Como decía mi amigo Machado, “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.Y eso es la vida, caminar por un camino sin saber a dónde lleva, encontrarte cruces de vez en cuando y volver a elegir otro camino.Hay gente que, al encontrarse con ese cruce, cierra los ojos, da cuatro vueltas y pa’lante, y que sea lo que sea.Otros piensan detenidamente los pros y los contras de cada camino, intentando elegir el camino con una lógica, sin saber que pocas veces la vida es cuestión de lógica.Y hay otros que no hacen caso de la cabeza y se guían únicamente por los sentimientos. Miran un camino, miran otro, y eligen el que les hace sentir algo, sin preguntarse a dónde llevará, pero sintiendo que ese camino va a valer la pena recorrerlo.En todos los caminos hay piedras, y no se trata de intentar no tropezar con ellas, sino de saber levantarte cuando te tropieces.A veces se cruza gente en tu camino. Unas te acompañan un trozo. Otras no dejas que te acompañen. Y otras con las querrías caminar sin que acabase el camino.La vida es eso, vivir el camino paso a paso, con ilusión y ganas; aprender de las piedras, disfrutar del paisaje, de la compañía…Como dijo otro amigo mío, disfruta lo que puedas de la vida, que no saldrás vivo de ella!

Todos tenemos un lugar retenido en la memoria por algún motivo. Unos París, otros Los Alpes… Por supuesto, yo también lo tengo. El mío es un lugar que miro muy a menudo y, cuando no lo miro, me llama para que gire la cabeza. Que me saluda con una brisa o con el reflejo del sol. Un lugar que, si lo miro durante un rato, es capaz de llenar mis ojos de lágrimas. Un lugar con un eco de tres voces. Un lugar donde habita alguien que me visita en mis noches y me acompaña en mis días. Alguien a quien recuerdo y añoro cada día. Sé que hoy apagarás las velas de tu tarta rodeado de toda la gente que se ha ido. Nosotros sólo podremos cantar un cumpleaños feliz silencioso, con las notas de cada latido de nuestro corazón roto por tu ausencia. No puedo decir que hoy te quiero o te añoro más que nunca, porque esto me pasa cada día, pero sí es verdad que hoy es uno de esos días que lo que más deseo es darte un beso y un fuerte abrazo.FELICIDADES PAPI

No todo el mundo recuerda la caída del primer diente, y yo uno de ellos. Hay niños que les causa temor o dolor, y otros, como mi hija Ana, que llevan días moviendo hacia delante y hacia atrás, girando y enseñando a todo el mundo esa piececita blanca y pequeña que se sostiene como por arte de magia.También es muy divertido ver la reacción de la gente viendo ese meneo. Unos ríen, otros sufren dentera, pero siempre está el valiente que se ofrece a arrancarlo de mil maneras diferentes, sufridas en sus propias carnes cuando eran niños: con un hilo, con un susto…Y ya lo dicen, tanto va el cántaro a la fuente… que al final se le cayó. ¡Y contenta ella de que ya se le muevan otros dos!¿Y ahora qué?Pues ahora a esperar con ilusión la llegada de ese ser misterioso… El ratoncito Pérez (o como nos contaba Jack Escarcha, el Hada de los dientes).Si es que da gusto ver la ilusión y la felicidad que tienen los niños, con esa inocencia que muchos añoran y todos disfrutan.Felicidades mi niña, no por esa caída del primer diente, sino por la alegría que ha generado en todos los que te rodean.¡Ahora te toca a ti, Raúl!