No me creo nada. No veo conexión. No hay rastro de almas, solo veo sombras vestidas de mucho tiempo gastado, los siete pecados vagando por las calles. Posteando sus mierdas mundanas, como si fueran cencerros de ganado para hacerse distinguir entre el rebaño. Soy caracol, no quiero salir de mi, no para ver cada mentira, cada irrealidad, maldad. Sólo ansiedad y yo, todo el rato, a veces dueles soledad otras veces solo un vacío. Quiero sedarme, desvestirme, cerrar los ojos no encontrarme con el tiempo, saludar a la muerte.