Nos compadecemos, y nos tratamos mutuamente como seres desconocidos que pretenden conocer la rareza del otro. Descubrimos que la avaricia mete sus dotes de franqueza y arruina el papel desprolijo de la serenata tocada ayer por la noche.Para la ventana no salió nadie. El amor se pospuso para otra vida. La galaxia es inmensa cuando alguien grita que se ha cansado de ver como el mundo se sigue destruyendo. Nos volvemos temerosos, perseguidos por el coraje que intenta una vez mas alcanzarnos. Nada de eso sucede. Nos quedamos quietos en la ciudad. Miramos a las estrellas con el permiso de la luz artificial, respiramos un oxigeno que hace rato esta contaminado.Hablamos de triunfos y pensamos más en los fracasos. Alumbramos la esperanza con la linterna imaginaria que nos proporciona el tiempo de la imbecilidad.Porque creemos que debemos caerle bien a alguien. Porque pensamos que debemos estar prolijos. O acoplados según a las normas con las que la gente se distrae. Porque será que San Valentín es el momento oportuno para declarársele a alguien y no otro. Cuanto tardamos en decidir aquello que no nos animamos a decir. Porque pensamos en obligarnos a amar, si realmente no lo sentimos.Hacemos creer que nos quieren. Vendemos humo y hasta tiramos frutas y nos convencemos que la paranoia ya nos queda re bien.No hay vergüenza alguna, a menos que quieras tundir tu comportamiento. La sociedad esta adiestrada para la obligación. La soledad es la fruta que no se pudre nunca, y hasta conocernos a nosotros mismos por nuestros propios medios, nos resulta tan patético como temeroso.La lucha la ponemos sobre la mesa, la vanguardia pasa de moda, las palabras abrazan la literatura, el conocer historias abre la mente, y un saludo cordial, ya no nos obliga a parecernos comunes. La red social en la distancia se ve más de cerca. El contacto real como que esta presente en lo ausente. Solo podre verte por fotos. Por minúsculas fotos que dicen mucho mas que una obra de arte con sus complejos desparramados en la avenida del entendimiento.Los combates siguen siendo las pesadillas que no se borra teniendo el mejor de los sueños, el mundo nos obliga a cambiarlo, porque no nos gusta…o porque aun tenemos la sensatez de saber que esto se puede cambiar….Pienso en la cura. Pienso en soluciones. Vos serás parte del problema o de la solución. Y esa será tu postura. Pero decídete. No obligues a otro a elegir por vos…Pausa. Me paro en Retiro. Miro la estación, y me pregunto: saldré de aquí?