y oscuridad, sosiego, también ansiedad, decisión y arrepentimiento.   Es preciso que de ti me ausente como golondrina alzando vuelo para buscar distinto horizonte.   Mi voz se mantendrá siempre callada, sumida en su propio desconsuelo, por que eres una mujer casada.  
INHIBICIÒN
Autor: raymundo  530 Lecturas
REGRESION Todo apuntaba al desastre. Palomitas por el suelo y una antesala desierta donde los únicos tertulianos éramos nosotros. Dos mesitas redondas y sucias componían un mobiliario desvencijado y dedicado a esperar de mala gana la proyección. Demasiadas señales que evidenciar y sortear. A las once y 5 minutos comenzaba, con retraso, la película. Ignora el monstruoso barrunto, me decía en clave de soliloquio. Ya en el asiento, y después de ver a Daniel Craig inmerso en la que se anuncia como la mejor trama de James Bond en años, llega nuestro turno. Palabras borrosas que dan nombre al título y superpuestos varios renglones que nos avisan de la temática de la cinta. No entiendo cómo el suspense enseña su badajo antes de ser encumbrado, aunque buen detalle para desviar, insuficientemente a la postre, la atención del espectador. Con todo: Satán para el público bueno y para las medias sonrisas santurronas que confiábamos en la pericia del director para salir de los atolladeros. Buen ritmo desde el arranque. Atmósfera rural y decadente, lluvia y limpiaparabrisas que funcionan, también coches de policía blancos y negros que nos llenan de nostalgia y regocijo… así que carita de embobado.  Etiqueta americana para fardar de producto nacional. Hasta ahí, todo bien. Pronto comienza a truncarse el visionado cuando de soslayo y con cara de preocupación, igual que la que pone el pobre Ethan, asistimos a, no a una, sino a varias actuaciones inverosímiles que juegan al pilla pilla en las estribaciones del patetismo. Indicios de fango debajo del espejismo. La tensión, si es que en algún momento la hubo, se diluye en medio de una serie de interrogatorios más parecidos a un casting  que al abuso de una rubia, joven y bella. Tampoco Emma convence en su histrionismo a pesar de las lágrimas de cocodrilo que recorren un rostro tan grácil como acartonado. El zenit de la película se acerca lánguidamente dejando varias migas de pan detrás de las espontáneas apariciones de una joven, vencida por la bucólica juventud de graneros y alcohol, que pretende abandonar su pasado, no sin antes provocar diferentes desdichas y el desconcierto del agudo inspector y su cínico acompañante. Clarines y timbales para un desenlace abrupto e insultante, aunque en armonía con el secuestro sin rastro de la intriga y el abandono total de cualquier elemento que respire la angustia de los primeros thrillers del chileno. La sensación, una vez que todos hemos regresado, es la de una mentira mal contada. La tenencia de una idea abrumadora, incluso para Amenábar, nacida de un suceso real, quizá excesivamente real.  Posiblemente Volver, sino es de la mano de Almodóvar, está sobrevalorado.  En este caso, la ingente publicidad puede haber sido el anodino presagio para impedirnos ver el bosque y ser conscientes de la protección de que gozan los genios cuando desfallecen.
REGRESION
Autor: javier castillo esteban  562 Lecturas
MIRA EL FUTURO AUTOR: RAYMUNDO REYNOSO CAMA.   No te quedes en las tinieblas del pasado cuando  sientes que el arrullo del presente, te ilumina el alma con hermosas caricias que alegran los pasos de la dicha esperada, dirigidos hacia el jardín de un futuro feliz.   No le niegues cariño a tus lamentos, tampoco ternuras a tus angustias, recibe ese arrullo de un gran amor que quiere llegar a tus anhelos.   No le des  amor a cualquier inquietud, que te llegue con engaño en los vientos, que sólo quiera perturbar la paz de tu soledad, escoge el aroma que haga eterna tu sonrisa.
MIRA EL FUTURO.
Autor: raymundo  869 Lecturas

Seguir al autor

Sigue los pasos de este autor siendo notificado de todas sus publicaciones.
Lecturas Totales247235
Textos Publicados310
Total de Comentarios recibidos2723
Visitas al perfil104103
Amigos100

Seguidores

7 Seguidores
Iñaki
Septiembre 13
Jonathan Landin Melo
Lyda  Garcia Espinosa
Angel Mosqueda
Luis Pérez
daniel desantodomingo
 

Amigos

100 amigo(s)
Juan Cardenas
Briana Farrera
Soñadora
**Leticia Salazar Alba**
Gonzalo
Franco  Esteban Oñate Retamal
Florimar Davila Talepcio
gabriel falconi
julian pecina
John Zapata
Ibrahim Fajardo
Karen
Pedro SR.
Samont H.
Mei
juan carlos reyes cruz
Mitzio Antonio
Lucy Reyes
Sarah Alexander Katz
Flor de Otoño (Yoselyne M.B)
veronica
J. C.
patricia amorin
javier
MIchelle Camacho
Mateo
Priscila Sarahí Burruel Ortega
Cristina Almagro
gisell
Fild
Viviana H. Mondragón Morales
Ernesto Sihuin
luis josé
Jefferson
maria del ...
Micaela
Aissa
Carlo Biondi
Lorena Mercedes
Franco
Maritza Talavera Lazo
Oscar Franco
Daniel Florentino López
Agustina Aguirre
Snookii
MARIANO DOROLA
Un sentimiento
Giako Reed
Embrujo
Francisco Perez
Guillermo Capece
Raquel Garita
Kenny Amaro
Miguel angel mata de castillo
C.S Marfull
javier castillo esteban
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Joaquin Sariego
Liaazhny
Mayron Uke
Enrique González Matas
Juan Francisco Lozano
Lucy Reyes
kathleenmijares
ca,iddj
Daih
Ana Belen Codd
Nadu
Joseph Zarath
Yanet Velasco
ISIS Mariaangel.
Joshua Hernandez
Ominoso
gabriela.piris.
LIBIA ESTHER QUINTANILLA WENCES
Roberto Funes
aidee montserrat aguirre varela
Juan Jose Castillo
raymundo
DEMOCLES (Mago de Oz)
Adrian Arriagada
NORMA ESTELA FERREYRA
Oscar Ruano
un sentimiento
María Ester Rinaldi
:-(
Eduardo Sosa
Carolina Aguilar Vélez
Stella
Marìa Vallejo D.-
atzu
Richard Albacete
Mariana de Jesús
Fer Poeta y Novelista
maribel gonzalez navarro
oscar
Juan Carlos Calderón Pasco
antonia
German Karel Hanisch
Hugo Nelson Martín Hernández
 
elvia

Información de Contacto

Argentina
-
-

Amigos

Las conexiones de elvia

  Juandro
  BrianaFarrera
  miuniversomistico
  Puente de Triana
  MGCipa
  estebanescritorsurXXI
  FLOR DE MARIA DAVILA
  el bulon
  julianpecina
  john0
 
<< Inicio < Ant. [1] 2 3 4 5 6 ... 10 Próx. > Fin >>