Mientras el humo que sale por mi boca se desvanece, noto que el televisor parpadea, que mis dibujos cobran vida y el techo comienza a girar...Paranoia quizás, vulnerabilidad lo mas probable... Cierro mis ojos, creyendo que todo se detendrá, los abro y ya nada se mueve, mas bien soy yo quien se desvanece quien parpadea, y quien esta girando en el aire.Con mi fobia a las alturas comienzo a temblar, las nauseas se hacen parte de cada parpadear, inhalo exhalo...Creyendo que lentamente, esto se detendrá. Sin notarlo mi cuerpo cae sin mayor aviso, sintiendo que todo sigue revuelto en mi, inmóvil pero ya el temor se ha ido... expulsando una risa de ironías tan tenebrosa que mi conciencia le teme a gran magnitud. Mis puños se aprietan, mis ojos se cierran hasta doler, y mi corazón queda inmóvil por tres segundos... donde me convenzo de que algo no anda bien. Mi pecho se eleva, inhalando con exageración...Un, dos, tres, quiero despertar, pero jamás entre al mundo de los sueños.Mis temores mas ocultos salen através de mis lagrimas, donde cada una pesa tal como la primera humillación en mi memoria... No puede ser mas fuerte que la cordura que debo mantener, no debe superar mis fuerzas corporales, menos ganarle a mi desesperación. Busco el inicio de la concentración en mi, me inclino hacia delante, toco la punta de mis pies como si mi cuerpo no pesara,Inhalo me levanto y todo vuelve a girar, pero esta vez todo sale por mi boca, solo veo colores mezclados entres si casi burlándose de mi ojos, sin lograr definir cada uno de ellos. Sin fuerza alguna, las lagrimas comienzan a jugar por mi rostro sintiendo minuciosamente, como se deslizan poro por poro, donde el dolor aumenta por tres minutos y luego disminuye considerablemente el cual noto al instante. Mi mente en blanco... y un punto morado en medio, fuerte e inmóvil, poco a poco recupero la lucidez, muy suavemente abro mis ojos, muevo mis manos y tomando todas mis energías restantes, camino hacia mi ventana... donde al parecer el tiempo paso burlándose de mi. Y las nubes comienzan a despejar, no necesito de un sol radiante, donde los mas probable solo me queme mas mi conciencia. La verdad, no recuerdo cuando fue la ultima vez que mi mente anhelaba tanto un alba al flor de piel. Recupero el aliento, confiando en este nuevo amanecer.