May 21, 2011 Oct 26, 2010 Oct 24, 2010 |
GORRIONES DE LA NOCHEadentro de la noche / muy adentro /allí donde lo absurdo cobra vida /el frío de todos los otoños muerde la orfandadde las desnudas esquinas /un cielo de cartón bosteza entre las sombrasel dolor de miles de gorriones /que se trepan al silencio de los trenes /con un pan robado a la luna /adentro de la noche / muy adentro /allí donde lo absurdo cobra vida /gimen descalzos los sueñosy lloran de tristeza los zaguanes /uno vende estampitas / otro flores / aquel CURITASy en el tajo de una plazade carne se vende una hermanita /adentro de la noche / muy adentro /allí donde lo absurdo cobra vida /enfermo de ausencia y roto de corajeagoniza lentamente el verdadero día. PRIMER PREMIO CATEGORÍA POESÍA- SOCIEDAD ARGENTINA DE ESCRITORES- ZÁRATE- NOV/2007.- 1.- EL ESPEJO DE LA ABUELA Tengo casi, casi, veintisiete años, vivo solo en un pequeño apartamento apenas amoblado con lo necesario para un soltero empedernido y aventurero. Un primer piso con dos amplios ventanales a la calle. Un barrio bastante tranquilo, sobre todo de la afluencia vehicular. Está sobre la calle Sucre casi esquina Bustamante, ¿se ubica?. No tiene número en la puerta,(alguien se habrá coronado con la placa que alguna vez estuvo sobre el portón metálico), pero es pegadito a la rotisería "TodoRico", aunque para mi gusto, de rico no vende nada. Mis días transcurren suavemente entre: el doble turno que cumplo en una inmobiliaria, un rato con los amigos en el mismo café desde hace ya unos diez años, a veces un rato con alguna eventual compañera, y siempre dejo un resquicio para visitar a mis "viejos". El jueves pasado, ayer no, el de la otra semana anterior, mientras compartía una cerveza con papá bajo la parra, mi madre me ofreció un espejo rectangular, grande, de un metro cincuenta de alto por setenta de ancho, más o menos, que perteneció a la abuela, fallecida hace casi un año. Tu tía y yo, me dijo, decidimos repartir los muebles que quedaron de tu "nona", si querés algún recuerdo especial, podés tomarlo, pero yo me anticipé y quise regalarte el espejo preferido de tu abuela y que según me contó perteneció a sus padres y ella siempre quiso que fuese tuyo. Está bien mamá, mañana 2.- mando un flete para que se encargue de llevármelo al departamento.Es que me da pena verlo con tan pocos muebles, insistió, parecen habitaciones tristes y aburridas. Estoy bien mamá, cómodo y alegre con mucho espacio para mí. Un beso en la frente la calmó, un abrazo al "viejo", y la retirada habitual. Pobre mamá, sigue pensando que sigo siendo un nene, ¿que quiere que le diga?, a mí también me agrada saber que nunca cortaremos el cordón umbilical. Como les digo a mis amigos: "de la teta jamás hay que alejarse". Pasado el mediodía del viernes, me trajeron la magnífica herencia.¡Huuyy! que pesado es, lo entramos entre los dos, y según el fletero, la madera es quebracho colorado, como no conozco de maderas, acepté la opinión. Retiré el poster de Bob Dylan que colgaba de la pared más ancha de la sala( ya le buscaré otro sitio al cantante) y apoyé el espejo al centro, dándole pie suficiente para que me reflejara de cuerpo entero. Comencé a observarlo detenidamente. El marco era de respetable espesor, ensanchándose un poco más en la base. La madera, según el fletero, de quebracho colorado,¿ya se lo había dicho no?, entonces sigo, bien conservada y barnizada resaltaba por los vistosos tallados rústicos, probablemente hechos a mano. El espejo en sí era una belleza, todos los bordes esmerilados con guardas decorativas y en los cuatro ángulos, una flor. ¡Qué buen gusto y qué reliquia!, me dije a la vez. Engalana el departamento y me veo totalmente, salvo que, ¿a ver?, ¿qué tiene en los rincones?. ¡Ah!,son esas pequeñas picaduras, muestra viva del paso del tiempo. Me acerqué y comencé a acariciarlo, puse mayor énfasis en el centro, pues había como un rayón vertical finísimo de punta a punta. Lo seguí con mi pulgar suavemente. 3.-¡ Pero no está quebrado!, ni aparenta tener desnivel. Me paré de frente y noté algo raro que me cautivó. Perdón,¿no lo aburro con el relato verdad?,bien, como le decía, la raya de mi peinado que es a mi derecha, también en el espejo aparecía a la derecha. Extendí mi pie izquierdo hacia delante y mi otro yo en el espejo, también extendió su pie izquierdo.¡ No puede ser!, el reflejo de la imagen debe ser correspondido con lo que yo hago y no como si estuviera frente a otra persona ¡copiándome!. Asombrado, me animo más, cuando lo toco con el índice noto que el dedo traspasa la abertura como si fuese un cortinado, lo retiré inmediatamente y me asusté. La curiosidad superó el impacto del asombro. Puse mi brazo extendido y rígido, y con la punta de los dedos empecé a empujar lentamente hacia dentro, y el brazo empezó a hundirse hasta perderse más allá del codo en el interior del espejo, pues mi mano no asomaba por el fondo contra la pared. Lo retiré subitamente y verifiqué que mis huesos y mi piel estuvieran en su lugar y sin magulladuras. ¡ El espejo es mágico!.Me pellizqué y ¡AY! sí, ¡estoy despierto!. ¿Qué raro es esto?, voy a averiguar de qué se trata. Respiré hondo, me dí ánimo y decidido metí un pierna, un brazo, luego el tronco, la cabeza y con el último impulso, el brazo y la pierna restante. Del otro lado estaba todo oscuro y en silencio absoluto, la curiosidad superó las dudasy las expectativas, por lo menos pisaba sobre algo que parecía firme, era como un pasillo eterno, uniforme y a lo lejos parecía mostrarme un halo de luz, o era mi imaginación, no sé.Contuve la emoción y avancé lentamente, con los 4.- brazos extendidos como tanteando el lugar, cada tanto había fondos de otros espejos, tanto a mi derecha como a mí izquierda, intenté atravesarlos pero no pude, eran resistentes, un sudor frío me recorría entero, incertidumbre, nervios, y desazón ante lo desconocido me hacían temblar. Igualmente seguí, unafuerza extraña, me incitaba a continuar. ¡Más pasillos!, ¡más espejos!. Y al frente una pequeñísima luz que no podía alcanzar.La escena se repetía una y otra vez. A mis espaldas los pasillos desaparecían, al frente, ¡más espejos!,¡más pasillos!. ¡Y sin salida!. Angustia, desolación, estoy perdido, y ahora ¿como regreso?. Me sentí débil, cansado,no sé cuánto tiempo anduve, alcé la voz llamando a mi madre, quiero retornar a la realidad y ¿no sé cómo?, ya extenuado me entregué al llanto como súplica y cobijo, hasta que apareció ¡¡USTED!!. Dígame que esto no es cierto, ¿qué hago ahora?. "Tranquilo muchacho, vas bien, seguí hasta el próximo pasillo, dobla a la derecha, que allí está la salida, te está esperando tu abuela... y no te pellizques más." ALQUIMIA Y SUERTEme detuve a la vera del caminopara acariciar un pedazo grande de mi vidapara ver pasar un trozo de mi pequeña muerte /sigiloso el sol descuentalos instantes que van goteando /los que retuve / los que he perdido /y los que no me atreví a probar/veo un pájaro quieto /veo las huellas secas /y el tiempo a lo lejosme trae una canción de cunacomo un húmedo abrigo /es alquimia y suerteel haber nacidocon las esquirlasde la primer luciérnaga /porque un grito en la nochevale un suspiro a pleno día /es la vida / solo vida / siempre vida /única vidaque sostengo en el crujir de un verso /y ahora es este frenoque me hostiga / que me obligaa observarme muy de cerca / desde adentro/ casi...casicomo rozando el ombligo /para saber que no existen los desiertos /que no hay cenizas en el olvido /y que soy solo un poematransitando su destino /no te duermas compañerohay mucho por recorreren la aspereza de un vino /solo estoy haciendo un altopara demorar el silenciode un antiguo abismo.Mención de honor - Junínpaís- 2008- VOLVER AL BARRIOes un espeso toldo la nochesocavando el zumbido de mi taconeo lerdosobre el empedrado herido /un fileteado de lunase alza sobre los tejados quietos /y un abanico descontroladode luciérnagas en el infinitocaen como perlas amigajadassobre los biceles del barrio /un jirón de dardos suelta mi silbido cansinocomo buscando alivio en las esquinas muertas /desde el bostezo oscuro de un zagüanasoma la nariz fría de un perro vagabundo /ya no están los compañeros del torrente juvenil /todos se han ido por el gotero de los días /solo el estandarte del recuerdo caldea la memoriade aquella marea inconclusade artificios desventurados /y ahora apenas pende el hilo del último versopara mi barrio gastado /como unción del instante indefinidoo sinuoso flujo de lo que llevo guardadoen la hendidura de un tajo con sabor a vino amargo y telarañas del pasado /volver al barrio es un fértil anacronismoque no se puede grabarni en los pasacalles de ocasión1º Premio S.A.D.E. Zárate- Bs. As. - 2007- Novela corta de trámite policial y suspenso. Ficción. Basado en algunos hechos reales que sucedieron en Argentina en los últimos 30 años. Los personajes se mueven como piezas de ajedrez para obtener sus propósitos. Ambición de poder político, social y económico. 170 pags. Novela publicada el 7 de mayo de 2011.Para venta; en anibalariela@yahoo.com.ar A LAS TRES EN PUNTO Algo me desveló en plena madrugada, tal vez fue un ruido en la calle, o el viento rebotando contra el ventanal del balcón sucio. Sin encender la luz, me senté en la cama y agudizé mis sentidos tratando de atrapar el sonido. Nada . Me acosté boca abajo y me tapé con la almohada. Pero estoy seguro que alguna sensación extraña me despertó. Esperé unos instantes en silencio, y otra vez, nada, ni dentro , ni fuera de la habitación. El reloj luminoso que trabaja sobre la mesa de luz, marcó las tres. De pronto, se oyó el ruido vertiginoso del ascensor que viajaba. Se detuvo. El chirriar de las puertas no se oyó, pero otra vez se puso en funcionamiento. A los pocos segundos volvió a detenerse y otra vez comenzó su peregrinar. Esto me llamó la atención. Sin encender la luz manoteé del piso la bermuda negra y me la puse. Me calcé las pantuflas y lentamente y sin hacer ruido, me acerqué a la puerta y pegué un oído contra ella para escuchar mejor. El ascensor subía, se detenía y volvía a bajar. O viceversa. Desde aquí no lo sabía. Pero las puertas no se oían, ni abrir, ni cerrar. Ahora sí la intriga fue mayor. La imaginación tomó vértigo. Con el sumo cuidado abrí la puerta del departamento. Contuve la respiración. El pasillo estaba a oscuras. El ascensor continuaba yendo y viniendo. Alguien está jugando y así no puedo dormir tranquilo. Iré a investigar. Cerré despacio la puerta del departamento y a tientas me fui acercando por el pasillo hasta el lugar del ascensor. La pequeña luz roja demarcatoria sobre la puerta enrejada, marcaba el dos. Comenzó a subir. Me retiré un poco hacia atrás para no ser visto y cuando pasó ese cajón iluminado, noté que no había nadie en su interior. Observé el marcador. Se detuvo en el diez. Las puertas tampoco se oyeron. Volvió a bajar. Volví a retirarme unos pasos. Siguió para abajo y nuevamente no había nadie en su interior. Se detuvo en el tres. Arrancó otra vez. Me asusté y me retiré hasta el primer peldaño de la escalera. Allí quedé acurrucado esperando una señal. Esta vez subió hasta el noveno. Se detuvo. A los pocos segundos se puso en marcha nuevamente. Lo ví pasar vacío con las luces encendidas y se detuvo en el cuarto. ¿Se habrá trabado algún mecanismo?. Del cuarto pasó al octavo. Y del octavo al quinto. Mi vista volvió a centrarse en el marcador luminoso. Los minutos se escurrían por las rendijas de las claraboyas, y del quinto se fue al séptimo. Bueno, me dije con desgano e impaciencia, ahora se va a detener en el sexto piso, que es donde estoy parado. Comencé a transpirar fríamente. Subí unos escalones y me refugié agachado tras la barandilla del pasamanos pero con la mirada atenta al pasillo. El ascensor llegó al sexto y se detuvo, ahora con las luces apagadas. Contuve la respiración. La oscuridad era absoluta. Desde mi escondite estaba a salvo, no podrían verme, fuese quién fuese. El sudor había llegado a mis manos que se aferraban a la baranda con fuerza hasta dolerme los nudillos. Se abrieron por única vez las puertas. No se oyó ningún paso. Ninguna voz. Ninguna sombra cercana. Ningún aliento. El susto fue mayor cuando a los breves segundos oí que se habría la puerta de mi departamento. Alguien había usurpado mi sitio. No podía retornar a mi lugar ante la presencia de lo desconocido. Entonces entre dudas, inventé mi propio duelo, y acepté el reto. Agudizé la vista en medio de tanta oscuridad y me decidí con un dejo de resignación mezclado con aventura. Me acerqué al ascensor que aún conservaba las puertas abiertas y entré aceptando el desafío como quién escapa de un temor infinito. Dí un paso lento, enorme, casi como desprendiéndome de mí mismo. Una fuerza interna me empujaba. Admití la situación. Cerré los ojos y fue el abismo. Al fondo del pozo nadie me esperaba.3º Premio Voces Cincuentenarias- S.A.L.A.C. - Córdoba -2009 POINT DE DÈPART ET CONFLIT DE L´INSTINCT * ávido de polentu bastión tembló bajo mi acecho /allané la nochecazando estrellas pulidas de miedo /lanceros silenciososderrotaron murallas de antiguos sueños /una solemne lágrima hirvió de espantocuando me alcé rendido tras la frontera /en confesión de músculoscrónicas vencidas cimbraron de arduos berretines /odisea de un retorno ad honorem en la quietud movilizada de bravíos tambores / y al caparazón mutilado de espigas /dos imágenes espejadasle inventaron la última cicatrizmuy cerca de nuestras orillas / * punto de partida y conflicto del instinto DISTORSIONES COTIDIANASal filo de la noche /allí donde las sombras se arqueansobre las baldosas quebradas /muchas almas sin rumbo exploran sus propias penasen la languidez de un sueño extraviado /en la perfidia de una promesa olvidada /son los desamparados de siempre /esos que a jirones cuelgan sus simples albedríosen un banco sucio de una plaza cualquiera /como un pecado irresistibledesgranan su trama de pubertad sin chocolate ni barrilete /son el genuino letargo de una bruma irónica /de nuestro telón fictisio /la perpleja paradoja de un golpe perverso /algo mal habremos hecho /revisemos nuestros pasosporque en algo nos equivocamos /quizás la falla esté en el egoísmo histórico /porque no debe haber infancias truncasdeambulando sin ropaje /como flecos fugitivos desangrando vínculos solitarios /es nuestra apatía y desídia dejar que al filo de la nocheesas pequeñas sombrasse cobijen con el frío de nuestras labores inconclusas /porque en el arcón de sus ojos tristes /en las huellas de sus lágrimas secas /y en el capricho de sus sonrisas forzadaslos espera siempre un pan imaginario1º Premio S.A.D.E. Zárate - Bs. As. 2008 - SENDEROS DE MARZOa veces el dolor mata amigo /la vida también a veces es dura /pero si alguna vez este dolor de pueblo heridoque hoy duerme en las esquinasy corroe el sueño de la memoria /se despierta / se levanta /y me pregunta qué ha sidode aquellos compañeros que no tienen sepultura /que aún siguen perdidos por los senderos de marzo /tal vez le diga que nunca se han ido /que aunque no los vea aún siguen estandoen el repique de tambores calientes /en las plazas / en las palomas /en los pañuelos / en las canciones /y en la resistencia de todos los poetas y todos los obreros /el dolor fortalece la marcha de la historia muy a pesar de las traiciones / muy a pesar de las serpientesque siguen agazapadas en sus falsos imperios /en sus negras madrigueras /si alguna vez esta esperanza tiende a sentarse /un poco cansada quizás de golpear puertas ciegas /de hallar mudas respuestas /yo alzaré mis versos para llenarle el almacon la fuerza de todos los poetas /con la unión de todos los obreros /para seguir andando el único sendero que nos llena /el de honrar la vida y perfumar el airecon el grito rebelde de los que nunca se fueron 2º Premio Roberto Juarroz - Alte. Brown -Bs. As.- 2008 - Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
|
Lecturas Totales | 3427 | Textos Publicados | 9 | Total de Comentarios recibidos | 2 | Visitas al perfil | 1623 | Amigos | 0 |
SeguidoresSin suscriptores
|