Debo aclarar que este primer texto no es de mi pertencencia, más bien es propiedad de una persona que atravesó por mi camino alguna vez y de la cual mantengo un recuerdo vivido y alegre. Sólo modifique algunas "cosillas" puntuales para establecer un vinculo más cercano espero sea del agrado de los lectores...  Un viejo amigo dijo alguna vez "me gustas cuando callas, porque estas como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca". Nunca entendí esta frase hasta que te conocí, siempre pensé que era una forma muy sutil de decirle a alguien: ¡Cállate! Sin embargo, ahora puedo entender tal expresión de desesperación, deseo, dolor y por sobretodo, amor. Un sentimiento de necesidad por escuchar su voz, sentir como cada palabra acaricia tu piel. Ella tenía 20 años y yo solo 17, nunca me dijo su nombre, pero supe que se llamaba Consuelo... qué curioso y tenebrosamente coincidente, yo me sentía abatido, triste, solitario y lo que más necesitaba en ese momento era consuelo.  La conocí por medio de dos amigos en la playa y nunca pensé que su silencio cambiaria mi vida. Soy de las personas que no cree en el amor a primera vista, pero realmente su mirada me cautivo, tampoco creo en el amor express, pienso que uno se enamora cuando conoce a la persona, y menos apoyo el conocerse a través redes sociales, es mas bien algo bastante más profundo, algo que no puede llevarse a cabo en días, semanas o meses, inclusive años. Yo llevaba casi tres, cautivado por su silencio, me gustaba, desde el primer día en que la vi, pero fue en el verano cuando me di cuenta que estaba realmente enamorado. Compartíamos tanto, veíamos películas y salíamos de vez en cuando, sin embargo, lo que más disfrutaba era mirarla y escuchar su silencio. Un día estaba triste, y le pregunte que le pasaba, hizo un gesto extraño, que no había visto nunca, me dio a entender que estaba cansada... pero yo sabía que había algo más en su corazón, estaba preocupado, no quería vela así y no tuvo la confianza suficiente para decirme, no la culpo, no la condeno... ¿Porque debia decirme?, estaba en su derecho, además ni siquiera tenia una relación conmigo... o con ella, ósea, por lo menos, eso fue lo que entendí. Me dolía tanto verla triste y lo único que quería era consolarla. Mi mayor frustración siempre fue la misma, no saber entenderla, no saber escucharla, no saberla interpretar. En ese momento no disfrute su silencio, me di cuenta del dolor de su alma, del dolor que le causo su propia desconfianza, me dolió darme cuenta también, que muchas veces estuvo triste y no fui capaz de estar a su lado y preguntarle que le pasaba, quizás no me diría, y eso era lo más seguro, pero por lo menos estaría allí... Cuando la vi mal, nunca fui capaz de insistir, de tratar de entenderla, ¿porque ahora me creía con el derecho de exigirle que me dijera? Además, no tenia porque darme explicaciones de nada, no tenía ningún derecho sobre ella... Solo éramos amigos. La mire por largo rato, suspire lenta y dolorosamente, luego me fui... Mientras caminaba pensaba, soñaba, clamaba... ¡Dios mío!, por favor, permítele hablar... Me gustaría tanto oírla, aunque sea solo una vez, la primera vez.