Apr 19, 2024 Jun 25, 2022 Jun 30, 2021 Apr 11, 2021 May 05, 2019 May 03, 2019 May 02, 2019 May 01, 2019 Apr 30, 2019 Apr 29, 2019 << Inicio < Ant.
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Dar más que recibir ¡Siempre..! Pero recibir intensamente y sin vacilar. Trocar ese sentimiento en la causa de vida. Prolongar ese pálpito por toda una eternidad y que sea soñado: Es lo único que puede tener sentido y que puede hacernos sentir verdaderamente vivos y dichosos por siempre. Lo firmo! . Hoy estuve cerca de morir. Hoy, 28 de Agosto, casi fue mi último día. Por fortuna, ciertas circunstancias se perfilaron para que prolongara en algo más mi tiempo. Desde el día anterior comencé a experimentar profundos ahogos que me llevaron esta mañana a acudir al servicio de urgencia municipal. Estaba siendo afectado por un derrame pleural que me invadía los pulmones con fluidos. Fue tal mi deteriorado estado que fui atendido con manifiesta rapidez por una profesional de origen colombiano y, casualmente, asistida por dos ayudantes paramédicos, una de nacionalidad haitiana y otra venezolana. En solo instantes mi cuerpo entero estuvo intervenido por diversos insumos como agujas, mangueras e instrumentos de moderna tecnología, proporcionándome medicamentos y exámenes que se encargaron de mi estabilización. Tras unas horas de una esmerada atención por parte del mencionado personal, se resuelve derivarme al centro de urgencias de la unidad hospitalaria de la zona para contar así con una cobertura de mayor especialización e infraestructura en donde la naturaleza de ni gravedad hizo que mi atención haya sido tan pronta y acuciosa como en el sitio anterior. El evento comenzó a desarrollarse aproximadamente a las 9:30 de la mañana y recién a las 20:00 horas fui derivado responsablemente a mi domicilio completamente restablecido, casualmente por otra facultativa muy diligente y de nacionalidad venezolana. Mucho del personal involucrado era de origen extranjero. En este relato precisamente es lo que deseo destacar, cómo se mancomunan los efectos migratorios en una sociedad humana que no sabe de fronteras. Como ciudadano me siento ampliamente orgulloso de las estrategias estatales que nuestras autoridades chilenas vienen implementando desde hace bastante tiempo en materia de migración. Y de manera general puedo asegurar que el ciudadano chileno común hace también lo suyo. Necesito que me comenten verdaderamente lo que piensan si yo hago la siguiente pregunta:¿Saben ustedes por qué aquí se producen importantes ausencias? Confío en sus respuestas...JCRC. << Inicio < Ant.
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Fin >> Te acuerdas del futuro?No del que vas a vivir, ese ya lo conoces. Hablo del futuro que planeamos juntos,borrachos a las tres de la madrugada,llenos de aventuras, de noches en Parísy viajes en tren. Te acuerdas del futuro?Porque yo sí, yo lo recuerdo y lo pienso,y saboreo el recuerdo de un futuro pasado. Un futuro imaginario que deseaba que fuera real.Que deseo que se haga real,pero en ese deseo tú ya no estás. Ahora mi futuro busca aventuras, viajes en tren, cafés con gente desconocida y noches, ahora en Roma. Ahora tu figura ya no existe,se ha esfumado, como los sueños que se lleva el aba. Te acuerdas del futuro?Porque yo sí. Ilusiones Mantener viva la ilusión es como mantener iluminado el corazón, es bendición, es felicidad, es esperanza, es alegría, que se vive en sueños dormidos y despiertos. Lo bello de las ilusiones sería que no se apagaran en la realidad, pero, la ilusión, no es garantía eterna y es cuando el corazón oscurecido entristece sueños del alma. Existen ilusiones, que nacen y mueren, entristecen y destruyen felicidad, como quedar en embarazo y perderlo, como creer en un gran amor y descubrir que es falso, como empezar un buen trabajo y ser despedido injustamente, creer en fidelidad y descubrir infidelidad, querer terminar una especialización, enfermarse y no poder terminar, querer viajar y no poder por cualquier razón muchos casos más… Hoy relato un caso especial: “Perder una gran ilusión”. Hace un año, un padre de familia compró una casa pequeña, eso sí con patio grande y tres habitaciones. Integraban la familia: el papá, la mamá, una abuela y cuatro hijos: faltaba una habitación para su hija que en pocos meses daría a luz un par de hijos gemelos. El padre encontró como solución construir en el patio una amplia habitación para su hija, -futura madre-. Hizo préstamo de dinero para comprar los materiales necesarios, inició la construcción, muy ilusionado, a diario comentaba: está quedando amplia, tres ventanas amplias, entra bien la luz, buen aire, todos estaban felices, está quedando linda la habitación, el techo, listo, paredes forradas en madera. Cada día aumentaba la felicidad de la familia, hasta que un día llegó sorpresiva citación a una querella interpuesta por una de las vecinas. El señor cumplió la cita, sin tener idea de qué se trataba. El inspector dio libertad para que hablara el que primero quisiera, la señora vecina tomó la palabra para acusar al señor de que estaba haciendo ruidos, se escuchaban martillazos, golpes, levantaba polvo de la construcción que estaba realizando en el patio de la casa, causando problemas de salud para la familia. El inspector preguntó al señor: ¿Qué está construyendo?, el señor respondió: estoy construyendo una habitación para una hija, porque no son suficientes la que hay ¿tiene licencia de construcción? El señor respondió: no porque la construcción es interna, tengo entendido que cuando se hacen modificaciones externas que cambian la fachada, si se debe pedir licencia, pero, dentro de la casa no, porque veo que en muchas casas construyen, modifican, instalan baños y, esas personas, no solicitan licencia. Se equivoca usted señor, hasta para construir una pared hay que pedir licencia y grabe si usted construyó una habitación sin licencia, tendrá que pagar multa de siete millones por metro cuadrado y tendrá que demoler la construcción. No puede ser respondió el señor, yo no sabía, no han advertido por ningún medio dicha norma, pero construí con ignorancia, sin mala intención… Lo lamento, señor, desafortunadamente “la ley no perdona la ignorancia”. “La ley no tiene corazón”. Pasados unos meses se hizo la inspección ocular, dando como resultado plazo de un año para demoler y pagar la multa. Tristemente, el señor y la familia iniciaban la demolición. Sacar ladrillos era como sacar lágrimas abundantes del alma, quitar puntillas era como punzar el corazón, retirar listones de madera, era como clavar astillas en la garganta, el polvo y la arena, eran como el resultado de pisotear y destruir las ilusiones, y, como si fuera poco seguir pagando la deuda del préstamo. Lo peor del caso fue, que ese padre de familia, que con tanto amor por su familia construyo ilusiones para luego destruirlas, lo llevaron a enfermarse, a cambiar su temperamento alegre por silencio y decaimiento. La esposa y los hijos buscaban la forma de distraerlo para que no sufriera. La hija que se encontraba en embarazo propuso que la dejaran quedar en la sala social con su bebé, así se cumplió. Ella, sonriente y amable decía: “Padre lo importante es que tengo cama donde dormir, mi bebé y yo, somos más importantes que los muebles de sala que ayer vendiste y lo mejor es el amor, la paz y la esperanza de progresar algún día, con el esfuerzo de nuestros trabajos”. Rubén Alas Bueno era el hombre más pobre de la ciudad. No deseaba privilegios ni caprichos banales, aquellos que dan placer y caen en el lejano recuerdo. Era un mortal al que la suerte le había dado una bofetada. Las deudas eran el único testigo de su pasado glorioso y sus penas perseguían cada paso que daba. Su apariencia reflejaba la descomposición que estaba deteriorando la vitalidad del anciano joven. Recorría las estrechas y frías calles de la ciudad sin rumbo. Tenía necesidad de encontrar un consuelo. Un hechizo que pudiera borrarle la memoria para poder empezar de nuevo o una máquina del tiempo. Tenía que renovar, renacer. Se sentía como el peor virus que pudiera existir. El poder le hizo perder la cabeza. Nuestro pobre tenía bajo su mano todo lo que se pudiera imaginar. Vivía en una amplia casa en el centro, el barrio con más prestigio. No le faltaban ni coches ni prosperidad en la empresa familiar. Vestía con bonitas chaquetas y zapatos de piel. Aunque se propusiera repetir algún complemento durante la semana, le era imposible. Tenía más relojes que horas el día y más camisas que perchas en el armario. Sin embargo, su pobreza no radicaba en lo material. Su miseria tenía las raíces en la sequía sentimental. Sus pupilas no sentían como antes, estaban apagadas y sombrías, incluso en el mejor día del año. Los latidos de su corazón paseaban entristecidos por su esbelto cuerpo. Se sentía como un náufrago en un mar infinito, una llama apagada por un suspiro. Anteriormente, todo había ido como en un sueño, hasta que este se convirtió en pesadilla. Rubén había sido un hombre bueno y preocupado por su familia. Había gozado de felicidad casi plena. Sin embargo, esta se había visto reducida por su frustración laboral. En esa época anterior trabajaba como becario en una pequeña empresa. Estaba disconforme. No podía ver el tiempo que deseaba a sus hijos. Para curar sus remordimientos, cada noche, cuando llegaba, les narraba preciosas historias a sus hijos. Sus sonrisas quemaban todos sus males interiores. Virginia, su mujer, entendía a su marido. El pobre se estaba sacrificando por la estabilidad familiar. Mientras Rubén trabajaba por las tardes, ella tenía el privilegio de tener su trabajo por las mañanas. Así podía ver crecer a sus preciosos hijos. Eran una familia feliz. Sin embargo, llegó el día del cambio. Rubén tuvo la oportunidad de emprender un nuevo vuelo. Desde siempre había soñado con ser dueño de su propia empresa y, gracias a una generosa beca, pudo conseguirlo. A partir de ese momento, podría realizarse como persona. Los días fueron consumiéndose con lentitud y, con ellos, la “cordura” del soñador. Rubén se encerraba en su oficina manejando las diversas posibilidades de proyectos. Reuniones con otros empresarios, conferencias para ampliar conocimientos, cursos intensivos… La obsesión nunca había encontrado un referente tan claro hasta ese momento. El prometedor empresario se había aficionado a vivir solo. Su vida giraba en torno a su trabajo. Nada más. El éxito le dio la mano un día de verano. Las lágrimas derramadas los meses anteriores se habían transformado en las alas que le permitirían volar al cielo. Le llegó el ofrecimiento de fusionarse con otra empresa de gran prestigio. Rubén no podía creérselo… La incredulidad se paseaba por casa vestida de luto. Virginia y sus hijos no podían entender la obsesión de Rubén. El frío invernal resultaba ser mera brisa en comparación con su vida. Ya no había besos de buenas noches ni relatos fantásticos antes de dormir; ya no había sonrisas cómplices en la cama ni abrazos sinceros. Ya no había nada. La llama familiar se apagaba a pasos de gigante. Rubén, cegado por el trabajo, dejó de lado la parte más importante de su vida. Ante la falta de reacción, Virginia decidió tomar una solución radical: abandonar el lecho conyugal para “nacer” de nuevo. Tras haber tenido un día exitoso, el empresario llegó muy animado a casa. Era tarde, como de costumbre, pero quería celebrar su alegría contemplando el dulce sueño de sus hijos y mujer. No había pisado la casa en tres días. Solo con ver el rostro durmiente de sus seres queridos le bastaba. Abrió la puerta con lentitud. Avanzó por el pasillo sigilosamente hasta llegar a su habitación. Ahí estaría Virginia, su dulce esposa. Sin embargo, la cama estaba impoluta; sin nadie. Su primera reacción fue visitar a sus hijos para asegurarse que todo iba bien. Tampoco estaban. Angustia. Miedo. Silencio. Temeroso, cogió una carta que había sobre la cama de su hija mayor: Rubén, cariño: Sé que estas palabras no forman parte de tus proyectos. Son el más profundo lamento de una mujer que ve a sus hijos llorar porque no ven a su mayor ídolo, su padre. Estoy hecha pedazos y no pienso consentir más dolor. Nosotros éramos uno, ahora parecemos desconocidos. Empezaste muy ilusionado con tu trabajo, pero éste nos ha quitado la ilusión. Te quiero, no lo dudes. Por esto hago este sacrificio. Los pequeños y yo nos vamos. Ellos no se merecen esta vida. Quiero que crezcan con buenos recuerdos y felices. Escribo con lágrimas esta carta. No sé si habré hecho algo mal. No me vale el dinero, no me vale el éxito, no me vale el vacío decorado que me provocas con tu ausencia. Quiero tus besos al amanecer, tu comprensión y apoyo en los peores momentos. Nunca imaginé que tú nos podrías abandonar. Estaba equivocada… Espero que pienses cuáles son tus preferencias. Si eliges seguir siendo el empresario más exitoso de Europa, olvídanos. Si quieres ser un buen padre, llámame. Esto no significa un adiós. Tampoco una mera llamada de atención. Rubén no pudo reprimir su rabia. Empezó a gritar y a romper todos los objetos que había en la habitación. ¿Por qué su mujer no le apoyaba en sus proyectos? Por sus venas no fluía sangre, circulaba una mezcla de cólera y frustración. El mes siguiente fue difícil. Iba a las conferencias y a las reuniones con otro ánimo. No tenía ilusión. Por su mente, como un oasis, se aparecía la imagen de una familia feliz. Una familia ya no existente. Por mucho dinero que tuviera, era el hombre más pobre de la ciudad. Las alas que el trabajo le había otorgado habían sido de papel. Una mera quimera frágil y engatusadora. No quería seguir cultivando un huerto de desolación. Tenían que llegar el tiempo de siembra. Rubén abandonó todos sus sueños para poner los pies en la tierra. Renunció a la empresa. Empezó a vivir una vida real. Sus días se hicieron inmortales. Ya no tenía ocupación laboral ni tenía cerca el calor de su familia. Sin embargo, todavía no se sentía preparado para reencontrarse con su mujer e hijos. Para mantener su mente ocupada intentaba hacer todo tipo de planes, aunque no resultaban efectivos. No sabía cómo renacer de sus cenizas. Una tarde de otoño, paseando por la Travesía de los Afligidos, vio algo que le llamó la atención. En una de las farolas había un bonito cartel que ponía: “Llega Tu salvación, la nueva novela de Alejandro López. No te pierdas la presentación en la biblioteca local”. A Rubén se le iluminaron los ojos. Parecía un mensaje del cielo. Asistía a la presentación del libro, sentía esa necesidad. Ese día fue especial, de nuevo sentía esa chispa que se había apagado por su egoísmo. Llegó el momento. Se había puesto su camisa preferida, reservada para las ocasiones especiales. Salió a la calle. Sintió que el Sol le daba un afectuoso abrazo. De camino a la biblioteca no podía parar de imaginar cuál sería el tema del libro. ¿Su corazón le habría engañado o le habría conducido a su verdadera salvación? Estando en la biblioteca, fue al salón de actos y se sentó en la primera fila. Estaba impaciente, nervioso, ilusionado. Tras unos minutos que le resultaron eternos empezó la presentación. Ciertamente su corazón no le había traicionado. El libro parecía ser el vivo reflejo de la superación. Sentía correr la vida por su sangre. Después de salir del acto, un hombre apuesto se le acercó: – Hola, soy José. ¿Cómo te llamas? – Buenas, yo soy Rubén. Encantado. – Como te he visto en la presentación, te quería hacer una propuesta. – Dime, ¿sobre qué trata? – ¿Te quieres unir al club de lectura? Te he visto interesado en la nueva novela y como vamos a iniciar su lectura conjunta… En ese momento Rubén no sabía qué hacer. Hacía mucho tiempo que no trataba con desconocidos. El miedo le invadía. No quería causar mala impresión. Sin embargo, una corazonada le llevó a aceptar la propuesta. Acababa de comenzar un nuevo reto, una nueva meta. Cada día iba ilusionado a la biblioteca. Sentía sed de lectura y de compartir sus pensamientos con los integrantes del club. Todos eran encantadores, en especial José. Siempre se interesaba por él, era un hombre bueno. Con cada capítulo que leía lograba iluminar una parte de la celda en donde estaba su corazón encerrado. Después de acabar la lectura, la confianza con José iba en aumento. Le había quitado la venda que le nublaba la visión. Además, ambos se confesaron sus mayores temores y secretos. Habían pasado de ser conocidos a mejores amigos. La vida de José no había sido fácil. Era un hombre luchador que había logrado resurgir de sus fracasos. Se había convertido en un referente. Una tarde, en casa de José, Rubén se derrumbó al recordar a su familia. Este se había convertido en un tema tabú. Sin embargo, con tal de desahogarse, confesó todos sus errores a su amigo. – Te has equivocado, Rubén. Mucho. Lo principal en esta vida es la familia. Sin ellos no podrás encontrarte a ti mismo. ¿No te das cuenta? – No sé cómo recuperarlos. Fui un estúpido. Ahora estoy solo, sin nadie. – Aunque te conozco desde hace poco, sé que eres bueno. Rubén, te garantizo que siempre estaré contigo. Pero júrame que llamarás a tu mujer. ¿Me lo prometes? – Te lo prometo. No había pasado ni diez meses desde que su vida se había ocultado tras las tinieblas. Sin embargo, un miedo voraz había poseído el alma de Rubén. Se sentía desolado sin sus hijos. Virginia era el motor de su vida. No podía vivir sin ellos. Necesitaba de nuevo tenerlos a su lado. Después de cavilar sus palabras durante un buen rato, decidió llamar. Su hija cogió el teléfono. Los ojos de Rubén se humedecieron al llenarse de lágrimas. Su querida hija le había dicho cuánto le echaba de menos, cuánto le quería. No se había olvidado de su amor. Virginia rompió a llorar cuando supo de Rubén. Llevaba esperando ese momento desde que se fue de casa. Su marido se había equivocado, pero le tenía un amor tan puro que logró perdonarlo. La noche insistirá en su misión aterrorizadora, pero el astro real imperará con su omnipotente luz. Ese fue mi antiguo “yo”. Un hombre engañado por el poder. Un hombre que cayó en la telaraña delicadamente confeccionada por la oscuridad. Sí, me equivoqué. No me siento nada orgullosos de haber defraudado a mi familia. Sin embargo, los inocentes libros me ayudaron a vivir. Gracias a ella, pude encontrar a José, mi mejor amigo. La biblioteca se convirtió en mi hogar, allí encontré el cariño que no encontraba. Fue mi templo, mi Olimpo, mi única salvación. Estaba ciego. La lectura, con sus suaves manos, logró quitarme la cinta que me ocultaba el horizonte. El viento vuelve a acariciar mis mejillas y a susurrarme al oído. Mi alma respira la felicidad de mis hijos. Escribo con tinta del corazón estas sinceras palabras. Soy un espíritu nuevo. Serena la noche , poblada de estrella, parece que luce, un vestido de seda . El sol ya sabe, que ella es muy bella, y ella del sol, que tiene alma de poeta. Todas las mañanas , al cielo le cuenta que en todas las tardes se esconde en el ocaso , para ver pasar a su noche vestida de fiesta ¡pero el sol se duerme!... ¡se duerme....! ....¡se duerme!...¡se duerme...! La noche lo acuna,y al oido susurra: "duérmete querido...duérmete mil sol"; muy de madrugada, la noche se marcha, sin luz de estrellas, el sol descansa. A la mañana temprano el se despierta al cielo le cuenta que la noche no pasó porque se fue de fiesta . La noche... la noche se marcha y le deja un regalo. EL sol abatido extiende su brillo y la luna le entrega ese beso...¡ese beso ese beso apasionado que la noche al marcharse , con amor ,al sol le dejó . Raquel Hay renglones vacíos, que se hacen notar, por ausencia de su alma, por ausencia de su identidad...que expresaban palabras que, sigilosas, buscaban anidar, donde el sentimiento, el más puro entre todos,tenía un sitio de felicidad. Hay renglones vacíos, sin letras de tinta negra que dejan al descubierto...un vacío de soledad, un vacío que duele..porque enellas...en ellas estaba el alma que me ayudaba a caminar Vacíos sin sus melodías , que me hacían lagrimear, cuando analizaba mis palabras..las que yo... en verbos expresaba para colocar a mis poesías el marco de mis sueños...que nunca fueron... que nunca fueron en mí...una realidad. Imagino leer en esos renglones vacíos aquellas frases que me enaltecía ,dentro de la tinta negra, frases que me enseñaron que más allá de mi vida otra vida...¡una hermosa vida ! podía encontar. Hoy...esos renglones vacíos, hablan de un olvido y mi vida...sin ese aliento quimero,he de continuar. Pero, en mis renglones ocupados de tinta negra habrá palabras escritas extraida del mejor...pero ¡del mejor de los abecedarios !, y con un perfil de nostalgia ,en ellas mi promesa he de dejar: serás esa luz brillante que quedó...allá, en el horizonte para yo poder mirar cuando mis recuerdos se apaguen, y... con esa melodía nueva en mi alma poderme marchar Raquel... Nunca le he pedido a la vida,más de lo que me dio:una herencia de identidades, de generación en generación.Lo que tuve...fue suficiente...en juguetes, estudio y profesión ...y luego un trabajo con pilares de orgullo y vocación.Creí que era todo lo que ahí estaba...sinnada más para esperar...Pero un día, mis palabrasdescubrieron.. ¡que no era así !!!!!.De todo lo que me dio la vida con sacrificio y resignación, pero tambíén con momentos dedicha...donde pemiaban mi labor, desdeuna caja de pandora, donde dormían mis poesías¡saltó un buen día la presencia de un espacio vacío!¿Sería que de todo ,lo que la vida me había dado me faltaba algo tadavía...?Descubrí entonces, que el destino de mi vida ¡de esa vida a la que nada le pedía,no le había puesto alas todavía,a las palabrasde mis poesías... que salir ellas querían::!y así...ellas no pudieron cruzar lagos, montañas,ríos, mares, océanos, cordilleras y quebradaspara buscar por sí mismas,donde estaba...loque a ese espacio vacío le faltaba.Hoy...la vida me sorprendió...sin aviso...sin señalescon lo que yo no le había pedido...lo que, a mispalabras llenó de alegría al encontrar en el camino el motivo...¡el motivo de ese espacio vacó! Y por lección desde génesis concebida,no he torcer las reglas del destino...pero sí... he de guardar por siempre, en esa Caja de Pandoradonde,guardo mis poesías , JUNTO AL CORAZÓN MÍO...El hermoso motivoque ahora llena ese espacio vacío...que en mi vida ... que en mi vida...¡YO TENÍA...! Raquel....(RQ) Yo soy aquella mujer, la que escribe los poemas con pasión,respeto y lealtad... La que respeta todas las normas a donde yo vaya con mi caminar... La que ama el perfume de la rosa, del jazmín y del azahar... La que se deleita con las formas y los colores de la primavera , al llegar... La que con el trinar de los pájaros, hace un concierto pleno de sinfonía sin igual... La que va todos los domingos a misa,y con Dios busca siempre comulgar... La que una vez al mes, sale con hermanos sobrinos a almorzar...¡y es para ellos un deleite allí estar!... Soy aquella mujer a quién le gusta vestirse con elegancia en un evento especial... La que les dijo a sus alumnos:"no se vayan a casar todavía...esperen que yo lo haga y despues...y hoy siendo ex alumnos padres al verme me dicen:"Profe...¿hasta cuando la ibamos a esperar..?" SOY a la que le gusta brindar, con la familia, con amigas...¡pero una copita de vino tinto no debe faltar!... Soy aquella mujer que reza al acostarse... y al despertar , pidiendo por la vida y porque no haya sobervia ni mezquindad... Soy la que en siembra de amigos, la cosecha es el más hermoso regalo que Dios me da... Soy la que escucha la música con alegría, más allá de la adversidad... Soy la que escuchaba, de boca de mi madre que me decía: "al amor se lo encuentra a la vuelta de cualquier esquina ", pero, al llegar a la esquina y voltearme para "verlo" la vereda se preparaba para recibirme en el porrazo que me daba... Soy aquella, que desde chica, quería un perfume. traido desde Francia pero siempre terminaba comprándolo en la esquina de casa ... Soy aquella mujer con cientos de anécdotas tristes, pero de otras que servían para hacer un teleteatro de risas y carcajadas... Soy aquella mujer que ha encontrado, a través de las palabras...¡todos los sentimientos.. pintados con los colores de amistad, belleza y felicidad !... Raquel Poema dedicado a Constanza (nieta de Juan Carlos Reyes Cruz) Con tu dulce esencia del jardín de tu adolescencia Otros jardines , con tus andares de doncella, habrás de perfumar., Ni las olas gigantes de un mar bravío.. Salpicarán tu frágil belleza al pasar... ni rocas ni mareas tormentosas Te arrancarán del lecho de rosas, que el amor de los tuyos te dan, Así sabrás eternamente que tu familia...¡será tu guardia de honor!, y entoces sí, Nadie te hará llorar por un amor perdido ,ellos tus lágrimas con besos secarán,y Zozobrarán los corazones, al verte por los caminos pasar...y así, el Amor un día, junto a una playa mojada de ternura...CONSTANZA.. ¡UN DÍA ...HABRÁS DE ENCONTRAR !!!!! Con sincero cariño para ti... Raquel... í Aun quedan recuerdos que hacen que entre sonrisas y tristeza , yolos pueda mostrar....porque han dejado huellas que forman parte de mi andar... Era una mañana ...la brisa juguetona se divertía y al pasar...ya había decidido ponerme un vestido color otoñal, en homenaje a esas hojas doradas con el más perfecto diseño que la arquitecta naturaleza les pudo dar... hojas que se desprendían de los árboles cuando el otoño nos venía a visitar... y en danzante vuelo, cual aeroplano... sigilosas, se posaban en todo lugar. Tenía yo la sublime misión de pagar algunas deudas...¡eso si que me quitaba el sueño! porque era una obligación sin postergar... Subí gallardamente al omnibus... mirando por la ventanilla de aquí para allá... asombrándome como si no conociera el lugar... Llegaba ya a destino...¡qué suerte! ya me debía bajar... y de paso... según como quién dice la cosa... recorre el centro... ¡pero por supueston nada me sobraba....nada podía comprar! Me acerqué hacia el timbre suavemente y me aferré a el...y en cuestiones de milésimos de segundos, una mano sobre la mía...me hizo sorprender... La puerta del omnibus ya se abría.. yo con un pie arriba y otro por descender y una voz galante de un caballero muycerca de mi expresó: "Espere...espere.. señorita que se lo tengo que decir...porque sino me puedo arrepentir"... los pasajeros miraban porque no adivinaban lo que pasabamientras él me decía: "espere... esperetengo que decirle que usted es la mujermás hermosa del mundo..."Posé mis rodillas en la vereda como pidiendoperdón por tamaña mentira...el omnibus continuó su camino pero un zapato mio...no se quiso bajar y adentro quedóy al doblar el vehiculo la esquina, desde el interioralguien hacia pirueta con mi zapato...uno de los tantos comedidos que pasaban por el lugarme ayudaron a levantar, otros con zapato en manome lo querían calzar... con mis rodillas de rojo carmesíerguí mi cuerpo con mi dignidad hecha pedazos porque...la "mujer más bonita del mundo" no podía flaqueary entonces comencé a caminar... caminar... caminarsin importar que las miradas, que no por lo dicho de bonitasino por mi desastre universal.Llegué a casa... a gritos me puse a llorar...¡Ah...! de pura humillación la cuenta... ¡la cuenta quedósin poderse pagar. MI DIGNIDAD PRIMERO... Y LUEGO LO DEMÁS! -Raquel Zurita A lo profundo de mi silencio, una repentina duda , llegó y allí, clavada cual estaca... muy adentro mí se encerró. En el camino para disiparla,, un mapa geográfico se trazó y para poder encontrarte palmo a palmo...así lo recorrió: ¡Si acaso tú te encuentras en el llano, no te podré yo buscar... porque, entre casas y edificios, sin número, sin destinatario... habré resignado el tiempo en el que te busco...para poderte localizar... ¡Si acaso tú te encuentras en aquellas montañas ,donde tibiamente duerme el sol...¡no! ¡no!, ahí tampoco te podré yo mirar...porque , por esos caminos borrascosos no habrá un guía geográfico qu entienda el porqué de mi prpósito por llegar... ¡Tal vez...si acaso...tú te encuentras detrás del mar...¡no! no podré yo buscarte porque , al cruzarlo, en el cristal de sus aguas, tu imagen, ¡como un espejismo!... se habrá de disipar, para formarse de nuevo en otros mares y...allí... ¡allí ...tú querrás pernoctar!... Pero... si acaso...tal vez...quizá , tú te encuentras detrás de la Cordillerayo no la podré atravezar...¡porque es tierra de gloria,donde hombres valientes, hombres sabios...por amor liberaron a la Patria de manos del opresor yasí... las naciones se hermanaron en un abrazo de esperanza...de futuro...de valor... ¡Ah...! ya sé donde te he de buscar... en tus textos escritos ,en cada letra... en cada palabra con la que describes el AMOR, y así ,yo poder expropiarte de ellas para tenerte de noche en mis sueños... y al despertar...¡yo me encuentre plena de dicha...plena de paz...plena de armonía... porque,en las letras ...feliz...yo te volveré a guardar...! 22/08/2018 Raquel.... 200 palabras ¿Qué podré escribir de fantástico en 200 palabras, a quien alcanzaré a sorprender con un microrrelato, de dónde inventaré una historia que conmueva a alguna persona? Asimismo, a medida que transcurre este escrito se me acaban las ideas y las palabras me acotan la imaginación. Ya van más de cincuenta y todavía no escribí nada. Como no se me ocurrió ninguna cosa, me distraje con un ruido que venía de la cocina. Me dirigí hacia ese extraño sonido y la vi a ella parada como llorando al lado de la mesada. No lo podía creer, era imposible, seguro estaba soñando, si ella….aquella tarde había tomado la decisión de irse para siempre. La abracé, aunque no sabía a ciencia cierta de qué se trataba todo esto. Le pregunté porqué me había abandonado, porqué había tomado esa determinación tan dramática, pero ella no me contestaba, parecía como ida, como si en realidad no estuviera ahí en ese momento. Yo traté en vano de soltarme y recordé lo que me había dicho el médico cuando fue la internación: que era un milagro que yo me hubiera salvado, que era un milagro que el escape de gas no me hubiese matado enseguida. Noviembre 06 de 2018 A Dios le había pedido.. Que Él: Te ponga de pie... Que te cure las heridas... Que vuelvas a tener fe... Le pedí , que tus fuerzas, sean tu despertar...para que veas en tu cordillera más que nunca ...el sol brillar... Le pedí que en tu martirizante lecho... cubra con sus manos, y le inyecte su bendición... Que tu alma se regocije... cuando descubras a los tuyos que te miran con gran amor... A Dios le pedí ....que tú sonrías ante el canto de los pájaros.... y cuando el viento arrastre a las hojas de los árboles y las deposite en tu jardín... Que , te sorprendas cuando el alba te anuncie....que el hoy..que el hoy ¡será un día mejor...! A Dios le pedí que tu corazón,¡ que tu corazón...reaccione más fuerte que rugido de un león ...! Le pedí que tus palabras...expresen de nuevo tu voz... A Dios le pedí...esto y mucho más.. y a cambio...a cambio ...todo lo demás., envuelto en pètalos de rosas, lo habré de guardar...muy adentro de mi alma... hasta que el sol...¡El sol vuelva a entrar en otra mañana con un feliz despertar...! ¡BIENVENIDO JUAN cARLOS!!!! Racquel Cristina Zurita Aunque aquellos sentimientosde amores perdidosquedaron difusosentre recuerdos y olvidos,no obstante, hoy, transcurrido el tiempo,reconozco agradecidoque llenaron mi vidaen años de pasióny de ilusiones encendidas. No fue valdía la esperanza,no fue inutil la porfía,el corazón vivía su momentode desbordada juventudsoñando el encuentro de los besos,la inquieta hora de la espera,la sensación amargade la cita no cumplida... Todo aquello de la búsqueda,de la entrega y el adiósalimentó un pasadode ardiente juventudjamás perdida para siempre. E.G.M. Amo la calle de mi barrio porque en ella me crié. En ella hice mis primeras travesuras, mis primeras amigas y las primeras excursiones.El almacén de mi barrio es otro atractivo que la hace tan especial. está tan solo a una cuadralarga de mi casa. Ubicado en una esquina, bullanguero y colorido, ha estado allí desde que tengo memoria. Norma es la cajera, y es quien sabe vida y obra de todos los vecinos, sin excepción, aún de los que vemos cada muerte de obispo. Están los típicos abuelitos y jubilados que llevan siempre lo mismo. Alguna señora rellenita que siempre lleva carne de cerdo, chorizos y una enorme mayonesa que da cuenta de que en su casa se comen bien y sabroso. Nunca falta la muchacha deportista, siempre vestida con calzas que compra alimentos nutritivos. Y la vecina infaltable, doña Tita, que conoce casi tanto o más que Norma. La pobre hace a veces preguntas inoportunas pero puede contarte anécdotas jugosas del pasado y hacerte pasar un buen rato. El carnicero, esposo de Norma, siempre se queja de la situación económica de la que está más que bien informado. Da cifras y datos como una calculadora y si uno quiere saber cómo viene la cosa solo debe preguntarle a él. Luego, el señor mayor que siempre sabe cómo va a estar el tiempo y compra siempre lo mismo. Finalmente, la chica que va a comprar toda de negro, calzas bien ajustadas, brillantes y negras, zapatos de atronauta (con plataforma) demasiado altos y negros, camisa de seda negra y el pelo arregladísimo con bucles. No habla con casi nadie, usa lentes negros y siempre se la ve llegar a la misma hora. Otro misterio del barrio. Amo la calle de mi barrio porque es donde me crié y porque en ella viven todos estos personajes pintorescos. Anhelo atraparte en vuelo, Solo para entender como ves el mundo, Compartir un pedacito de ese aire puro. Perderme en un enjambre de nubes. Visitar tu casa. Surcar el espacio infinito agarrada a tus alas, Conducirías mis sueños en bandadas, Vivir esas caricias que me da la gravedad. Vértigo de alegrías que me hablen de tu pasar. Lleno de acertijos e inquietudes en la inmensidad. Ver mi cuerpo reflejado en las aguas. En un intento de conquista, Susurrar como lo hace el viento. Moviendo en vaivén las olas. Conquistando cielo y tierra. Como la mejor de las aves. En vuelo pleno y con total libertad. Para que andar con nimiedades, Volar no tiene barreras. Así lo expresa el Cóndor, El águila y toda ave por muy pequeña Que pueda ser. Tan solo con escuchar tu nombre.... tan solo con recordarte... tan solo con ver algo relacionado a ti... todo me recuerda a ti... una barra, una pelicula... una musica... muchas canciones que te dediqué sin querer... sin pensar... sin necesitarlo... te sumergiste en mi... tocaste mi alma y llegaste a lo mas profundo de mi corazon... todo lo hiciste sin estar siquiera presente... solo en mi mente... tu tan solo recuerdo, hace que me estremesca hasta el ultimo poro de mi piel.. tan solo tu recuerdo me estremece y me lleva a un lugar desconocido... un lugar que me asusta por el simple hecho de poder perderme en tus ojos, aquellos que me complacen con su solo reflejo... recordar tus manos en las mias, es como viajar a un lugar tenebroso... me asusta el simple hecho de recordarte y sentir como se me acelera el corazon... me falta la respiracion y soy incapas de controlar un solo movimiento... como si con tu sola presencia mi cuerpo se moviera a ti... y tu solo recuerdo sea dueño de mente, de mi respiracion y de mi palpitar... Siempre me he resistido a esta sensacion tan envolvente y a la vez desconocida... me asustó desde el primer momento que lo senti... no es amor, no es gusto... no es atraccion... no logro descifrar ese poderoso sentimiento dueño de mi y sin que pueda hacer nada para no sentirlo... Tu fuerza, tu impetu, tu orgullo, tu frialdad, tu ternura, tu miedo, tu, siempre tu, solo tu... Te escribo a ti que me lees, a ti que vives mis versos y secas mis lagrimas convertidas en textos. Te escribo a ti, porque eres el que no busca juzgarme, solo trata de comprenderme. Te escribo a ti, siempre tan atento y lleno de paciencia. Te escribo, porque ya no me quedan palabras por decir o quizá sí, pero nunca se me dan bien. Te escribo, porque duele, duele mucho. Hay mucho peso dentro de mí, y creí que un par de letras ayudarían a vaciar todo esto que he acumulado, y ¡cuánto que ha resultado! Te escribo a ti querido amigo, aunque aún no hemos coincidido, más sin embargo has conocido cicatrices que no todos han logrado destacar. Cicatrices que he envuelto en sonrisas y mira que se las han creído… Te escribo porque contigo no se me da bien el ocultar mis sentimientos, cada letra lleva un pedazo de mí que al juntarlos forman una gran palabra: mi realidad. Te escribo a ti querido lector, porque me lees y no me conoces, pero me quieres conocer. Porque me lees, te identificas y no me juzgas. Porque siempre estás ahí, por ser siempre tú…-Josibel Martínez Llegó el momento del vals,Estrechaste mi mano y tuve miedo.Porque muchas cosas pasaron por mi cabeza y mi corazón (¡Mira! ¡ Por el solo gesto de estrechar los dedos de la mano como hacen los enamorados!). Ellos,no se toman la mano sino que entrelazan dedo con dedo de una manera suave y sutil. Tal vez nadie lo nota pero a quien estrechan la mano de esta forma,siente más fuerza,más seguridad y más contensión.Sin embargo,el miedo me pudo y solté tu mano. Quizás eso hizo que te sorprendieras y no comprendieras mi gesto abrupto. No tomer por desprecio lo que fue mera torpeza mía mezclads con timidez y una cuota de respeto humano. No olvides que aún persiste el miedo del que dirán por el rechazo de un antiguo novio. No llegamos al altar. Faltaban cuatro meses y se canceló la boda,y algunos familiares de aquel novio no amado estaban por allí. Solté tu mano con una excusa,no fue adrede,si no para que fuera más sutil ese tomarte la mano con cariño pero no estrecharla. Comprende,tengo aún el corazón roto. No es fácil unir sus pedazos y no es fácil decirme a mí misma que puedo tener una segunda oportunidad. No es así. No es sumar o restar.No es sencillo,lleva tiempo y ahora cuesta convencer al corazón que no le harán más daño. Pero ese gesto tan sencillo significó mucho para mí. Tanto que no lo voy a olvidar. Lo guardaré junto al del primer amor y eso,créeme,es un gran honor...porque fue como volver a tener quince otra vez...a las primeras alegrías juveniles...locas y sencillas...y sobre todo espontáneas. ...frescas como las primeras flores de la primavera…. Caracol, caracol,sal de tu yoal sol, a la luna,al amor... Encerrado en ti mismo,en la concha que girasobre tu ego soberbiocrees que tu mundoeres sólo tú. Caracol, centrodel universo,ensimismado narcisista,ególatra engreido. Hasta cuando caminasvas dejando la estelade tu paso,alardeando, presumido,de que por allípasaste tú. Pero tu casa es pequeña,pequeño tu mundo,tu horizonte pequeño... Caracol, caracol,sal de tu yo. E.G.M. EL DISONANTE Sólo una vez más, esa era la consigna, dijimos frente al viejo teatro, ahora reducido a escombros, una mañana en que la cruda verdad se declaró como única vencedora. No recuerdo cuando tiempo pasó desde aquel postrimero concierto, de los abrazos interminables, de la emoción contenida, de aquellos acordes resonando en nuestras almas como campanas de cristal. Y ahora, que estoy en este mismo lugar, escribiendo estas líneas, miro hacia los restos del teatro que sólo mis ojos de antaño lo pueden ver, salvando del olvido un tramo de tiempo contenido en los despojos de esa gloriosa letra T que yace en el piso. Ahora, que estoy en esta misma mesa, donde antes servían cafés para cuatro, una extraña fuerza me ha traído involuntariamente, como por arte de magia, y me sentó otra vez en el bar. Solíamos ser una unidad en la diversidad, un conjunto de voluntades dirigidas hacia un mismo fin: nuestro cuarteto de cuerdas. Era más lo que nos unía que lo que nos separaba. Si hubiese una máquina que fotografiase nuestros recuerdos, era casi seguro que los cuatro teníamos la misma película grabada en nuestras mentes. La diferencia estaría en el ángulo de enfoque: si de costado o de frente al público. Poseíamos visiones distintas de la vida, claro está; pero esas diferencias estaban supeditadas al rol que cada uno cumplía dentro del cuarteto. Estaba el que dirigía e imponía su visión de una obra, y estaban aquellos que sólo se limitaban a aceptar las propuestas y resignar así su individualismo a favor del grupo, del todo. Y así resultó por muchos años, hasta que un día, la realidad golpeó a nuestra puerta y sin querer se llevó la magia de la música a otra parte, y con ella, un largo sueño del que no queríamos despertar. Ese día había sido nuestro último concierto, el de la despedida, después de más de treinta años de tocar juntos, después de más de treinta años compartiéndolo todo, o casi todo. Y fue, este teatro, el testigo de aquel adiós; y fue, sin quererlo, su propia despedida, y con ella, un pedazo de nuestra historia. Frecuentábamos este mismo bar en los intervalos de nuestros ensayos, a mitad de la mañana. El primero en hacerse presente era el viejo Geier, el que tocaba la viola. Ni bien guardaba el instrumento en el estuche, cuando terminaba la prueba, ya desaparecía de la sala de ensayo y se sentaba enfrente de esta silla, junto a la ventana, con vista hacia la puerta del teatro. Lo nombrábamos de esa manera ya en los comienzos de nuestro cuarteto, porque era sensiblemente mayor al resto del grupo. De origen austriaco, había vivido en el sur del Brasil y por motivos que nunca comprendimos, aterrizó un buen día por el Río de la Plata. Cuando el resto del cuarteto, Simón, el primer violín, Francesco el violonchelo, y yo, el segundo violín, nos hacíamos presentes en la mesa del bar, el viejo Geier ya estaba terminando su café y preparándose para volver al ensayo, dominado por una conducta ancestral, una voz interior en forma de reloj que lo guiaba a todas partes. Las conversaciones giraban siempre sobre los mismos temas: la condición de judío de Simón y la de austriaco de Geier y de lo bien que se llevaban entre sí, salvo esporádicos momentos, cuando afloraba el antisemitismo del viejo y el judaísmo de Simón. El cuarteto era una consecuencia de la guerra: dos de sus cuatro integrantes habían huido de Europa un poco antes del estallido del conflicto y quizás, gracias a eso, ahora estaban acá haciendo música juntos. El otro, Francesco, más reservado en sus comentarios, siempre nos recordaba que él sí vivió la guerra en persona, el hambre y la miseria, cuando todavía era un niño en Italia; pero de eso nunca quería hablar, a eso le escapaba siempre que podía. Cuando Simón y el viejo Geier discutían amablemente, lo hacían en alemán; en esos momentos Francesco se sumía en la lectura del “Corriere” y yo me iba al mostrador hasta que se les pasaba la bronca y empezaban a conversar en un español que sólo ellos comprendían. De Europa trajeron la tradición y la escuela; yo tuve la suerte de aprender junto a ellos que la música no era sólo el talento, sino la disciplina y el trabajo. Nunca me cuestioné ser el segundo violín; Simón había estudiado en Rusia y estaba preparado para ser el primer violín y además, era judío, llevaba el violín en la sangre. En los inicios del cuarteto, treinta años atrás, un choque de culturas se producía en cada ensayo. El excesivo protagonismo de Simón, contrastaba con el bajo perfil de Francesco; y la férrea disciplina del viejo Geier chocaba con mi improvisada costumbre de ser latinoamericano. Geier, llegaba a la sala de ensayo minutos antes del comienzo, preparaba su instrumento y ponía su música en el atril, y cuando el resto se aparecía por el teatro, él ya estaba rezongando en alemán sobre nuestra impuntualidad. Francesco le contestaba en italiano, con alguna palabra indescifrable, en un dialecto de su pueblo natal de Italia. No sabíamos su significado, pero lo suponíamos. Aprendimos a usarla en todo momento, sobre todo en las pruebas, cuando alguno cometía un error grosero de la ejecución. El tiempo fue limando las asperezas. Simón comprendió, que además de su violín, un cuarteto estaba formado por otros instrumentos que interactuaban entre sí con armonía y devoción. Geier, por su parte, se fue convenciendo que ya no vivía en Austria, y su rigidez se fue tornando cada vez más flexible, a tal punto, que hasta él mismo estaba fuera de hora en los ensayos y en los conciertos y ya parecía no importarle demasiado. Francesco, con los años, también se fue amoldando a la vida social y grupal, y comenzó a hablar y a opinar en los ensayos, y hubo momentos, incluso, que lo vimos sonreír. La vida privada era para todos nosotros, precisamente eso: privada. A nadie se le ocurría hacer un comentario al respecto, sobre los demás. Francesco, creíamos, que sencillamente no la tenía. Vivía sólo, con alguna mascota de turno, y siempre estaba de mal humor, obsesionado con el sonido de sus violonchelos, a los que arreglaba y probaba en cada ensayo. Poseía distintos instrumentos que tocaba según el estilo de la obra. Tenía uno antiguo que lo usaba siempre en obras barrocas; para esas ocasiones venía en taxi y cuidaba al violonchelo como si fuera su hijo. Iba de su casa al teatro y del teatro a su casa, constantemente con las mismas ropas, viejas y desgastadas como el estuche de su violonchelo. Sus conceptos sobre la mujer siempre estaban cargados de rencor y desprecio. Llegamos a pensar, en alguna ocasión, que si él tenía una mujer, ésta habitaría en el jardín de su casa, pero enterrada. Cuando nos íbamos de gira por el interior, llevaba una sola camisa blanca que al final de la travesía quedaba negra y el itinerario lo continuábamos todos con camisa negra, que siempre llevábamos por las dudas; conociendo a Francesco, todo era posible. Lo que más cuidaba de su vida era el dinero; lo guardaba celosamente en el cofre de un banco, porque desconfiaba de todo. Vivía miserablemente, como si la guerra no hubiese acabado. Simón era lo contrario, su vida privada estaba a la vista de todos y ocurría después de los conciertos y siempre con una mujer distinta, sobre todo en los viajes. Algunas de estas mujeres ya las conocíamos, las veíamos en períodos regulares, según el itinerario de nuestras giras; sus caras estaban asociadas con los lugares que visitábamos, de manera tal, que ya sabíamos con quién se iba a encontrar Simón en el hall de los teatros, a la salida de los conciertos. Eso sí, con el tiempo se ponían más viejas y como Simón se conservaba joven, parecían ser sus tías. Una vez, Simón nos confesó que no recordaba con quién tenía que encontrarse a la salida de un recital. Tuvimos que hacer memoria nosotros y recordarle que ese día no se tenía que encontrar con ninguna, porque la de ese pueblo se había muerto el año anterior. De Geier no podíamos decir nada, estaba casado con la misma mujer desde hacía casi treinta años. Como no tenían hijos, la vida de esta mujer estaba supeditada a la de Geier. La conoció en una de nuestras primeras giras por el exterior. Era de origen alemán, había nacido en el Paraguay, curiosamente muy parecida a él: regordeta y con la cara redonda y roja como un tomate. Opinaba de todo, hasta se inmiscuía de los asuntos del cuarteto. Cuando Geier tenía algo importante que comunicarnos, era ella la que hablaba por él. Una vez, el viejo sugirió la posibilidad de que su mujer viniese a una gira del cuarteto. Esa fue una de las pocas veces que Francesco abrió la boca para gritar y decir: ¡no! La elección del repertorio significaba una dura y ardua negociación, donde estaban en juego intereses, gustos musicales, y hasta cierto orgullo y nacionalismo. Geier prefería a los clásicos, Mozart y Haydn, mientras que Simón optaba siempre por los románticos, y si eran eslavos, mejor. A Francesco le gustaban los más complicados, así tenía mucho tiempo ocupado en preparar la obra; generalmente la sabía de memoria. A mí me gustaban los más fáciles, los que menos trabajo nos demandara su preparación, sin importar estilo y época. Las giras y los programas los arreglábamos en el bar. Las discusiones eran a veces tan acaloradas, que hasta el acomodador del teatro, cuando venía por el bar, opinaba como un integrante más. “¿No les parece que deberían tocar el “Bisonante?, nos dijo Manolo, el acomodador, una vez, tomado café en nuestra mesa, haciendo referencia al cuarteto “Disonante” de Mozart. Siempre le corregíamos el nombre de ese cuarteto que curiosamente le gustaba tanto a Manolo. Cuando programábamos el “Disonante”, Manolo, después de ubicar a los oyentes en sus sillas respectivas, se guardaba un lugar en primera fila, se sentaba y cerraba los ojos. Ahora que estoy en esta misma mesa, mirando a la ignorante topadora llevarse los escombros del teatro hacia el olvido, los recuerdos de nuestro último concierto parecen surgir de entre las piedras, poniéndolas unas junto a la otras, como edificando las armonías de una bella música que vibra eternamente sobre sus paredes. Los acontecimientos de aquella tarde fueron la consecuencia de un largo proceso que comenzó un año atrás y tenía como protagonista principal al viejo Geier; mejor dicho, a los problemas de salud que había empezado a experimentar Geier debido a su avanzada edad. La primera vez que tuvo un episodio de su enfermedad fue durante un ensayo de la mañana, en este mismo teatro, mientras ejecutábamos un cuarteto de Beethoven del opus dieciocho. En un momento dado, notamos que Geier sufría una casi imperceptible perdida de conocimiento. Quedaba como en blanco y dejaba de tocar por unos instantes. Si el momento coincidía con un solo de la viola, se producía un silencio breve, pero notorio para quién conoce la partitura. Luego retornaba a la normalidad, sin recordar nada de lo sucedido y seguía tocando. A veces, después de tener un incidente de esos, comentábamos en el bar los pormenores del ensayo como si nada hubiese pasado. Geier preguntaba por su solo y le contestábamos con un ademán de nuestras cabezas, que había estado muy bien. Teníamos la teoría de que su enfermedad era psicosomática, porque los episodios coincidían con la realización de algún pasaje difícil de la viola. Hasta llegamos a pensar que nos estaba tomando el pelo, y que se estaba saliendo con la suya para evitar tocar sus solos, pero una conversación con la mujer de Geier, una mañana que el viejo faltó al ensayo, fue suficiente para comprender que Geier estaba enfermo. La paraguaya nos contó con lujo de detalle, situaciones similares acontecidas con el viejo dentro de su casa. La que más recuerdo es que en una oportunidad el viejo estaba en su casa y le preguntó a su mujer ¿quién era ella?, porque no la recordaba. La decisión de terminar con el cuarteto la tomamos ese mismo día, con lágrimas en los ojos, junto a esta mujer que era la réplica femenina del viejo, pero sin las pérdidas de conocimiento. Daríamos un último concierto, el de la despedida y tocaríamos lo mismo que fue ejecutado el día del estreno de nuestro cuarteto treinta años atrás y a pedido de Manolo: Mozart, el “Disonante” y Beethoven un cuarteto de opus dieciocho. A Geier no le dijimos la verdad, pero parecía comprender lo que estaba sucediendo a su alrededor, salvo cuando tocaba la viola. Tuvimos que realizar más pruebas que de costumbre para poder llevar a cabo este concierto. Cuanto más ensayábamos, más se agudizaba la enfermedad del viejo; los episodios se hacían más seguidos y de mayor duración. Hubo un ensayo en que un ataque le duró casi la totalidad del movimiento lento del cuarteto de Mozart, que pasó a ser literalmente un trío de Mozart, ya que a la viola no se la escuchó en ningún momento. La fecha del concierto se acercaba, amenazante, como esas tormentas que se ven venir a lo lejos en el campo. Los ensayos los hacíamos diariamente, y en los momentos en que a Geier no le aparecían sus episodios. Para aprovechar el tiempo, cuando al viejo le estaba por venir un ataque, lo dejábamos en el camarín “descansando” y nos íbamos al bar a tomar nuestro café. Para las pruebas teníamos resuelto el tema de Geier, pero para el concierto, no sabíamos qué estrategia utilizar en caso de un incidente del viejo. Lo único que teníamos preparado ante una grave emergencia era un trío de Beethoven donde yo tocaría la viola. Y así, como pudimos, llegamos al día del concierto. Nos encontramos a la tarde, para hacer el ensayo general. Francesco se apareció con su camisa de siempre, arrugada pero blanca, como una sábana (¿habría dormido con ella?). Simón estaba preocupado porque ese día venían todas sus mujeres, y no sabía con cual quedarse. Geier se presentó del brazo de su mujer, que no se le despegaba en ningún momento, como si recién se hubiese casado. Armamos los atriles y colocamos la música en ellos, todos con los ojos puestos en el viejo. Estaba bien, lúcido y feliz de tocar una vez más con el cuarteto. Francesco, quien era portador de una gran memoria, se había estudiado los solos de la viola por si Geier no los tocaba, para que no se generase un vacío en el discurso musical. Llegó la hora del recital. La sala estaba repleta de nuestros seguidores incondicionales de treinta años, que no querían perderse nuestro último concierto. Manolo se apareció y se sentó en la primera fila, listo para meditar con el “Disonante”. La mitad de la sala eran señoras muy elegantes, que seguramente fueron en algún momento y en algún pueblo perdido del interior, amantes de Simón. Se había creado una gran expectativa y se podían divisar algunas personalidades y críticos cuyas caras nos eran conocidas. Cada uno tenía su camarín propio y adaptado a sus necesidades. El de Simón tenía un sofá cama, por cualquier eventualidad; el del viejo era impecable, todo estaba en su sitio, incluida una foto de su mujer abrazándolo como si ella fuera su dueña; y al de Francesco no se podía entrar del mal olor y el desorden. Después de vestirnos con las ropas de concierto deambulamos por el escenario, haciendo tiempo, en espera del comienzo del espectáculo. Pero algo faltaba y ¡era el viejo! Nos dirigimos al camarín; estaba sentado, quieto como una efigie, con el frac correctamente planchado. Lo sacudimos para que reaccionara pero nada sucedía; faltaban cinco minutos para el concierto. Lo volvimos a sacudir sin respuesta ninguna; tenía la viola en sus brazos, como pronto para salir a tocar. ¿Qué hacemos, decían nuestras miradas? ¿Tocaríamos el trío de Beethoven hasta que se le pase el ataque? ¿Empezaríamos más tarde el concierto? ¿Y si lo sentamos y tocamos hasta que se le pase el episodio? Las ideas surgían una tras otra, como burbujas en un estanque de agua podrida. Francesco le tomó el pulso (algo sabía de medicina) “No tiene”, dijo asombrado.”Nunca lo tuvo” replicó Simón, la cara dura, los ojos desorbitados. “Este no es momento para pelearnos, tomemos una decisión”, dije yo. Después de deliberar por unos minutos llegamos a la conclusión, que lo mejor era retrasar unos minutos el concierto, afirmar a Geier en su silla con el telón bajo y cuando “despertara”, subir el lienzo y aparecer los cuatro sentados prontos para dar comienzo al cuarteto de Mozart. Fue lo que hicimos, levantamos al viejo con silla y todo, como si fuera un muñeco, y lo sentamos en la sala con la viola en el hombro y tratamos de despertarlo usando toda nuestra imaginación(le insinuamos, bajito sobre sus oídos, que teníamos el cheque del concierto). Pero no lo hizo y el telón se abrió por un error del encargado del teatro. La sala estaba hasta el tope de su capacidad, el murmullo desapareció de repente, como si alguien lo hubiese bajado con una consola de sonido. Manolo ya comenzaba a cerrar sus ojos esperando los primeros acordes del “Disonante”. La luz de sala se esfumaba como en un lejano atardecer, arrastrando las siluetas del público hacia la oscuridad. Nos miramos entre sí y luego los ojos reposaron sobre el cuerpo regordete de Geier que seguía duro como una estatua. Las miradas eran tan intensas que parecía que atravesaban la piel de Geier. Francesco le hizo una seña al señor del teatro para que bajara la luz que iluminaba a la viola, para disimular que estaba duro. Los segundos corrían, el silencio y la oscuridad de la sala era total. Pero algo extraño sucedió: Francesco tomó una decisión por primera vez en su vida y comenzó a tocar (el violoncelo empezaba solo) y Geier de pronto despertó de su largo sueño en el segundo compás y entró, y luego seguimos todos como si nada hubiese sucedido. Manolo desde la platea se olvidó que era acomodador y flotaba en la sala con los primeros acordes. Mozart se había hecho presente en el teatro y parecía guiar la mano de Geier en lo que había sido nuestra mejor versión de ese cuarteto. Después de los aplausos, al final de Mozart, Geier se sentó y desapareció literalmente, porque ya no pudo tocar una nota más. Simón parecía feliz de no tener que lidiar con Geier y no le importó que tocásemos Beethoven sin la viola. Por momentos, creíamos que el viejo se despertaba y movía sus gruesos brazos, pero era una ilusión óptica, un juego de las sombras. El cuarteto de Beethoven sonó un poco extraño sin la viola, pero nadie lo notó. El problema era cómo haríamos para saludar sin que la viola se pudiese parar. La solución la dieron unos oportunos manotazos míos para atajar a Simón cuando insinuaba pararse sobre el escenario ni bien terminó el último movimiento de Beethoven. Después de saludar sentados y cuando ya no se escuchaba ningún resto de aplauso, bajaron el telón; nos dirigimos hacia Geier para socorrerlo, pero ya era tarde. Llamamos a un médico temiendo el peor de los desenlaces. Esperamos un rato sentados en la sala. Una ambulancia se lo llevó por la puerta de atrás junto con su mujer y su estuche. Luego nos retiramos en silencio hacia los camarines. En el brindis la gente preguntaba por Geier; les dijimos que se sentía mal y por eso se había ido. Lo más singular fue que todos los comentarios más elogiosos fueron para la viola. ”Qué hermoso sonido” escuché que alguien decía del viejo. Otras personas comentaban que era una lástima que fuese el “último concierto”, porque “salió tan bonito”. Simón, que estaba a sus anchas, rodeado de sus mujeres, no se pudo decidir por ninguna y para evitar una escena de celos entre ellas, se fue solo, por la puerta de atrás, sin que nadie lo notase. Al poco tiempo, ya no quedaba nadie en el recinto, solo algunas copas vacías apoyadas en cualquier lado y restos de servilletas sobre el piso, como copos de nieve. Más tarde nos enteramos, que Geier había fallecido y que según la autopsia, el viejo había muerto antes de tocar el cuarteto de Mozart, y nosotros decíamos que eso era imposible, que era un error. El médico mantenía sus dichos en nombre de la ciencia. La paraguaya, desconsolada junto al féretro, y como ausente, escuchaba al médico sus explicaciones sin entender nada de lo que hablábamos. Al rato la sala del velatorio se llenó de la misma gente que fue al concierto pero sin saber que el velorio había comenzado mucho antes, en pleno concierto. Nosotros nos fuimos sin comprender cómo había hecho Geier para tocar muerto. Esa respuesta la supe mucho después. Pasó un largo tiempo desde ese día y a ellos no los vi más. Supe que Simón por fin se decidió por una de sus mujeres (la más fea) y se fue a vivir al interior pero la rutina lo mató de aburrimiento. De Francesco sé que se pasó todo el tiempo tocando el violonchelo en su casa y murió repentinamente caminando por la calle mientras llevaba a arreglar uno de sus violonchelos. Y ahora, una extraña fuerza me trajo hasta este lugar; yo quería investigar de qué se trataba. Decían que había ruidos y hasta fantasmas que alejaban a las personas que trabajaban en la demolición, haciendo imposible su trabajo. Luego de buscar infructuosamente al mozo para pagarle mi café, crucé al teatro. Un cerco de madera revestido de frívola publicidad rodeaba al teatro como un ajustado cinturón. Me metí por una especie de puerta que se formaba entre dos tablones. El polvo flotaba como una densa neblina, apenas podía reconocer lo que antaño había sido el hall de entrada. De pronto siento una voz de ultratumba que me llama desde los restos de lo que fue la sala de conciertos. Entre tinieblas, un sonido reconocible se filtraba desde el escenario, como la música de una vieja radio. -Apresúrese, que están los muchachos esperándolo, dijo una voz detrás de una linterna que bailaba en la oscuridad como una ligera luciérnaga. Ud. siempre es el último. -¿Hace mucho que esperan? -Si, me dijo Manolo. Hace mucho tiempo, quizás desde siempre. El primero en llegar fue Geier. GABRIEL FALCONI Enséñame a construir una hoguera. Sin mechero. Sin prisas. Enséñame a quemar esa madera mientras admiro el esfuerzo. Mientras empiezo a ser consciente del proceso. Enséñame a mirarla de frente, a no salir ardiendo. A que tampoco se me apague.Enséñame a entender la magia del fuego. Enséñame a curarme mirando esa luz que desprende, abrasando viejos recuerdos. Enséñame a quedarme a pesar de las cenizas. Enséñame a calmarme cuando ya no quede rastro de ella.Enséñame a mirar la luz de las llamas desde tus ojos. Enséñame que este es el calor más natural del mundo. Enséñame a quererlo y respetarlo. Enséñame a despertar cerca y lejos, a no rendirme ante el frío. A conseguir escapar cuando me atrape el pensamiento algún crujido.Enséñame a bailar alrededor del humo. Enséñame a mirarte a pesar del espectáculo. Enséñame a enseñarte que me pasaría la vida dejando brasas encendidas contigo. Noviembre 30 de 2018 "Volver a mi tierra"...Historia real... Fría...Lluviosa...Oscura madrugada de julio de un pasado que no se pudo olvidar desde aquel año.El barco de carga, como una gigantesca ave del océano, se aproximaba a destino : El Puerto de Buenos Aires, de esta querida patria argentina. Lejos...Muy lejos se divisaba la costa ,la que poco a poco se acercaba entre la niebla,hacia la mirada atenta y desesperada de sus viajeros , quienes , cansados, agobiados,débiles, descuidados en su higiene personal, desorientados..¡y con el corazón que lespalpitaba a todo vapor llegaban ellos a destino final . ¡Incertidumbre total!!!.Era el panorama que esa madrugada les esperaba al llegar . La tremenda nave negra, hechando humo por todos los poros , había anclado ya. ¿ Cuánto tiempo habrá pasado????. ¡No lo sé !!.Nitampoco lo supe después..pero al cabo de unas horas , por una de las salidas de auxilio del barco, comenzaban a bajar bultos y cargas..y más cargas, que iban depositando una arriba de otras en un costado del piso , que , con el beso de las olas, continuaba mojado.. La orden era directa....Precisa....Clara...Con mucha autoridad :"_NADIE SE MARCHA SIN HABER DESCARGADO HASTA EL ÚLTIMO BULTO.."___ Ya casi mediodía, por el puente de ascenso y descenso del barco, comenzaron a aparecer figuras que se movían con mucha dificultad...casi todas vestidas de oscuro...Con miedo,mirando y mirando de aquí para allá, buscando a los miembros de su familia, llamándolos por el nombre, hasta juntarse la familia o amigos :¡Soledad y silencio puro!. Una pertinaz lluvia acompañada de un viento que cortaba la carne ..¡eran todo lo que ellos tenían en ese lugar..! Francisco, de apenas 17 años, había llegado con sus padres y cinco hermanitos, el más pequeño de apenas tres años .inmediatamente salió a buscar a donde resguardar a su familia...Más todavía, porque su padre venía enfermo. Atrás había quedado su queridísimo pueblo de Marchena, en Sevilla, España. Ya no había lugar para más lágrimas, porque el océano se había llevado las tantas otras , que fueron derramadas cada día y cada noche que tuvieron que viajar, en las últimas calamidades de ncomodidad....¡porque realmente era de suponer que así sería !!. Francisco había pedido en el puerto, que le permitieran guardar uno o dos baules,muy chicos ,hasta que encontrara un lugar, una pieza, un cuarto de pensión para su familia. Entre sus pertenencias , no había ni muñecas, ni valeros, ni pelotas, ni alegría..¡Todo había quedado allá lejos , atrás de las acaudaladas aguas del océano..¡.donde el suspiro argentino,no podía llegar !! solo un cuarto pequeño sirvió para que la familia se hopedara, pero para él...¡ ya no había lugar...!!! Su padre lo abrazó, palmeándole la espalda con tremenda fuerza mientras le decía, con magnífico acento español:__"Vé hijo, ya eres un hombre, no pienses en nosotros.,,os veréis que estaremos bien__" Su madre lo abrazó y soltó el llanto para bendecirlo después. Francisco acarició las mejillas heladas y coloradas de cada uno de sus hermanitos...levantó en brazos al más pequeño...Lo acunó fuertemente contra su pecho y le susurró al oido : __"Tranquilo...trabajaré y los sacaré de aquí__" . Si mirar hacia atrás, se marchó. Pasaron los días...Pasaron las noches., hasta que Francisco encontró en las galerías del Cabildo de Buenos aires , un rincón para dormir...Allí, entre las paredes de uno de sus arcos hasta que alguien lo descubrió..pero hablando los dos llegaron a un acuerdo :que él haría la limpieza de los pasillos del Cabildo y cuidar lo que allí había, a cambio de pernoctar unos días hasta que encuentre otro lugar.Trabajaba de changarín; de vendedor de diario; de limpia pisos ;de descargador de bultos en el puerto..Y así..poco a poco ayudaba a sus padres mientras salían a flote, porque ellos tambien trabajaban . El destino llevó a Francisco hasta la bella provincia de Salta, en el norte argentino. Allí trabajó en el despunte para el dueño de una finca que necesitaba la tierra para la cosecha de algodón. Eran tiempos severamente conflictivos. Su patrón tenía enemigos poderosos que querían apropiarse de la finca, entonces él debía andar siempre con un látigo bien trenzado entre sus manos, para defender y defenderse de esta gente que todas las noches , amparados por la oscuridad, se hacían presentes para amedrentarlos. Para esta parte de la historia , Francisco había encontrado el amor y se casó... Nuevamente, por resguardo de ellos,partió la familia hasta Tucumán,a Ranchillos precisamente, al Este de la provincia , donde se dedicó a la agricultura...¡Era perfecto para él,!ya que era hijo de gran agricultor, y trabajaba la tierra con pasión. Un tiempo después, con hijos niños aun, siguió viaje hacia el sur de la provinciade Tucumán y llegó al pueblo de La Trinidad .Pueblo azucarero por excelencia . Además de la agricultura, se destacó mucho en la carpintería..oficio que desempeñó con alto orgullo en el Ingenio de La Trinidad, porque hacía revestimiento de madera en los grandes toneles o barriles donde ponían el jugo de la caña o la melaza. Poco a poco ahorró y compró una finca en la localidad de Ciudacita, más al sur todavía ..donde sembró hortalizas; cañas de azúcar, tenía plantación de tabaco entre otros..Era su deseo de que sus hijos tuvieran un bien de herencia , para el futuro. Todos los años y todos los meses patrios de Argentina, don Francisco, como así lo conocían,ponía en la puerta de su casa dos banderas :la bandera Argentina , celeste y blanca y la bandera de su España natal : amarilla y roja..(con un escudo), sostenidos sus paños por largas y delgadas cañas tacuaras, o cañas de bambú o cañas huecas como también se las conoce.. Para sus hijos y luego para sus nietos,después de pelarla con un pequeño cuchillo que guardaba con amor ,les cortaba en juliana la caña de azúcar y les ponía en un jarrito para que pudieran absorver su jugo...También les hacía caramelos con el azúcar quemada ,poniendo sobre una madera un palillo, como esos de helados y allí les vertía el jugo del azúcar derretida:¡Un verdadero manjar..!!!! o le molía el maíz tostado y con una pizca de azúcar, les ponía en un cucurucho o conito de papel que él mismo formaba y era un polvo riquísimo al paladar., al que se lo comía con una cucharita . De repente, algunas tardes, sorprendía a la familia cantando flamencos con su atuendo de chaqueta ajustada , boina o pequeño sombrero y haciendo coreográficos pasos de ese baile para el deleite de quienes lo rodeaban. ¡El aplauso era unánime!!! . En uno de los almuerzos con su familia, mientras "picaba" el tabaco con sus manos y los ponía dentro del orificio de una pipa, confeccionada por él mismo con pedazos de caña tacuara, recordaba a su pueblo , donde tuvo una infancia feliz, pero pobre y muy peligrosa porque eran épocas de guerra en los paises europeos y los soldados irrumpían a cualquier hora en los hogares para reclutar a casi niños,a adolescente ; a jóvenes sin importar si eran el sostén de su hogar o no.Razón por la cual decidieron salir de su tierra.. Recordaba su trabajo en un hospital cuidando los camiones de comida para quienes estaban enfermos con lepra., o cuando caminaba desde Marchena hacia Sevilla a unos ochenta quilómetros, para descargar los barcos y ganarse unos euros... Recordaba las caminatas esas entre eucaliptus y matorrales, viendo pasar el tren hechando humo y con el pito que con desesperación sonaba como abriéndose paso. Contaba con emosión cuando perseguía junto a sus amigos a la pobre calandria que levantaba vuelo, sin dejarse atrapar..O a las condornices ..o al cuervo que alguna vez encontró en el camino...O a las palomas..que casi ..casi.. en sus manos se entregaban porque ellos les tiraban migas y así poder atraparlas y luego..¡luego la parrilla la esperaba..! Se emosionaba con el canto del jilguero que en una jaula, en el patio de su casa tenía...Se llenaba de orgullo comentando que en uno de esos días , luego de una fuerte tormenta, por querer acortar camino, pasó el alambrado y se encontró de frente con una gran culebra que le salió al paso...¡faltaba piernas para correr y llegar a casa..! Recordaba, con sus ojos humedecidos, los guisados de garbanzos que su madre hacía; y la sopa de espárragos, sabrosa, caliente en esos duros inviernos . Nunca olvidó al conejo que habían asado en una noche de plena oscuridad, cuando no tenían para comer... o esa gallineta que habían encontrado en el camino y resultó ser el festín en el almuerzo. No podía olvidar los granados que en el camino de su pueblo había, de donde colgaban las más rosadas granadas , apetitosas, imposibles de ignorar..¡hasta que el dueño de los granados los descubría y los corría por todo el camino enojado..¡Muy enojado.!!!!.Ni los olivos de donde se colgaban para "sacarle prestado las aceitunas.."..pero antes se las comían... Añoraba las flores madre selvas y los naranjos que en su pueblo lo llenaban de alegía... Recordaba al lugar Alcalá de Guaidaira que atravezaba para llegar hasta Sevilla , recorrido que hacía todos los días y el barrio, sus calles de piedras, con lomadas que subían que bajaban en su Marchena de entonces.. Una tarde de septiembre, de repente, don Francisco dijo a sus hijos :_"Quiero volver a mi tierra", de donde nunca debí salir...Por favor, hagan lo posible, quiero "Volver a mi tierra" ., a mi patria España..A mi pueblo Marchena..Les ruego..."Volver a mi tierra "es todo lo que quiero. No se pudo..No se hizo lo posible.¡No lo sé...!!! Seis meses después, Don Francisco de Paula Alvarez Sánchez...Don Francisco, el de los ojos color del cielo; el español alto , de rasgos finos; el de la boina y la polaina...Así vestido... Don Francisco ...¡ Mi papá francisco..!!!¡ Mi abuelo Francisco había muerto !!!, llevándose con él la bandera de la patria que lo vio nacer....Y el recuerdo jamás despojado de su alma el de Marchena, Sevilla...que detrás del océano un día dejó para nunca más volver.... Raquel Cristina Zurita Hola amor,estoy en Wall Mart,escribiendo esto.Que te puedo decir que ya no te haya dicho?Este aniversario nos agarra en una montaña rusa,hoy estamos abajo y amañana tal vez arriba,pero hay cosas que en este sube y baja no cambian y es Que Te Amo con todo mi xorazón.Yo sé que no soy tal vez el mejor marido,que no te acompaño como se debe,o no te contengo cuando me necesitas,tal vez no sé hacerlo pero trato y me cuesta mucho todo,pero hay algo de lo que estoy seguro y es que Te Amo.Te Amo con tu enojo,te amo con tu alegría,con tus tristezas y melancolías.El otro día me preguntaste,...que somos???y sabes que somos un matrimonio con muchos defectos y muchas virtudes.Somos enemigos y somos tambien amigos.Somos desconocidos pero tambien somos conocidos.Somos nada pero tambien somos todo.Nos ignoramos pero estamos pendientes del otro...y así muchas cosas más,por eso somos un matrimonio...Y yo me doy cuenta de que no puedo vivir sin vos.De que te necesito,que si me faltas vos,no hay camino que recorrer,si no por que creees que estoy con vos??son muchas las cosas que me atan a vos y una de ellas es tu piel,después de más de 29 años me atrae como el primer día y me gustaría que fuesemos Novios,ya no tenemos obligaciones con nuestros hijos...Tendríamos que estar disfrutando este momento,estamos a tiempo todavía...Bueno Dulce Corazón,espero que te guste este regalito,hoy sólo puedo darte esto,el sabado si aceptás hacemos un tour...si no el domingo??? Te Amo....Julio 9/12/2009 Estoy transcribiendo esta conmovedora carta,sólo para darme cuenta y confirmar,que no estoy loca, ni demente,ni he vivido una utopía.Es una forma de tomar contacto con la realidad,...triste y cruel realidad...pero realidad al fin.No todo es verdad, no todo es mentira,no todo es perfecto,no todo es eterno...y hay que aprender a sobrellevar las perdidas cuando un amor fué tan tremendamente glorioso,tan grande,tan tierno y conmovedor,que hizo que todo fuera posible.Una se convierte en un Quijote y lucha contra molinos de viento. Gracias a ese amor tengo a mis 2 soles,mis hijos que son mi vida y demuestran que la lucha,el esfuerzo,el dolor,la tristeza,la pérdida...valió la pena y no todo ha sido en vano. Donde sea que estés amor...Feliz Aniversario""" Te Amo...chuchi" 9/12/2018 Viernes en la noche. Me preparo lo más seductora y hermosamente posible. Mi piel de porcelana, irradiando un exquisito aroma a jazmín y madero. Mi ropa interior de encaje Lise Charmel Perfume Chanel Zapatos Prada Vestido Louis Vuitton Joyeria Armani Maquillaje Elizabeth Arden Llevo meses planeando esta salida. Esta noche soy perfecta. Depilaje de pies a cabeza Mi cabello brillando como el sol Un delineado de artista Pestañas de muñeca Sonrisa de modelo Y el haber consumido solo agua y lechuga durante toda la semana hace que mi cuerpo luzca escultural. Mi vestido ajustado se amolda maravillosamente a mis curvas. Me esperan mis dos amigas Samantha y Emily Tan locas y radiantes como yo. Y cuando entro a la pista todos los ojos están sobre mí. Soy la diosa del antro Ingiero un poco de cannabis y minutos después la vida es tranquilidad, luces, felicidad… La música penetra dulcemente en mis oídos Y me dejo llevar por cada movimiento Sensual y divertida. Soy fuego, también agua. Nado tranquilamente en el mar. Mis pies se elevan del suelo y estoy flotando. Quiero olvidar. Olvidar lo que fui y lo que soy. No saber ni entender nada sobre el ayer ni el mañana Me he perdido en este largo viaje… ************************ Finalmente me encuentro en el paraíso Mi corazón palpitando Un enorme subidón de energía Las chispas invisibles en el aire Y en ese momento veo unos ojos azules acercándose descaradamente hacia mí El chico de 1.90, moreno, musculoso, simplemente me dice unas palabras que no logro escuchar y me sonríe pícaramente ¡Al instante me deslumbro! Tomo su mano y bailo a su lado Rozando, tocando, imaginando. Encendiendo el calor corporal entre nosotros con cada movimiento. Puedo sentir como la química nos une y electrifica. Se acerca hacia mí, 10 centímetros, luego a 5, ahora son 3… Sus labios saben a fresa, menta y vodka. Desliza sus manos en mi espalda baja y me escalofrío de inmediato. No sé en qué momento me despido de mis amigas y recorro el antro agarrada de sus poderosas manos. Me deslizo en el asiento de su auto y arranca hacia la nada. Estoy asustada y excitada No logro saber si hacerle caso al cuerpo o la mente Pero finamente mi cuerpo cede a la tentación Nos detenemos en una hermosa mansión y me dirige lentamente hacia ella. Me ofrece un wisky y lo tomo de un sorbo. Sus manos pasan de ser delicadas a un remolino. Sus manos en mi pelo, en mis pechos, en mi sexo… Sus besos haciendo recorridos en mi cuello, en mi abdomen, en mi boca deseosa. Todo es un sueño. Me encuentro enardecida y confundida. Tocando y saboreando su cuerpo sin piedad. *********************** A la mañana siguiente mi cuerpo pesa demasiado. Me duele la cabeza y algo muy interno que no logro reconocer. Cuando me giro hacia el desconocido planta un beso en mis labios y me dice: - Maravillosa noche nena Sonrío nerviosamente y digo:- También la pase bien - Amanda- consigo decir- Emm mi nombre y el tuyo…. - Lo sé. Sé tu nombre. Anche me lo dijiste. ¿No recuerdas mi nombre? ¿No recuerdas nada? Durante varios segundos me quedo enmudecida. Sin aliento. Avergonzada Puedo ver su enojo subiendo súbitamente - Siempre eres así -Pregunta sin remordimiento - Así como-logro decir enojada - Así de fiestera, enloquecida y lanzada No logro controlar el enojo. Así que recojo mis cosas en silencio y me retiro sin decir ni una sola palabra Las lágrimas se disparan descontroladamente por mis mejillas ¿Qué paso? ¿Que hice? Lo que antes eran colores ahora es blanco y negro Un giro a la realidad nuevamente *********************************** Es gracioso como puedes sentirte invencible, poderosa, hermosa… Ser la diosa, la inquebrantable. Pero llevas años formando esa muralla y hora estas listas para mostrarte al mundo como inmortal ¡Ay Amanda! Si supieras que un hombre puede llevarte del cielo a infierno en segundos Degradando tu grandiosidad Dañando tu ego Haciéndote sentir como una puta, como un ser vil y despreciable Y me pongo a pensar en las horas que las mujeres malgastamos en arreglarnos y para qué? Todo para ser vistas como un trozo de carne Tratamos siempre de lucir tan bellas por dentro como por fuera, pero en vano pasamos tiempo frente al espejo o en el gimnasio o leyendo cientos de libros. En vano somos inteligentes y cautivadoras si nos ven como la media hora de cogida habitual cuando mucho. Qué más quisiera ahora que tengo entendimiento sobre esto que lo que realmente quiero es comer helado sin preocuparme por mi peso. Salir de compras en pantuflas y mi pijama de mariposas. Enseñar mi rostro sin una gota de maquillaje Ser feliz e independiente sin tanta máscara. Crecer intelectualmente Tener dinero y ayudar al prójimo Ser una mejor persona. IGNORANCIA Ofelia era empleada de servicio de la familia Olguín. La empleada permanecía sola en la residencia de sus patrones, porque la señora Emma y el señor Oswaldo trabajaban y los hijos estudiaban. No hacía mucho tiempo que la empleada había sido contratada. Sus servicios eran deficientes había que advertirle repetidas veces los oficios, además Ofelia era vanidosa, coqueta y bruta, medio hacía los oficios, luego se dedicaba a su arreglo personal, arrancaba flores del jardín de la casa y las colocaba en su cabeza, gastaba cremas de la patrona y labiales rojos, se miraba al espejo y creyéndose linda ensayaba gestos y sonrisas para luego exhibirse en la puerta de la residencia, la gente que pasaba la miraba aterrada. Sin embargo, no le faltaban admiradores, cuantos policías y porteros se le acercaban, la enamoraban y ella feliz sonreía. Un día sábado la señora Emma le advirtió a Ofelia que por la tarde vendrían unos amigos a visitarlos, eran el jefe del trabajo de Emma, la esposa y dos hijos, había que atenderlos con buenas onces, le explicó la forma de servir el té, que todo fuera fresco y bien presentado, el té acompañado de plato frío y algunos pequeños bizcochos, que luciera su ropa de servicio, bata azul, delantal blanco, zapatos blancos y adorno en la cabeza, que cuando todo estuviera servido invitara a los amigos a pasar a la mesa del comedor, así lo hizo Ofelia, pero ella quiso mostrar a sus patrones que era perfecto su servicio y cambió las onces por las que a ella le parecía mejores. ¿Qué hizo? Cambió el té por masato y lo puso a hervir, cambió el plato frío por trozos de banano y en vez de bizcochos mogollas negras, se vistió como lo hacía cuando salía a coquetear con los policías, blusa amarilla descotada y adornada de flores del jardín de la casa sin mangas, falda roja larga y su cabeza adornada con flores del jardín, zapatos tenis blancos. Ya todo listo invitó a las personas a que pasaran a la mesa del comedor. ¡¡¡Cuál sería la sorpresa, el enojo y la vergüenza de la familia con sus amigos!!! Le llamaron fuertemente la atención a Ofelia, ella se defendía diciendo que había sido advertida de que todo fuera fresco y elegante y que le pareció que el masato y la mogolla negra eran muy elegantes. Los amigos no aguantaban la risa, mientras los patrones sufrían, pedía disculpas y regañaban a la empleada del servicio. La solución de los patrones fue pedir a domicilio buenas onces y despedir a la empleada, que lloraba y suplicaba que la perdonaran, no obstante, los amigos intervenían, opinaban que era buena la intención de la empleada que la perdonaran, los patrones no querían perdonar, preferían salir de la empleada, los amigos insistían en el perdón, les dolía las lágrimas y el dolor de Ofelia. La visita se convirtió en oposiciones de los invitados y molestias de los dueños de casa El jefe preguntó a Emma: ¿Cuándo contrataste a tu empleada de servicio? Hace solo un mes ¿cómo hiciste el contrato? No fue escrito fue verbal, ella venía recomendada por el panadero, sin advertir que es bruta, yo jamás imaginé que llegara a este grado de estupidez, sólo confié en la referencia, le prometí pagarle un sueldo, ella aceptó, le expliqué que tenía que cocinar, lavar ropa, planchar y limpiar la casa, le mostré su dormitorio, le entregué ropa, por verla mal vestida, delantales, zapatos y uniforme, ella quedó feliz. Bueno Emma, pero ¿Le preguntaste por la familia?, ¿por su estudio?, ¿por sus trabajos anteriores? No pregunté nada de eso. Entonces seré yo quien le pregunta… Ofelia ven acá ¿Cuántos años tienes? Señor creo que tengo unos diez y nueve años, nadie me ha dicho mi edad, ¿ni tu mamá ni tu papá? No tengo papaes ni mamaes, ¿Con quién has vivido? Con una señora que me recogió cuando nací y mi mamá murió, esa señora me pegaba y los vecinos me decían que hiciera mandados y me dejaba vivir con ellos, unos eran buenos, otros me regañaban, pero me daban comida y así sigo trabajando en distintas cosas. ¿estudiaste en alguna escuela? No señor, ¿Qué te hace feliz? Cantar, bailar, arreglarme, peinarme bien pa veme bonita, tengo amigos que me invitan a pasear, me queren, me dan regalos, me dicen bonita y muchas cosas más. ¿en cuántas casas de familia has trabajado? Esta es la primera casa que trabajo, antes limpiaba vidrios de carros, ayudaba a vender tintos y golosinas, nunca me pagaron lo que aquí me pagan por eso quiero que me perdonen y seguir aquí. El jefe de Emma quedó sorprendido y preguntó ¿si te hubieras enterado sobre la vida de Ofelia la habrías perdonado? No, no, buscaría una mejor empleada. Emma me desilusionas, ¿cómo no entender las actitudes de una persona ignorante y sufrida como Ofelia? Jairo, el esposo de Emma se acercó y respondió: es problema de Ofelia ella sabrá lo que debe hacer, nosotros queremos buen servicio. Jairo, me extraña, tú y yo fuimos compañeros en la universidad. En la cátedra de filosofía te destacabas por tu calidad humana, te referías a filósofos dedicados a las personas y a los valores, como Max Scheler, Sócrates, los diálogos de Platón, recuerdo aquella exposición que hiciste sobre la importancia de los diálogos, de conversar, de preguntar lo necesario para descubrir realidades y poder dar soluciones a los percances humanos. Hoy tienes en tu propia casa un ser humano llamada Ofelia, abandonada, sin familia, sin estudio, en edad juvenil plena de ilusión y esperanza, pero encerrada en el círculo vicioso de una vida desconocida, tienes en tus manos practicar las teorías que exponías en la universidad. Yo recuerdo pensamientos de Tomas Moro de su libro en la isla ficción “UTOPÍA” su pensamiento entre una realidad ingrata y hostil, la igualdad y la justicia, el orden y la libertad, la concordia y la fraternidad. Su pensamiento extendido desde lo pleno hasta lo mínimo encontraba razones de injusticia, comprendía comportamientos humanos, si no había trabajo, si no había entendimiento, si no había ayuda, si no había comprensión esas víctimas se convertían en ladrones a quienes penalizaban con dureza mientras a los delincuentes de cuello blanco la sanción era más trabajo y nada más, esos son pensamientos dignos de reflexión y ayudar a los seres humanos. Ofelia necesita perdón ayuda, apoyo, enseñanza, comprensión, por favor, ayúdenla, pero la increíble respuesta de Jairo fue: No tenemos tiempo, ni tenemos escuelas de enseñanza, criaturas como ella hay muchas y cada quien sabrá cómo resolver sus problemas, mis teorías en la universidad eran para lograr buenas notas, pero en la realidad, cada quien debe resolver sus problemas. Es decir, Jairo, fuiste un falso alumno alejado de la calidad humano, incapaz de pensar en los demás, permitir que los malos sistemas avancen sin solución alguna. Si Emma ni usted se pueden poner en los zapatos de Ofelia, ni en los de personas necesitadas de ayuda, quedo con la decepción de tener amigos sin zapatos. El jefe invitó a Ofelia a vivir en su finca en Melgar, le consiguió una profesora que le enseñó a leer y escribir. El jefe, la esposa y los hijos encontraron nueva felicidad, dialogando con Ofelia, descubriendo sus cualidades y defectos, cada uno aportaba videos de comportamientos, de resolver problemas, de respetar y hacerse respetar, de modos de vestir, de bellas canciones, descubrieron que a ella lo que más le gusta es la vanidad, le pagaron un estudio de peluquería, arreglo de uñas, peinados, maquillaje y algo más. Los hijos se han dedicado a hacer campañas en las redes sociales invitando a la gente a que ayuden a las personas necesitadas a resolver problemas, con buenas ideas, apoyos y ayudas. Hace tres meses Ofelia tiene su propia sala de belleza y es allí donde se desempeña bien, gana bien y aprende más y más de sus clientas que siempre llegan a la sala a contar sus diferentes historias. Es así como Ofelia demostró no ser bruta, sino ignorante. Diciembre 18 de 2018. Una de las tantas mañanas en la jornada escolar.Los árboles lucían en sus copas laspomposas hojas que se movían por la acción del viento, de aquí para allá, a la espera deque salga el sol y les brinde su brillo y su luz. Las distintas actividades se habíandespertado ya:el viajero; el empleado bancario; el canillita , los bares..¡listos paracomenzar a trabajar.. En medio de esa vorágine de cosas que cotidianamente tiene la vida, las maestras delas distintas escuelas nos encontrábamos en la parada de ómnibus..¡Y esa sí que eracharla para rato: no se salvaba nadie....Ni nadie.. Todas estaban al tanto de todo: que elpago; que los cursos; que el fin de semana...¡de todo!! hasta las quejas de que no haycompasión cuando se llega un poco tarde por causas ajenas , involuntrias. Llegar al trabajo en tiempo y forma, para todos,fue y es ley fundamental...¡Sobre todo cuando se llega sana y salva..! aunque a veces sin el portafolios porque "alguien nos lo pidió prestado.."y por supuesto "sin devolución". La consigna ética profesional, a la orden del día:"Ningún niño nos podía ver lllorando o mostrándonos tener algún problema personal ."porque la docente tenía que ser quién contenga al niño o a treinta niños...Caso contrario, peligraba "el dominio del grupo". Al llegar a la escuela , debíamos caminar una cuadra aproximadamente ,hasta el portón de entrada..¡Y ahí sí!!! era oportunidad propicia para que el grupo docente continuara con las charlas:la familia; los hijos: el novio; el vecino... .Yo, solo escuchaba porque de mi vida no había mucho para contar..¡historias particulares, privadas...cero!!! razón por la cual, disimuladamente me iba quedando atrás...Atrás...Atrás..Pero ahí estaba el problema,,¡nunca faltó la madre que se acecaba a conversar hasta llegar al portón . Pero esa mañana , era una letanía...Era una lección que querían que yo aprendiera...¡Ay Dios..!! no faltó nada!!: __"Ay seño, con usted quería hablar desde hace mucho tiempo__" __"¿Conmigo mamá::? ..Sí...la escucho___"" .respondí con sinceridad mientras continuaba caminando._ _"Mire seño, yo le cuento para que usted vea que hacer: Nosotros los padres ya estamos cansados de Isaías..¿Que usted no sabe que todos los días les pega a todos los chicos..? Mi marido ya ha dicho que si no se hace nada con él, va a ir al Ministerio; a la supervisora, al...___ " . Sin completar la frase, otra de las madres que caminaba más hacia adelante, se dio vuelta, retrocedió y también colaboró con lo que su par hablaba...__"Sí señorita Raquel..Yo he escuchado, pero usted no diga nada, que hay padres que van a evitar que los chicos entren a clase hasta que no se arregle este problema__" No pude participar ni un segundo de todo lo que me decían..No me dieron tregua para hacerlo...¡Ellas hablaban y hablaban ...y hablaban.!!! Llegamos al portón...Entré ...Ellas quedaron en grupo "arreglando" su futuro accionar que tenían pensado con este alumno. Isaías era alumno de sexto grado ,trece años .Todas las docentes que dictaban su materia en esa sección, donde estaba Isaías, se quejaban porque no podían dar clases y se perdía toda la mañana, ya que é se dedicaba a quitarle algo a un o de sus compañeros; a pegarle al otro ; a contestarle mal a sus docentes... A media mañana, entró una mamá preguntando por mi...Yo era la que ocupaba el extremo contrario a esa galería porque tenía séptimo grado. Le indicaron y llegó a hasta mí..Saludó, y se presentó como la mamá de Isaías. Mientras yo llenaba la planilla de incripción, ella me comentaba que no se había llegado por la escuela porque permanecía internada meses tras meses en el hospital , por su problema de una enfermedad terminal ; que su esposo se había separado de ella cuando supo eso; que sus hijas ya habían formado su hogar cada una; que su familia, era de Misiones y les era difícil viajar; que con la familia de su esposo no había mucho contacto; que Isaías practicamente se manejaba solo....Luego, desató su llanto... No faltaron docentes que se habían enterado de que era la madre de Isaías..Y de su vida...El respeto y la compresión hacia ello se mostró inmediatamente ¡¡¡Ya en clase, días después!!!. En uno de los recreos , Isaías salió como si nada del aula. No hubo manera de detenerlo. La docente de Plástica me hizo llamar de inmediato, mientras yo preparaba la carpeta de Proyecto Social; todas mis colegas salieron al patio solo para verlo...¡Pero nadie hacía nada...! Isaías se sacó su guardapolvo, lo reboleó por el piso , levantó su remera y la llenaba de piedras que iba levantando en su camino, alrededor de la tela metálica que separaba el patio escolar y la calle.. En un sector del patio había una obra en construcción y sus obreros me hicieron decir que "un alumno había sacado también piedras de allí:.y que estaban ami disposicón ..La Directora no se encontraba en el establecimiento, estaba en una reunión...Y como todas las veces ..Yo caminaba a discreción detrás de él, tratando siempre de calmarlo. El equipo del Gabinete Psicopedagógico tenía en ese año sede en nuestra institución escolar,y se encargaban de atender casos surgidos en escuelas de zona de la misma supervisión .En este aspecto era mayor tranquilidad para observar a Isaías mucho más de cerca por ellos mismos..Intervenían además :Ministerio de Educación ; Comité de Psicólogos;...Equipo docente integrado por docente tutora y de las distintas áreas por las que cursaba el alumno...Más que frecuentes eran los encuentros entre los profesionales e Isaías.. reuniones donde Isaías se sentá muy tranquilo.Ellos ya tenían conocimiento de como era la situación en el hogar de él..No encontraban nada que pudiera ser severa situación como para derivarlo a instancias superiores..Todos acordaron que Isaías no tenía un entorno familiar que lo contuviera, y eso ya era desde muy pequeño:peleas entre padres; desatención por problemas de salud de su madre; hermanos/as que hicieron su vida aparte. El equipo de profesionales, junto a la directora de la escuela y su docente que era yo , nos llegamos en varias oportunidades al hogar de Isaías , debido a que no llegaba ningún familiar cuando era requerido por temas relacionados con él, además ya habían acoradado el seguimiento en grados anteriores, porque ya se presentaban los problemas con él.. La respuesta era la de siempre: "__No hay nadie::la madre está internada desde hace mucho....Una de las hijas la acompaña...El padre no aparece por la casa ...los hijos no saben donde vive él...¡Y así...!.Todo lo que ocurría por día; por semana; por mes ,durante el ciclo lectivo en que Isaías era mi alumno ,estaba registrado en informe particular mío..Informe que incorporaba el gabinete con su actuación entre otras áreas...¡Yo solo escribo en esta historia lo que viví con él más de cerca...! Pasaron los días.Los proyectos seguían su curso.Se confirmaban fechas y transportes para las distintas salidas donde se plasmaba la Inclusión y la Igualdad...con otras instituciones. Las actividades coordinadas con área música y Educación Física, marcahaban con mucho esmero y dedicación... Los regalos que habríamos de llevar, llegaban todos los días: gorras; camisetas de Boca y de River; leche; chocolates..y un sin fin de cosas más, adecuadas a quienes serían los destinatarios: "HOGAR DE NIÑOS DISCAPACITADOS Una semana antes de nuestra visita al Hogar, un grupo de padres y madres fueron a la escuela con un utimatun :"___Señorita Raquel..Si va Isaías no mandamos a nuestros hijos...No queremos lamentar después.__" Sin mediar palabra alguna respondí:__"Ya mismo confecciono el acta ..Si no lo quieren mandar, lo lamento papás..Isaías irá..Así que si deciden no mandarlo, pueden firmar...Tengo que confirmar el colectivo hoy___" No se hicieron de rogar y firmaron, enojados, por supuesto. Llegó el día de salir..Los docentes que se habían ofrecido para acompañar al grupo, tres días antes dijeron no ir... que no iban a renegar con Isaías... ¡¡¡Y así fue!!! Todo el camino, cuarenta y nueve alumnos de noventa que eran , cantaron; rieron;Y llegamos a destino !!!.Bajé:::Afuera del portón de la institución , nos estaban esperando quienes trabajaban allí. Descendí, me acerqué , me presenté..Solo conocía al señor director, porque con él había conformado la actividad final del PROYECTO. Me pidieron hacer descender al resto...Los profesores que habían acompañado al grupo, los habían alineado para un mejor control. Sludaron todos , con mucha educación. Se les recordó todo lo que se le había hablado en el viaje sobre los comportamientos; sobre la educacíón; sobre la cultura; sobre el decir "gracias": "buenos ´dias"; "como está"" Uno de los empleados abrió el gran portón:en el interior de el, en una disposición de un semicírculo, estaban ellos: los niños/ jovenes que nos esperaban en sus sillas de ruedas,sostenidos con un cinturón de seguridad ; en su camilla con el suero en alto, sostenido por un enfermero empleado de ese Hogar ; niños...adolescentes..Jóvenes que no podían hablarnos, que no podían oirnos; que no podían vernos; que no reían, que no lloraban; que no sabían de colores; de fiestas; de odio; de rencor..Niños y jovenes que no tenían hogares, porque al nacer, sus padres los dejaron allí..¡ en ese su hogar por destino de la vida..Porque ellos no podían andar por la vida poruqe no podrían manejarse con ellos..! Allí estaban ellos: mirando sin ver...soñando sin soñar...Allí estaban ellos con el amor de quienes los cuidaban como madres; como padres, entre médicos, enfermerasr/as , cocineras...recibiéndonos con aplausos y barullo de tambores; platillos; música; flautas... Inmediatamente luego del protocolo de presentación, se entregaron los regalos...El salón ya estaba adornado con globos; con flores , dibujos pintados...¡ Dos horas antes del regreso, la profesora de Educación Física inició el partido de fútbol Los dos equipos eran de nuestros alumnos..Dada las condiciones, nadie hizo sentir mal a nadie... El arquero era un enfermero como representando a sus niños ; del otro lado estaba uno de los nuestros;el árbitro, un médico. Mientras esto ocurría, Isaías y yo caminábamos alrededor del predio mirando lo que había alrededor...De pronto, se paró..miró para la cancha, miró hacia la galería , salió corriendo..yo lo llamaba, se acercóa a una de las sillas de ruedas , la tomó de un manublio que tenía atrás, salió empujando la silla hacia la cancha ...se metió allí..ante la mirada desconcertada de todos, siguió a la pelota con la rueda chica giratoria que tenía, abajo , adelante, atravezó la cancha y de un "ruedazo" introdujo la pelota en el arco contrario...donde estaba de arquero su propio compañero...Y todo fue un grito de ¡Goool...!...Gooool!!... Llegaron los enfermeros y otros empleados a abarzarse con el resto..Isaías estaba gritando "____Le salió desde el alma , Matías gritó Gooooool..le salió desde el alma, Matías gritó goooool. Todo el personal allí presente entre médicos, enfermeros; empleados administrativos; coordinadores sin pronunciar palabras escuchaban con lágrimas en los ojos un sonido que emitía Matías, de dieciseís años desde su silla de ruedas..¡Pero también fueron testigos de sus lágrimas...Y de una increible sensación que trataba de mover su cuerpecito mientras levantaba su tórax acompañando a ese primer sonido de ¡goool! Isaías se abrazó a la profesora de Educaión Física llorando..luego me abrazó a mí y decía...___"Seño Raquel--Desde el alma le salió a Matias el grito de goool....¿Lo ha escuchado seño?...Desde el alma se salió el grito..Todos llorábamos..¡sin palabras.!!! Raquel Piensa lo que dices,por que lo que salen de tu boca,no sólo son palabras,palabras,pueden ser caricias o pueden ser balas.Mira como miras,por que con tus ojos,no sólo puedes ver...puedes dar alegrías o clavar puñales.Mide lo que haces,por que de lo que tú hagas,será el resultado de lo que recibas.Si tropiezas con una piedra,apartala del camino,tal vez al regreso vuelvas por el mismo sendero y no sería bueno dejarla allí.Si quieres que te abracen,primero abraza,pero no sólo con los brazos...sinó con el corazón.si quieres que te sonrían,primero sonríe a quien tienes enfrente.Si ves una mirada frente a tí,detenida en el tiempo,cansada y triste,preguntate...si colaboraste en algo para que fuese así y si así hubiese sido...pide disculpas y trata de revertirlo.Si una mano no te acaricia,no te enfades...tomalas entre las tuyas y besalas...tal vez tengan miedo de acariciar.Si caminas por la noche y ves una estrella que se va apagando,dale luz,dale energía...no busques la que más brilla.Si caminas por la orilla del mar,deja que las olas te mojen los pies,no hullas,deja tus huellas.si el sol brilla alto y te quema,ponte a resguardo,bajo la copa de un arbol...pero no dejes de admirar al sol.Si la luna no es clara,no pienses que se ha hido,sólo se ha escondido para estar a sólas un breve tiempo,pero mañana saldrá de nuevo.si ves un papel en blanco,una bolsa vacía,una lágrima cayendo...si escuchas un profundo suspiro o un largo silecio...Si me ves durmiendo;por favor,no hagas ruido.No escribas la hoja en blanco,no estrujes ni tires la bolsa,no ignores la lágrima,no rompas el silencio,respeta mis días y mis noches...Pués tengo el alma herida...Salvo que pienses que tienes las ganas,la fuerza,la energía,el amor,la entereza...para darme la esperanza que mi alma necesita.!!!! “En una ebria ciudad” Perplejo ante su inmensa pobreza, su existencia, recorrió insatisfecha los misteriosos caminos de la caridad. Vagabundo ignorado e invisible al mundo, aquel marginal rechazado brindó efusivamente ante el irresistible regreso de las pasiones su testimonio. Abotagado, pero envuelto en una lucidez blanca, decidió beber sin pausa un futuro, como visible símbolo de retorno a una sociedad renovada. Suspiró feliz luego de aquel abrazo amable y esperado del licor como si fuese la antesala del más solemne y bello signo de alegría, cuando surgió ese cambio inesperado, destinado a aliviar el camino de la aurora. Allí viò, que en esas lejanías inaudibles antes al sonido, existen aún algarabías aunque sea agonizantes en peatones deambulando en silencio por aceras. Fue entonces cuando le invadió una profunda inquietud por ese mundo azotado de frivolidades y alejado de todas sabidurías. Pensó, que al igual que él, eran transeúntes caminando bajo una lluvia mansa con sus paraguas limitando sueños. Pero, esas imágenes, tuvieron la virtud de hacer visible un mundo envuelto en un andar silencioso y húmedo, eludiendo pequeños charcos de historias. Ebrio de toda virtud, burla y risa, mantuvo esas imágenes otrora casi diabólicas que conceden noches zambullidas en inconscientes sombríos bares y borracheras, a otra imàgen lúcida de nuevas oportunidades ofrecidas. Su inquebrantable tozudez, fue quién le permitió mantenerse aún en esos estados debilidad, con todas sus convicciones, y pudo a pesar de su mutismo repudiado y vicioso, proporcionar una nueva imàgen de creciente aceptación, ante el rechazo de aquella audiencia vacilante que siempre lo miró con desconfianza en su creciente decadencia Erguido ante el obstinado sonido de vida, ensayó con soltura, convertir el temor del infame rumor del beodo condenado a vivir en la jaula del olvido, a indagar una nueva vida urgida a rebuscar su honor, con un ingenio inesperado ensayando todos los caminos que en teoría existen a su alcance. Fue entonces, y solo entonces, cuando brindo efusivamente ante ese inesperado e irresistible regreso de entusiasmos, como signo visible símbolo de un retorno a una humanidad renacida, dejando que esa cascada de abundante felicidad, abandonara definitivamente los caminos sinuosos de la autocompasión, para acariciar la suave esencia de sonrisas a futuro. Condenado entonces a renacer con una obsesión intensificada de innovar en fantasías, le obligó a superar aquellas vallas fabricadas de su entorno, que lo condenaban a una rutina hostil y angustiosa. Si bien era consciente que lo eterno sobrevive para él como una metáfora, o un deseo inalcanzable de inmortalidad, esa realidad antes sofocante pero hoy viva, se comportó como una esperanza imposible de ignorar, donde la conmoción de la verdad, buscó en la piedad de la justicia del tiempo, un futuro…. para mantener incólume su decoro y renacer con nuevos horizontes. Decidió convertir su queja, en una impresionante declaración de respeto, ante esa humanidad que se despide envuelta en las sombras de la memoria. Tal vez por eso envejeció convencido que la lucha del pasado, sería una herencia positiva para un pueblo atrapado en la nostalgia de sus utopías. GAVN No pases tus días, Tan solo masticando sueños. Sin poder triunfar, Haciendo de tu vivir Una filosofía de vida. Regresa a tu niñez, Recupera esas ilusiones secas. Pisoteadas por quien no te merecía. Llegaste al abismo, Necesitaba anularte. No lo consiguió, Aférrate a nuevos ideales. Sé un ave Fénix. Reinvéntate, El vivir es hermoso. Siempre habrá seres oscuros. Pero también Otros con mucha luz Tienes las herramientas, Esfuérzate, lucha. Se tu misma. Eleva tus alas. Emprende otra vez el vuelo. Si yo fuera una bruja;como tú lo supones,usaría un hechizo para ver en tu alma,lo que núnca confiesas,las verdades que escondes.Si yo fuera una bruja,volaría en escoba,seguiría tus pasos pegadita a tu sombra.Si yo fuera una bruja,cuando menos lo esperes,cuando ni te imagines,con mi magia te haría un millón de cosquillas,para ver en tu cara un millón de sonrisas.Si yo fuera una bruja,convertida en almohada velaría tu sueño y al llegar la mañana,te daría energías,sobrerían las ganas.Si yo fuera una bruja entraría en tus sueños para ver lo que pasa,conocer tus secretos y sería la sabana que abrigara tu cuerpo.Si yo fuera una bruja,no podrías dormirte por que mis travesuras y mi humor no dejarían que quisieras hacerlo.Si yo fuera una bruja,a pesar de mis cambios y que vos no comprendas,pediría un deseo.Mezclaría en la olla tantos buenos recuerdos,tantos buenos deseos,15 gramos de espuma,unos cuantos Te quiero,20 gramos de besos,30 abrazos perdidos,por tu falta de tiempo,una dosis pequeña de infaltable impaciencia,Que saldrá de esa pócima si mezclamos todo eso???Si yo fuera una bruja,tu mirada,el silencio,tu cabeza y mi ingenio que no para un momento.120 iluciones,uno que otro consejo.Si yo fuera una bruja,le pondría al caldero,la paz que necesitas,el mensaje correcto.Le pondría a tus ojos esa chispa que falta,en tus manos la luna y a tu alma...un trocito de cielo.Si yo fuera una bruja,crearía una llave para abrir esas puertas,que me ocultan que pasa.Quitaría lo malo,tus reacciones violentas,cuando veo en tus ojos desatar la tormenta que termina arrasando,lo que encuentra a su paso...borraría los miedo y el suspiro profundo que apriciona tu pecho.Si yo fuera una bruja,trataría de darte lo que siendo quién soy...aunque quiera no puedo.Quiero verte feliz,quiero verte contento,por que cuando te enojas y endureces el gesto,no consigo ententerte.Y otras veces te ríes y por eso me alegro.Si yo fuera una bruja,...aunque aveces lo soy,cuanto me divertiría compartiendo tu tiempo.Y dá gracias al cielo de que yo no lo sea,de que sea,quién soy,con mis muchos defectos.Si yo fuera una bruja,volarías conmigo,te daría poderes,para hacer en tu vida esos cambios que quieres y que núnca te anímas.Y con un sortilegio,a la luz de la luna,en la playa que elijas,sentados en la arena,mientras arden maderos,mientras brotan las chispas te diría el secreto para hallar la fortuna.Y subiendo a la cima,de una vieja montaña,con dos pasos a hizquierda y otros seis a derecha,hallarías el cofre que escondió algún pirata.Al abrirlo hallarías lo que siempre quisiste,lo que tanto deseas.El secreto profundo que tú sólo conoces...Si yo fuera una bruja,no andarías buscando de persona en persona,mendigando cariño,esperando un te quiero,la ternura y el calor que te faltan.Sincobrarte una sóla moneda,en la vida,no todo lo compra el dinero.Se consigue,se gana y no tiene más precio,que saber devolver con afecto,el afecto.El poder generarlo,no es tan simple cariño,lleva todo un secreto que se encuentra escondido,bajo 7 candados,en un sitio profundo en el medio del pecho.En un cofre de oro que 7 llaves de plata,sólo pueden abrirlo.Ese cofre perfecto que llaman Corazón,es quién guarda el objeto.Hace falta coraje,para abrir los cerrojos,no cualquiera lo hace...no cualquiera.Hay que ser muy valiente,muy capáz,muy entero.Si yo fuera una bruja te daría las llaves para abrir los candados.Me pregunto si podrías hacerlo???Si hallarías la forma???Si tendrías el tiempo???Buenoamor,ya te dejo,ya llegó la mañana y la bruja retorna a su sueño,si me encuentran ardería en la hoguera y para eso...para eso falta aún mucho tiempo!!! Los meses han pasado sin recreos y mi vida desfila con el absurdo ritmo de los que no saben o no pueden mirar el entorno mientras avanzan. Temo no encontrar el paisaje que añoro cuando la pausa permita girar mi cabeza y que detener el paso ya no sea suficiente para recuperar mis costados. SBP Enero 24 de 2019 De manto negro...Blanca pechera, orejas alertas, ...cual radar en casa. Su cola plumero, en coreográficos movimientos ,parece parabrisa , que al aire se mueve... hocico largo y negro con helada nariz... Llegaste a casa , siendo muy pequeño, cachorro precioso...Pedacito de noche en plena luz del día... En la palma de mi mano...Allí cabías, y en ella te hacías un pequeño ovillo, mientras yo te ponía en tu cuchita preparada... De manto negro...Blanca pechera.. orejas alertas ..Cual radar en casa. Campeón que nadabas en la calle inundada cuando la fuerte lluvia, allí se quedaba... Alerta estabas, cuando yo desde mi trababajo llegaba...y a una cuadra de distancia , tú, mi Lobo querido, tú... con alegría me ladrabas , y a un no me veías pero sabías que yo llegaba. ¡Compañer...Amigo...Leal y sincero... mi perro querido...Mi Ángel negro.. Apenas un cachorro , algo crecido, al intertar escaparte por el portón de la vereda, tu oreja derecha atorada en la reja quedó...Mitad hacia fuera...Mitad hacia dentro , tu pobre orejita se partió en dos , y un charco de sangre,cual si fuera una catarata de agua roja...por tu mejilla resbaló... Hace unos días, sentada yo en la cocina, tú te hechaste frente A MI ...Me miraste con mirada perdida...Y al ver tu barbilla y tus cejas blancas sacando de su sitio a tu pelo negro solo te pude decir: __"Lobo ...Lobito...¿qué te está pasando?__ Bajaste tu cabeza ...Pusiste el rabo entre tus patas y te marchhaste de allí... Ayer a la tarde,como todos los días yo te bañé ..¡Con tu jabón de espuma,y tu esponja preferida, la que a veces me la quitabas y en tu hocico la tenías...y abajo de la cama muy a menudo la ponías.. Extrañé tus sacudidas..Esas que hacías... la de tu travesuras, empapándome a mi... con la lluvia que salía de tus pelos negros, mientras yo te corría ...te corría y tú... nunca te dejabas atrapar... Anoche...No te escuché ladrar...Tampoco corretear por el pasillo de mi ventana ... para yo decirte "__Lobo.. vete a descansar__" No te escuché por la mañana la puerta empujar, tratando de entrar y recorrer los rincones de la casa...Como te gustaba a ti disfrutar... ¡Hoy...Hoy mi Lobo querido..En esta mañana al abrir la puerta del fondo,te vi tirado en el piso...¡No quisite despertar!!! .... Tu corazón...¡¡ya no latía!!!...Tú ya estabas viajando hacia otro lejano hogar... Donde los perro como tú tienen su propio cielo.... pero yo , con mi llanto incontenible...¡¡Yo no te dejaba marchar !!! ¡¡Te lloré Lobo...!! ¡Te lloré con llanto de Nunca olvidar !!.. Y si todos los perros van al cielo...¡Tú... Lobo querido ...Al cielo has llegado ya!!! Raquel De la alta montaña nevadabajaba delgado el frío riachuelo. - Frío riachuelo, ¿ a dónde tus aguas? - Al ancho río que recorre el valle.Por el hondo valle bajaba crecido. - Río ancho del hundido valle, ¿a dónde tus aguas? - Al mar que baña las costas de arena.Por el mar abierto bañaba las costas. - Mar inquieto que agitas las olas, - ¿ a dónde tus aguas? - A la nube gris que cruza los cielos.Por el cielo oscuro pasaba la nube. - Nube gris que anuncias tormentas, - ¿a dónde tus aguas? - A la tierra seca y a la alta montaña en nubes y lluvias que bajan al río.El fin y el origen siempre se han unidoen la eterna rueda de origen secreto. - Rueda eterna de origen secreto ¿quién impulsa tu fuerza que gira y gira y gira sin fin? E.G.M. Enero 29 de 2019 Después de muchos años, volví a mi pueblo natal. Cuando mi hermano me comentaba que haríamos la visita a nuestras tías y primos, mi corazón comenzaba a latir....¡Es que me iba a encontrar con los colores de mi feliz infancia...!! Los preparativos para este viaje de dos horas aproximadamente , me había causado profunda emoción.Partimos muy temprano en la mañana..La ruta no había cambiado mucho, pero allí mismo , al llegar a la ciudad de Concepción, al sur de la provincia de Tucumán,los recuerdos asaltaron a mi mente y se apropiaron de ella, porque habíamos pasado por el mismo frente del Colegio de la Consolación , donde yo había cursado la primaria y me vi en ese amplio patio cubierto por un gran tinglado, actuando de paisana en un pesebre viviente , con una falda larga con matices de muchos colores; una blusa aldeana; unas zapatillas rojas ,con la puntera de la plannta de goma hacia arriba ; un pañuelo rojo atado en la cabeza.. Y lo más recordado, porque yo lo deseaba con alma y vida, pero había que dejarle para el Niño Dios en el pesebre era : El patay.. Mirada nostálgica y recuerdos presentes...Esa misma falda que me hizo mi madre para actuar, fue el estreno que yo tuve para ese Año Nuevo , porque me la había transformado en un hermoso vestido..¡No tenía nada nuevo para ponerme!! Mi padre trabajaba en el Ingenio de la Trinidad ...Y la situación no era muy buena...¡Había que cuidar para el estudio!!. Continuamos el viaje por la ruta que nos llevaría hasta el mismo pueblo. Un kilómetro antes, vi con sorpresa un gran y luminoso arco que atravezaba la curva de la ruta con un letrero que decía:"BIENVENIDOS A LA TRINIDAD"..Eso no estaba antes... Mirando hacia los costados de cada lado , observaba un caudal de casas desconocidas, o al menos mi memoria no las registraba en ese lugar ni con esa fachada. Ahí, muy cerca , pude ver la escuela..La que se llenaba de chicos con guardapolvos blanco... La misma a la que yo concurrí mis primeros tres años primarios antes de entrar al colegio. Dimos unas vueltas antes de llegar a la casa de los tíos.¡Todo silencio !!...La tranquilidad asustaba...La ausencia de gente en la calle era asombrosa; la pasividad no me era conocida ; el pueblo, con mucha decepción de mi parte..¡No había cambiado en su misma estructura de antes...El paisaje era el mismo en cuanto al cuidado de árboles y jardines....Luego de almorzar, salimos con mis primos a recorrer ese...¡Nuestro querido barrio de infancia..!! ¡Ahí estaba ,aquella, la que era mi casa!!...La que amaba..La que se quedó con mis sueños de infancia encerrados entre sus paredes...La que tenía la enredadera más hermosa del mundo en su galería...La que tenía el panal de abejas y del cual mi padre, con perfecta experiencia, extraía un trozo y con mucho cuidado me lo daba para que yo me lo pusiera en la boca y succionar la miel... ¡Ahí estaba,aquella, la que era mi casa!!..Yo me detuve frente a ella...¡No miraba a sus moradores sino a mis recuerdos ..:Los buscaba...Los sacaba de mi mente...Los hacía actuar...Miraba también con suma melancolía ese poste, muy...Muy...Pero muy gastado ya , casi solo una dura raíz que no quería borrarse del pasado , y a donde posaban sus pies aquellos amigos imborrables que prestaban sus bicicletas, a mi hermana, a una amiga y a mí...¡Y nos dejaban dar vueltas y más vueltas hasta que mi madre nos decía:__"adentro ya"___ Escuchaba las voces de cada una de nosotras cuando de noche jugábamos en "la esquina de doña Clara", como llamaban a nuestra esquina el barrio..Como si mi madre la hubiera comprado, porque ella era "doña Clara"...Escuchaba la canción: __"juguemos en el bosque porque el lobo no está.....___""; escuchaba el """Aldón...Aldón firulero...cada cual...cada atienda su puesto...____" y era un despliegue de instrumentos imaginarios que cada una de nosotras tocábamos hasta cuando el que dirgía el juego, se le ocurría cambiar de instrumento...Y zás..¡el que se equivocaba perdía...!! . Veía saltar a mis amigos a la rayuela...Jugar al "pisa pisa pisuela " poniéndonos todas las amigas en fila con las piernas estiradas , mientras alguien recorría diciendo "pisa..Pisa..pisuela.." y si a alguien le tocaba el pie debía pasar al frente... Veía cuando jugábamos al tren..." el que esté al último ..No pasará" y quedaba atrapado . También veía esconderse a mis amigas cuando se jugaba a la mancha o a las escondidas..¡Ellas se escondían detrás del auto estacionado; detrás de un árbol; detrás de una mamá que siempre estaba viéndonos... Escuchaba a mi padre, desde ese comedor, hoy ya transformado, ejecutar con su violín canciones que me acompañaron toda mi infancia... Y que la gente al pasar se paraba para escucharlo.. Al pasar por frente del Club Palitroque (así lo llamaban), sentía la música que ponían especialmente los fines de semana: Cumbias..Romántico...o el fúlbito los sabados, porque allí era uno de los jugadores mi hermano...¡Y si le hacían gol al cuadro contrario, le pagaban con una gaseosa y un sandwih...¡Y el gritaba como si hubiera hecho el gol del mundial!! Escuchaba el bullicioso jugar de nosotras, quienes muchas veces aceptábamos la participación de los varones...Sobre todo en juegos de carrera... O era como ver el imaginario escenario y la pasarela por donde desfilábamos como modelos..¡Y con movimiento y todo!! y ellos aplaudiendo..¡¡Todas queríamos ser modelos...!! Vi a mi pueblo triste...Sin risas de niños...Sin infancia ...Sin bullicio...Sin colores..Sin fantasías Vi a mi pueblo triste sin juegos que despierten alegrías ... Vi a niñas cargando a su propio bebé en brazos cuando aun son niñas...Vi a niños con auriculares ajenos a su camino... Sentí profunda nostalgia de aquel pasado ya perdido...Sin huellas que invitaran a niños a caminar por ellas... Sentí en mi corazón las astillas del tiempo que lastimaban cada recuerdo que de mi mente surgía... Sentí en mi corazón las astillas del tiempo que me hicieron soñar ser niña todavía y volver a mi pueblo para llamar a cada una de quienes compartieron la infancia de mi vida...¡Y junto a ellas...Junto a ellos, mis amigos y amigas de aquel ayer....Poner en mi pueblo el color de la alegría.!!! Donde los niños...¡¡Vuelvan a ser niños en una infancia feliz!!! Raquel Enero 31 de 2019 Para mis amigas que son madres y para las futuras amigas madres. Se le preguntó a una madre: ¿A CUAL DE TUS HIJOS QUIERES MÁS...? E Entonces ella respondió : Al ENFERMO... Hasta que se cure... Al AUSENTE ... Hasta que vuelva... Al PEQUEÑO... Hasta que crezca... Y a TODOS.... Hasta que muera... Y la madre dejó caer sus lágrimas .............. Nunca creí que se pudiera pasar del amor al odio en tan poco tiempo y de manera tan radical. No siento más que ganas de no haberlo conocido nunca y lo único que quiero es que desaparezca como por arte de magia. Fue lo peor que me pasó en la vida, mi peor error, daría todo lo que tengo por eliminar por completo el día que lo conocí. Nunca se termina de conocer todo de una persona, y nos acercamos a ello cuando rompemos el buen vínculo. Estoy justo en esa parte, y no puedo creer que le haya dado todo de mí a semejante hijo de la mierda. Y la pregunta que no paro de hacerme, ¿cómo mierda no me di cuenta antes, si su pasado es una mierda y su presente no había cambiado mucho para cuando lo conocí?. Maldito amor que te ciega. Maldito amor que te da esperanzas, que te vuelve generoso, y te motiva a aventurarte hasta en los peores paisajes. Te quita el miedo, te da valentía; para asustar al fin, horrorizarte, erizarte la piel... Dando como última jugada el dolor de corazón, de cabeza y estómago; y el maldito remordimiento, el lamento agonizante de la consciencia. Y me pongo a pensar, ¿qué tan mal puede terminar? ¿qué tan diferente a otras veces podrá ser? Todo va a pasar, es cuestión de saltar bien la ola. Me quiero convencer, autoengañarme, tener un mejor panorama pero es que sólo con su existir me lo nubla completamente, no puedo ver más que borrosas imágenes desastrosas, aterradoras, no más que la despreciable verdad. Qué corazón siniestro tiene, qué error haberme cruzado con él. Me arrepiento de todo, hasta de los buenos momentos que comparados con los malos ya casi no existen. Error de la naturaleza, ser despreciable. No entiendo cómo es que si existe el karma vos seguís de esta forma en este mundo, tus átomos deberían haberse desintegrado hace tiempo. Desaparecé. Te odio para siempre.
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