Ese hombre de mirada clandestina no sabe que la mujer de esa esquina apenas alumbrada alguna ves amara o fuera amada pero de aquello solo queda un niño al que con cariño mece en su cuna pero de noche la transforma la luna en esa mujer escondida,despreciada en esa de carne comerciada en esa cotidian a Maria Magdalena que de dia se redime y de noche se condena.