Me provocó una sonrisa jactanciosa,El letrero en una esquina de la calle,Ya bien conocida y frecuentada,Y el aroma de las risas,Que lo impregna todo.Mientras capto,En el transcurso del viento,Sobre el pavimento que hierve,Y la sensación de diesel,Una noria en el recuerdo,Llena todo el espacio que deja,El inefable jugo dichoso,Alentado por la imaginación,Y nos evita la pena. Secuestrado en la memoria,El recuerdo pierde su tinte,Como una cortada escuece,Cada vez menos,Lo hago ceder paso,A su réplica adulzada;Me evito la pena.