Cartas a mi novioCarta 3 Gracias al tiempo Me he dado cuenta que fingir contigo no me funciona, no soy buena diciendo mentiras y contigo menos, jamás podría hacerlo, es como si tuvieras acceso directo a todas mis verdades. Voy a esforzarme por esperar un poquitito mas para abrirme del todo a ti, porque no voy a reservarme nada cuando lo haga y realmente pienso hacerlo, ya sé que eres tú. No sé porqué me tardé tanto en aceptar que movías algo en mí, si desde aquella malteada en el Sao, encontré algo en tu mirada que me llamó la atención, no me habían mirado de una forma tan inocente y tierna jamás; yo no podía verte diferente entonces, pero todo se da en el momento justo. Tu llegada no fue precisamente en el mejor momento de mi vida, me veo un poco derrotada y destrozada, esta transición, el querer estar lejos para no volver y apareces tú. Increíble, un par de salidas y ya me haces pensar con mas claridad de la que había tenido en todos estos meses de duelo, lo admito, mas de la que había tenido en toda mi vida. Me siento a salvo a tu lado, mi tristeza no quiere dar tregua pero cuando estoy contigo es como ponerla en pausa, el amor te cura me dijo Fra, no tardaré en darme cuenta que tiene razón. El tiempo es sabio. Ahora tengo mas ganas de hacerle frente a la vida, tu me haces ver que puedo, que debo seguir, sin saber todo lo que siento y las cosas por las que atravieso, tu compañía me alivia el alma. Estar lejos me ha hecho entender que a veces es bueno poner distancia entre lo que consideras el problema y tu, no importa cuan equivicado puedas estar, no siempre huir es de cobardes, estar lejos me recordó que le importo a mi familia, que ellos me importan a mi, necesitaba este tiempo, pero no será mucho, porque ahora te necesito también a ti. Quiero volver a verte que me des otro abrazo, que me mires a los ojos, me anclaste al lugar que me vio nacer de nuevo. Lo que nos espera es bueno, lo presiento y me atrevo a asegurar que le escribo al amor de mi vida. Te quiero no es mentiraes muy real
Cartas a mi noviocarta 2Gracias a la distancia Lo que te voy a decir te va sonar super cursi, pero espero que ya estes acostumbrado a eso. Pensaba en lo bonito que se siente tenerte, me siento afortunada y todavía no logro concebir una idea de lo que sería mi vida sin ti; por eso me da duro cada vez que viajas, aunque no te marchas tan lejos ni por muchos dias. Hoy no estas en la cuidad, tus compromisos por alcanzar tu visión, eso que deseas para el futuro, te distancia de mi; soy dichosa de verte cumplir cada una de tus metas y trabajar arduamente por lograr que tus sueños sean realidades, admiro eso de ti; pero es difícil, te extraño a un nivel casi irracional, las llamadas y los mensajes tan solo son pañitos de agua fresca para esta ardiente necesidad de tenerte cerca, es que tu compañía me da una tranquilidad exquisita.Pero agradezco a Dios la fuerza que me da para no dejarme llevar por la impotencia que surge tras estos distanciamientos, me ayuda y me es necesario permanecer en actitud de agradecimiento; creo que agradecer, es como un antídoto seguro contra la amargura que podría producirme aquellas cosas que no puedo cambiar. Extrañarte me recuerda lo valioso que eres para mi.Te amocon amordesde lejos Pdt: No revelaré la fecha en que fueron escritas ninguna de estas cartas.
Cartas a mi novio Carta 1 Gracias a Ana Frank La carta original, mi primer carta, la borré sin querer, no lloré, no me hice reproches sólo esperé a tener el espacio para volver a escribirla e intentar recuperar algunas de las cosas que en la anterior te dije. Desde ya creo que será absurdo, nunca volverá a ser igual, pero me esforzaré por recuperar algo. Sé que decía mas o menos asi: Desde que te tengo en mi vida por alguna razón cada vez que tengo miedo, pensar en ti me llena de fuerzas, te debo más de lo que imaginas, ninguna colección de cartas, es recompensa suficiente por todo lo que haces por mi. Me desperté por la madrugada, vi el auspicio de una nueva crisis de ansiedad pero arremetí contra ella con todas mis fuerzas, no me dejé, ya no me dejo y en parte es gracias a ti. Un día alguien me dijo que el amor te cura, lo he comprobado. Abrí el diario de Ana Frank, comencé a leer para que el sueño volviera, pero caí placenteramente en mi propia trampa, leer le gana por kilómetros al miedo, en cuanto a robarme el sueño se trata. Me sentí conmovida y tambien inspirada por Ana, a tan corta edad escribió su deseo de seguir viviendo despues de morir, de hacer algo por lo cual la recordaran, me identifiqué con ese pensamiento. Pasar por el mundo sin plasmar mi huella en el corazón de las personas, sin dejarles nada que los inspire o motive a hacer cosas grandes, o a ser mejores, porque si, porque lo vale, no es lo que quiero para mi. Estoy motivada para seguir impulsando mi talento, no quiero seguir ignorando este don tan lindo, es mi parte natural y me he reencontrado con ella a las 3 de la mañana leyendo este espectacular libro. Perdona si quizá no entiendes tanta palabrería, puede que este sea el comienzo de algo mucho mejor. Te amocon amorde madrugada. Eso fue todo lo que pude recuperar, la verdad no me siento inconforme con lo que logré explirmirle a mi memoria.Te amo con amor que no se rinde.
Pienso bien, así como chevere, después de 10:30 de la noche, me gusta sentarme en una silla junto a la ventana, luz interna apagada y aprovecho la que proviene de la calle. Libreta, lapicero y alguna que otra cosa que me motive. Es esos espacios me analizo, me corrijo, me regaño y me animo, en ocasiones me centro en alguna actitud errada, la destruyo y la dejo volar para que no haga nido en mi. Otras noches me baño en lluvias de ideas, sonrio, critico, celebro y apunto todas aquellas que me convencen de ser buenas y realizables. Me escucho y encuentro en mi voz interior tantas cosas agradables que durante lo que permece alumbrando el sol me sería imposible escuchar. Una noche, muy en lo habitual, en mi silla de pensar, me interrumpió un sonido que venía de la calle, observé por la ventana y era un señor que a cada paso golpeaba el suelo con un bate. Vigilante. Cuando lo perdí de vista empecé a escribir en mi libreta. No fue su voz, ni sus pasos lo que hicieron que notara su presencia. A quienes nos gusta escribir sabemos que no seremos reconocidos por nuestra maravillosa voz y que nuestros pasos son silenciosos, vamos por ahí, caminando entre líneas, a mitad de la noche, cuando muchos duermen y pocos leen. Sabemos que nos toca hacer ruido con lo que tenemos a la mano, golpear fuerte el lápiz contra la hoja para dejar nuestras ideas y hacerle saber al mundo que estamos aquí. Aún del arte de escribir, vigilantes, como el señor del bate.
Vístete de mar y sol, vístete de todo menos de piedra, ese vestido no te queda, no te queda cuando te haces la que no siente, la que no sufre y a la que no le duele nada. Vístete de lágrimas aunque sea una vez, deja escapar el miedo a que te vean débil y aprende a recibir de la fuerza que otros te quieren brindar, vístete de nube, suaviza tus dudas y déjate llevar por el viento a un mejor lugar, vístete de ave y vuela sobre todo lo que crees que no podrás cambiar, vístete de barco, sube el ancla, navega en los lugares donde las heridas aún no sanan y llevame contigo, puedo ayudarte a sanar. Vístete de mar y sol, vístete de todo menos de piedra, ese vestido no te queda, te roba libertad.
Me urgió el deseo de callar, mantuve mudo el abecedario, es injusto el tiempo, insolente la distancia, mientras no te vi cayeron mil aguaceros y ahora mi corazón quiere gritar incoherencias. Gritaré primero. ¡Loco! ¡Desquiciado! Volver a ver sus ojos después de tantos inviernos no significa nada. ¡Cállate! Replicó mi corazón. No importa cuántos inviernos pasen, volver a ver esos ojos significa todo, ¡No te mientas! Era inútil intentar reñir con él, seguía siendo tan constante en la idea de amarte y al mirarme a los ojos, lo descubriste y quedaste sorprendido, tanto como yo. ¡Es increíble que aún me quieras! Dijiste. Lo que siguió nos hizo felices... Hasta que desperté.
Querer ser recordadoPermanecer atadoA la mente ajenaEs una causa plena Pero… Quizá ser olvidadoSer parte del pasadoIrrompible cadenaEs de todos la condena
El día es apenas joven, tras dos horas y quince minutos de haber nacido se enorgullece en llamarse 29 de Julio. ¿Qué podría mantener un alma despierta en las prematuras horas de un nuevo día?. Su mirada se fijó en las páginas del libro en turno, el escritor rara vez cambia, reía a solas mientras leía y tras cada página el sueño ganaba kilómetros de distancia lejos de su habitación, la última vez que miro atrás con un atisbo de esperanza, la vio demasiado feliz como para estropearle el romance y aquella alma enamorada de la lectura tampoco tenia interés en pedirle que regresara. El sol brillaba en cada página y estaba dispuesta a llegar hasta la última, para cerrar el libro, apagar el sol y dormir un rato.
Llora después, aun no, mantén la calma, sigo aquí, no pienso irme hasta dentro de una par de horas, no me demuestres debilidad, guarda tu dolor, trata de estar en paz, no creo poder amarte viéndote sufrir y justo ahora eso es todo lo que necesito, amarte, porque cuando ya no estemos cerca no habrá lugar para otro sentimiento que no sea el de extrañarte. Yo también llorare después, lo haremos juntos, sufriremos, dejaremos salir el dolor, incluso llegaremos a gritar, los kilómetros nos partirán en dos el corazón, desearemos más que nada volver a estar así, como ahora, así que sonríe para mí, cuando regrese, desapareceré para siempre la distancia y no habrá lugar en ti para otro sentimiento que no sea amarme.
Brillaba en tus ojos la esperanza de mi amor más grande y fuerte, fiel al sentimiento, decidido en tu visión de conquistar mi mundo y plantar tu bandera en todo lo que mi nombre lleva. Brillaba en tu sonrisa el reflejo de la mía cuando tú la provocabas, firme en tu promesa, contante en tu deseo de hacerme más fácil la vida aunque en ello gastaras todas tus fuerzas.
Me cansé de guardarte, tu recuerdo es peso para el alma que ya desea avanzar, es herida en mi corazón que ya desea sanar, todo esto que aún tengo de ti, se convirtió en basura que apesta y nadie quiere estar cerca de alguien así, por eso destapé mi baúl de los recuerdos para dejarte volar.
Ese día lo único que tenía era ganas de salir corriendo de casa y dejar todo tirado; me asomé a la ventana y lo vi en el patio, salí para ver que hacía, tenía en sus manos el arco listo para disparar. -¿A que le apuntas? --A la paloma que está allí, en el árbol -¿Acaso tienes la intención de matarla? --¡Claro que no! -¿Entonces porque le apuntas con esa flecha? --Para demostrarte que tus intenciones no son suficientes si no actúas. Dejó de apuntarle a la paloma y sus ojos apuntaron a los míos. --Tú sabes que te amo, me casé contigo convencido de que eres la mujer más increíble de este mundo y de todos los mundos que puedan existir, pero no soy paloma para vivir de migajas, no entiendo tu actitud, desde hace un mes estas insoportable y ni si quiera me dejas acercarme, ¿Qué te hice? Si disparas la flecha quizá me mates con ella, pero sabré la razón de mi muerte, pero en cambio tu prefieres callar y tu silencio me hace más daño, es como agonizar cada día y tus intenciones de hacer que las cosas mejores no son suficientes, es más, ni siquiera sé si las tienes. Cariño es el momento para que me digas que sucede porque este mes ha sido de lo peor. No pude evitar quebrantarme, el suelo se humedeció con mis lágrimas y por un momento creí que se haría lo suficientemente blando como para hundirme en él; mi amado esposo como el caballero que siempre ha sido se acercó para sacar mis lágrimas con sus manos. --¿Qué sucede cariño, ya no soporto más esto, dime que pasa? Logré hablar. -Alguna vez me dijiste que no te gusta salirte de lo planeado ¿lo recuerdas? --Sí lo recuerdo. -Y, ¿Qué tan cierto es eso? --Pues es muy cierto, no me gusta. -Sé que mi actitud estos días ha sido horrible y quizá te hice pensar que mi amor por ti ha menguado, pero no es así, estoy así porque te amo y porque te fallé. La flecha me mató allí mismo pero en un segundo decidí resucitar para saber en qué me había fallado, sé que me ama pero sus palabras trajeron un profundo terror a mi corazón, así que desperté de mi corta muerte para poder preguntar con el último aliento que me quedaba. -- ¿Cómo así qué me fallaste? - Me salí de nuestros planes amor. -- Explícate. - ¿Me amas? -- Más que a mí mismo. - ¿Amas todo de mí? --Absolutamente todo -¿Y podrás perdonarme? --Estoy seguro de que podré hacerlo. Suspiró profundo, satisfecha con mi respuesta, pero ella no necesitaba escuchar eso tanto como yo necesita decirlo, supe que estaba lista para disparar otra flecha y yo solo pensaba ¡ojala esta no me mate! Sus ojos por primera vez desde que inicio nuestra conversación, me dijeron que lo que sucedía no era tan malo como ella creía. -Seremos padres, estoy embarazada. -- ¿Qué? ¡Esto si no me la esperaba! -Amor lo siento, sé que habíamos acordado buscarlo después de dos años de casados, sólo sucedió. --¿Has estado así todo este tiempo por eso? -Pues sí, estaba confundida y muy sensible, y tenía miedo porque no sabía cómo ibas a reaccionar. --¡Wow! -¿Estas molesto? --Pues sí lo estoy y mucho... Ahora si es oficial, yo nunca había llorado tanto. -Lo sabía. --Hey! Bonita mía, estoy molesto porque pasé lejos de ti este tiempo y porque me perdí los primeros días de vida de esa pequeña criaturilla problemática que llevas allí adentro En ese punto ya me tenía de rodillas ante ella. --Quizá no estaba en nuestros planes, pero sí en los planes de Dios, te juro que pensaba que no podías hacerme más feliz pero con esta noticia lo estás logrando. -Eso quiere decir que… --Voy a ser Papaaaaaaaaaaaaaaaaaá. A lo lejos se escuchó un grito de felicitaciones.
Este sentimiento está tan intacto que a veces creo que solo nos separan centímetros y no millas de distancia y que solo han pasado horas y no años desde que ya no estamos juntos.
Pierdo tiempo en lo absurdo Hago cosas sin pensar No mido consecuencias, Mi lenguaje tiende a ser burdo A veces ni quiero hablar Y me perturba la conciencia. ¿Quién soy? ¿Me gusta esto? ¿Por qué tantos errores? Callar me mantiene atada, ¿Tan mal estoy? ¿Apesto? ¿Por qué tantos temores? Llorar no ayuda en nada. Recuerdos que traen pesar Sueños de ayer que murieron Y un presente enredado, Intentos frustrados de olvidar Fuerzas que se desvanecieron ¡Tanto me he reinventado! Me canso, pero aun así no me rindo Siempre hay oportunidad Y en milagros creo, Nuevos aires me brindo Corazón partido a la mitad Te remiendo y aunque feo…. Brillaras porque lo deseo con mi vida!
Nunca me voy a cansar de ver los atardeceres de Cartagena, nunca me voy a cansar de contemplar el mar, nunca, aunque nunca digo nunca. Hoy vine aquí porque quise dar un paseo, traje conmigo una botella donde deposite todos lo poemas tristes que escribí en aquellos días donde no sabía quién era, cuando no le hallaba sentido a nada de lo poco que hacía, porque hacer algo se me volvió una tortura a causa de la falta de voluntad. De las pocas cosas que me daban placer, escribir, y lo poco que escribía estaba cargado de soledad, angustia y tristeza, aunque siempre le ponía un rayito pequeñito de luz a mis palabras, porque muy en el fondo sabía que no estaría así para siempre. No eran días para mirar al futuro, pero ese día lo hice, me senté frente a mi computador y deje que mi habitación se llenara con el sonido de las teclas al ser presionadas por mi dedos, me costó un poco verme diferente a como me estaba viendo y sintiendo en ese momento, pero alguien me reto a intentarlo y ese reto me trajo hasta aquí. Mis pensamientos siguen volando libres pero ya no les doy permiso de volar, ni muy alto ni muy bajo, mi pasión siguen siendo las letras pero la esencia de lo que escribo ahora es distinta, la voluntad que me faltaba, ahora me sobra, deje de buscarle sentido a la vida y empecé a vivir, entendí además que todo era como debía ser y que lo que no sucedía también escondía razones lógicas, deje de hacer preguntas tontas y empecé a responder preguntas importantes, tomé acciones y me negué a las malas decisiones, fui más fuerte, soy más fuerte aunque nunca diga que lo soy. Me siento libre para ser quien soy, sin sentir culpa por quien haya sido antes, me mueven las cosas que siempre soñé, camino sobre cada piedra en la que tropecé, no olvido mis caídas, las llevo conmigo para recordar que nunca fui tan sólida como lo soy ahora, pero ya no les permito que me hagan tropezar, ya no les doy permiso para que frustren mi existencia, volví un camino torcido en una senda donde vale la pena caminar sola o acompañada, pero jamás hubiese llegado hasta aquí sola. Dios, su gran amor por mí, mi familia, mis amigos y él.
Incomprendida si sopla el viento así me grita y así me siento algo perdida, si miro al cielo pido una cita para una huida con otro cuento que rompa el hielo que mi alma anida y lo haga lento así me evita el sufrimiento de la caída del largo duelo que me marchita. Y la cita fue concedida la nueva historia esta siendo escrita el alma cálida agradecida sonríe sintiendo que alguien la cuida en un nuevo vuelo, florece y lo necesita su pasado mando al infierno para la gloria ver infinita.
Fue la canciòn que sonaba de fondo la que te hizo inmortal, no tu ternura, no tus caricias, no tu aroma. Cada que la escucho te recuerdo, pero cuando la canciòn termina te vuelvo a olvidar.
Es difícil decirle que no a alguien que se ha esmerado por darte lo mejor, por ser especial y hacerte sentir especial, duele adentro, duele y duele de verdad. Es difícil porque a tu manera le quieres, porque sus detalles y atenciones llegaron a sonrojarte, quizás por un momento pensaste que podías enamorarte y contemplaste en tu mente el deseo de sentir más. Pero por más que quisiste que el viento soplara amor sobre ti, hubo quietud, no hubo más cariño del que ya sentías, y gracias se convirtió en la palabra favorita a la hora de hablarle porque no podías hacer más que expresar tu gratitud. No podías decir que si porque en ti había mucha inseguridad y no es sano crear falsas ilusiones si no se sabe que es lo que vendrá con exactitud. Te sientes culpable por no darle la oportunidad, piensas que quizás podría quitar tus dudas, hacer más de lo que ya ha hecho y conquistarte, pero tienes claro que hay heridas que se pueden evitar y en eso te basas, esa es tu filosofía. Lo que sigue para ti es esperar a quien esperas, en realidad eso es lo que sigue para los dos. Por lo demás todo se supera y eso tú lo sabes mejor que nadie. Tienen derecho a extrañarse.
En esa medida de esperanza que guardas y que te supera en tamaño; en esa paciencia que decidiste cultivar. En la mirada que le das al pasado sin ningún remordimiento, sin arrepentirte por nada y sin odiar a nadie por lo que te hayan hecho; en las palabras que salen de tu boca, también en las que callas. En esas manos que parecen mil cuando se trata de dar, dar. En tus pies que no pierden su norte, que nunca piensan en regresar, que avanzan sin temor, en tus pasos, en tus huellas. En tus ojos y en tu noble mirada jamás desenfocada, en tu mente positiva. En esa actitud de aprender, de ser mejor, de madurar. En ese constante deseo de disfrutar la vida, en esas acciones pacíficas que me dicen que eres total calma, pero también en tu ceño fruncido y esa furia ante la injusticia. En esa risa honesta y transparente que fluye natural ante cualquier circunstancia, en esa confianza y esa paz de todos tus gestos, en todo tu ser, en todo eso que eres descubrí que sabes amar y quiero saber quién te enseño.
Burda idea de tenerte aqui otra vez, que idea mas loca e inconsciente, mente malvada es mi mente, no siente el daño que me causas si estas presente, nada le importa, parece tonta mi tonta mente...
La culpa es tuya no es miapor quedarte en silecio cuando no debiaseres culpable por callarpor no expresar lo que sentiaspor no arriesgarte a averiguarpor si acaso yo te correspondiaya me perdiste y no es tiempo de reclamarno doy espera y eso tu muy bien lo sabias... La culpa es tuya no me veas asite di señales que nunca quisiste verpor mucho tiempo me fijè solo en tiestuve cerca para hacertelo entendereres culpable por fingiry hacerte el fuerte para en el amor no caerdime que sientes al ver que me voy de ti,sè que es dificil lo que se quiere no tener....
En ocasiones escribrimos a partir de un sentimiento que queremos transmitir. Soy lectora antes que escritora, asi que pienso en mi a la hora de escribir, me gusta ser clara conmigo misma, porque yo soy mi primer lector, no uso palabras rebuscadas y me hago entender, o por lo menos trato. Me gusta que si en 20 años me vuelvo a leer, pueda recordar como me sentia mientras escribia hoy, porque si es asi, entonces habre logrado mi objetivo, podrè decir: "yo escribi eso porque ese dia me sentia de esta forma". Las letras perduran en el tiempo y el sentimiento puede perdurar en palabras escritas. Aveces no tenemos la capacidad de recordar por la noche lo que hemos desayunado en la mañana, las cosas triviales las olvidamos facilmente, pero si te mordieras la lengua mientras desayunas, es casi imposible que no recuerdes por la noche todos los detalles de como pasò, esta involucrado un sentimiento, el sentimiento de dolor. Por eso es importante que al escribir no ignoremos poner un poco de nuestra alma en cada palabra, porque cuando hay sentimientos involucrados en las palabras, cuando hay realidad y corazon, es mas facil que lo que escribes le llegue a tus lectores y que te recuerden. Hay quienes se identifican mas con tus sentimientos que con tus ideas, la clave esta en acompañar tus ideas de sentimiento.
Pegada al vidrio se deslizaba y creo que le dolía, pues se desgastaba cada centímetro que bajaba, dejó un rastro transparente en mi ventana, la primera gota del aguacero. Anuncio de una tarde fría. No sé de Do, Re o Fa, pero me sonó a Si, mi clic en el piano, y me recordó los tiempos en que las palabras positivas valían algo en tu boca. Gotas, notas, soledad, el ambiente perfecto para recordarte. Veo el amor inmortalizado en nuestras fotos y me pregunto ¿que nos pasó? Como es que algo de eso tan lindo se acaba asi de la nada, el recuerdo duele como el dolor de aquella gota que al caer murio solitaria, si hubiese esperado a caer junto a las demas hubiese tenido el privilegio de hacer parte de las corrientes que formaría el aguacero, pero se apresuro y el viento y la superficie la secaron. Creo que eso fue lo que nos paso, nos adelantamos, nos apresuramos a querernos, no le dimos chance a que el amor lloviera y nos deslizamos en el primer sentimiento, en esa primer gotica de cariño, quisimos bañarnos en amor con una gota, pero el sentimiento se secò pronto, tan rapido como la emocion se esfuma. Sè que de nada vale pensar en el pasado, pero por lo menos no me siento tan sola, cuando te acompañan los recuerdos te das cuenta que aunque no halla personas a tu lado, su esencia no se ha ido de ti, y esa compañia basta en tiempos de soledad y quien mejor que tu para acompañarme ahora, si fuiste en ese corto tiempo el autor de mil sonrisas en mi cara.
-Tú padre y yo estamos muy disgustados- Aquellas palabras surgían de lo más hondo, tocando la aldaba de emociones que prefería no despertar. La mañana siguiente amaneció en silencio. Únicamente el color blanco, que anegaba la habitación, me condujo a días atrás, con mi perro en posición inquisidora ante los pájaros que se aventuraban a picotear las avellanas desperdigadas por el suelo. Me desperecé. Debía disculparme, pues un nuevo curso truncado en la universidad no era motivo para perder la dignidad. Afuera las ramas se hollaban bajo la altiva mirada de los grajos. ¿Me miraban a mí? Bajé las escaleras no sin antes asegurarme de que el pasamano seguía en exacta posición a la de ayer. La puerta de la cocina estaba cerrada. Dentro, el murmullo de mis padres, ambos compartiendo idéntica dinámica, palabras en apariencia difusas que convergían en lo cotidiano. Podía escuchar las cucharillas removiendo el café. Pensé en aquel mejunje marrón, hastiado de removerse a diario en la misma dirección y custodiado por esas tazas ovaladas de grueso fondo a modo de muros carcelarios. El hecho de contemplar cómo su destino, al igual que el mío, continuaba imperturbable a pesar de los años me desesperanzaba sobremanera. Abrí la puerta.– ¡Buenos días!- No me contestaron, incluso fingieron no reparar en mi presencia.- Siento lo de ayer, no me gusta discutir con vosotros- Nada, ni siquiera la sonrisa socarrona que asomaba en las veces que me creía con la razón y claudicaba. ¡He dicho que lo siento ¡¿Por qué se afanaban en echar por tierra cualquier conato de disculpa? Un instante después, mi padre: - Iré en breve al mercado, a estas horas todavía no se habrá abarrotado. Mi madre asintió y siguió dando otra calada al cigarro, más profunda de lo que yo hubiera imaginado, mientras leía una revista de moda. Se levantó mi padre de la silla y me sorteó de una manera extraña, casi como si su cuerpo tuviera la capacidad de traspasar explícitamente el mío. Mi madre se pasó el dedo por la lengua y saltó a otra página. Estaba furioso, incontenible, al punto que di un puñetazo sobre la mesa resquebrajando parte del cristal de que la cubría. – Mi madre se sobresaltó y desparramó el café. El líquido cobró entonces una apariencia de fealdad, de cuadro ignominioso pintado en una superficie imposible.- ¡Fran, algo le ha pasado a la mesa!, gritó mi madre. Mi padre regresó con un rostro de sorpresa y terror. -¿Qué ha pasado?- No lo sé, estaba leyendo cuando de repente el cristal se ha partido. – Qué extraño, llamaré a la agencia de seguros y vendrán a cambiarlo, voy a buscar el teléfono. En ese momento experimenté una sensación más que real acerca de mi inmaterialidad. El café se deslizaba entre el margen que ofrecía la madera blanca y el panel de cristal formando una clara línea divisoria. Me obsesionaba su movimiento que avanzaba inexorablemente entre nosotros. El timbre sonó y mi madre dejó la revista del lado anverso. -¿Quién es?- Una voz desde fuera: -Señora estamos buscando su hijo- La conversación se celebraba sin contacto visual. – Lo siento, pero nuestro hijo hace tiempo que ya no vive aquí- No nos consta otra dirección- Nosotros tampoco tenemos constancia de su domicilio, creo que cerca de aquí, aunque tampoco sé si allí sabrán su paradero.- Allí, ¿Dónde?- Mi madre preguntó contrariada:-¿Quiénes sois?- No contestaron desde fuera. - ¡Fran!, preguntan por nuestro hijo. Mi padre no respondió. - ¿Dónde te has metido? Pasaron varios segundos hasta que mi padre salió del garaje. –He oído lo que hablabais, no quería aparecer para aportar lo mismo que tú. – Igual eran sus amigos. – No lo creo, ellos ya saben que no vive aquí. – ¿Y por qué preguntan?- ¡Estoy aquí, joder!, alzando todo lo que pude mi voz- Mis padres se quedaron impertérritos el uno frente al otro. –La próxima vez saldré yo a advertirles de que aquí no vive nuestro hijo, finalizó mi padre. El corazón me latía con fuerza, notaba el bombeo incesante en mi sien. Mi madre volvió a la cocina y siguió leyendo la revista.- ¡Mamá, soy yo!- El café se había tornado en una costra oscura sobre el suelo de baldosa, una mancha familiar muy reconocible. Se escucharon los primeros motores de la mañana. Los coches cruzaban la calle, uno tras otro. Anhelaba mi perdón, tenía derecho a reclamarlo. Por primera vez derramé una lágrima, tan fina como la arena, delante de mi madre. Nunca había llorado delante de ella. Y ahora, solo, comprendía mi sufrimiento, yermo e inválido, mientras mi madre recogía el desayuno.